Espacial || El comienzo de Aurora Nikita.
Valtteri Aurora, un nombre poco finlandés para un hombre que era más hielo que aquellos que existían en las estepas de ese país, durante el invierno. De familia trabajadora, siempre peleó por sus sueños y nunca se rindió ante nada ni nadie para lograr su cometido y, de esa manera, sus sueños y aspiraciones a una graduación temprana en la carrera de arquitectura se hicieron realidad, aunque más temprano que tarde se dio contra una dura pared de realidad, al ser consciente de que no iba a poder ser un personaje resonante e importante como el deseaba, ya que, el sitio donde había sido empleado durante sus estudios, y en donde le extendieron un contrato formal apenas si se graduó, seguía sin tomar en cuenta sus ideas y proyectos, cosa que lo frustraba mucho y luego de un año de haberse titulado, seguía en su mismo puesto de "aprendiz" que se le había otorgado casi tres años y medio antes.
Sus frustraciones, en lugar de mermar, aumentaban a cada día un poco más y no sabía cuánto tiempo más podía aguantar así, pero se sentía en una disyuntiva bastante grande, ya que no quería renunciar a su trabajo y ser desagradecido con la empresa que se lo había dado todo (o casi todo) y perder quien sabe cuánto tiempo hasta conseguir un nuevo empleo, cosa que sería un tanto difícil debido a su corta edad, en ese instante, pero, por otro lado, era la misma situación de siempre, quería dar más de sí mismo, quería demostrar que estaba más que capacitado para estar al frente de grandes proyectos, y que no le dieran la oportunidad lo ponía en conflicto constante acerca de si estaba haciendo o había lo correcto con respecto a sus sueños demasiado altos o su poca percepción de la realidad a la que se enfrentaba. Muchas cosas eran las que pasaban por su mente, día tras día, y el ánimo que siempre lo caracterizaba se fue diluyendo día tras día, cosa que todos comenzaron a notar con el paso del tiempo, pero para la suerte del joven, sus tristezas mezcladas con frustraciones, duraron más bien poco tiempo más, ya que sus jefes le ofrecieron una oportunidad un poco particular, pero que le fue imposible de rechazar.
-Un puesto en Rusia. Tu propia oficina, tus propios colaboradores y un equipo aparte para ayudarte en el desarrollo de la planificación y estructura. ¿Qué dices?
No lo dudó. Aunque eso significaba dejar atrás a su familia y amistades, no iba a dejar que la oportunidad que tanto había deseado, buscado y esperado, se le fuera de las manos como un puñado de nieve derritiéndose al calor de un vivo verano tropical, por lo que aceptó sin pensar en los contras, solo en las cosas buenas que podían sucederle en el futuro.
Con la confirmación de su nuevo empleo, no perdió tiempo y tomó regreso con los suyos, para contarles las buenas nuevas y también, irse despidiendo de aquellos de quien estaba seguro que no vería con frecuencia y posiblemente no estarían a su lado el día en que se fuera. Estaba en una nube de alegría del cual le serían muy complicado de bajar jamás, o al menos eso es lo que él pensaba, ya que sus jefes bien sabían que era lo que realmente le esperaba allí.
Más bien, quien le esperaba.
Alissa Nikita. Una mujer rusa en toda la extensión de la palabra. Dura, fría, mandona, distante, muchos decían que nació carente de sentimiento alguno, ya que nunca había dado una sonrisa o una lágrima a nadie. Lo único que de ella todos tenían eran gritos y más gritos, por lo que no era de extrañar la mala fama que cargaba en sus espaldas, aunque eso no le interesaba mucho, lo único que era importante para ella era avanzar en su carrera de ingeniería civil por la que tanto había batallado siempre, imponiéndose en un mundo de hombres para lograr ser la única mujer graduada con honores para reforzar ese carácter de hierro que siempre había tenido, solo volviéndose más calculadora y agresiva de lo que antes podía haber sido.
Podía llegar a entenderse su forma de ser, ya que venía de una familia que pasó muchas complicaciones, al punto en que su madre quedó sola luego de que padre se fuera de la casa, con la excusa de que trataría de hallar un mejor porvenir para su familia. Alissa y su madre quedaron solas en el mundo y eso fue la piedra angular, por decir de alguna manera, para ese ser avasallante y guerrero que siempre mostraba al mundo.
Su relación con su madre también se fue deteriorando con el tiempo, ya que, durante algún tiempo, la mujer culpó a la niña de que su esposo se fuera, aunque luego esas ideas se desaparecieron, el daño irreparable en la relación con su hija, pero por sobre todo, en el autoestima y personalidad de la niña, ya estaba hecho, por lo que era esa la gran y principal razón por la cual la muchacha no lograba confiar en nadie tan fácilmente y dudaba, más bien, estaba más que segura, de que algún día fuera a lograr algo como eso, aunque sus pensamientos y teorías se iban a ver puestas a prueba en menos tiempo del que ella creía.
El arribo de Valtteri se dio en menos de un mes luego del anuncio de su traslado y aunque el joven iba con mucho entusiasmo, la joven no lo hizo de la misma manera.
Ambos debían ser la mano derecha del otro, esa era la única directiva que habían tenido de sus superiores correspondientes, pero Alissa no estaba muy dispuesta a poner toda su confianza en ese extraño, aunque el sentimiento era mutuo, ya que solo le bastó al muchacho fijar su mirada en la fría contraria, para darse cuenta del infierno que iba a ser su estadía allí, y poco tiempo le bastó tener allí para confirmarlo, ya que, apenas el primer proyecto en el que juntos trabajaban, y la rubia ya se despachaba rompiendo todos los planos del finlandés, en su propia cara, sin importarle que él se haya desvelado casi cuatro días para tener listo todos los planos que el nuevo proyecto requería para tener la autorización para su pronta construcción. Ver esa acción le hirvió la sangre como nunca antes le había pasado, pero queriendo apelar a su temple frío, juntó aire, tomó los trozos de papel que habían quedado desperdigados por el escritorio y el piso, miró a su compañera y solo le murmuró un "buen día", antes de retirarse. Esa actitud la dejó bastante desconcertada, ya que esperaba que le gritara, la insultara o algo por el estilo, como todos los demás hacían, pero que él simplemente la mirara con, no paciencia, pero si un poco de desaire mezclado con paciencia y hasta pena, pero más hacia ella que él mismo, le hizo remover cosas que no tenía idea de que se trataban, aunque pronto se dio cuenta de que tal vez era porque había sido injustamente dura con él, después de que trabajara tanto para presentar algo que sea del agrado de todo, pero más que nada, del agrado de ella, le hizo sentirse muy mal y, aunque nunca se disculpó directamente con él por dicho incidente, si le demostró su arrepentimiento mediante pequeñas acciones del día tras día. A Valtteri le bastó con ver una ligera sonrisa de los labios contrarios, largas semanas más tarde de aquel hecho, para darse cuenta de que, aunque costaba, se estaba ganando el favor de la rusa, pero no dio por verdaderos sus pensamientos sino hasta que la misma Alissa se acercó un día a él y le propuso salir a comer juntos.
-Si es que no vas a matarme y comerme, entonces te acepto la propuesta.
-Me han dicho muchas cosas en esta vida, pero "caníbal" nunca. Es algo nuevo que añadiré en mi lista.
Ambos se sonrieron mutuamente y casi sin darse cuenta y, haciendo gala de su bien oculta caballerosidad, se puso de pie, ofreció su brazo, que fue tomado con agrado, y ambos salieron del edificio con rumbo al que, muy sorprendentemente, era el restaurant favorito de ambos. Todo se desarrolló bajo la atenta e incrédula mirada de todos aquellos que llevaban años conociendo a la joven Alissa y no podían creer que, el joven Aurora, en meses lograra lo que en años muchos de sus conocidos, empleados, colaborados y hasta amigos, no habían podido hacer, que era sacarle una risa genuina y hasta un comentario totalmente ridículo a la mujer.
Más incrédulos quedaron cuando todos, de buenas a primeras, luego de un par de meses más de sonrisas, risas y cambios radicales de carácter para con todo mundo, Alissa se apareció con un brillante y para nada modesto anillo en su anular y, por consecuente, Valtteri daba el anuncio, con invitaciones físicas y toda la pompa correspondiente, de que se casarían. Todos estaban más que absortos, ya que la indomable y agresiva joven, ahora era la persona más dulce que podía existir y todo mundo parecía ser merecedor de su confianza. El cambio total en la rubio fue recibido con más alegría que la noticia de la boda, agradeciendo mucho la aparición del muchacho de Finlandia y no eran para nada sutiles al momento de hacerles notar eso.
A cada que el tiempo pasaba, Alissa iba volviéndose más y más cercana a todos, más dulce y hasta más... maternal, en algunos momentos, cosa que asombraba hasta a quienes no la habían visto en tiempo, y, aunque algunos pensaban que era porque finalmente se mostraba tal y como siempre quería haber sido, la realidad evidente se hizo notar más temprano que tarde, también.
Dos años después de casarse, Alissa y Valtteri recibieron con más alegría que la usual a una preciosa bebé que era lo sería todo para ellos, a quien llamaron Natassia.
Una belleza rusa, tan rubia y de pálida piel como su madre lo era, y que su padre amaba tanto como a su madre lo hacía. No había nada que ambos no hicieran o daban por ella, evitando siempre hacer algo que la lastimara o la hiciera sentir mal, remendando en su pequeña, todos los daños que a ellos los dañaron en sus tempranas vidas, mucho más Alissa que Valtteri, pero, aun así, ambos daban muchas cosas de sí mismos para que la niña siempre se sintiera amada y contenida.
Aunque hubo una sola vez en específico en la que tuvieron que romperle el corazón, y eso fue a sus once años, tiempo en el cual la familia tuvo que mudarse a París, ya que a ambos les había llegado el pedido de la importante familia Diamonds Blue-Grad, quienes deseaban hacer refacciones en su hogar principal, pero más que nada, deseaban construir una nueva residencia para tener un descanso de fin de semana.
Con todo el enojo del mundo, Natassia permitió que sus padres empacaran sus cosas y la llevaran a un lugar extraño, lejos de todo lo que siempre había conocido, de sus amigos, su colegio, de todo lo que ella consideraba importante a pesar de tan corta edad. En el vuelo trató de hacerse a la idea de cómo sería su vida en aquel lugar, porque, por más que sus padres le pintaran París como el lugar más mágico del mundo, ella no cambiaría su amada Sochi por nada y ese siempre fue su pensamiento, uno que trató de mantener hasta que el coche que sus padres rentaron entró en los terreros de la mansión Diamonds y su pequeña boca se abrió lo más que le era posible, debido a la impresión que semejante edificación le causó ,más cuando bajó del auto y se sintió muchísimo más pequeña de lo que ya era, al verse en las puertas de aquella residencia.
Sus pies no se movieron, ni aunque sus padres la obligaron a caminar, aunque acabaron por dejarla sola en el hall de entrada de la casa. Ella seguía totalmente sumida en impresión hasta de ver las paredes que la rodeaban, estaba totalmente presa de la impresión que tanto lujo y opulencia se presentaba a sus ojos, pero lo que más le impresionó fue ver a esos cuatro jovencitos que la miraban con curiosidad desde lo alto del barandal de la escalera principal.
No se cruzaron palabra nunca, en ese instante al menos, pero si muchas miradas se intercambiaron, aunque a uno de los pelirrojos y el rubio menor, no le daban importancia a la personita que desde abajo le miraban, uno de esos pelirrojos, que parecía ser el mayor de los cuatro y el otro rubio, que era evidentemente mayor al otro, si no apartaban sus ojos de ella, aunque era el joven rubio, cuyo nombre luego sabría era Degel, la miraba con una adoración increíble, aunque, no sabía porque, pero la mirada desdeñosa del pelirrojo mayor, quien llevaba por nombre Shijima, le llamaba mucho más la atención.
En ese momento no lo sabían, pero el destino, con esas simples miradas, se había puesto en marcha para esos cuatro hermanos y esa pequeña niña rusa.
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¡Hola! Bueno, iba a subir capitulo correspondiente, pero preferí hacer un especial, como en su momento con Degel, Kardia y Calvera, pero hablando exclusivamente de Natassia.
Creo que se lo merece, para hablar bien todo lo que se tenga que hablar de ella. No se cuantos capítulos tendrá, pero se que serán los necesarios para cubrir todo lo que tenga que cubrir sobre ella.
¡Besos! ¡Les quiero!
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