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Capitulo 1

Siglo XVIII Londres. Es un veinte de abril cuando un mensajero llegó a las puertas de la mansión Verseuth. El mayordomo de cabellos morados asintió al mensajero mientras recibía el sobre en sus manos, envió a dos sirvientes a acompañar al mensajero para posteriormente retirarse del lugar mientras procedía a leer el dorso del sobre. Mientras tanto fuera de la mansión, no muy lejos se encontraba  un extenso jardín con un lago en el centro, una gran variedad de flores de todos los colores y olores envuelven y embellecen el lugar. Camus, el joven amo, primogénito de los Verseuth se encuentra en éste lugar, sentado en el césped con las piernas cruzadas se encontraba leyendo un libro, inmerso completamente en su lectura, había pasado por alto la presencia de su recién llegado sirviente, quien lo veía con ojos pícaros al notar el tipo de contenido que poseía el libro que leía.

-¡ Joven amo!- llamó el sirviente, con voz fuerte, pues su intención era asustar al de cabellos rojizos

Y por supuesto que lo logró, como si estuviera esquivando agua hirviendo, Camus saltó y arrojó el libro por los aires

- ¡ Señor!

- ¡Shaka!

Ambos hablaron al mismo tiempo y ninguno pudo evitar el fatal desenlace. El libro había caído al lago

Camus miró con ojos tristes, como un niño al que se le había caído en el suelo su más apetecible dulce. Shaka por otra parte le restó importancia al asunto y procedió a informar lo que para él era un asunto mucho más importante

- Olvide el libro, su padre lo espera en su despacho. Ordenó que acudiera ante el de inmediato

Camus volteó a verlo con ojos curiosos

- ¿ Sabes de qué se trata?

Shaka no se lo ocultó

- Hoy en la mañana un sirviente se presentó, en sus manos traía un sobre proveniente de la mansión Escorpius. Si mal no me equivoco debería ser uno de sus herederos el que pidió tú mano.

Camus abrió los ojos de par en par, su expresión algo pálida cuando escuchó lo último.

Meses atrás los doctores finalmente habían descubierto su segundo género, que no era otro más que Omega. En un principio Camus pensó que ésto sería la peor de las deshonras para su familia, puesto que la mayor parte de la Élite poseía descendientes Alfas. O eso fue lo que el creyó, sin embargo, las cosas empezaron a volverse extrañas cuando de repente, uno tras otro, sus anteriores amigos de infancia  empezaron a enviar mensajes pidiendo su mano en matrimonio.

Camus estaba shockeado hasta ese punto, en primera instancia porque jamás esperó volverse un Omega y en segunda instancia porque jamás creyó que de un momento a otro sus amigos se darían la vuelta y se convertirían en sus posibles pretendientes.

Por ésta razón no podía evitar sentirse triste y molesto. Con ésta sería su décima tercera carta en declinar, Camus estaba preparado para gritar su rotundo "No" cuando de repente:

- Tienes prohibido negarte.

- ¿ Qué?

Ahora ya dentro del despacho de su padre, su padre tomó la palabra:

- Esta vez no se trata de ninguno de tus amigos, se trata de uno de mis socios mayoritarios. Camus sé que no estás listo para ésta decisión pero también tenemos al tiempo jugando en nuestra contra. A tú edad muchos Omegas ya han tenido crías con sus parejas y ya han formado su familia. Hijo el tiempo no perdona a nadie, tú edad es un inconveniente, si no te casas ahora terminarás soltero para toda la vida y eso no es lo que quiero para ti.

- Padre puedo ser un solteron si quieres

La actitud de Camus fue desinteresada y poco seria, su padre enfureció de inmediato

- ¡¿ Ésta es la actitud que pretendes mostrar?! ¡¿ TODAVÍA PIENSAS QUE PUEDES SER UN ALFA CAPAZ DE LIDERAR TODO LO QUE TE HEREDE?! ¿ Pues adivina qué Camus? Eres un Omega, nada de lo que haga o como actúes cambiará ese hecho. Incluso si no deseas que te preñen ese será tú deber como Omega. Las leyes dictan que debes tener un esposo capaz de liderar todo tu patrimonio, creeme hijo, tal vez hoy me odies pero con el tiempo entenderás que lo hago por tú propio bien

- Pero padre...

- Te unirás en matrimonio con uno de los hijos Escorpius

- ¡Padre!

- Son unos buenos muchachos conozco a sus padres. Poseen una buena educación y podrán otorgar el estatus que te mereces.

- ¿Padre?

La voz de Camus se escuchó llorosa, su padre devolvió su atención a los documentos frente a él, su decisión fue solemne y decisiva. Cuando Camus lo vió con esos ojos fríos supo que ésta vez hablaba muy enserio.

El ha sido consentido la mitad de su vida pero no por eso sería menos entendido. Camus entendió que su padre lo hacía por su bien. Actualmente poseía 18 años, una edad bastante avanzada considerando que en la época actual los Omegas ya podrían contraer matrimonio pasado los 14 años. Camus entendió que con 20 años era improbable conseguir un buen pretendiente, que con un par de años más lo único que llegaría a conseguir serían las peticiones de los viejos mañosos y los viudos deprimentes.

Así que no era extraño que su padre ésta vez lo obligara a aceptar el compromiso. Esa tarde Camus se dejó caer de espaldas sobre su cama, el entendía todo lo que este compromiso implicaba, aún así no se sentía listo para contraer matrimonio por el resto de su vida con alguien que no conocía en lo absoluto. ¿ Y si era feo? ¿ Viejo? O peor aún¡¿ Que tal si era algún golpeador?! ¿ Podría su padre rescatarlo después?

- Lo vi una vez, es un joven atractivo, muy guapo. Tiene ojos azules, muy enérgico...

Describió el mayordomo Mu mientras se encargaba de pulir los cubiertos, a un lado recostando su cabeza sobre la mesa Camus lo veía con ojos cansados

- No parece ser muy especial

- Oh claro que lo es, todos los Omegas de la clase alta han posado sus ojos en él, también corrió el rumor de que Afrodita inventó que este había intentado abusar de él para que los obligarán a casarse de inmediato. Por supuesto que se descubrió que todo ésto fue una calumnia y el propio Albafica se encargó de disciplinar a su malcriado hermano menor.

- Algunas personas en verdad asustan. Lo lamento mucho por mi prometido, debió pasarla mal

La voz de Camus es desinteresada y aburrida, el mayordomo Mu sonrió en respuesta, luego prosiguió:

- Es extraño que haya pedido tú mano, debe tener una buena impresión de ti ya que desde aquel incidente no ha vuelto a querer saber de Omegas. Siempre que piden comprometerlo con alguien él declina de inmediato la propuesta

- Jah, es irónico que ahora sea él el que intenta forzarme

Mu dejó aún lado los cubiertos para luego mirar al distraído Camus, él consoló:

- Vamos, verás que él te gustará mucho.

Una semana después Camus caminaba a pasos apresurados por los extensos por pasillos, con los puños apretados y los ojos rojos de tanto llorar. Minutos antes el había descubierto el motivo por el cual su padre intentó casarlo con uno de los hijos de sus socios mayoritarios.

- ¿ Banca rota ?

Indagó Mu con los ojos abiertos de par en par, Camus frotó las lágrimas que escurrían de sus ojos y asintió

- Banca rota.

Reiteró, su padre actualmente había quebrado y estaban a un suspiro de terminar en la calle. Mientras buscaba unos papeles para el matrimonio en el despacho de su padre, Camus se encontró con la infortuita carta del magnate de la industria de la Metalúrgica Aesneas Escorpius, en dónde este pedía que su mano fuera entregada al menor de sus hijos, Milo Escorpius, y en cambio así ceder una suma exorbitante de dinero como inversión a las empresas Verseuth para salvarlos de la bancarrota por la que estaban atravesando. Aesneas fue directo.

¿ o la mano de Camus o la bancarrota ?

Camus jamás en su vida se sintió tan usado. Esa noche lloró desconsoladamente pensando en lo horrible que era la vida y las personas que siempre piensan en sus propios beneficios. En éste mundo corrupto y cubierto de gente ambiciosa ¿ Dónde quedaron las emociones?

Meses antes era feliz con todos sus amigos, luego un día dijeron que era Omega, todos dejaron de verlo como una persona y empezaron a tratarlo como si fuera un objeto. Incluso su padre que tanto dijo amarlo, ahora lo trataba como un objeto de cambio que podía salvarlo de la bancarrota.

Entonces un día caminaba al frente de todos portando una sonrisa radiante y a la mañana siguiente caminaba detrás de otros con la cabeza gacha esperando ser vendido al mejor postor.

Camus maldijo a su padre, madre, a aquellos que dijeron ser sus amigos y a los Escorpius. Si tan solo pudiera destruirle la vida a todos como ellos se habían encargado de destruirle la vida a el....

Tercer día del mes de mayo, una acalorada discusión se desarrollaba en la cocina perteneciente a la mansión Verseuth:

- ¡No puedes hacer algo así!

- Si puedo

Respondió Camus mordiendo de su pan tostado, Mu, quien yacía completamente descolocado rodeó la mesa y avanzó hacia él, su expresión algo perturbada al preguntar:

- Aún si consigues la invitación, los nobles también aman su reputación, es imposible que caigan tras tus faldas en una sola noche.

- Lo tengo resuelto. Iré a esa fiesta y haré que uno de esos poderosos magnates me marque como su Omega. Si mi padre desea que me consiga un adinerado eso haré, pero no le daré el gusto de elegir pareja por mí.

Dictaminó resuelto, Mu lo miró con ojos complicados.

Es siete de mayo en un sábado a la noche. La Familia Sagitta ofrece una gran fiesta de Máscaras en su gigantesca mansión. Todos los jóvenes nobles y de familias reconocidas han sido invitados sin excepción, para Camus es la primera vez en éste lugar, años anteriores había sido invitado a tal celebración pero siempre se había  negado argumentando que no era de su agrado acudir a banquetes en dónde predominaba el bullicio. Ésta vez es una ocasión especial, a la mañana siguiente conocería a su "prometido" , Camus deseaba darle una gran sorpresa.

Ingresó al gran salón vistiendo una camisa celeste, pantalones color crema, botas blancas y un abrigo de brocado del mismo color. Su cabello rojo resplandecía y lo hacía lucir muy llamativo junto a esa máscara plateada por la que podría vislumbrarse unos hermosos rubíes que no perdían de vista la decoración del lugar .

Un sirviente le entregó una copa de vino, la cual Camus bebió y de inmediato su expresión se volvió agria. Es hermoso y llamativo, muchas personas se acercan a saludar y alabar su hermoso cabello. El sonríe y su expresión de inocencia enamora a todos.

-  El vino sabe bien ésta noche y mucho más con la hermosa vista

Un hombre habló y bebió su vino sin perder de vista a Camus en ningún momento, Camus por su parte no captó la indirecta y de inmediato pensó que se refería a las muchas féminas allí presentes, el asintió en respuesta

- Hermosas, escuché a un pintor una vez decir que uno puede saborear la belleza de una obra con tan solo mirarla - Camus sonrió dulcemente - ya lo creo, siempre veo retratos de frutas y se me antoja comerlas.

El hombre formó una mueca divertida en la comisura de sus labios, asintió  a las palabras del pelirrojo, posteriormente  volteó a ver en una dirección y luego a Camus, ésta vez no tuvo reparos en acortar la distancia entre ambos. Acción que incomodó a Camus y retrocedió con rapidez. El hombre sonrió y ésta vez se encargó de que su indirecta fuera bien directa:

- Me gusta el arte, me gusta saborearlo - El hombre tocó su mejilla - tú eres arte y me gustaría comerte.

Camus retrocedió asustado, sus feromonas se hicieron presentes e informaron al alfa que se sentía incómodo. El olor de Camus es similar a la cereza mezclada con el azúcar, es dulce, cálido y adictivo. Pero cuando está asustado este olor se vuelve frío y distante. El hombre retrocedió unos centímetros entendiendo. El asintió hacia Camus y se disculpó:

- Perdona si te asusté, en cuanto a lo demás en verdad no mentia. Incluso con el antifaz, tienes una apariencia muy hermosa.

El hombre dejo de verlo y siguió bebiendo de su vino viendo hacia la pista de baile, Camus asintió no muy convencido también volteó a ver hacia la pista de baile, en dónde finalmente los anfitriones darían comienzo al baile.

Entonces cuando Camus miraba, fue que lo vió. Un hombre alto de cabellos rubios recogido en una coleta baja. Igual a él también estaba vestido de blanco a diferencia de su antifaz y sus botas que eran de un color negro como la noche. Camus lo vió invitar a un pequeño Omega Castaño y lo vió llevarlo hacia la pista de baile. Vió como ambos empezaron a bailar de lado a lado con un 1,2,3,4 y 1,2,3,4 siempre siendo el rubio Alfa quien guiaba tal cual ave ejecutando su más fino desplegar de encantos. Camus había quedado sin aliento al verlo.

La noche fue tranquila y la temperatura fue la indicada, no hizo mucho calor ni frío pero cuando ese rubio de ojos azules levantó la mirada y lo miró directo a los ojos, Camus pensó que el calor era en verdad insoportable. Su blanco rostro se tornó carmesí a su vez que con rapidez desviaba la mirada. Palpo sus mejillas sintiendo el calor en ellas, ésto ¿ quizás fuera el efecto del vino?

- ¿ Que pasó? ¿ La vista supera tus expectativas?

Nuevamente el hombre a su lado había tomado la palabra, Camus lo miró, ésta vez un tanto más relajado pues sentía que el hombre no tenía malas intenciones

- No es nada, es solo que no estoy acostumbrado a beber

La persona frente a él sonrió con ternura, arrebató la copa de vino de Camus y se la tendió a un sirviente junto con la suya. Posteriormente el invitó a Camus:

-¿Me permites ésta pieza?

Una vez más Camus guió sus ojos hacia el rubio Alfa que permanecía en su propio mundo, mirando al Omega frente a él, aveces sonriendo, otras veces simplemente se quedaba viendo al omega fijamente

Camus miró al hombre y asintió

-Claro

Camus avanzó a la pista Guiado de la mano por el hombre que en ningún momento dejó de verlo de reojo, sus manos sostuvieron suavemente las del Omega mientras lo atraía y situaba frente a él. Una sonrisa pequeña se instaló en la comisura de sus labios mientras con delicadeza situaba una de sus manos en la pequeña cintura del pelirrojo, que dejó de prestar atención a todos y finalmente depositó su atención en la persona frente a él

Ambos empezaron a bailar ,de un lado a otro, siempre siendo el misterioso hombre el que guiaba

- Es la primera vez que te veo en un lugar así, cuando asistí ésta noche jamás pensé en encontrarme a alguien como tú

Camus sonrió y respondió risueño

- Bueno, es porque es mi primera vez en lugares así

- ¿ Te gusta?

Camus dejó de sonreír y solo entonces se fijó en los ojos de la otra persona, los azules del otro lo miraban con una intensidad que transmitían una extrema inquietud a su alma, Camus respondió con sinceridad

- No

La persona frente a él volvió a sonreír mientras con habilidad lo hacía girar en el mismo lugar, sus movimientos eran precisos y rápidos. Camus en un momento en particular no pudo evitar reír con ganas ante la fluidez con la que bailaba. De un momento a otro se sentía como una bola de algodón, siempre sintiéndose ligero y suave por todas partes

- ¿ Te gusta bailar ?

- Eso parece

- ¿ Es también tu primera vez bailando?

Camus asintió mientras jadeaba en busca de aire. El hombre frente a él lo detuvo y sugirió:.

- Deberíamos tomar un descanso

Una vez más Camus asintió viendolo a los ojos y el hombre también miró su sudoroso y enrojecido rostro. Despegó un par de mechones que se pegaban al rostro del pelirrojo con suavidad para posteriormente sonreír enseñando divertido ambas palmas justificando su inocencia. Camus negó sonriendo

Minutos después ambos se encontraban en el jardín uno sentado al lado del otro, Camus bebiendo de un vaso de agua que el hombre con amabilidad había enviado pedir para él, Camus agradeció el gesto y ambos empezaron a hablar

- ¿Entonces escapaste para poder pensar mejor las cosas?- El hombre lo miró con detenimiento

Camus rápidamente desvío la mirada, avergonzado respondió

- En realidad asistí a éste lugar en busca de un Alfa que pudiera marcarme antes de conocer a mi prometido.

El hombre a su lado lo observó con profundidad, no habló ni objetó nada al respecto, simplemente preguntó a secas un:

- ¿ Porqué?

Camus guardó silencio por unos instantes, luego respondió viendo al frente:

- Porque estaba molesto, de hecho, ahora siento que no fue una muy buena idea

La persona a su lado  volvió a preguntar

- ¿ Qué piensas de tú prometido?

- No lo sé, no lo conozco todavía. Solo sé que debería ser alguien sumamente egoísta. - Camus vió la interrogante en el semblante del otro y de inmediato explicó - fué el quien se aprovechó de la vulnerabilidad de mi familia e impuso a mi padre que le diera mi mano

-¿ En verdad piensas eso? - El hombre rió suavemente, Camus lo quedó mirando - ¿ Qué pasa si es tímido?

- Puede enviarme cartas...

- ¿ Y que pasa si su letra es fea?

- Practicaré mucho para entenderle

-¿Que pasa si te quiso por mucho tiempo y teme que le rechaces?

Tanto Camus como el hombre guardaron silencio, ambos se vieron

- Creo que es mejor mi rechazo que mi odio

- Entonces...- el hombre acomodó alguno de los mechones rojos pues éstos nuevamente habían caído rebeldes -¿ Lo odias?

- Por supuesto que no ,ni siquiera lo conozco. Solo estoy molesto

- ¿ Porqué molesto?

- Porque no me habló, tampoco me buscó personalmente. Siempre siento que es un presumido insípido que solo me quiere para presumir y dejarme tirado en su ostentosa mansión.

Esta vez el hombre frente a él enarcó las cejas ante lo que escuchaba, luego rió con ganas ante la furiosa mirada del pelirrojo

- No te reías

- Está bien, no me río

El hombre dejo de sonreír pero sus ojos aún parecían verlo divertido

-¿ Entonces...? Viniste a esta fiesta con la intención de conseguirte tú mismo una pareja - El hombre dejó caer su espalda en el respaldo de la banca, miró a Camus de reojo y continúo indagando - No habrá problema siempre y cuando tú decidas ¿ Ya has visto a alguien que llame tú atención en particular?

- Mmmm- Camus se mostró pensativo, luego emocionado recordó - El muchacho rubio de allí - señaló hacia la pista, el hombre siguió la dirección en donde señalaban los dedos - El que bailaba con el Omega Castaño

- Pffff... - El hombre nuevamente estalló en risas, Camus volteó a verlo molesto

- ¿ Qué es tan gracioso?

- Nada nada... ¿ Entonces crees que alguien como él es tú tipo?

- Supongo que si

- ¿ Y que hay de alguien como yo ?

- ¿ Eh?

El hombre repitió su pregunta

- ¿ Qué hay de alguien como yo? ¿ No te resulto interesante? También soy un Alfa

Camus lo miró asombrado, luego sonrió y acotó divertido

- Aún no te conozco lo suficiente como para decir que eres mi tipo

-El muchacho de allá, apenas lo viste llamó tú atención.

- No es lo mismo

- ¿ Dónde no es lo mismo?

- Bueno para empezar - Camus lo miró a los ojos - su máscara es más reveladora, muy diferente a la tuya que no me permite dimensionar tú apariencia

El hombre frente a él sonrió y luego con habidez se despojó de su máscara de Pantera. Entonces lo que Camus vió después lo dejó anonadado

La persona frente a él es un hombre con cabellos azules y ojos del mismo color, su rostro posee rasgos afilados muy atractivos. Y su sonrisa era...

- ¿ Qué hay de mi apariencia? ¿ No te resulto atractivo también?

Camus había quedado sin la capacidad para respirar


°










Continua parte 2...






🌿N.A: primer acto  ¿ Quién tiene la idea más tonta?

Padre de Camus: Aesneas Escorpius.

Mayordomo Mu: Camus

Sirviente Shaka: Camus

Rubio de ojos azules : lamentablemente no conozco a Camus

Camus: ¿ Al parecer yo? 👀


Hombre misterioso: jajajaja..... Camus

🌿







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