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Neunzehn

Regresé de nuevo con Violet, quien se estaba carcajeando a más no poder por lo que acababa de ver.

—¡Bien hecho! Ahora en verdad lo tienes. Créeme, eso de dejarlo deseándote estuvo bien. Ya sabes lo que dicen... Lo que fácil se consigue, rápido lo desechas.

—Lex, traes como un idiota a Kurt, eso no se pone en discusión. Nunca lo había visto tan insistente en conseguir la atención de una chica a la que dejó por otra —dijo Jazz, extremadamente borracha hasta para su gusto.

Me le quedé mirando con desaprobación. Era claro que ella sabía cosas que se decidió callar ya sea por lealtad a él, o para no lastimarme más.

Sí, me gustaba Kurt, pero en este momento de mi vida todo estaba hecho un caos en donde no sabía lo que en realidad quería y mucho menos quién me gustaba. ¿Me gustaba Kurt? Quizá, ero era un idiota de primera que se creía el ser más perfecto e inteligente del mundo. ¿Me gustaba Morgan? No lo sabía, era la persona que me conocía mejor que nadie, con la que podía ser yo misma y a la vez era un sinvergüenza al jugar con mis sentimientos de una forma despectiva. ¿Me gustaba David? Tal vez, y él era el mejor de todos en estos momentos.

—Tenemos que hablar —dijeron a mis espaldas.

Giré para encontrarme a Morgan, con sus hermosos ojos oscuros mirándome con seriedad. No había estado tomando, porque él con copas de más era puras risas y baile.

—Perdón, no pude detenerlo más —habló Liv, asomándose por un costado de Morgan.

—No tienes que hablar si no quieres —alegó Violet, tomándome de la mano para no evitar que me fuera.

—Estaré bien —Les sonreí a mis amigas—. También tengo que decirle lo que he decidido hacer con mi vida. —Tomé aire y regresé la mirada a Morgan—. Vamos adentro de la casa, necesitamos platicar.

Caminábamos entre la gente que bailaba y cantaba mientras se ahogaban en alcohol. Él iba detrás de mí, posando sus manos en mis hombros para mantenerme cerca y que no huyera de todos esos sentimientos que nos teníamos.

—¡Aquí estás! —me tomaron de la muñeca, apretándola con toda la fuerza que tenía guardada Brianna—. Ahora sí no hay nadie que te pueda defender, maldita perra —La exnovia de David me empujó.

—Ni se te ocurra tocarla, que no está sola —Saltó Morgan en mi defensa.

Las personas que estaban cerca dejaron de bailar. Odiaba ser el centro de atención en las fiestas por este tipo de cosas, y ya era la segunda ocasión que me pasaba.

—¿Qué está pasando aquí? —Llegó Owen, dispuesto a soltar el primer puñetazo.

—Te diré lo que está pasando aquí. Ésta estúpida destruyó mi relación con David, ¡así que es mi turno de destruirle la cara! —Se abalanzó hacia mí, y yo, de lo aterrorizada que me encontraba, me congelé.

Owen y Morgan me protegieron, dejándome atrás de ellos.

—¿Qué? Eso es imposible... ¡Lex no tiene novio! —dijo Morgan, riéndose.

—Es verdad —contesté, temerosa.

—¡Ven acá idiota! ¿Tienes miedo? ¡Deja a un lado a tus guardaespaldas y pelea! —exclamó Brianna, intentando llegar hacia mí.

—Morgan, saca a Lex de aquí. Kurt y yo nos encargamos de Brianna —Vi como el castaño, el cual me había dejado por otras, nos miró estupefacto, y mal entendiendo lo que iba a pasar a continuación entre mi mejor amigo y yo.

No tuve otra opción más que irme a la casa. Morgan había llevado su automóvil, por lo que la preocupación del momento era que no le vomitara el interior que recién había lavado. En cuanto subimos al carro le mandé un mensaje a Violet diciéndole que me había ido, y ella contestó que ya sabía que había pasado, pues estaba en boca de todos.

—¿Ya me explicarás qué está pasando? —indagó Morgan, después de quince minutos de trayecto silencioso.

—Te dije que en la casa hablamos —terminé la charla, y para evitar más de eso, me dormí.

Al llegar me despertó. Noté que el auto de mis padres no estaba y las luces de la casa se encontraban apagadas. Le pedí de favor que me acompañara a checar qué estaba ocurriendo. No había dejado alguna nota y todo se encontraba desolado, así que revisé el celular en el que pude leer que habían ido con la abuela, ya que al parecer se había caído.

Ellos sabían que me traerían de la fiesta, así que no estaban tan espantados por mi paradero, y para no hacerlos pensar de más les envié un mensaje indicándoles que ya estaba en la casa y los veía por la madrugada.

—Fueron con la abuela a revisar que todo estuviera bien por allá —le dije—. ¿Quieres algo? Yo muero de hambre.

Me dirigí a la cocina, evadiendo lo que se avecinaba. Abrí el refrigerador, tratando de lucir ocupada mientras decidía que podía comerme. Él cerró el refri con delicadeza.

—Que hablemos, eso es lo que quiero.

El momento había llegado.

Asentí con la cabeza y regresé a la sala para tomar asiento.

—Brianna... Ella tiene razón, le quité a su novio.

—¿Qué? Pero... Yo creí que...

—¿Creer qué? ¿Qué te iba a estar esperando toda la maldita vida hasta que te decidieras si era digna de tu amor? —pregunté con un nudo en la garganta—. Estoy tan harta de tener que esperar por alguien que en realidad no me ama lo suficiente para quererme en su vida. Estoy harta de esperar a ser amada —Sentí como mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas—. Cuando te fuiste la otra noche no lo entendía del todo. ¿Qué había hecho para que te fueras tan de repente y me dejaras ahí sola?

Pude sentir cómo se había postrado a mi lado en el sofá, mientras yo limpiaba las lágrimas más dolorosas que jamás había sacado.

—Perdóname por hacerte sentir de esa manera. Sé que te hice daño, y merezco todo tu desprecio. Esa noche me fui porque sabía lo que quería... Sabía que te quería, pero tenía cosas por arreglar con Geraldine. No podía dejarla sin darle una explicación.

—Y es así como toda la semana ni siquiera pudiste mandarme un mensaje, hacerme saber que tenías que resolver algunos asuntos... ¡Vaya forma de decir que me quieres a tu lado!

—¡Mira quien habla! Quien en un momento dice que me ama y al segundo ya tiene novio

Había soltado en llanto. Ya no toleraba más esta situación. Ya no dejaría que mis emociones dependieran de Morgan y sus decisiones de hacerme sentir confusa pensando que a veces me quería y a veces no.

—¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! —recitaba mil veces, mientras le soltaba pequeños golpes llenos de frustración. Él al principio se cubría de los golpes, y poco a poco se fue dejando pegar—. Te odio tanto por hacerme amarte, ilusionarme y dejarme. Te aprovechaste de todo al ser mi mejor amigo.

Me detuve y lo miré. Estaba tranquilo, seguro de sí mismo, y yo por dentro estaba deseando que todo esto acabara, que me diera amnesia de sus recuerdos y persona para ya evitarme estar repitiendo este ciclo vicioso y adictivo que tenía con él.

—Decir que me odias es blasfemarte. Todos sabemos que me amas, por eso no sé qué es lo que haces con alguien que no soy yo. En verdad que no... ¡Maldición Alexandra! Yo también te amo pero...

El llanto se estaba apoderando de todo mi minúsculo cuerpo. Detestaba llorar, mostrarme débil, pero eso parecía ser lo único que hacía cuando se trataba de él. Y es que entiéndanlo, él es ese amor que siempre vamos a desear tener, con el que soñábamos terminar hasta hacerse viejos. Él era mi kriptonita

—¡BASTA! No digas palabras vacías. ¿Es que no lo entiendes? Deja de ilusionarme, bastante dolor vivo al saber que es a otra a quien besas. Estoy tan harta de no ser lo suficiente...

—Tu siempre serás más de lo que merezco.

—Es lo que los cobardes dicen para eximirse de lo que en verdad quieren —Me prometí que ya no lloraría más por alguien que no quiere luchar por tenerme en su vida, que hace con sus sentimientos una porquería—. Y por si no había quedado claro: Morgan, te...

Sus labios presionaron los míos, robándome un beso. La ira y la tempestad se estaban mezclando en algo que sabía que era, pero no quería admitir. Me decía a mí misma que era suficiente de rogarle y llorarle a un hombre que no hacía nada más que tenerme confundida, que me hacía el corazón trizas por las noches y en la mañana siguiente hacía como que todo estaba bien entre nosotros.

El beso seguía a un ritmo lento. Mis manos paseaban por su rostro, tratando de memorizarlo todavía más. Él tomó la ventaja y bajó sus manos a mi espalda baja. Trataba de ocultar que no quería que esto pasara, pero era notorio que lo hacía. La chispa estaba ahí, y ese beso era la gasolina que lo había incendiado todo.

Lo odiaba por eso.

Cuando el aire no era suficiente, nos separábamos, y nos quedábamos viendo, él acariciaba mis labios con sus dedos, sin dejar de verlos, y ahí íbamos de nuevo con un nuevo beso que era mejor que el anterior.

Tomé el mando y me coloqué encima de él, quien estaba todavía sentado en el sofá. Ahora podía sentir cómo sus manos navegaban de la espalda a mis glúteos. Ya no besaba mis labios, sino mi cuello; algo que sabía que me hacía perder el control y tocaba el punto del no retorno en lo que estábamos haciendo.

Me despejé de él sólo para poder quitarme la blusa traslucida y el halter, para así dejarme solamente en brassier. Sus ojos parecían comerme con tan solo verme, y sus manos gélidas como el mismísimo viento de invierno, me recorrían entera, sintiéndome y venerándome. Él hizo lo mismo con su playera, dejándolo desnudo del torso para arriba.

—¿Quieres ir a mi habitación? —susurré, agitada por la adrenalina.

—¿Estás segura que es lo que quieres?

—Demasiado.

Me robó un beso más, en el que me mordió el labio haciéndome soltar un leve gemido. Procedió a pararse mientras yo seguía enroscada con las piernas a su torso y me cargaba a la par que subíamos las escalaras para llegar al mejor error que habría cometido en mi vida.

¿Que creyeron? ¿Que no actualizaría hoy?  Pues caaaasi, me faltaba la mitad del capítulo y estuve la tarde tratando de que quedara ON POINT.

Recuerden que estaré dedicando capítulos a los caramelos más activos ✨

Cada voto y comentario cuenta, ya que me hacen saber que en verdad les está gustando la historia, y ayuda a que les dedique un capítulo 🥺♥️

Este capítulo está dedicado a @MarianyelaAleman ¡Felicidades! Eres el caramelo destacado de la semana 🍭🍬🍭
Muchísimas gracias por leer, votar y comentar, no saben lo lindo que siento al ver que les gusta la historia y lo expresan mediante votos y/o comentarios 🤗🖤

Les dejo la canción de #Malex. Lit que escucho esa canción y se me vienen ambos a la mente.

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

EDIT DEL CAPITULO:

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