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"When I close my eyes".

1/2    ;)


"En voz alta, alguien dice mi nombre. 

Y suena como sí fueras tú..." - Once in a lifetime. 

Namjoon sabía que Jimin se molestaría con él.

Su novio se enojaría, probablemente haría un puchero antes de darse la vuelta y dejarle de hablar; Namjoon sabía que eso pasaría, incluso cuando no comprendía el por qué. Y sí era sincero consigo mismo, a esas alturas poco le interesaba entenderlo. Sólo sabía que Jungkook debía dejar de comportarse como un niño y aceptar ir a la fiesta de bienvenida que se celebraría esa noche en honor a Kim Taehyung.

Realmente no le importaba sí su hermano menor seguía sintiendo alguna clase de resentimiento contra quien había sido uno de sus amigos de la infancia. Namjoon ni siquiera sabía qué había pasado entre ellos; había dejado de insistir con el tiempo para que se lo contaran, dejando que Jimin y Jungkook guardasen ese secreto que tanto parecía pesarle a su hermano menor, pero ya era hora de dejar eso atrás.

¡Habían pasado más de tres años, por Dios!

.- Ya te dije que no tengo tiempo esta noche – la respuesta de Jungkook le sabe falsa, tan falsa como la sonrisa que en ese momento su hermano le dedica – Se lo dije a Jimin hace unos días, Bae y yo planeamos irnos este fin de semana a las montañas.

.- ¿Y es necesario que se vayan de noche? – pregunta escéptico.

Jungkook sacude la cabeza, ligeramente cansado de la conversación que lleva más de diez minutos estancada en el mismo tema: .- Es un viaje por nuestro aniversario, Nam. No voy a cambiar mis planes con mi novio sólo por una estúpida fiesta.

.- Jungkook... - su nombre brota cansino de los labios del mayor, como si la situación se le antojase demasiado familiar – Taehyung lleva mucho tiempo en el extranjero, no es una fiesta estúpida, vamos.

.- Así llevase un siglo fuera del país, así viniese con la cura del cáncer en su maleta, Nam... no voy a cambiar mi viaje de aniversario por él. Nunca.

La severidad de sus palabras provoca en Namjoon una sensación molesta, trayendo de regreso la pregunta sobre qué pasó entre su hermano y su amigo en el pasado para llegar a ese punto, qué es aquello que desconoce y parece causar tanto resentimiento. De pronto, se le antoja demasiado insalvable esa distancia que ha dejado construir entre su hermano y Taehyung, ese silencio tormentoso al que se acostumbró con tal de traerle paz al menor.

¿Qué era lo que había pasado entre ellos? ¿Qué era lo que no había visto?

.- Kook, perfectamente se pueden ir mañana temprano – termina por proponer, evitando a toda costa el impulso que tiene de levantarse y golpear al menor, de exigirle por primera vez en todo esos años, que le cuente la verdad – Que vayan a la fiesta no afecta en nada sus planes de un fin de semana romántico o esa mierda.

El silencio se extiende entre los dos mientras Namjoon observa la pose de su hermano, quien está convencido de que proyecta una imagen relajada al estar apoyado en el marco de la puerta con sus brazos cruzados a la altura de su pecho. Jungkook lleva sólo una sudadera negra colgando de sus caderas, dejándole ver toda la piel de su torso con libertad; una mezcla de su tono de piel claro con los tatuajes y los chupones que, Namjoon asume son reciente.

Es la imagen de la calma, de un hombre joven totalmente descansado tras lo que seguramente fue una sesión de sexo, despreocupado de cualquier cosa y, sin embargo, Namjoon ha crecido a su lado, lo conoce tan bien como para notar la tensión en cada uno de sus músculos, su cuello tenso, como traga saliva con dificultad, así como en la manera en que mordisquea sus labios a medida que pasa el tiempo.

Jungkook no está cómodo y duda que sea por su presencia en la cocina de su apartamento, su hermano simplemente no quiere seguir hablando.

.- Tenemos que empacar...

La frase de su hermano muere cuando él alza una ceja, realmente incrédulo de tan barata justificación que sale de sus labios: .- ¿Qué tanto tienen que empacar? ¿Condones y lubricante extra? Vamos, Kook... no seas un imbécil, mamá y papá están muy emocionados con esto, Taehyung es uno de mis amigos más cercano y...

Namjoon sigue hablando, dándole una y otra justificación para que asista a la reunión de esa noche, pero Jungkook tan sólo es capaz de asilarse en sus propios pensamientos, en sus deseos de gritarle que le deje en paz y que no quiere acercarse a Kim Taehyung nunca más en su vida. Ya tuvo suficiente con aquel momento en el aeropuerto, con su estúpida decisión de ir hasta allá para recibirlo.

Ni siquiera sabía que había estado pensando cómo para ocurrírsele algo así, como para tomar fuerzas y subirse a ese carro con los amigos de Taehyung, los amigos de su hermano que siempre fueron una referencia lejana en su infancia. No, Jungkook ya había tenido suficiente con la manera en cómo todo se revolvió dentro de él esa mañana.

No quería volver a sentir aquello, no quería descubrir que, incluso con todo el tiempo que había pasado entre ellos, seguía siendo débil ante Kim Taehyung.

.- Nam, de verdad no quiero ir – corta al fin a su hermano mayor, dejando caer los hombros derrotado mientras desarma su postura y termina sentándose frente al mayor – Y no me salgas con que ya es tiempo de madurar y toda esa mierda que sueltas siempre; no quiero ir porque no tengo ánimos de recibir las miradas molestas de la familia Kim y mucho menos, exponer a Bae a sus estúpidos comentarios sobre cómo los hombres no deben estar con otros hombres.

Namjoon guarda entonces silencio, no tiene nada qué decir frente a eso, no cuando él mismo batalla con esas mismas miradas e incluso, con los susurros nada disimulados cada vez que toma la mano de Jimin o pretender rodear los brazos de quien ha sido su novio desde la adolescencia. No cuando él ha tenido que dejar de besar a Jimin cada vez que los señores, casis unos padres para su novio, caminaban cerca de ellos.

Así que Jungkook tiene un punto frente a él: no querer exponerse ni exponer a su pareja a ser objetos de los comentarios malintencionados de la familia Kim, de las miradas casi repulsivas que podían dirigirles tan sólo por verlos tomarse de la mano. No, Namjoon tampoco desea que su hermanito tenga que soportar algo como eso, ya ha tenido suficiente discriminación en su vida. Ni siquiera el mismo Namjoon quiere tener que volver a pasar por eso, pero...

.- Tan sólo piénsalo, Kook – termina por ceder, levantándose de la mesa de la cocina bajo la atenta mirada del menor – Sé que es una situación horrible, pero piénsalo. Discútelo con BaeYul...

.- No voy a ir a despertarlo para hablar de ésta tontería – responde de manera brusca su hermano, dejando que su espalda se apoye en la silla para volver a cruzarse de brazos – Ha trabajado más horas de lo normal en el estudio estas semanas, precisamente para nuestro viaje, así que...

Namjoon sacude la cabeza, ya cansando de la situación, así que decide meter mano de su ultimo recursos: .- Puedes pasarte un momento; unos cuantos minutos, para saludar a mamá y papá, a nuestros viejos vecinos... Sólo será un rato y luego se van a su viaje; para mí y Jimin será importante que vayas y estoy seguro de que para Tae también.

El menor de cabello negro no discute, no dice nada. Su hermano mayor nunca ha tenido ni idea de lo qué pasó entre Taehyung y él, nunca se dio por enterado de la historia que se entretejió entre ellos. Así que sus palabras le saben vacías mientras Nam pasa por su lado, apretándole el hombro en señal de despedida.

Jungkook lo deja ir sin decir nada, tan sólo pensando en lo mucho que duda que Kim Taehyung quiera volver a saber de él. 

.- ¡Eres idiota, Nam! – es lo único que dice su novio cuando, horas más tarde y con el cúmulo de personas llegando a la casa de los Kim, se anima a contarle lo que ha hecho – Habíamos hablado de no presionar a Kook, ¿por qué lo hiciste?

Jimin frunce sus cejas mientras le dedica un puchero molesto que a Namjoon se le antoja adorable y sólo le provoca un deseo poco sano de arrastrar a su pequeño novio lejos de la sala que poco a poco se va llenando y encerrarlo donde nadie pueda ver lo que quiere hacerle. Luego de todo el tiempo que llevaban juntos, lo único que Jimin conseguía cuando le miraba de esa forma es que su libido se despertara de manera exponencial.

.- ¡No me mires así, pervertido! – entonces la pequeña mano de su novio le propina un golpe en el brazo, provocándole el deseo de reír – Estoy hablando en serio contigo aquí, Namjoon.

.- Oh, vamos, amor. Ya es hora de que Jungkook deje de comportarse como un niño caprichoso – es su respuesta mientras mira a su alrededor, cerciorándose de que nadie esté prestándole demasiada atención a ellos – Así que no te enojes conmigo, ¿vale? Más bien, piensa en cómo vamos a disfrutar más tarde.

Y dándole un guiño, Namjoon golpeó con suavidad su trasero antes de caminar lejos de él.

Jimin sintió sus mejillas calentarse por el atrevimiento del mayor, gruñendo bajo un "maldito pervertido" antes de darse media vuelta y caminar lejos de la dirección en la que su novio se había confundido con la gente. Sentía la repentina necesidad de encontrar a Taehyung y hablar con su mejor amigo, de contarle las cosas antes de que tuviese que darse cuenta de una manera poco agradable.

Sin embargo, una voz en su cabeza le dijo que no debía meterse en medio... no otra vez.

Las vidas de Taehyung y Jungkook habían seguido adelante, sus caminos habían sido muy distintos y las probabilidades de que volviesen a toparse siempre le habían parecido escazas. Jimin casi hubiese apostado todo lo que tenía porque esos dos nunca más volverían a cruzarse, no cuando había sido testigo de la manera en que se habían hecho daño.

Las lágrimas de Jungkook, los silencios de Taehyung...

Una parte de sí creía fielmente que el pasado no debía removerse y el hecho de que Jungkook pudiese aparecer en esa fiesta, de la mano del hombre con el que había elegido pasar su vida, le provocaba pánico de la manera en cómo reaccionaría Taehyung, quien estaba esa noche para presentarle a su familia a la mujer con la que había elegido casarse.

No, el pasado debía dejarse quieto... pero entonces, ¿por qué la otra parte de su ser creía que Jungkook y Taehyung nunca serían felices sino era estando juntos?

.- Joder, joder... ¿qué hago? – susurra para sí mismo mientras se mueve entre la multitud; gran cantidad de amigos de la escuela, de primos y demás familia de Taehyung llenando la sala mientras los hermanos menores de su mejor amigo se mezclan entre ellos, llevando bandejas con bocadillos que la señora Jeon llevó como aperitivo – Cómo se le ocurre al imbécil de Nam hacerme esto, mierda...

¿Debía decírselo a Taehyung? Ni siquiera sabía sí Jungkook realmente iría, después de su huida del aeropuerto no se veía algo probable, pero con el menor nunca se sabía. Tan impulsivo e impredecible que resultaba frustrante. ¿Debía entonces contarle a Tae sobre quién era ahora Jungkook? Por lo menos prevenirlo de cómo habían cambiado las cosas...

.- ¡Jimin! – la voz de la señora Kim cruza el salón, provocando que alce la mirada para encontrarla en todo el centro del salón, llamándolo con su mano llena de anillos de piedras preciosas y amplias pulseras de plata – Ven aquí, querido.

Un suspiro muere en su garganta mientras camina hacia ella, notando que Taehyung la acompaña. En el pasado, había considerado a la familia de Tae como la suya propia; sus padres habían cuidado siempre de él, dedicándole sonrisas a diario y dándole regalos de cumpleaños y navidad cada año desde los cinco. Había crecido lado a lado con Taehyung, raspando sus rodillas al mismo tiempo y dejando de creer en Santa el mismo día.

Habían sido también su familia, eso hasta que Jimin decidió ser sincero sobre su bisexualidad. Sobre su relación con Namjoon, el vecino de toda la vida de los Kim y otro de los amigos más cercanos de Taehyung; entonces las miradas de amor y orgullo se transformaron a unas más aprehensivas, los regalos dejaron de llegar y su puesto en la mesa de los Kim había desaparecido gradualmente.

Le había costado entenderlo, pero había terminado por aceptarlo. Nunca iba a ser lo que ellos querían y Jimin no quería cambiar, no iba a renunciar al hombre que amaba por ellos.

.- ¿Todo luce maravilloso, no es así? – es la pregunta de la mujer mayor una vez llega hasta donde están, ella lleva una copa con algún vino en la mano y su gesto achispado le indica que no está precisamente en sus cinco sentidos – Has sido de gran ayuda, Jimin. Incluso el hijo de los Jeon. Admitiré que no tiene tan mal gusto como lo parece.

El hijo de los Jeon... quienes habían sido los mejores amigos de los Kim hasta que Namjoon decidió ser su novio, hasta que Jungkook no pudo más y salió del closet.

.- Todo va de maravilla, madre – es la escueta respuesta de Taehyung, que mira hacia otro lado y le provoca a Jimin ganas de abrazarlo.

Ella ríe, moviendo graciosamente la cabeza: .- Jiminnie, ¿sabes si ya han llegado todos los invitados? Mi Taehyungnie quiere dar unas palabras antes de que baje Scarlett; una nuera hermosa la que tengo yo.

La sonrisa amorosa, casi orgullosa, que la señora Kim le dedica a Taehyung le descoloca por un instante, sobrecogido por la imagen de hijo y madres perfectos que de pronto proyecta Taehyung al lado de la mujer. Su mejor amigo luce una sonrisa tensa, la sonrisa tensa y triste que lució durante toda su adolescencia; esa que le muestra a Jimin cuánto sufre Tae por ser lo que su madre quiere que sea.

Se muerde sólo por un segundo el labio, indeciso.

.- Creo que sí, madre...

.- En realidad...- interrumpe a Taehyung casi al instante, tomando aire antes de decir lo que sabe, puede terminar en algo muy malo – Faltan todavía dos personas.

Los dos Kim le miran de inmediato, confundidos y Jimin por un momento quiere retractarse de sus palabras. Sabe perfectamente que la señora Kim no le dirige la palabra a Jungkook desde hace mucho tiempo, que sus miradas son de todo menos agradables y que, posiblemente, todo se vuelque en una situación incómoda sí Jungkook efectivamente cruza esa puerta de la mano de BaeYul.

Dos hombres tatuados tomados de la mano; nada más horrible para la mujer.

.- Pensé que estaban todos – es lo que dice al fin Taehyung, pero su madre no dice nada, seguramente intuyendo lo que sucede, lo que seguramente tiene que ver con la presencia del resto de la familia Jeon en la sala de su casa - ¿Quién falta?

Jimin quisiera ahorrarle esto a su mejor amigo, hacer más fácil las cosas, tanto para él como para Jungkook; pero sabe que eso es imposible: .- Faltan Jungkook y su pareja; no creo que tarden en llegar.

Jungkook y su pareja... Jungkook...

Taehyung repite la frase en su mente mientras trata inútilmente de comprenderla, de hilarla con la situación en la que se encuentra. ¿Jungkook iría a la fiesta de bienvenida en la que presentaría a la mujer con la que se casaría? ¿Jungkook aparecería ahí con una pareja que le era desconocida hasta ese momento?

¿Cómo... cómo sería volver a tenerlo frente a frente?

.- P-pensé que habías dicho que estaba fuera de la ciudad...

Jimin se revuelve el cabello con incomodidad: .- Bueno, habían planeado un viaje por su aniversario, pero al final Nam los convenció de pasarse un rato y...

Su aniversario... así que Jungkook llevaba más de un año con esa persona. ¿Cómo sería? ¿Sería una linda chica, de cabello castaño y hombros delgados? ¿Tendría una linda sonrisa, tan linda como la del menor? A lo mejor era la chica con la que Jungkook esperaba tener hijos o casarse; la chica que le había gritado, encontraría para vengarse de él.

"¡Sí tú te consigues una, ¿por qué yo no?! Me casaré, Kim Taehyung... seré tan feliz con ella que vas a llorar de envidia. Maldito imbécil."

Ni siquiera debería de pensar en eso, no cuando Scarlett estaba escaleras arriba, vistiéndose para conocer a toda su familia y amigos, para tomar su mano y hablar de una boda apresurada que habían planeado en tan sólo unos días, casi demasiado asustados por la noticia del embarazo y la posibilidad de que ella fuese desheredada. Debía pensar en ella, la mujer con la que pasaría el resto de sus días.

La mujer que había buscado tras su huida de Corea; la mujer que sus padres deseaban para él como su esposa y madre de sus hijos.

.- No estaba en la lista de mis invitados – tercia entonces la señora Kim, evidentemente molesta con la situación.

.- Bueno...

.- Estaba en la mía, madre – interrumpe Taehyung, girándose a mirarla con algo de aprehensión mientras nota como ella fruñe el ceño – Es mi amigo y deseaba verlo.

Ella no dice nada, casi cruzándose de brazos de no ser por la copa que todavía sostiene en una mano y que termina por tomarse de un trago, demasiado ofuscada por la situación, pero sin el deseo de que su hijo lo note. Ya ha tenido demasiadas discusiones en el pasado con Taehyung por su poca tolerancia con las elecciones de parejas de Jimin... ¿sabía Tae de que Jungkook era abiertamente un marica?

Sin embargo, ninguno tuvo tiempo de decir o hacer nada más sobre el tema. No cuando la voz de Namjoon se alzó sobre las demás para darle la bienvenida a su hermano menor con un "¡Sabía que vendrías, Kook!". Jimin se giró al mismo tiempo que los dos Kim alzaban la mirada, notando como Namjoon abría sus brazos y ocultaba ligeramente con su cuerpo a los recién llegados.

Jimin toma aire, ligeramente preocupado.

La señora Kim vitorea los ojos, molesta y ligeramente asqueada cuando al fin entran en su campo de visión.

Y Taehyung contiene el aliento, sus ojos repasando las dos figuras que pronto logra visualizar casi a la perfección, demasiado claras y dolorosas ante sus ojos; los latidos de su corazón disparándose de manera casi peligrosa ante el reconocimiento que parece atropellarlo con cada segundo que pasa, con cada paso que esas dos personas dan hacia su sala.

Ahí estaba Jungkook... pero no era el Jungkook de hace tres años, no era el Jungkook que había esperado encontrarse.

Taehyung sintió que el corazón iba a salírsele del pecho porque eso no podía ser cierto. El hombre a tan sólo unos metros de él no podía ser Jungkook. Su adorable Jungkook. ¿Dónde estaba su cuerpo delgado y delicado? ¿A dónde había ido su mirada infantil y su sonrisa obstinada? ¿Dónde estaba el chico que Taehyung había visto crecer? ¿Cómo se había convertido en eso?

Ahora, en cambio, veía a un hombre con más músculo que él, con el cabello lo suficientemente largo como para que le cubriera los ojos, su piel cubierta en tinta en forma de dibujos de todas las formas y colores, figuras perdiéndose bajo su ropa y dejando a la imaginación el lienzo en el que se había convertido. Vestía por completo de negro y lucía una enorme sonrisa.

Y su mano estaba entrelazada con la de otro hombre.

Con la de un hombre que no tenía miedo de hacerlo y lucir malditamente orgulloso por tener tal privilegio. 

¡Holi! 

¿Cómo andan? Yo un poco a la carrera, dejándoles este capítulo y viendo sí alcanzó a terminar el extra más cortito para publicarlo en un rato; espero poder antes de que me alcance el sueño.

No siendo mucho más, cuéntenme qué les parece o qué creen que pasará cuándo al fin se vean esos dos cara a cara. ¿Y BaeYul o Scarlett que dirán? ¡Ya quiero saber! 

Gracias por esperarme. :3 

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