"Everything comes back to you..."
"Y quiero decirte todo,
las palabras que nunca llegué a decir la primera vez.
Y recuerdo todo,
de cuando éramos niños jugando en este parque.
Desearía estar contigo así... ahora." - This town.
El parque no ha cambiado mucho desde la última vez que estuvo ahí.
Se veía tal cual sus recuerdos: un trozo de tierra frente a su casa, árboles viejos que se cernían a los lados, aceras agrietadas que lo rodeaban como muros y la certeza absoluta de que fue el lugar más importante cuando crecía. El viejo parque que cada mañana veía desde su ventana del cuarto de su infancia.
Hay una nueva zona de juegos, columpios que cuando era niño le hubiera gustado montar, cajas de arena, bancas que ya comienzan a oxidarse y un tobogán que se le antoja demasiado pequeño para los sueños que un niño pueda tener. Sin embargo, no ha cambiado mucho desde la mañana en la que él tiro la maleta al auto, queriendo huir lo más lejos posible de ahí.
Taehyung casi que podía ver de nuevo todo eso.
Podía volver a ver como Jimin paseaba frente a su casa con su bicicleta roja mientras sonaba su pito para que bajara, su risa perdiéndose en el agudo sonido; podía ver a Hoseok y Yoongi patinar por la acera contraria mientras Namjoon leía recostado en un árbol, agotado de las risas de sus amigos que seguían discutiendo cuál de los dos tenía el mejor truco.
Podía escuchar sus risas llegar a sus oídos, las reconocería con los ojos cerrados: la risa tierna de Jimin, la risa quebrada de Yoongi, la escandalosa de Hoseok... Taehyung podía escucharlas de nuevo como tantas veces lo había hecho en el pasado. Podía volver a verlo y escucharlo todo, podía sentir de regreso aquella urgencia que lo hacía lanzarse escaleras abajo con una sonrisa enorme en el rostro para reunirse con ellos.
Eran sensaciones que nunca habían abandonado del todo su piel, partes de él que eran fundamentales y a las que nunca renunciaría.
Excepto a una.
Porque de todo lo que Taehyung podía traer de regreso mientras estaba ahí de pie, mirando el parque desde su ventana; lo único que borraría sería la risa de Jeon Jungkook mientras trataba de aprender a montar su bicicleta, Jimin pedaleando a su lado para que no se hiciera daño como la tarde anterior, cuando no había frenado y terminó contra una banca y con la rodilla raspada de manera dolorosa.
Taehyung borraría ese momento y todos lo demás: las risas, su cabello negro meciéndose con el viento, su sonrisa adorable y sus mejillas regordetas al comer pastelillos. Su voz suavecita y sus gritos al cantar mientras su hermano mayor, Namjoon, se resistía a darle un golpe con su libro de turno para que se callara y le dejará leer en paz.
Lo borraría todo, todo sobre Jeon Jungkook.
Porque si Jungkook desapareciera de sus recuerdos, de su mente, todo sería más fácil.
.- Hey, Tae – el saludó le sobresalta, pero no necesita girarse porque reconocer a la perfección la voz de Jimin en la puerta de la que fue su habitación por casi 20 años y que ahora, es sólo un lugar de paso por esas semanas - ¿Ya han desempacado?
Se traga el suspiro que estaba a punto de abandonar sus labios porque, aunque Jimin y él no se han visto por los últimos tres años, siguen siendo los mejores amigos que siempre han sido y eso implica, entre muchas otras cosas, que Jimin lo conoce mejor que todas las personas en el mundo, mejor incluso que él mismo. Y no quiere que el mayor por algunos meses, comience a hacer preguntas.
.- Todavía no sé sí nos quedaremos aquí... - su voz suena más débil de lo que quisiera, pero tampoco es como sí pudiera esconder algo de Jimin.
.- ¿No? ¿Por qué no? Este es tu cuarto, lo ha sido siempre – Jimin suena confuso y se adentra en la habitación con la confianza que muchos años de amistad sólo puede otorgar, sus ojos buscan los suyos cuando se para al otro extremo del marco de la ventana, tratando de descifrar el dolor que Taehyung sabe, hay en su mirada – Tus padres han estado muy emocionados con esto, creo que la fiesta de esta noche será la más grande a la que nunca he ido y créeme, he ido a muchas los últimos años.
Taehyung se repasa los labios con la lengua, incapaz de explicarse del todo: .- Eso es otra cosa de la que no estoy del todo seguro... ¿una fiesta de bienvenida? No... no es necesario, con sólo mi familia basta y... no quiero hacer esto más de lo que es.
Ni siquiera es un argumento y Taehyung se siente patético mientras Jimin le observa, evaluando su gesto de manera crítica. Siente sus manos sudar y su corazón acelerarse debido al escrutinio, por lo que termina desviando su mirada de nuevo hacia el parque, sus ojos detallando cada centímetro que le es posible, los rostros de quienes vienen y van se le hacen conocidos al mismo tiempo que son totales extraños.
Una muestra más de la ambivalencia de su existencia.
.- Jungkook no vendrá.
La afirmación le hace saltar, provoca que sus latidos vayan más rápido y que sus palmas suden aún más mientras se gira para mirar el rostro calmo, pero serio de Jimin. Hay un sinfín de preguntas que comienzan a acumularse en su garganta, quiere formularlas todas como si fuesen una cascada, sin embargo, sabe que no tiene ningún derecho a hacerlo ni a recibir respuestas a ellas.
.- N-no tiene nada que ver con él.
Jimin chasquea la lengua y niega con la cabeza, todavía mirándole: .- Los señores Jeon sí vendrán, tus padres los invitaron apenas empezaron a planear la fiesta. Es más, creo que hasta ayudaron a organizarla... y bueno, ya sabes que Nam estará aquí seguro.
.- E-entonces... ¿cómo sabes que no vendrá? – la pregunta brota en un susurro, detrás de ella se esconden todas las demás.
Es Jimin quien ahora desvía la mirada: .- Jungkook no volvió a este lugar, Tae... nunca.
La afirmación le retuerce con dolor algo en el estómago, teme preguntar a qué se refiere y escuchar lo que ha temido y enterrado en el fondo de su mente por tantos años, teme preguntar y que Jimin se niegue a decirle nada. Teme a todo lo que tenga que ver con Jungkook porque sabe que nunca, nunca podrá hacerle frente.
.- ¿L-lo invitaron?
Es Jimin quien suspira por los dos: .- Nam y yo le dimos la invitación, pero Jungkook no está en la ciudad hoy... y sí lo estuviera, Taehyung, él nunca vendría.
La respuesta duele, duele tanto porque sabe que Jimin no miente.
Han pasado tres años, cuatro meses y 23 días desde la última vez que se vieron, desde que Jungkook lanzara contra el pavimento su tesoro más preciado mientras sus ojos se inundaban en lágrimas que Taehyung fue incapaz de secar, demasiado adolorido como para acercarse. Ha pasado mucho tiempo desde el instante en que, a sus pies, cayó la cámara que Jungkook cuidaba con su vida, destruyéndose como la débil cáscara de un huevo.
El corazón de Jungkook y el suyo, sin que él lo supiera.
.- Los Jeon sigue viviendo al lado y s-supongo que será inevitable encontrarnos ... - enuncia al fin, queriendo darse esperanzas que no valen la pena – Digo, sí nos quedamos aquí.
Jimin silba, casi divertido: .- Eso tampoco sucederá, Tae.
.- ¿P-por qué lo dices?
.- Cuando te digo que Jungkook no volvió nunca, es algo literal – Jimin tiene una mirada de compasión que le provoca nauseas, como si Taehyung fuese un niño a punto de ser regañado por algo muy grave – Él se mudó hace unos años, tiene un apartamento en un zona diferente de la ciudad.
El silencio se instala entre los dos, incómodo y lleno de cosas por decir, Taehyung quiere preguntar la dirección incluso cuando sabe que nunca sería capaz de ir hasta allí. Quiere preguntar sí Jungkook fue valiente y tiene pareja, sí volvió a la fotografía, sí sigue sonriendo tan adorablemente como en el pasado y su risa sigue siendo chillona. Quiere saber sí siguió adelante, como todos los demás.
Pero antes de poder decir algo, de que su corazón siguiera de un latido más, la puerta de su pequeño baño adjunto se abre, deslizando el vapor contenido por toda la habitación y dejándole ver a la mujer con la que había compartido los últimos dos años de su vida. Quien dormía en el lado izquierdo de su cama y que, en poco menos de tres semanas, sería legalmente su esposa.
Scarlett es una adorable chica francesa de cabellos negros que le acarician la curva de la delgada cintura, con largas y tonificadas piernas que sabían apresar su cadera en los momentos en que Taehyung quería huir de ella. Su mirada es mucho más intensa, sus ojos dos mares azul claro que brillaban cuando una sonrisa de aire gatuno y dientes blancos se deslizaba por su rostro cuando estaba emocionada o había conseguido lo que quería.
Además de todo eso, tenía una definición del recato totalmente diferente a la que una mujer coreana podría tener y por ello, Jimin se vio obligado a desviar la mirada cuando su novia salió del baño tan sólo vistiendo una de sus enormes camisetas y una delgada braga negra que apenas y era cubierta por la tela de la camiseta, dejando sus largas piernas al descubierto.
Ella mira con una sonrisa coqueta a Jimin antes de mirarle a él e inclinarse para obtener un beso demandante de su parte: .- Mi amor, el agua caliente se acabó.
A Scarlett poco le importaba atraer la mirada de otros sobre ella, Taehyung sabía que ella le hacía perfecto honor al significado de su nombre: Atrayente y brillante como el rojo escarlata.
.- ¿Y no puedes bañarte con agua fría? – le responde con un francés menos cantarín que el de ella, pero igual de fluido – Hablaré con mis padres más tarde para ver qué puedo hacer, pero por el momento...
Ella hace un puchero que busca doblegarlo y él trata de no suspirar con cansancio: .- Como tú digas, amor... oh, qué dices si de paso buscas un trozo de pastel o algo dulce, de pronto se me antoja probar los pasteles y ver sí son como los de Lion.
De pronto, el estar en su habitación de la infancia se siente como algo incorrecto; la urgencia de buscar un hotel para los dos le asalta de sólo pensar en todos los recuerdos contenidos en esas paredes, en esa casa y en esas calles. Son recuerdos que nunca ha compartido con ella y que, mientras la ve deslizarse por la habitación en busca de su ropa, sabe que no quiere compartir nunca.
No quiere poner en duda sus decisiones, ni sus sentimientos.
Taehyung se obligó a sí mismo a tomar ese avión y pisar suelo coreano de su mano para confirmarse que era la decisión correcta. Que los sentimientos de culpa por lo que le había hecho a todas esas personas habían menguado y podía presentarse junto a la mujer que amaba para recibir buenos deseos de las personas a quienes había herido. Estaba ahí para eso.
Para recibir perdón y poder empezar una vida junto a ella.
Junto a ella y el bebé en su vientre del que nadie más que ellos dos sabían hasta el momento.
.- Creo que lo mejor es que vaya a ver cómo van las cosas abajo – Jimin le dedica una sonrisa cordial a Scarlett, quien sonríe estirando sus labios con la coquetería que le es usual y que provoca en su mejor amigo un sonrojo involuntario – Además, no quiero que mi celoso novio se dé cuenta que vi las piernas de tu novia.
Taehyung sonríe divertido, olvidando ligeramente todo el tema anterior: .- ¿Desde cuándo te dejas mandar por él? Ignora que es mayor y vive tu vida con libertad, Jiminnie.
.- Oh, no dejes que te escuche decir algo así – Jimin ríe abiertamente, sus ojos volviéndose dos líneas pequeñitas – Nam puede ser muy de discurso reflexivo, pero sigue siendo celoso.
La habitación se sume en el silencio mientras Jimin camina hacia la puerta, Scarlett revolviendo entre la ropa de una de sus maletas Gucci con el trasero totalmente a la vista debido a que se encuentra inclinada. Sí Taehyung fuese celoso, seguramente habría matado a más de un hombre en Francia y, posiblemente, a su querido mejor amigo bisexual.
.- Ah, y Tae... - Jimin se gira justo en la puerta para mirarlo de esa forma en la que Tae se siente pequeño e indefenso – Ella es hermosa, pero a riesgo de que me insultes... creo que elegiste mal porque se parece a él.
Lo no dicho queda en el aire mientras Jimin desaparece de su vista.
Agradece que Scarlett no tenga ni idea de coreano y traga grueso mientras se gira para mirarla con cuidado. Ella no se parece en nada a él, se trata de convencer mientras la ve enfundarse en unos jeans negros que se le pegan a la piel. Ella no tiene nada, nada que le recuerde a él. Ni sus manos suaves, ni su piel blanca, ni sus lunares, ni su irreverente personalidad. Taehyung no puede aceptar eso para nadie porque significa aceptarlo para sí mismo.
Y aceptarlo sólo puede causar más dolor del que ya lleva encima y del que es responsable.
No puede aceptarlo, así como también hay otra cosa que Taehyung nunca diría en voz alta sobre Scarlett. Algo que, a su preferencia, debía quedarse como uno de esos secretos que se le clavaban en las entrañas cada día un poco más y que terminarían por matarlo antes de que fuese capaz de revelarlos porque eso implicaba reconocer no sólo cosas dolorosas sino errores imperdonables que habían causado heridas demasiado profundas.
Scarlett, justo bajo su seno derecho, lleva tatuado un avión de papel.
Casi igual al que se hizo Jungkook a los 16 años en su cadera y que él deseó besar tantas veces que le resultó doloroso.
Hola,
¿Cómo me les va? ¿Han tenido unos lindos días? Espero que sí, que estén comiendo bien y se estén cuidado. Sé que, seguramente, han tenido días malos o semanas malas; así que les envío todo el amor que me es posible para que no se les olvide que me tienen en un rinconcito por ahí pensando en ustedes (y lo digo de verdad). Por cierto, mañana se celebra el Día de la Madre (por lo menos en Colombia), así que les deseo a quienes tengas bebés un lindo día... y quienes no, ¡No se embaracen muy chiquitas! Más bien saluden con un abachito a su mamá sí les es posible.
Pero, en fin... ¿qué les pareció el capítulo? ¿Tienen alguna idea de cómo va tejiéndose ésta historia? Me imagino que no, ;) Es decir, a penas vamos en el primer capítulo. Jajaja Pero quiero leer todas sus teorías e ideas, estoy segura de que tienen algunas.
No me odien al Tae, no conocemos su historia aún... aunque ya sabemos que va a ser papá. :O Como sea, con calma y vamos a ver qué pasa. (¿Vieron que Namjonnie es novio de Jiminnie? :O :3)
Ah, ¿y qué opinan de la canción? A mí se me hizo taaaannnn bonita que la he escuchado como mil veces ya.
Como sea, muchas gracias por leer mis enredadas cosas.
Gracias.
PD. Estoy trabajando en las actualizaciones de las otras historias, pero tuve un parón repentino. ¡Infinite war me dejó traumada! Así que llevó todoooosssss estos días leyendo puras historias Thorki y Starker... hasta estoy demasiado ansiosa por escribir una historia Starker (no se les extrañe que termine publicándola, de verdad que me dan muchas ganas). Así que PERDÓN, prometo ponerme al día.
PD2. Mi amada MikuNekoHatsume, no te he contestado por privado pero ya lo haré con calma. Igual recuerda lo mucho que te adoro. :3
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