"—¿Entonces aceptas ser mi novio hyung? —pregunté jugando con los dedos de mis manos y mordiendo mi labio inferior de los nervios. Con solo verlo mi corazón se aceleraba y mis manos pedían por tocarte y disfrutar de aquella bella obra de arte la cual gritaba ser protegida y amada, una delicada y pura.

—Mi pequeño Joonie, parece que aún no entiendes. Tú y yo no somos y no seremos nada, te diría lo siento pero la verdad es que no lo hago ni un poco. Realmente prefiero que nuestra relación siga siendo la misma, todo y nada, cero cosas sentimentales y más relaciones físicas o ya sabes, buscaré a alguien mas para que tome tu lugar. —respondió Jin tomando mis mejillas y depositando un casto besos sobre mis labios—Nos vemos luego Joonie.

Entonces recordé que de delicado y puro no tenía nada, recordé que aquel hermoso castaño realmente era el rompe corazones del instituto y que justo en ese momento había sido uno más de su lista de sus juguetes amorosos, uno caído y perdidamente enamorado de la persona equivocada."

Esa fue la primera de muchas veces que NamJoon se le declaró a SeokJin; una de las cientas de declaraciones y rechazos recibidos por aquel hermoso castaño de labios rosas el cual le tenía perdidamente enamorado.