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Capítulo 9

—¡Hyung por favor! —rogaba NamJoon a Yoongi el cual le ignoraba y se quedaba mirando su celular mientras reía de unos videos graciosos que veía en YouTube, ignorando por completo al moreno que casi se colocaba de rodillas para tomar la atención de su mayor.

—¿Lo viste? Este video es tan gracioso. —dijo sin ganas fingiendo risas sin siquiera mirar a NamJoon el cual se sentó a su lado mientras soltaba un gran bufido.

—Haré lo que quieras por una semana. —dijo NamJoon con rapidez viendo como Yoongi apagaba su celular y le miraba por primera vez en la noche.

—Un mes y haces mis deberes de la universidad.

—Un mes, hago tus deberes y limpio tu departamento si me ayudas de aquí hasta que te diga que estás libre de mí. —finalizó rogando mentalmente que Yoongi aceptara su propuesta.

—Trato hecho. —aceptó con una enorme sonrisa y levantándose del sofá donde se encontraba sentado.

Esa de noche NamJoon había estado libre, desde que había acompañado a Jimin a su casa y cenar con sus padres, NamJoon había caminado hasta casa de Yoongi la cual no se encontraba muy lejos de la del pelirosa, y a pesar de que se la había jugado mucho, había despertado a Yoongi de su siesta haciendo que éste se enojara y no le quisiera escuchar a lo que tenía que contarle y pedirle.

NamJoon tenía planeado pedirle consejos a Yoongi sobre SeokJin ya que habían salido una vez y que prácticamente le veía todos los días en la universidad. A pesar de que NamJoon era un muy buen amigo de SeokJin, no sabía nada sobre sus gustos ya que mayormente ellos jugaban y hablaban de tonterías, todo eso antes de darse tan siquiera un tiempo de hablar de sus gustos.

Y allí se encontraba, sentado y poniendo atención a Yoongi el cual había tomado asiento frente a él mientras tomaba un vaso de leche y le contaba sobre SeokJin y lo que vivía día a día.

—Primero: Cuando SeokJin tiene una cita, la mayoría de los chicos le suelen llevar regalos al día siguiente tratando de "Conquistarlo" más, claramente SeokJin los rechaza a ellos juntos con sus regalos de manera humillante para que no lo vuelvan a intentar ya que es como si fuera de todos los días que alguien esté tras él.

—Entonces tengo competencia... —murmuró NamJoon para sí mismo frunciendo el ceño.

—No lo tienes, SeokJin no está interesado en lo más mínimo por ellos. Aunque ahora que recuerdo, lo único que acepta es comida por parte de ellos, razón por la cual se le ve comiendo todos los días de más, además de que ahora los chicos le llevan cosas como desayunos extra o dulces y chocolates.

—Entiendo, entonces no le daré cosas de comer. —dijo NamJoon seguro y con una enorme sonrisa haciendo a Yoongi mirarle dudoso—De esa manera, si el rechaza mi regalo entonces sabré que de verdad no tiene el mínimo interés en mí, pero si se lo queda aunque me rechace, sabré que está interesado aunque al menos no del todo.

—Bueno, como decía. Segundo: SeokJin ama las flores, más que nada las margaritas. Cuando SeokJin cumplió veinte, su madre le regaló un arregló de flores gigantesco de margaritas, SeokJin no se apartaba de ellas en ningún momento, además de que Hoseok me contó de que casi llora cuando las flores se marchitaron porque eran sus favoritas.

—¿Hoseok? —Yoongi bajó la mirada y sonrió—¿No es el chico gritón de primer año de la universidad? Pensé que lo odiabas.

—Exacto, lo odiaba en tiempo pasado. En verdad es muy amigable y entretenido, a pesar de que me deja sordo cada vez que hablamos por teléfono pero, es muy lindo. —Yoongi suspiró como si recordara algo y NamJoon enarcó una ceja—¡Como sea! Decía, las margaritas, cómprale esas flores si piensas comprarle un ramo. —NamJoon asintió mientras repetía las palabras de Yoongi en voz baja como si hiciera anotaciones mentales.

—Ahg realmente soy malo con esto hyung, nunca he sido romántico o detallista y no lo sé, siento que voy a arruinar todo. —dijo NamJoon ocultando su rostro en la palma de su mano derecha mientras con la otra se apoyaba en la parte trasera del sofá.

—De verdad que estás enamorado de SeokJin, NamJoon. —el mencionado alzó la mirada y le miró con cansancio— Mmm, ¿Y si le das la canción? Sé que puede sonar algo así como dolorosa y de odio pero en verdad tiene en la letra todo lo que sientes, y me hiciste trabajar en ella con la melodía, al menos úsala para un bien, dásela a SeokJin. Eso es mejor que cualquier regalo, algo que tú hiciste para él con mucho esfuerzo.

—¿Debería? Ya leyó parte de la letra en borradores en mi casa porque no tiré a la basura lo que se encontraba en mi basurero al lado de mi escritorio. Igual le dije muchas cosas de manera de indirecta y no sé si lo captó pero, realmente creo que es algo obvio que se dirige a él. Creo que más que enamorarle le hará sentir mal, claro eso si tiene corazón al menos. —rió a secas.

—Vamos, yo te ayudaré a grabarla si quieres. Realmente me es molesto saber que él puede ser muy malo contigo y puedas vivir lo que yo años atrás pero, por alguna razón siento que tú tienes noventa y nueve por ciento de ser aceptado más que un chico regular que solo tiene el uno por ciento del cien en general. —NamJoon sonrió—Mira el lado bueno, aunque te rechace seguirá siendo tu amigo y seguirán teniendo esa extraña relación que tienen, es una avance.

El moreno cerró los ojos y apoyó su cabeza en el respaldo de sillón. Realmente esperaba que llegara a funcionar lo que iba a hacer. No iba a ser una confesión para casarse debido a lo perfecto que sería pero, al menos sería decente y trataría de sacar su lado romántico oculto por dieciocho años.

NamJoon realmente tenía esperanzas de que Kim SeokJin le dijera un "Sí" al momento de la verdad, al momento de que el moreno le pidiera ser novios y no amigos, que le pidiera ser algo más que una relación sin compromisos.

[...]

Era de mañana y ya era lunes. Y a pesar de que SeokJin se encontrara en su cama, con su mascarilla de aguacate y con su pijama puesta, realmente el castaño no se preocupaba por ir a la universidad ya que inventaría que estuvo enfermo y Ken llevaría un justificante falso por ello. Los amigos se apoyan ante todo.

¿Y por qué SeokJin no quería salir aquel día? Fácil, no quería ver a NamJoon en ninguna circunstancia.

SeokJin se la había pasado todo el día de que restaba del in de semana, hablando con Ken sobre sus sentimientos, decidiendo si de verdad le gustaba NamJoon o no. Y era fácil saber cuál era la repuesta a todo debate sentimental, SeokJin declaró que sí, de verdad estaba enamorado de aquel moreno alto de hermosos hoyuelos.

Ante esas circunstancias, y otras las cuales incluían a Ken diciéndole que lo más probable es que se le declarara y le pidiera estar una relación, SeokJin prefería estar oculto en lo más profundo de su departamento que ver al menor y tener que dar una respuesta la cual realmente prefería guardarse para sí mismo.

SeokJin prendió la televisión y se quedó mirando la televisión por un momento, viendo un drama al azar que pasaban aquella mañana.

—Nunca entenderé porque exageran tanto los besos, no es como si un beso heterosexual fuera tan emocionante. Ridículo. —murmuró SeokJin rodando los ojos y pasando un dedo por su mascarilla para luego meterlo a su boca—Yo sería mejor que todos esos inútiles. —se quejó levantándose y yendo a la cocina sin no antes colocarse sus pantuflas rosas.

SeokJin abrió el refrigerador y miró alrededor de éste, quejándose al ver que Ken no había comprado despensa como habían acordado dos días atrás. Abrió por igual el congelador y notó como el bote de helado estaba terminado, únicamente se encontraba el bote vació y lavado junto con una notita que decía:

"Estuvo muy bueno, gracias por el helado Jinnie. -Ken".

SeokJin soltó un chillido, odiaba que su compañero de departamento le hiciera ese tipo de bromas.

El castaño caminó furioso hasta su habitación mientras se quitaba en el camino su pijama y refunfuñaba—Maldito JaeHwan, maldito helado, maldito drama. —repetía cambiándose de ropa y quitándose la mascarilla del rostro. SeokJin tomó las llaves del departamento y cerró la puerta detrás de él.

El castaño era de las personas que al tener un antojo, realmente no podía estar cómodo por ello, necesitaba saciarlo para tener sus nervios tranquilos, razón por la cual prácticamente corría hacia el supermercado más cerca para comprar al menos tres botes de helados los cuales planeaba asegurar con candado si era posible ya que su compañero siempre solía comer lo que era suyo sin permiso y eso le enfurecía.

Todos le miraban raro ya que realmente su ropa no estaba combinada ya que había tomado las primeras prendas que se le habían pasado en frente, al igual que tenía puestas sus pantuflas rosas que tanto amaba.

En situaciones como esa, realmente no le importaba la moda, le importa su comida.

—Quiero éstos tres botes de helado. —dijo Jin demandante y nervioso mientras sacaba su billetera y pagaba el precio que la chica de la caja registradora le indicaba. Apenas salió del súper mercado, abrió el bote de helado de chocolate y con su dedo tomó un poco de él así degustando el delicioso sabor del dulce.

Caminó con tranquilidad mientras comía con su dedo el helado y se tranquilizaba por igual. Si se manchaba, no le importa, si le miraban raro, igual no le importaba. SeokJin era feliz con su delicioso helado de chocolate y fresas.

No faltaban más de una cuadra para llegar al edificio de su departamento, pero entonces reconoció una cabellera castaña, un chico alto de piel moreno y cuerpo delgado.

Oh no SeokJin aquí es donde sales corriendo y te refugias en el supermercado en el área de refrigerios.

SeokJin tenía pensado darse la vuelta e irse por otro camino a su departamento, pero entonces escuchó la voz de NamJoon llamarle y supo que estaba perdido.

—¿Jin hyung? No sabe cuánto me alegra haberte encontrado. Fui a la universidad y me dijeron que no habías ido hoy porque estabas enfermo. —SeokJin sintió su corazón retorcerse de los nervios al momento de que se había girado y había visto un enorme ramo de margaritas y rosas color rosa en entre sus manos, al igual que una pequeña cajita la cual NamJoon terminó por ocultar dentro del ramo.

Las mejillas de NamJoon se tornaron rojas y una sonrisa nerviosa y tímida se dibujó en su rostro. Su corazón latía enamorado y emocionado, al igual que el de SeokJin a pesar de que éste tratase de negarlo.

—Iba a preguntarte como estabas pero, veo de todas formas que estás muy bien. —dijo apenado y Jin parpadeó varias veces, dándose cuenta de su estado físico y de lo ridículo que se veía con sus pantuflas y con manchas de helado de chocolate en su rostro.

Maldito JaeHwan, maldito helado, maldito drama, maldito NamJoon, maldita vida. Repitió pensando en que hacer en ese caso.

—NamJoon yo tengo que irme, me alegro que me hayas encontrado pero creo que tienes mejores cosas de hacer, digo, ese ramo es muy hermoso y creo que deberías dárselo a quien debas de dárselo así que me voy y nos vem- —SeokJin se calló al momento de que NamJoon se acercó a él hasta quedar a centímetros de su rostro. Sintió como el moreno tomaba la bolsa de los helados y lo dejaba en el suelo haciendo que el de chocolate que antes estaba abierto se cayera al suelo y el contenido saliera, mas SeokJin estaba tan ocupado tratando de hacer que su corazón se tranquilizara que realmente no se dio cuenta de lo ocurrido.

—Hyung, las flores son para ti. —murmuró apenado extendiendo el ramo.

Por favor que no lo rechace, por favor que no lo rechace. Pensó el moreno.

—Joonie de verdad me tengo que i-ir... —dijo nervioso y dando un paso atrás pero NamJoon avanzaba cada vez más.

—Escúchame hyung, solo escucha lo que tengo que decir. —murmuró en voz un tanto alta haciendo a SeokJin temblar en su lugar.

¿Desde cuándo se quedaba a escuchar las declaraciones de sus chicos? ¿Desde cuándo su corazón latía tan rápido por un ramo de flores? ¿Desde cuándo había empezado a tener aquellos sentimientos por NamJoon?

—Soy alguien que nunca se había sentido así, realmente nunca me he declarado alguien, nunca he dicho este tipos de cosas a una persona, igual nunca había comprado flores, ni siquiera sabía que eran tan costosas. —NamJoon rió nervioso—No soy romántico y realmente no sé si pueda con esto porque soy malo con las palabras, excepto que esté escribiendo una canción. Yo realmente estuve pensado toda la noche que decir, ¡Hasta pensé en aprenderme un guion para saber que decirte, o escribirte una carta y dejarla en tu casillero como en secundaria como lo hacían los chicos para declararse pero, creo que esto es mejor, y más si es para alguien tan importante como tú. —NamJoon aún tenía el ramo de flores extendido y SeokJin lo miró, quería sonreír pero estaba tan nervioso que ni siquiera podía hacerlo, a pesar de que su corazón latiera tan fuerte dela felicidad, era como si se encontrara en un estado de shock el cual realmente se le hacía la peor sensación del mundo.

SeokJin tomó el ramo de flores con manos temblorosas y miró a NamJoon a los ojos.

Vamos SeokJin, no te dejes tan fácil. Di algo.

—Continua. —Dijo Jin tratando de sonar normal a pesar de que su voz sonaba un tanto temblorosa.

—Yo realmente podría decir muchas cosas sobre ti, a pesar de lo que hemos vivido, me he dado cuenta que eres alguien especial, diferente y eso me es muy atractivo... ¡No quiero que mal interpretes las cosas! Me gusta el tú interior, no el tú exterior. No me gusta tu físico o ¡Bueno si me gusta pero no de esa manera de que me enamoré de él! —SeokJin rió y llevó su mano a su boca para cubrirse al momento de reír de lo que el moreno decía—De verdad no sé cómo explicarme.

—NamJoon. —le llamó mirándole a los ojos.

—Espera hyung. Yo no solo vine a darte esto y a decirte estas tonterías que te estoy soltando pero... ahg de verdad quiero decirlo hyung. Jin hyung, tú me gustas mucho; estoy enamorado de ti por completo y de verdad yo quería saber si sientes lo mismo, o si podrías darme una oportunidad para demostrarte que soy diferente y que si me aceptas, me gustaría ser el primer novio de Kim SeokJin, quisiera saber si me dejarías hacerte feliz. —terminó por decir mientras cerraba sus ojos con fuerza y apretaba sus puños en espera de la respuesta del mayor.

SeokJin sonrió forzado y sintió sus pies temblar. Respiró hondo y se acercó a NamJoon para luego depositar un beso en su mejilla, donde uno de sus tiernos hoyuelos se asomaba.

NamJoon abrió sus ojos asombrado y con un leve brillo en éstos—¿Entonces aceptas ser mi novio hyung? —preguntó jugando con los dedos de sus manos y mordiendo su labio inferior de los nervios. Con solo verlo su corazón se aceleraba y sus manos pedían por tocarle y disfrutar de aquella bella obra de arte la cual gritaba ser protegida, una delicada y pura.

SeokJin sonrió burlón de manera forzada y llevó una de sus manos a la mejilla de NamJoon. NamJoon no entendía nada.

—Mi pequeño Joonie, parece que aún no entiendes. Tú y yo no somos y no seremos nada, te diría lo siento pero la verdad es que no lo hago ni un poco. Realmente prefiero que nuestra relación siga siendo la misma, todo y nada, cero cosas sentimentales y más relaciones físicas. —respondió Jin tomando sus mejillas y depositando un casto besos sobre sus labios—Nos vemos luego Joonie. —finalizó dándose la vuelta y dejándole solo a media calle y con un rostro triste y confundido.

Entonces recordó que de delicado y puro no tenía nada, recordó que aquel hermoso castaño realmente era el rompe corazones del instituto y que justo en ese momento, NamJoon había sido uno más de su lista de sus juguetes amorosos.

Mas NamJoon no sabía, que justo en ese momento SeokJin al llegar a su departamento, se había apoyado a la puerta principal y se había echado a llorar. NamJoon no sabía que SeokJin sentía lo mismo que él, y que tenía miedo de salir dañado y hacer que su tierno NamJoonie también lo hiciera por su culpa.

Maratón: 3/Final

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