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Capítulo 6

Era como la tercera o cuarta vez que SeokJin le empotraba contra la pared en lo que llegaban la habitación del moreno, y era casi imposible soportar la excitación que recorría los cuerpos de los dos jóvenes en aquel momento, mas no podían simplemente quedarse allí en el pasillo debido a lo incomodo que podría llegar a ser aunque parecía que a SeokJin realmente no le importaba donde lo hacían ya que llevaba el completo control de la situación con movimientos demandantes contra su menor.

—Jin hyung... detente, vamos a la habitación. —rogó con voz grave al sentir como el mayor adentraba sus manos en su ropa interior buscando tocar su miembro. Entonces en el momento de que Jin estuvo distraído en mirarle, cambió posiciones dejándole a él contra la pared—S-Si sigues así realmente no soportaré llegar a la habitación. —SeokJin sonrió para deslizar sus labios por la mejilla de NamJoon y lamer parte de ella sin permiso alguno.

—¿Crees que me importa Joonie? —susurró con una sonrisa burlona y empezando a desabrochar sus pantalones con ímpetu.

NamJoon entendía a lo que se refería así que aprovechó su estatura y fuerza para tomar a SeokJin y llevarlo hasta su habitación la cual se encontraba a unos cuantos pasos de ellos. Una vez dentro, NamJoon cerró la puerta con fuerza para seguidamente estrellar la espalda del castaño contra ésta.

Empezaron a besarse sin intenciones de parar, al mismo tiempo que Jin jalaba los cabellos del menor escuchándole soltar gruñidos los cuales le servían de aliento a seguir cada vez más.

NamJoon tembló en su lugar dejando a SeokJin tocar el piso de nuevo al momento de que éste pasaba su lengua delineando sus clavículas y sintiendo lo áspero y húmedo del musculo. SeokJin aprovechó para deshacerse de su camiseta y botarla por alguna parte del suelo de la habitación, metió sus manos debajo de la de NamJoon tocando así su piel de forma lenta y paciente, concentrándose en acariciar con precisión cada parte morena de piel que iba descubriendo a medida que la prenda iba ascendiendo por su torso hasta dejarlo completamente desnudo. El mayor se relamió los labios ante NamJoon y se lanzó a besarle el cuello como si fuese un imán hacia su cuerpo.

SeokJin se encontraba perdido ante sus acciones, amaba sentir el control de la situación con alguien como NamJoon contra su cuerpo, sentirse demandante contra su menor. Y era cierto, por un momento pensó que él era el que mantenía el control de la situación, pero entonces NamJoon jaló bruscamente su cabello haciéndole soltar un quejido adolorido, hizo que se pusiera a la altura de su rostro y le susurró con agresividad:

—¿Recuerdas que me dijiste en el auto que aún no habías terminado? Entonces ahora quiero que te acuestes en la cama hyung, me encargaré de ello.

SeokJin sonrió complacido y caminó hasta la cama del menor cubierta de sabanas negras. Se deshizo de sus pantalones bajo la deseosa mirada del más alto. SeokJin se tendió sobre la cama boca arriba, pasando la palma de su mano desde su cuello, hasta su pecho ascendiendo por su cintura y arañándola junto con su cadera. Abrió sus piernas encontrándose a NamJoon, el cual el miraba atento a cada uno de sus lentos y tortuosos movimientos.

NamJoon sentía la necesidad de tocarle, de acercarse más y creciendo cada vez más sus deseos hacia su mayor al ver como se mordía el labio inferior y con su mano tomaba la suya para posarla sobre sus muslos y pasearlos con necesidad. NamJoon sentía cada vez mas que no podía soportar el solo ver a su mayor, disfrutar de la excitante vista no le era necesario. NamJoon se inclinó sobre el cuerpo debajo suyo y respiró sobre su cuello, haciendo a Jin jadear con necesidad.

SeokJin llevó sus manos hasta la espalda de NamJoon, acariciando parte de su piel, sintiendo y delineando los músculos de ésta mientras le empujaba más contra su cuerpo provocando que la fricción entre piel y tela fuese más intensa, sintiendo las placenteras sensaciones de fricción en su parte baja. NamJoon se levantó levemente y empezó a acariciar los costados de la cintura ajena, deleitándose con los jadeos que soltaba con cada pequeño roce entre sus cuerpos.

NamJoon llegó hasta su ropa interior y la retiró dejando al castaño completamente desnudo y a su completa disposición. Llevó sus manos hasta el desatendido miembro de su mayor, tomándolo entre sus dedos y empezando menearse con burla de arriba hasta abajo con una sonrisa la cual hacía a SeokJin delirar al ver a su –ahora no- tierno Joonie actuar de forma dominante contra él.

—¿Está bien así hyung? ¿Te gusta? —le preguntó con voz ronca y áspera.

SeokJin soltó un gemido al mismo tiempo que su espalda se arqueaba y sus piernas se cerraban por impulso. Se removió en la cama y apretó la sabana oscura entre sus dedos al momento de que sintió la intromisión de dos dígitos en su entrada con descuido, los cuales son tardaron en moverse al mismo tiempo que los movimientos sobre la extensión del mayor no cesaban, así haciendo estremecer a SeokJin y gemir con necesidad al sentir la extasiosa sensación de los dedos de NamJoon masajear su próstata con ímpetu.

—Voy a seguir hyung, necesito hacerlo. —murmuró NamJoon sobre la curvatura de su cuello empezando a deslizar fuera sus dígitos del interior de SeokJin con cuidado y dificultar al sentir como la estreches de éste le interrumpía.

—Hazlo r-rápido Joonie, ¿Qué esperas? —le incitaba mientras NamJoon se intentaba colocar encima suyo para empezar a introducirse, mas SeokJin le empujó con fuerza hasta dejarle a espaldas de las tersas sabanas. NamJoon no entendía lo que pasa en ese instante, solo sintió como Jin se posaba sobre él y apoyaba la palma de sus mano contra su pecho al igual que sus labios ascendían de su cuello hasta los labios del moreno para depositar un casto y húmedo beso sobre éstos a medida de que se auto-penetraba sin cuidado—Así es mejor... —murmuró ofuscado y con una satisfactoria sonrisa dibujada en su rostro.

NamJoon quiso negarse y advertirle que podría lastimarse, mas parecía que realmente no le importaba al castaño al sentir como paseaba sus manos por su pecho, se impulsaba hacia arriba con experiencia y tiraba su cabeza hacia atrás soltando un fuerte gemido.

Olvidó cualquier pensamiento y le agarró de las caderas con cada mano, ayudándole con el ascenso y apretando con fuerza gracias a la abrumante sensación de estar en aquella situación con su hyung que tanto le gustaba y deseaba, agradeciendo a lo genial e incomparable que era aquello a los besos que solían darse sin compromiso alguno.

SeokJin le miró sonriendo con lascividad en cada uno de sus gestos y tiró su cuerpo hacia abajo con fuerza, provocando que el sonido de su piel contra la de el moreno resonara por toda la habitación, acompañado de un agudo gemido y un gruñido profundo y áspero proveniente del chico debajo suyo. SeokJin sonrió complacido al notar como su menor disfrutaba tanto como él. Se impulsó de nuevo hacia arriba y enterró las uñas en el pecho de NamJoon, tirándose nuevamente hacia abajo con fuerza y necesidad al sentir el constante contacto con su próstata.

NamJoon maldecía entre dientes apretando con fuerza las caderas del mayor, ayudándole con sus movimientos, aunque parecía que no fuese necesario ya que se notaba la experiencia y la comodidad que sentía SeokJin en el momento ya que no le había preparado casi nada y se movía con tal soltura que estaba volviendo loco al moreno por completo.

Gruñidos, jadeos y gemidos, sumados de peticiones y el constante sonido de los chasquidos entre sus pieles eran los únicos sonidos que resonaban en aquella habitación.

SeokJin se puso en cuatro dejando de moverse al momento de que NamJoon empezó a mover sus caderas con ímpetu aun con él debajo de su cuerpo. El mayor respingó su trasero y obligando al menor a empinar sus caderas y moverlas con rapidez para llegar con velocidad y profundidad a su próstata.

—¿Te gusta hyung? —susurró NamJoon mientras con sus dedos ascendía por la espalda de SeokJin repasando cada parte de su piel con la yema de sus dedos sin dejar de mover sus caderas, logrando erizar la piel de su mayor.

El castaño solo respondió con un jadeo lo cual hizo a NamJoon sonreír con burla y haciéndole parar cada uno de sus movimientos sacándole al mayor un quejido por la repentina pausa, empezando a mover sus propias caderas. NamJoon rió burlonamente y tomó su cadera con fuerza para dale vuelta e intercalar posiciones, mientras se colocaba entre los muslos de SeokJin y enredaba sus piernas en su cadera, emprendiendo de nuevo sus movimientos con más necesidad.

SeokJin empezó a retorcerse de deleite mientras lo expresaba con cada una de sus expresiones corporales y faciales. Por otro lado, NamJoon amaba ver el rostro del mayor contraerse en muecas tensas las cuales se aliviaban constantemente luego de un par de segundos.

El castaño jadeó quedándose sin aire al momento que su entraba se contrajo así obligando al menor detenerse a tiempo que a SeokJin le azotaba un abrasador orgasmo que NamJoon se encargó de hacer duradero con sus bruscas embestidas así llevándole a su propio clímax.

NamJoon gruñó con fuerza arañando los muslos de SeokJin y disfrutando de su propio orgasmo sino antes tomar entre sus manos el rostro de SeokJin y unir sus labios con necesidad. Al pasar de los minutos, NamJoon apoyó sus brazos a los lados de la cabeza de SeokJin y salió de su interior, abrazándole luego y disfrutando de la sensación de sus pieles desnudas y la calidez de éstas.

—Hyung. —murmuró NamJoon llamando a SeokJin aún sin dejar de abrazar a SeokJin el cual se encontraba con los ojos cerrados y con la respiración tranquila y cansada—Jin hyung, yo quiero decirte algo.

No escuchó respuesta, únicamente un quejido el cual le alertó y le hizo darse cuenta que podría estarle incomodando debido al repentino abrazo que le había proporcionado, así que NamJoon se recostó a su lado y miró sus facciones con detalle antes de hablar.

Amaba verle de esa manera, relajado, con su cabello húmedo pegado a su frente y una que otra perla de sudor resbalando por ella, al igual que sus labios rojos e hinchados, mas no dando una grotesca imagen, en vez de eso dando una imagen que sin rodeos, definía qué era la perfección humana.

—Me gustas, me gustas mucho Jin hyung. —soltó de la nada esperando alguna respuesta o reacción, ganándose en vez de eso, un SeokJin completamente dormido el cual claramente no había oído su vergonzosa confesión.

NamJoon soltó un bufido y tomó parte libre de la sabana para extenderla sobre ellos y cubrir sus cuerpos desnudos. Apoyó su cabeza en una de las almohadas y llevó su mano a la mejilla de SeokJin para acariciarla con lentitud y delicadeza.

NamJoon no sabía el porqué de aquella sensación de tranquilidad en su pecho al no ser escuchado. No sabía si era por miedo a la respuesta o por miedo a las acciones que SeokJin podía tomar contra la confesión. Después de todo, Kim SeokJin nunca se había enamorado, nunca había tenido tan siquiera un verdadero novio el cual le quisiera y le diera lo que se merecía, razón por la cual NamJoon se encontraba desanimado, desanimado y desilusionado ya que realmente no pensaba en ser la excepción con alguien como SeokJin en sus planes.

Así que solo se inclinó un poco y depositó un casto beso sobre la frente de su mayor, para luego cerrar sus ojos y perderse entre sus sueños mientras daba la espalda al castaño.

Mas NamJoon simplemente no se había dado cuenta que Kim SeokJin había oído su confesión, que le había sentido acariciar su mejilla y sentido sus labios contra su frente mientras le deseaba las buenas noches

Y también NamJoon no sabía que con tan solo esas palabras y diminutas acciones, había hecho al corazón de SeokJin latir con fuerza y pensar en un posible NamJoon y él tomados de las manos y pasando los fines de semana juntos, riendo, viendo películas o simplemente disfrutando de la noche. Pensamientos que le hicieron sonreír y tener la necesidad de pasar uno de sus brazos por el torso de NamJoon para abrazarlo y poder disfrutar de la calidez que tanto ansiaba.

SeokJin cerró sus ojos con fuerza e hizo lo que tanto deseaba, abrazar a NamJoon. Pudo oler su aroma, pudo sentir su calor y pudo sentir como NamJoon le tomaba de la mano, haciéndole querer salir corriendo de allí y llorar. Y ¿Por qué llorar y huir como nunca en su vida? Todo gracias a que, simplemente, SeokJin había pensado:

Creo que también me gustas NamJoon, mucho.

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