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Capítulo 10

Yoongi se encontraba sentado en la cafetería de su universidad mientras platicaba con Hoseok que no dejaba de sonreír y soltar leves chillidos de emoción al momento de que el mayor le relataba hechos al azar que había vivido con la música, y el porqué de su amor a ella. Hoseok había entrado a la misma carrera de Yoongi, la música simplemente movía el interés de ambos, razón por la cual se encontraban tan unidos esos días.

A pesar de que los dos jóvenes realmente eran muy diferentes, eran lo opuesto al otro, los dos eran unidos por su infinito amor a la música, la cual parecía ser aquel especial lazo que hizo que los dos se conocieran y poco a poco se volverán intensamente unidos. Yoongi por igual se quedaba impresionado, Hoseok a ojos de cualquier persona sin conocerlo parecía realmente odioso y demasiado sociable y alegre para una persona común y corriente, pero era como si al conocerlo, Yoongi hubiese encontrado a un chico realmente listo, tierno y admirable.

Yoongi igual odiaba que le llamasen por teléfono y que fueran a su casa a visitarlo muchas veces. Pero con Hoseok todo era muy diferente. El chico le llamaba todas las noches antes de dormir, también desayunaba con él cuando se alejaba por momentos de SeokJin, y le visitaba entre semana con el pretexto de que le ayudase a estudiar y le diera consejos para la composición de canciones, mas realmente se quedaban platicando y jugando lo que Hoseok quisiese hasta el anochecer.

Yoongi no sabía cómo, pero Hoseok le estaba cambiando, y mucho.

—¡El profesor me sacó de la clase solo por comer a escondidas el pastelito que Jiwoo me había hecho! Es de lo peor, ¿Cómo le soportaste Yoongi hyung? —le preguntó Hoseok apoyando sus mejillas entre las palmas de sus manos.

—Creo que solo tienes que quedarte callado y aguantar tus ganas de comer en clase. No es difícil.

—Pero hyung... —hizo un puchero mientras pegaba su frente a la mesa de madera. Yoongi soltó una leve risa y miró hacia la ventana donde vio a NamJoon que miraba a todos lados con una expresión la cual ni siquiera lograba descifrar.

—Espérame un momento hobi. —el mencionado asintió y le siguió con la mirada para luego restarle importancia y sacar su celular para entretenerse.

Yoongi salió de la cafetería y llamó a NamJoon para que este le prestara atención. NamJoon al verle negó y abrazó a Yoongi a pesar de que sabía muy bien que a éste no le gustaba para nada ese tipo de afectos, pero el mayor sabía que NamJoon no estaba bien así que solo se quedó callado y llevó una de sus manos a su cabello para acariciarlo de manera torpe.

—Me rechazó, solo quiere que tengamos ese tipo de relación sin compromisos y fue tan antipático al momento de decirme, como si lo que le dijera no fuera importante, como si fuera uno más del montón. —le dijo NamJoon con tono apagado y cerrando sus ojos con fuerza tratando de que su corazón no se pusiera aún más debí y llegara al punto donde él se echara a llorar.

—Pero se quedó las flores y el reproductor, ¿Verdad? —le preguntó sin dejar de acariciar sus castaños cabellos.

—Sí pero, me dejó muy en claro como quiere que sea nuestra relación hyung, eso no tiene nada que ver de todos modos. Soy tan lamentable.

—No eres lamentable NamJoon, deja tus estupideces a un lado. Puede que SeokJin no te haya valorado pero, ¿Estás seguro de hablar con Jimin? —NamJoon asintió apartándose del más bajo y respirando hondo—NamJoon, no juegues con Jimin, tú quieres a SeokJin, no a él. No pienses solo en ti, no seas egoísta, piensa en Jimin y sus sentimientos NamJoon.

—Pienso en sus sentimientos y por eso le daré una oportunidad, a él y a mí. No pienso ser egoísta, quiero hacerle feliz.

—Las cosas no son así Kim, nadie elige a la persona de la cual se va a enamorar, las cosas solo ocurren.

—Entonces haré que ocurran. SeokJin no se merece mi amor. —Yoongi se palmeó la frente y negó—¿Qué?

—¿Qué fue ese repentino ego? Vamos NamJoon, si vas a llorar hazlo, no te voy a regañar. —dijo con tono burlón haciendo al moreno cruzar sus brazos mientras poco a poco sus ojos empezaban a ponerse llorosos. Yoongi le dio un golpe en el brazo—Vamos NamJoon lo decía de broma, deja de ser toda una mariquita y mejor ve a hacer una justificación falsa para tu falta de hoy.

—Está bien hyung. Iré a pagarle a algún doctor para que me haga una. Aunque antes de eso le llamaré a Jimin para invitarle a cenar y decirle que sí a su propuesta. —Yoongi asintió muchas veces y le empujo. NamJoon solo empezó a caminar con lentitud y decaído hacia la salida del instituto— Nos vemos mañana hyung.

Yoongi soltó un gran bufido y entró a la cafetería viendo a Hoseok hablar con una chica alegremente. El mayor rodó los ojos y sacó un billete de su billetera para dejarlo sobre la mesa.

—¿Qué pasa hyung? —preguntó Hoseok confundido.

—Tengo algo que hacer ahora, realmente lo había olvidado perdona pequeño. —Mintió y Hoseok le sonrió.

—Entiendo hyung, entonces hablamos en la noche. —Yoongi asintió y revolvió el cabello de Hoseok con su mano derecha.

El mayor al salir de la cafetería, frunció el ceño y empezó a caminar en dirección al departamento de SeokJin.

Soy tonto pero no estúpido. Pensó Yoongi metiendo sus manos dentro de su chamarra y camnando con rapidez algunas cuadras lejos de la universidad en busca del área de departamentos escolares donde SeokJin vivía con su mejor amigo.

Sí, Yoongi quería mucho a Hoseok por su entretenimiento, por ser alguien divertido y amigable, por tener los mismos gustos que él, pero también lo quería, no, amaba, por darle información de SeokJin desde el día en que le había contado de que NamJoon parecía estar enamorado del castaño popular.

—Ah, ese chico del que tanto habla Jin hyung. Sí, creo que le gusta ese tal NamJoon. —le había dicho Hoseok días atrás mientras daba una mordida al emparedado de Yoongi que se había quedado impresionado ante lo que Hoseok le había confesado.

—¿Por qué dices eso? —le preguntó.

Hoseok se encogió de hombros—Solo supongo, es que Jin hyung tiene ese típico brillo en los ojos cuando habla de ese NamJoon, todos se han dado cuenta, hay algo diferente en Jin desde que empezó a salir más seguido con él.

Entonces Yoongi lo había entendido, Jin ocultaba lo que sentía. No estaba seguro, no era SeokJin para saber lo que pasaba por su cabeza pero, él ya había vivido aquello con Jimin, sabía lo que se sentía tener miedo de enamorarte de alguien sea cual sea la razón.

Y Yoongi no dejaría que NamJoon, su mejor amigo y casi hermano, sufriera por alguien tan egoísta como Kim SeokJin.

El universitario llegó al departamento numero trecientos dos y tocó el timbre con ímpetu en espera del residente.

Yoongi sabía dónde vivía porque en los momentos de obsesión por él, solía ir a las fiestas que hacía su mejor amigo para poder verle al menos a lo lejos y disfrutar de la belleza de su amado. Claro que todo en vano porque al fin y al cabo, el castaño le había humillado frente a todos luego de confesarse.

Pero para Yoongi todo aquello significaba pasado pisado. Ahora lo que le importaba era NamJoon y su relación con Jin.

Luego de cinco minutos, SeokJin abrió la puerta con un rostro de confusión y dejó pasar a Yoongi sin decir palabra alguna.

—Supongo que no has venido para confesarme tus sentimientos hacia mí. Creo que sé a qué has venido Min. —dijo SeokJin tratando de burlarse a pesar de que su tono sonaba más apagado que las otras veces.

—He venido a dejarte algo en claro Kim. —el mencionado se cruzó de brazos—Si algo odio, es que le hagan daño a mi familia, y por si no lo sabes, considero a NamJoon como de mi familia. —Jin tragó en seco, sabía a qué se dirigía—Kim NamJoon trabajó como un maldito cerdo en pensar que decirte para cuando te dijera lo que sentía, no durmió de los nervios, no dejaba de llamarme durante la madrugada y no pude dormir a gusto por sus constantes preguntas de "¿Qué debería decirle a Jin hyung", al igual que me la pasé todo el domingo componiendo la canción de mierda y grabándola para ti, para que NamJoon te mostrara lo que había hecho gracias a ti, lo que le provocabas a su corazón de mariquita. —dijo el más bajo furioso y tratando de sonar intimidante cosa que había logrado.

SeokJin bajó la mirada y soltó un suspiro confuso—¿De qué canción hablas? El solo me dio un ramo de margaritas y... —abrió los ojos con exageración y corrió hacia el florero que tenía en medio de la mesa de centro, donde tenía las flores que el menor le había dado –cosa que Yoongi notó y sonrió por ello-. Entonces Jin sacó una cajita y la abrió con rapidez, mirando a Yoongi confundido al momento de que sacó un pequeño reproductor con unos audífonos con él.

—Ese era el reproductor de NamJoon, lo usaba siempre para cuando terminaba de grabar una melodía o una canción en el estudio de la universidad que le dejaba usar luego de clases. Más te lo regaló y mando a la mierda más de un año de mesada por darte eso que es igual de caro que un móvil. —SeokJin miró el reproductor y se colocó un audífono—La compusimos en un día, él canta y la canción fue escrita por él.

SeokJin apretó el reproductor entre sus manos y sonrió levemente. No podía creer lo que NamJoon de verdad hacía por alguien como él. No era como las demás confesiones y los demás regalos, de verdad era algo especial, algo propio. SeokJin solo podía pensar en que, realmente, NamJoon no lo merecía.

—Sé que no puedo decirte, "SeokJin deja toda la mierda en paz y ve con NamJoon a decirle que sí quieres ser su novio o algo por el estilo" pero, realmente quiero que escuches lo que él tiene para ti, y quiero que pienses muy bien lo que vas a hacer en lo que resta de la tarde porque no habrá segunda oportunidad luego de eso. —el castaño le miró confuso—NamJoon aceptará salir con Jimin ésta noche, le invitará a cenar y le dirá su respuesta a la confesión de Jimin. Si quieres dejar tu mierda de egoísmo a un lado, tienes hasta la noche de hoy para ir a casa de NamJoon y decirle que quieres ser su novio o al menos reproducirse, ya sabes a lo que me refiero—Jin rió bajo—Solo piénsalo bien, luego no llores y digas que no te advertí. —Finalizó Yoongi tomando la perilla de la puerta principal y saliendo por ella sin decir más.

SeokJin devolvió la vista al reproductor y tragó en seco mientras se sentaba en el sofá de cuero tras él. Se acomodó y cerró sus ojos mientras se colocaba los dos audífonos y daba play a la única canción que se encontraba almacenada en el reproductor.

La misma canción, con el mismo título que había encontrado en la habitación de NamJoon días atrás.

Lo primero que Jin había pensado al escuchar la canción: Su voz. Su maldita voz. ¿Cómo podía ser tan grave pero tan dulce? Tan agresiva pero tan delicada, tan perfecta y profunda. Una voz que amaba tanto, amaba cuando escaba su nombre ser pronunciado y acariciado con aquella tan extasiosa voz, como sentía la necesidad, amor y cariño en un solo "hyung". Como le derretía ser endulzado con sus palabras, con su voz pronunciándolas.

Segundo: Aquel tan impresionante tono, uno tan calmado, tan extasiador y tranquilizador. Uno el cual el mismo NamJoon le había transmitido al momento de la confesión, al momento de que había preguntado si quería ser su novio.

Y tercero, el más importante de todos: La letra.

Era tan trágica, tan preciosa, tan sentimental y ensordecedora. Sus palabras, su tono de voz, su ritmo; todo complementaba, todo encajaba. Era como si la canción gritara su nombre con cada respirar, como si todo lo que decía entre párrafos, líneas, palabras y letras, le dijeran que era cien por ciento para el aquella melodía, que todo estaba basado en él. Y eso hacía al corazón de SeokJin palpitar con fuerza.

Tanto había pasado, tanto rechazo, tantas humillaciones, tantos intentos de salir con él, de ganarse su corazón. Y podría pensar NamJoon que ha perdido, que Jin no le quiere no le desea, pero no era así, SeokJin estaba perdido por NamJoon, y no, no le deseaba. SeokJin le anhelaba.

Entonces el castaño abrió los ojos, tanto mental como físicamente. SeokJin supo que es lo que necesitaba consigo, que es lo que necesitaba en su vida. NamJoon era lo que necesitaba, quería a NamJoon solo para él, amándole y demostrándole cuando le necesita.

SeokJin se levantó y con reproductor en mano en busca de su celular mientras marcaba el número de Yoongi con rapidez.

—¿SeokJin?—respondió Yoongi el móvil confundido al otro lado de la línea.

—Min Yoongi, necesito acerté una pregunta, ¿A qué hora NamJoon saldrá a buscar a Jimin para cenar?

¿Qué? Mira, si quieres joderles la cita por envidia o sol-

—Voy a decirle que sí Yoongi, le diré que le quiero y quiero intentarlo—dijo SeokJin mientras miraba el ramo de flores y sonreía enternecido—, quiero ser su novio, quiero ser novio de NamJoon, Yoongi.

Maratón: 4/Final

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