Extra 1 | encuentro casual
Habían pasado dos años desde que Hyunjin y Jeongin se comprometieron, y la emoción de la próxima boda llenaba el aire. Era el día de la reunión de los padrinos, y Jisung estaba ansioso por ver a sus amigos. Con su suéter de rayas rojas y negras, jeans negros rasgados y botas brillantes, se sentía a la vez cómodo y atrevido.
Mientras se movía entre los asistentes, un cigarrillo en la mano, Jisung se giró rápidamente y, en un descuido, lanzó algunas cenizas sobre un traje perfectamente ajustado.
—¡Venga, lo siento! No fue mi intención —se disculpó, mirando al hombre que había chocado.
El tipo era jodidamente atractivo. Tenía el cabello castaño claro y unas gafas que le daban un aire intelectual y seductor. Jisung no pudo evitar sentirse intrigado.
—Deberías tener más cuidado —respondió el hombre, con un tono de molestia que rápidamente se transformó en una sonrisa al observar a Jisung más de cerca.
—Oh, claro, como si tú no estuvieras distraído mirando tu teléfono —replicó Jisung con una sonrisa pícara.
El hombre arqueó una ceja. —¿No nos hemos visto antes?
—No, creo que nunca he visto a alguien como tú —respondió Jisung, sintiendo cómo la química comenzaba a fluir entre ellos—. Si te conociera, seguramente no te olvidaría.
El hombre sonrió, divertido. —¿Me estás coqueteando? Porque creo que te doblo la edad.
Jisung se encogió de hombros, manteniendo su mirada fija en los ojos del otro. —La edad no importa para lo que tengo en mente.
—Es de día y ni siquiera nos conocemos —dijo el hombre, aunque su expresión era más juguetona que seria.
—No necesito conocerte para saber lo que quiero —respondió Jisung, acercándose un poco más.
El silencio entre ellos se volvió electrizante. Se miraron a los ojos durante lo que pareció una eternidad, hasta que, finalmente, la atracción fue demasiado fuerte para resistir. Sin pensar en las consecuencias, ambos se encontraron besándose con ferocidad en un baño del salón.
Las manos de Jisung se enredaron en el cabello del hombre mientras este lo empujaba suavemente contra la pared.
El baño estaba casi vacío, con el eco de las risas y la música del evento resonando a través de la puerta. Jisung empujó suavemente al hombre hacia dentro, asegurándose de cerrar la puerta tras ellos. El ambiente se volvió íntimo y cargado de tensión.
El hombre, aún con el traje impecable, lo miró con sorpresa y deseo. Jisung no pudo resistir la tentación; acercándose, tomó el rostro del otro entre sus manos y lo besó con fervor. Sus labios se encontraron en un choque de energía, como si el mundo exterior se desvaneciera.
Las manos del hombre se deslizaron por la cintura de Jisung, atrayéndolo hacia él mientras sus cuerpos se presionaban contra la fría superficie de los azulejos. El roce de sus cuerpos encendió una chispa que recorrió la espalda de Jisung. Cada beso se volvía más intenso, más apasionado.
—¿Como te llamas? —preguntó el hombre entre los besos, su voz un susurro caliente.
—Para después —respondió Jisung, con una sonrisa traviesa antes de volver a capturar esos labios que tanto le atraían.
Las manos de Jisung comenzaron a explorar, deslizando sus dedos por el pecho del hombre, sintiendo la tela del traje bajo sus yemas. Cada toque parecía encender llamas en su interior. El hombre respondió con un leve gemido, sus manos ahora enredadas en el cabello de Jisung, tirando suavemente mientras profundizaban el beso.
La adrenalina corría por sus venas; el riesgo de ser atrapados solo aumentaba su deseo. Jisung rompió el beso por un momento, mirando a los ojos del hombre.
—Dame un momento —dijo, antes de arrodillarse lentamente. La mirada del hombre se iluminó con sorpresa y anticipación.
Jisung desabrochó los pantalones del hombre con destreza, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en el aire. Con una sonrisa juguetona, miró hacia arriba, encontrando la mirada intensa del hombre que lo observaba con deseo.
—Eres Jodidamente atractivo —susurró el hombre, su voz temblando ligeramente mientras Jisung comenzaba a trabajar.
Jisung había sacado el miembro del encorbatado y cuando sus labios hicieron contacto con el miembro, el mayor siento como si le devolvieran el alma al cuerpo.
Lamiendo la punta y luego introduciendo todo dentro de su boca, su lengua recorría con avidez todo el largo falo. Sin poder evitarlo la mano del castaño aferrándose con fuerza para ayudar a los movimientos del menor sobre su hombría. Sintiendo como el placer lo inundaba comenzó a mover su pelvis contra la boca del menor, haciendo que su miembro llegase más hasta lo más profundo de su garganta, Jisung cerró sus ojos con fuerza y se quejaba un poco de aquello.
Pero no podía mentir que también le encantaba escuchar los gruñidos del castaño, el mayor por su parte no estaba seguro de lo que sucedía ya que la adrenalina del momento ya que un completo desconocido ahora le estaba haciendo el mejor oral de su vida, le gustaba escuchar como aquél castaño oscuro casi se llegaba a atragantar. Las manos de Jisung fueron hasta los gruesos muslos del contrario, para detenerse de hacer aquellos movimientos. Logrando que se detuviera sacando la polla del mayor, dejando un hilo de saliva desde sus labios hasta la punta del falo del mayor.
El sonido del agua corriendo y las risas lejanas apenas podían distraerlos. Jisung se concentró en su tarea, sintiendo cómo cada movimiento provocaba reacciones intensas en su compañero. Las manos del hombre se aferraron al borde del lavabo, mientras su respiración se volvía más rápida.
—oh dios… —murmuró, su voz llena de necesidad.
La conexión entre ellos era palpable; cada toque, cada beso, cada gemido resonaba en el pequeño espacio. Sin prisa pero con determinación, Jisung llevó al hombre al límite, disfrutando de la forma en que se estremecía bajo su atención.
Finalmente, sintiendo que estaban al borde de algo explosivo, Jisung se levantó y lo besó nuevamente.
—Me toca —Soltó el hombre para darle la vuelta al menor haciendo que este quedé frente al espejo con la espalda contra su pecho, las manos del mayor rodearon la cintura del menor —Linda cintura —Susurro contra el oído del castaño quien asintió para luego desabrochar el pantalón y sacar el miembro del menor —Mirate, tan necesitado que estas goteando.
Esa voz, le parecía jodidamente familiar pero no lograba recordar de donde.
El menor soltó un gemido cuando la mano hizo contacto directo con su miembro, el castaño sonrió un poco al ver aquella expresión del menor. Tenía las mejillas sonrojadas y mordía con fuerza su labio inferior mientras intentaba no verse al espejo pero su vista comenzó a nublarse cuando el castaño comenzó a mover su mano sobre la extensión de piel, de arriba a bajo creando un pequeño bombeo, haciendo que el menor comience a derramar su líquido pre seminal.
Un jodido deleite para el castaño y una jodida tortura para el menor.
La mano del mayor se movía con rapidez y luego con lentitud creando una exquisita fricción, despertando excitación en el También, aferró su mano con más fuerza a la cintura del chico y acercarlo a el haciendole entender que el también comenzaba a ponerse duro.
—Hazlo —Pidió —Gime quiero escucharte —El menor sintió algo de vergüenza pero algo de calor por las palabras del mayor y un pequeño gemido se escapó de sus labios.
Los movimientos de la mano del mayor comenzaron a acelerarse, Jisung ya no podía ver bien, así que dejó caer su cabeza sobre el hombro del mayor y una de sus manos la llevo al otro para aferrarse. Sus piernas comenzaban a debilitarse y podría caerse. El castaño aceleró sus movimientos y Jisung no pudo contener sus gemidos, cosa que fue música para los oídos del mayor. El cuerpo de Jisung fue arrasado por olas de placer al llegar al éxtasis, corriendose sobre la mano del mayor.
Al terminar ambos se limpiaron y de manera muy discreta ambos salieron del baño, Jisung miro una vez más al castaño quien se arreglaba las gafas y su cabello y sonrió.
—¿Qué?
—Nada, yo...
Estaba por terminar cuando jeongin apareció y les sonrió.
—Al fin te encuentro lee, y tu... Tu hermano te anda buscando —Se quejó, el castaño frunció el ceño —¿Se estaban saludando? —investigó el rubio.
—¿Perdona? Innie, yo el no lo conozco tropecé con el hace un rato de hecho ya iba ir a buscarte —Explicó Jisung y Minho asintió
—¿Qué dices?¿Como que no se conocen? —carcajeo jeongin —Minho el es Jisung... El hermano pequeño que ya no es tan pequeño de hyunjin.
Fue entonces cuando Minho sintió como si le hubiera pasado un camión por encima.
—Hyunjin va a matarme —susurró.
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