9 | ¿y si te diera una oportunidad?
No me gustas, pero contigo me duele menos.
(....)
Después de una tarde divertida en la piscina con los amigos de Minho, Jeongin se quedó rezagado al final de la reunión. Mientras recogía sus cosas, observó a lo lejos a su amor platónico, Minho, coqueteando con otra persona. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver la escena, sintiendo que su corazón se rompía en mil pedazos.
Incluso después de lo que había sucedido con Hyunjin se sentía tan culpable. Quería largarse de allí lo antes posible.
Felix había notado la incomodidad de jeongin, se acercó a él y lo apartó del grupo. —¿Estás bien, innie?, preguntó, preocupado. Jeongin trató de ocultar su dolor, forzando una sonrisa y respondiendo:
—Sí, todo está bien. —Pero el Pecos l lo miró fijamente y le dijo:
—Te conozco, jeongin. Sé cuando algo te está afectando. Dime qué pasa cuando estés listo para hablar...
Antes de que Jeongin pudiera responder, Felix le informó que no podía acompañarlo de regreso a casa. En ese momento, Hyunjin, su corazón se aceleró nuevamente al ver cómo este se acercaba.
—Yo puedo llevarte, al fin y alcabo vivimos cerca.
—Oyee Romeo... No te guardas ni siquiera una oportunidad —Bromeo lix.
—Tu lo estás abandonando, creo que estaría bien si yo lo llevo...
—Hyunjin tiene razón, me iré con el, no tengo problema —Explicó jeongin asiendo que Félix se quede más tranquilo —Gracias por ofrecerte acompañarme —Hyunjin estaba por responder pero en ese momento vio cómo Minho se acercaba hacia ellos.
El corazón de Jeongin se aceleró al ver a Minho. Tomó a jeongin del brazo alejándolo de aquellos dos, el pelirosa suspiro agotado y observó al chico del que había estado enamorado por mucho tiempo.
—¿Otra vez te vas con Hyunjin? —Investigó y jeongin asintió —Te dije que el-
—Si te escuché, sin embargo es el acompañante perfecto, vive enfrente... —Se limitó a responder y minho quedó en silencio —Ya me voy.
—Espera...
—¿Qué es lo que quieres Minho? —Preguntó —No te entiendo, siquiera Hyunjin es sincero conmigo.
—¿Entonces lo escoges a él por encima de mi? Yo crei que teníamos algo especial —Musitó
jeongin alzo una ceja. —¿Algo especial?¿Desde cuándo? Tu solo me hablas por conveniencia y ahora que lo noto comenzaste a dirigirme más la palabra cuando empecé a pasar tiempo con el fastidioso de Hyunjin, no es algo especial... Ya me voy, te veo en el instituto.
—Pero in-
—dije que ya me voy.
Rápidamente salió del lugar con Hyunjin siguiéndole, sentía su corazón quebrandose. A pesar de la incomodidad en el auto, Jeongin no podía dejar de pensar en Minho y en lo que acababa de presenciar. Una vez en casa, jeongin estaba por bajarse sin embargo observó una vez más a Hyunjin.
Suspiró y luego soltó: —Ya se que no le gusto a Minho, se que no tengo una oportunidad con el, no soy tan idiota... Pero aún así duele.
—No quise decirlo de esa manera, lo siento...
—No está bien yo... Aveces solo hace falta que lo digan sin anestesia para que te des cuenta. La verdad es que Minho me ha gustado desde hace mucho y mierda el ser no correspondido duele y saber que no tengo oportunidad aún más —Explicó —Sin embargo, cuando te gusta alguien nos hacemos ciegos a sus defectos y otras cosas así qué...
—... Jeonginnie yo...
—No me gustas, pero aún así cuando estoy contigo duele menos, eres molesto, insoportable y me caes mal... Pero de cierto modo entretienes mi vida últimamente —Soltó —Pero no en un mal sentido.
—Lamento si te puse en una situación incómoda...
—Esta bien, yo también me lo busqué... Y no volverá a pasar ¿Ok? —soltó y Hyunjin asintió, nuevamente estaba por bajarse del auto y el rubio lo tomó de la muñeca —¿Qué pasa?
—Si tu quieres que yo me aleje y no te dirija más la palabra, lo haré. Me limitare hacer mi papel en la obra y nada más, solo pidemelo —Pidió.
—¿Por qué harías eso?
—Porque me gustas, pero no puedo obligarte a qué yo te guste también, además se lo mal que le caigo a ti familia, tampoco quiero que tengas problemas —explico. Sin pensarlo mucho, el de cabello rosa se inclinó hacia adelante y lo besó suavemente. Sintiendo como los labios de Hyunjin se apoderaban suavemente de los suyos, Cuando se separaron, lo miró intensamente y le preguntó:
—Si te diera la oportunidad de hacerme cambiar de opinión, ¿la tomarías? —Investigó el de cabello rosa dejando al rubio algo sorprendido.
—Sí, lo haría... ¿Estás seguro?
—No te digo que estoy para que pienses que te quiero usar para olvidar a Minho... Simplemente no me quiero cerrar a la oportunidad.
—¿Que oportunidad?
—De verte menos insoportable —Soltó haciendo sonreír a Hyunjin.
—¿Osea que puedo llevarte mañana al instituto? —Jeongin no respondió y simplemente se bajó del auto —¿Es un si?
—Vete a tu casa —Se quejó adentrándose en la de el.
(....)
La noche anterior, jeongin había dado vueltas en su cama, incapaz de sacar a Hyunjin de su mente. Las palabras que habían compartido en el coche resonaban como un eco persistente. ¿Por qué Hyunjin se portada de esa manera? ¿Que tanto le gustaba?¿Cuando fué que dejó de ver a Hyunjin como una plaga la cual debía extinguirse?
La mañana siguiente, el sol se filtró tímidamente a través de las cortinas de la habitación del pelirosa. Se levantó con una sensación de urgencia, como si el tiempo se hubiera acelerado. El día paso bastante rápido sin embargo a la hora del ensayo jeongin observó que faltaba Hyunjin así que suspiró y salió en busca del mayor.
En el pasillo, el pelirosa buscó a Hyunjin. Pero no había rastro de él. No en el aula de literatura ni en la cafetería. No en los jardines ni en la biblioteca. La ansiedad creció en su pecho mientras recorría los pasillos, preguntando a otros estudiantes si lo habían visto.
Finalmente, en un rincón apartado, encontró a Hyunjin. Estaba solo en un aula vacía, rodeado de lienzos y pinceles. Su cabello caía sobre su frente mientras se concentraba en su obra. Jeongin se quedó sin aliento.
Hyunjin estaba pintando
De todas las personas, jamás pensó que a Hyunjin le interesará el arte, estaba allí, creando arte con pasión. Sus ojos oscuros seguían los trazos del pincel, y su expresión era de completa inmersión.
El pelirosa se acercó con cautela.—Hyunjin— susurró. El chico no se inmutó. Parecía estar en otro mundo, uno donde las palabras no eran necesarias. Jeongin observó el lienzo: un paisaje de montañas, con picos nevados y un cielo estrellado. Era hermoso y melancólico a la vez.
—¿Qué estás pintando?—, preguntó jeongin finalmente.
Jin levantó la mirada, sorprendido de verlo allí. —Las estrellas—, respondió.— Siempre las estrellas. Son como destellos de historias que aún no hemos vivido.
Jeongin no entendía del todo, pero no importaba. Se sentó junto a Jin, observando cómo los colores se mezclaban en el lienzo. —¿Por qué no viniste al ensayo? —preguntó.
Hyunjin sonrió, y por un momento, el corazón de Jeongin latió con fuerza, los ojos de Hyunjin eran una completa maravilla, con solo verlo se sentía atraído hacia el mayor —Perdon, me perdí en lo que hacía...
—No pensé que te gustará el arte —añadio.
—Hay muchas cosas de mi que aún no sabes —Fue entonces cuando noto que por primera vez estaban teniendo una conversación bastante normal —Me gusta pintar, porque el arte cuenta una historia.
—Estas enamorado del arte.
—Del arte, del deporte, todo aquello que me pueda hacer sentir yo mismo y no me limite.
Jeongin asintió, sintiendo que había descubierto un secreto compartido. —¿Y qué historia estás contando en esa pintura?
Hyunjin señaló el cielo estrellado en su lienzo. —La nuestra—, dijo. —Una historia que aún no hemos vivido, pero que está escrita en las estrellas...
—Mas bien somos como Romeo y Julieta, míralo así, mi familia odia a la tuya y yo te odio a ti.
—Es más como un enemies to lovers mal contado —Carcajeo el rubio
—Solo que nunca pasamos al «lovers»
—¿Quien lo dice? —Ambos se quedaron en silencio observandose mientras sus corazones latían con fuerza, las vagas manos de Jeongin se dirigieron al cuello de mayor donde reposaron, sonrió y luego habló: —Aqui es donde nos besamos para romper la tensión, hwang.
—Yo...
—¡Hwang! —Una tercera voz hizo que los chicos se separaran rápidamente, Minho se adentró en el salón observando aquellos chicos en silencio —Tenemos practica, camina chan nos necesita.
—Si, voy... Nos vemos después.
—Esta bien —Hyunjin salió primero dejado a Minho atrás quien observó a Jeongin de reojo.
Jeongin aún sentía su corazón quebrarse cuando se trataba de Minho por qué aunque ahora estaba dispuesto a olvidarlo... No dejaba de doler.
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