El domingo por la mañana, Jeongin llegó a su casa con el corazón pesado. Saludó a su madre al entrar.

—Hola, mamá.

Su madre, ocupada en la cocina, le devolvió el saludo con una sonrisa cálida.

—Hola, hijo. ¿Cómo te fue el fin de semana?

Jeongin trató de sonreír, pero la tristeza en sus ojos era evidente.

—Bien, supongo.

Su madre notó el tono en su voz y se acercó, preocupada.

—¿Estás seguro? Pareces un poco apagado...¿Sucedió algo?

Jeongin suspiró y se dejó caer en una silla.

—Es complicado, mamá...

Su madre se sentó a su lado y le tomó la mano.

—¿Quieres hablar de ello?¿Pasó algo con Hyunjin?

Jeongin asintió lentamente y comenzó a contarle todo lo que había sucedido. Las palabras salieron con dificultad, pero su madre escuchó pacientemente, sin interrumpirlo.

—¿Desde cuándo te importa?

—Desde que veo a mi hijo mal, ¿Te hizo algo?¿Algo que no querías?¿Te dijo algo...?

—No sé qué hacer, mamá. Siento que todo lo que hice no significó nada para él.

Su madre le dio un apretón en la mano y le sonrió con ternura.

—A veces, las personas dicen cosas que no sienten realmente cuando están confundidas o asustadas. Dale tiempo, Jeongin. Y recuerda que siempre estaré aquí para ti...  Además así está mejor el nunca me agra...

—¿Y crees que no lo se?¿Si quiera estás preocupada? ¿O simplemente estás feliz por qué todo se fue a la mierda?

—Jeongin...

—Quiero estar solo, voy a mi cuarto.

Al llegar a su habitación se dejó caer en la cama sintiendo como su corazón pesaba más.

Entonces...

Todo, se había acabado.

(...)

Pasaron los días y Jeongin parecía ir de mal en peor. ¿Cómo era posible? Al comienzo del ciclo escolar, Jeongin deseaba que Hyunjin ni se le acercara, que lo atropellada un camión, y ahora aquella distancia parecía querer matarlo. El día de la graduación llegó y Jeongin no podía evitar observar a lo lejos al rubio. Mordió su labio, pero Félix lo tomó del brazo para llamar su atención.

—¿Está todo bien? —preguntó Félix.

Jeongin solo asintió y, de reojo, volvió su vista a Hyunjin, sin esperar que esta vez estuviera observándolo.

Luego de la ceremonia, todos parecían felices mientras tomaban fotos con sus títulos. Sin embargo, Jeongin quería largarse de allí lo antes posible. Quizás no era el único que se encontraba mal, ya que Hyunjin estaba peor. Se sentía culpable y con ganas de mandar todo por la ventana e ir a abrazar a Innie, su Jeongin, el chico de cabello rosa que lo había impactado desde aquella vez en el teatro, el chico que casi atropella.

Sin poder evitarlo, Hyunjin se acercó a Jeongin. Este lo miró con ganas de llorar.

—Felicidades —dijo Hyunjin.

Jeongin asintió, respondiendo con voz apagada.

—Igualmente. ¿Vas a la fiesta en casa de Chan?

Hyunjin asintió. Ambos quedaron en silencio, pero en ese silencio se podía sentir cómo ambos querían besarse, abrazarse y tocarse.

—Ya me voy —dijo Hyunjin finalmente.

Jeongin asintió, viendo cómo Hyunjin se alejaba. Sin embargo, Minho se acercó y lo observó con preocupación.

—No es tu culpa —dijo Minho.

Jeongin encogió los hombros, sintiéndose perdido.

—No entiendo por qué se alejó tan drásticamente.

Minho dudó un momento antes de responder.

—Quizás se deba a lo que tu madre dijo.

Jeongin lo miró, confundido.

—¿Qué dijo mi madre?

Minho sintió haber pisado una mina y se quedó en silencio, sin saber cómo continuar.

—Primero no quise espiar yo solo... Escuché por accidente la conversación luego de la obra y...

—Minho, ya dime. ¿Que dijo mi madre?.

(...)

—¿Por qué le dijiste a Hyunjin que le quitarías su beca si seguía conmigo? —Indagó mientras se subía al auto de su madre y está lo observó.

—¿Te lo dijo?

—Osea que no es mentira, si lo hiciste —Se quejó —Teniamos un trato, me dejarías estar con el hasta hoy y...

—¿Enserio crees que ibas a poder detenerlo? Jeongin, te conozco eres igual de testarudo que tu padre, y harías lo que fuera para seguir con...

—¡Esa es mi decisión, no tuya! —gritó —Eres una egoísta...

—¿Egoísta? Lo hice por ti, por tu futuro, por tu...

—¡No! Lo hiciste por ti, por tu enojo hacia los Hwang y tu rencor hacia la madre de Hyunjin y tu tristeza por que tu familia perfecta se destruyo y eso termino afectandome también, ¡Hyunjin no tiene la culpa! Y mucho menos yo, ¿Por qué quieres que sea infeliz?¿Por qué amenazante su beca...? Es injusto...

—Jeongin...

—No, se supone que confiarias en mi,no harías nada por tu cuenta, Hyunjin no merecía eso... —Se quejó.

—Supongo que tienes razón... No quiero que acabes como yo...

—Hyunjin no es papá, el es una linda persona y aveces incluso algo bobo... —Explicó —Y yo lo trate mal... —Susurró —Si no quieres que me acerqué a él está bien, pero al menos trataré de disculparme con el...

—Jeongin...

—Si no tenemos nada amoroso su beca no tendrá problema, y está bien... Solo quiero aclarar las cosas con el.

—Esta bien.

(...)

La noche cayó y jeongin se arregló. Mirándose una vez más al espejo acomodo su cabello y asintió. Llevaba una camiseta estilo streetwear, caracterizado por la camiseta holgada blanca con un diseño gráfico negro en el frente, combinada con unos shorts negros que tienen un aspecto brillante y una media falda, similar al cuero. Unos calcetines amarillos pálidos que llegan hasta la mitad de la pantorrilla y zapatillas blancas con detalles negros.

—Ya me voy —Dijo mientras salía de su casa, sin esperar respuesta de su madre. Estando fuera pudo observar que la camioneta de Hyunjin no estaba, así que simplemente suspiró y fue entonces cuando changbin tocó la bocina de su auto llamando la atención del menor. Rápidamente subió al auto y al entrar sintió como su corazón latía con fuerza al ver que a su lado estaba Hyunjin.

Jeongin no podía apartar la mirada de aquel mayor, su cabello se veía mucho más corto, sin duda lo había cortado, sus ojos siguieron bajando cayendo en la ceja en la cual yacía un pequeño corte, para luego bajar a sus labios que eran adornados por un sexy piercing, ¿Como podía ser tan lindo? Sin embargo este ni siquiera lo miraba y por primera vez en toda su vida se sintió rechazado por Hyunjin.

—¡Innie!—gritó Félix llamando la atención del menor —Te ves guapo...

—Gracias lix, ¿Nos vamos?

—Seguro.

Jeongin se sentía tan pequeño al lado de Hyunjin y de reojo observó como este giraba su rostro hacia la ventana, ignorando  por completo al menor... O eso creía el pero la verdad era que Hyunjin estaba algo ruborizado, «¿Como podía ser tan tierno?» pensaba a sus adentros, es media falda, sus piernas, SUS PIERNAS... Hyunjin sentía que iba a colapsar en ese momento.

Al llegar a la fiesta todos bajaron del auto y jeongin observó cómo Hyunjin se adentraba en la casa.

—Hyunjin...