18 | celos y malentendidos
Jeongin se acercó a su madre con una mezcla de nerviosismo y esperanza.
—Mamá, ¿recuerdas la fiesta antes de la obra? Quiero que la casa se vea bonita —comenzó, intentando suavizar el terreno para lo que sabía que sería una conversación difícil.
Su madre, siempre atenta a los detalles, asintió con una sonrisa.
—Por supuesto, ini. No lo he olvidado.
Aprovechando el momento, Jeongin añadió rápidamente, —y hablando de la fiesta... recuerda que Hyunjin está invitado —La sonrisa de su madre se desvaneció, reemplazada por una mueca de desagrado.
—No me gusta la idea de que él venga —dijo con frialdad.
Jeongin sintió un nudo en el estómago, pero se mantuvo firme. —Él también es parte de la obra, mamá. Es importante para mí.
—No me agrada y lo sabes...
—A mi tampoco —mintió sintiendo como su corazón pesaba —Pero quiero que el esté por qué no puedo excluirlo...
Hubo un momento de tensión antes de que su madre suspirara, su expresión suavizándose ligeramente.
—Está bien -—oncedió finalmente, aunque Jeongin sabía que la conversación estaba lejos de terminar.
Más tarde esa noche, la silueta de Hyunjin apareció en la ventana de Jeongin. Con una agilidad sorprendente, se deslizó hacia adentro, una sonrisa juguetona en sus labios. Jeongin no pudo evitar sonreír ante la vista, su corazón latiendo con fuerza ante la presencia del chico que había ocupado todos sus pensamientos.
Sus labios se juntaron y jeongin rápidamente salto sobre Hyunjin quien lo tomó de los muslos hasta llevarlo a la cama y posicionarse sobre el. Jeongin cerró sus ojos al sentir los labios del mayor. Su cuerpo se congelaba al sentir la sensación de aquellos suaves labios. la lengua de Hyunjin vagamente viaja a la cavidad del menor adueñándose de la de este. Jeongin siendo incapaz de mover sus manos que se encontraban contra su pecho, por otro lado las manos de Hyunjin se deslizaron por dentro de aquel sweeter acariciando la desnuda piel de la espalda de este para luego empujarlo hacia el, uniendo sus cuerpos.
De una manera dulce Hyunjin se aleja del menor para darse la vuelta y subir a Jeongin a su regazo, sin embargo no duraron mucho tiempo hasta que hyunjin volvió a estar sobre el pelirosa, sus labios volvieron a tomar los del menor quien llevó sus manos a la nuca de este para poder aferrarse, el rubio presionó su pierna contra la entrepierna de Jeongin haciendo que se le escape un pequeño gemido. Hyunjin se alejó completamente del menor para observarlo.
se acercó nuevamente haciendo que algunos mechones de su cabello caigan sobre el rostro del menor dió una mordida al labio del menor para luego comenzar a repartir besos en la mandíbula de este bajando lentamente hasta llegar al cuello dónde lamió y chupó para dejar una marca notoria.
—Hyunjin... Quería hablar contigo —Suspiró y Hyunjin negó.
—Luego
—Es importante... Es sobre la fiesta del sábado —Hyunjin gruñó y observó al pelirosa.
—¿Qué sucede?
—Quizas no te guste pero... ¿Te molestaría actuar de manera distante conmigo el sábado? —Investigó haciendo que Hyunjin alce la ceja —Mi...
—No entiendo por qué me odia tanto, nunca le hice nada y no es justo que me lo pidas cuando... ¿Por qué no le has dicho?
—¿Decirle que?
—Esto... Lo que tenemos...
—¿Tenemos? —pregunto —no tenemos nada hyunjin —Jeongin miró a Hyunjin con una mezcla de ansiedad y determinación. El aire estaba cargado de tensión mientras los dos se enfrentaban en la penumbra de la habitación.
Jeongin se mordió el labio inferior. No había esperado que las cosas se complicaran tanto. Él y Hyunjin habían compartido momentos íntimos, secretos que nadie más conocía. Pero aún no eran nada oficial. No había título, no había compromiso. Solo una conexión eléctrica que los unía.
—No tenemos nada —murmuró Jeongin— No hay nada que contar.
Hyunjin apretó los puños. La rabia brillaba en sus ojos. Había algo más, algo que Jeongin no quería admitir.
—¿Y qué hay de lo que ocurrió en tu auto? ¿O en la piscina? —soltó Hyunjin, su voz temblando —¿Vas a negarlo también?
Jeongin se quedó en silencio. No podía negarlo. Los recuerdos ardían en su piel, cada roce, cada beso. Pero su madre... su madre era la razón por la que no podía dar un paso más allá.
—No estoy listo para decepcionarla —susurró Jeongin—. No puedo... Ella es todo lo que tengo y...
Hyunjin se acercó, su aliento rozando la mejilla de Jeongin. El aroma a lluvia y deseo llenaba la habitación.
—Si crees que soy una decepción, ¿por qué arriesgarte? —preguntó Hyunjin, su voz suave ahora.
Jeongin tragó saliva. No quería perderlo. Pero tampoco quería romper el corazón de su madre. La elección era imposible.
Hyunjin se movió hacia la ventana, dispuesto a escapar una vez más. Pero Jeongin lo detuvo, agarrándolo del brazo.
—Me gustas —confesó Jeongin — Pero nunca he hecho algo así antes...
—Actuaré distante en la fiesta del sábado —dijo Hyunjin —Así no pasará nada, ten una linda noche jeongin...
—Quedate conmigo —Pidió mientras lo abrazaba y hyunjin negó.
—Nos vemos en el instituto —aquello último —habia sonado desgarrador para el pelirosado.
Pero Jeongin sabía que no sería tan fácil. Los secretos seguían al borde del abismo, amenazando con caer y arrastrarlos consigo. Y en esa fina línea entre el deseo y la responsabilidad, Jeongin se preguntó si alguna vez podría encontrar la paz.
(...)
Los días pasaron y la noche de la fiesta llegó , jeongin se miró una vez más al espejo y suspiró llamando la atención de su amigo.
—me dirás qué te sucede o seguiremos fingiendo que nada —Soltó el pecoso a lo que jeongin simple suspiró.
—Estoy bien —mintió y felix negó.
—Te conozco y...
—Estuve viéndome con Hyunjin, ¿Ok? —Soltó y felix solo hizo silencio —Tuvimos sexo y la pasamos bien, pero no estoy listo para decirle a mi madre, más sabiendo toda la verdad y el no lo sabe y eso me genera culpa pero no quiero sentirme así por que creo que en el fondo es alguien tierno y...
—Te gusta, solo no quieres enfrentar la realidad —Bramó Félix —Y te entiendo, pero... ¿Como harás hoy?
—Le pedí que fuera distante y el aceptó pero... Se que no está de acuerdo y... Mierda, ¿Cuando se volvió todo tan complicado? —investigo dejándose caer en la cama y Félix suspiró —Yo solo espero que no se complique más...
(...)
—Cuando dije que quería que fuera distante no me refería a que anduviera de risueño con Karina... —Resoplo el de cabello rosa mientras Félix intentaba contener la risa.
—Venga disimula un poco, tu madre está mirando y creo que...
—A este punto no se que quiero, me voy... —Bramó mientras se iba caminando lejos de su amigo.
—Esta es tu casa innie...
Estando en su habitación se dejó caer en su cama recapacitando lo que había dicho la noche anterior, Hyunjin no era un error, le gustaba... Sin embargo no quería mantenerlo en secreto, pero tampoco quería decirlo, se encontraba entre espadas y odiaba sentir celos. Suspiró nuevamente y la puerta de su habitación fue abierta.
El pelirosado observó la persona y sonrió levantándose y tomando impulso para saltar sobre el enrollando sus piernas al rededor de la cintura del rubio quien se tambaleó un poco pero lo tomó de los muslos para juntar sus labios. Entre tropezones lograron llegar a la cama, mientras hyunjin se sentaban, el pelirosa se encontraba en su regazo.
un cálido beso con pequeños momentos de intensidad haciendo que ambos se sientan tan cómodos con el otro, como si fuera eso lo que necesitarán para y fue entonces cuando aquellos sentimientos confusos en jeongin tuvieron sentido, sin embargo no dijo mas nada.
—Quiero follarte...
—que romántico, animal —Bromeo jeongin haciendo que Hyunjin sonría —Lamento haberte tratado no tan bien...
—Dejalo, eso no importa...
—No, si lo hace... Es como te veo y como quiero que los demás te vean...
—No entiendo...
—Que eres mío Hyunjin —Hyunjin no pudo evitar sonreír, para luego morder su labio inferior —Pero aún así... Mi mamá no lo sabe y si se entera no sé cómo se lo va a tomar yo...
—No te preocupes, ya lo se —Jeongin rápidamente se quitó del regazo del mayor al escuchar aquella voz molesta...
Lo sabía, ella lo sabía...
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