15 | ¿Quieres o no?
Hyunjin miró a Jeongin con una mezcla de sorpresa y cautela. -¿Qué haces aquí? - preguntó, su voz apenas un susurro en la habitación silenciosa.
Jeongin dio un paso adelante, su determinación reflejada en sus ojos. -Vine a verte -dijo con firmeza. -Necesito disculparme...-Pero antes de que pudiera continuar, Hyunjin lo interrumpió.
-No voy a caer esta vez -dijo Hyunjin, con una sonrisa triste. -No es cuando tú quieras, y no puedes seguir jugando con mis sentimientos.
Jeongin sacudió la cabeza, su expresión seria, tomándolo de la mejilla -No entiendes, Hyunjin. No estoy aquí para jugar. Necesito que entiendas mi lugar. No quiero decepcionar a mi madre, pero estoy cansado de eso. No es tu culpa, pero no puedo dejar de pensar en ello.
Hyunjin frunció el ceño, la confusión y el dolor evidentes en su rostro. -Te vi feliz con Minho. No quiero ser parte de eso. Ustedes dos son tal para cual.
-Minho no me gusta -insistió Jeongin -Fue solo una ilusión porque siempre lo romantizaba. Pero ahora, lo que siento por ti... es diferente.
Hyunjin lo miró fijamente, buscando la verdad en sus palabras. -¿Y qué sientes por mí?
Jeongin suspiró, su corazón latiendo fuerte. -Estoy confundido, pero tal vez sí me gustas. Antes me esforzaba por estar lejos de ti, y ahora quiero estar cerca. -Se acercó a Hyunjin y se sentó en su regazo. -Nunca te usé para olvidar a Minho.
Hyunjin pasó una mano por el cabello de Jeongin, su toque suave pero lleno de emoción
-Algo me dice que no debería creerte,- murmuró -pero voy a ignorar esa voz esta vez.
Y con esas palabras, Hyunjin cerró la distancia entre ellos, sellando su aceptación con un beso que prometía nuevos comienzos.
El beso fue cauteloso al principio, como si ambos temieran romper la delicada burbuja de su realidad compartida. Pero a medida que la certeza de sus sentimientos se fortalecía, el beso se profundizó, y Hyunjin se encontró correspondiendo con una pasión que había estado reprimiendo durante demasiado tiempo.
Cuando finalmente se separaron, ambos estaban sin aliento, sus frentes apoyadas la una contra la otra. -¿Qué sucede después? -Investigó Hyunjin.
-No lo sé, pero... -Sus labios volvieron a los del rubio -No quiero pensar en eso ahora -sus besos bajaron hasta el menton del rubio, Hyunjin gimió, jeongin subió a su regazo bajando sus besos a la clavícula del mayor, delizando sus manos dentro de la camiseta holgada haciendo que Hyunjin muerda sus labios...
-Espera esper... Esto... -jeongin ignoró las palabras entrecortadas del mayor y comenzó a mover sus caderas sobre sobre el regazo, creando una excitante fricción -Jeongin -El pelirrosa lo observó y sin esperar que este siguiera hablando se lanzó sobre sus labios lamiendo y chupándolos. los abultados labios de Hyunjin se encontraban sobre los de el rozando con lentitud. Y lo odió, porque se sentía tan bien, quería un poco más, pensó que tal vez allí acabaría pero no, la otra mano de hyunjin se posó sobre la cintura del menor acercándolo más a él para profundizar aquel beso.
Jeongin siguió toqueteando el pecho del mayor para luego alejarse y ayudarlo a quitarse la camiseta observando el tonificado cuerpo del mayor para luego acercarse nuevamente y acercar sus labios nuevamente besando con locura el cuello, elevandose un poco para besar la nuca erizando el cuerpo contrario. Volviendo a los labios de Hyunjin
Se sentía tan bien para ambos, los suaves labios de jeongin haciendo el beso un poco lento, cálido, suave...pero con pequeños momentos de intensidad, la mente de Hyunjin era un revoltijo en ese momento, sentía el calor sobre sus mejillas y su cuerpo vibraba ante la sensación de los labios del menor.
Hyunjin detuvo el beso sin despegar los labios de los del mayor, y poco a poco Jeongin abrió sus ojos para encontrarse con esos hermosos ojos del rubio, haciendo que su corazón lata con fuerza.
-Yo nunca... -sin dejar que el rubio hablara, Jeongin se alejó un poco para empujarlo haciendo que Hyunjin caiga sobre el colchón. El pelirrosa se quita la camiseta y sus labios vuelvan a caer sobre la palida piel del dorso de Hyunjin, dejando una linea de besos desde la clavícula hasta llegar a su pelvis, observó una vez más al rubio quien tenía la respiración acelerada y encontrada. Sin embargo aquella mirada era bastante ardiente para el mayor. Jeongin llevó sus manos al dobladillo del pijama haciendo que Hyunjin lo detenga -¿Qué haces? -Investigó.
-¿Tu que crees?
-no se si quiera...
-Pues tu amigo dice otra cosa -Dijo con algo de diversión -¿Vas a dejarme? -Jeongin bajó el pijama para mirar una vez a Hyunjin y sonrió al ver el miembro erecto del mayor.
-Jeongin espera, esto no...mmhg -Gruñó al sentir como jeongin llevaba su miembro a la boca chupando con algo de fuerza -Oye jeongin...
-¿No quieres? -Indagó mientras lo observaba. Hyunjin sorprendido por la actitud del pelirosa, no sabía que decir sin embargo al no recibir respuesta del rubio, el menor siguió lamiendo para luego introducirlo nuevamente y chupar, presionando con fuerza su lengua sintiendo como el miembro comenzaba a endurecerse. Hyunjin mordió su labio y tomó a jeongin del cabello haciendo gruñir a este, elevó sus caderas follando la boca de jeongin.
Hyunjin sacó su miembro de la boca del pelirosa observando como las mejillas de este permanecían ruborizadas y sus labios entreabiertos. Jeongin se levantó para comenzar a sacar su y acercarse a Hyunjin para plantar un beso en los labios del rubio, sintiendo la suavidad de sus labios de Hyunjin para luego morder con algo de fuerza, haciéndolo gruñir.
-¡Joder! -Soltó con su voz encontrada. Jeongin no pudo evitar reír, para llevar su mano y comenzar a masturbarlo, creando un chasquido gracias al líquido pre seminal. Hyunjin aferró sus manos con fuerza a las sábanas y sentir como aquel orgasmo se aproximaba a su cuerpo.
Éxtasis llegó a su cuerpo corriendose en la mano de su menor gimiendo con algo de fuerza, su respiración estaba acelerada quería decir algo pero no pudo porque los labios de jeongin se adueñaron de este.
-¡Hyunjin ya llegué! -Gritó Changbin desde la puerta haciendo que jeongin miré a Hyunjin y este maldiga a sus adentros. -Vamos jinnie abre la puerta, se que estás deprimido por lo de tu Julieta pero ey...
-¡Cierra la boca Changbin! -Gritó rápidamente Hyunjin haciendo carcajear al pelirosa...
-¿Tu Julieta? -Susurro -mirandolo con cautela.
-Esta loco, ignóralo...
-Aja -Jeongin tomó una almohada y se la puso en su miembro -Disfruta tu noche con Bin... -Estaba por irse sin embargo Hyunjin lo detuvo.
-¿Hyunjin?¿Puedo pasar?
-Quedate veremos películas y chan vendrá dentro de un rato -Confesó
-No sé si deba, yo..
-¿Hyunjin?
-¡Pasa maldita sea! -Se quejó exasperado haciendo que el pelinegro abra la puerta y se encuentre a jeongin colocándose su camiseta al terminar volvió a acercarse a Hyunjin para plantar un beso en los labios del rubio y salir sin antes despedirse de Changbin.
Hyunjin se quedó inmóvil, el eco del cierre de la puerta aún resonaba en la habitación. La sensación de los labios de Jeongin contra los suyos era una dulce presencia que se negaba a desvanecerse. Una sonrisa boba se dibujó en su rostro, una que intentó ocultar cuando Changbin entró en la habitación.
-¿Listo para la película? -preguntó Changbin, notando la expresión aturdida de Hyunjin.
-Claro -respondió Hyunjin, su voz un poco más alta de lo normal. -Pongámosla.
Mientras la noche se desplegaba y las escenas de la película se sucedían ante sus ojos, Hyunjin luchaba por mantener su mente en el presente. Los recuerdos de Jeongin, el beso y la mamada que compartieron minutos antes de que Changbin llegara lo consumían. Era como si cada escena de la película fuera un reflejo distorsionado de ese momento, cada diálogo una sombra de las palabras no dichas entre ellos.
Jeongin también estaba despierto, reviviendo el mismo momento una y otra vez en su mente. Se sentía prohibido, sí, pero era esa misma prohibición la que le daba un sabor tan embriagador. Era un secreto que llevaba consigo, un secreto que lo hacía sonreír en la oscuridad de su habitación.
La noche avanzaba, y con cada hora que pasaba, el deseo de Hyunjin de ver a Jeongin de nuevo crecía. Sabía que lo que había entre ellos era complicado, tal vez incluso erróneo a los ojos de algunos, pero no podía negar la verdad de su corazón.
Y así, mientras la película llegaba a su fin y las luces se encendían. Y a media noche Hyunjin se había escondido en el baño un rato para dejar de pensar en lo que sucedió, por qué solo aquella imagen de la mirada de jeongin hacia que este se le erizara el cuerpo y su polla vibrara.
Deseaba más, mucho más, que una simple tocada.
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