12 | sentimientos confusos
—¿Entonces te gusta Hyunjin? —investigó el de pecas.
—No exactamente...
—Ok, entonces es Minho... Ya me perdí —Admitió.
—Creo que he pasado tanto tiempo cerrado a la idea de que yo soy para Minho y el para mí que me límite sentir algo por otras personas —Explicó.
Felix se encontraba algo sorprendido—Vaya, tu solo lo admitiste, enserio me enorgullece pero... ¿Si te gusta Hyunjin o...?
—Quizas solo sea un capricho, no lo sé pero por alguna razón hace que mi corazón se acelere mucho por mucho tiempo y me pone muy muy muy... —Sus mejillas comenzaron a sonrojarse a lo que su amigo comprendió y comenzó a reírse.
—ok, hace que quieras follar... Es normal.
—Pero quiero aclarar que no me parece lindo y aún sigue pareciendo me jodidamente irritante su mera existencia me molesta y además...
—Ok, entonces te cae mal pero también te gusta y le traes ganas... —Ambos quedaron algo confundidos por unos segundos sin embargo fue Félix quien volvió hablar —Entonces, ¿Que harás con Minho?
—Igual, Hyunjin... El es hetero desde que tengo memoria a salido con chicas, así que ya se le pasará solo está "experimentado" —Explicó haciendo que Felix alce la ceja.
—Ok, ¿Entonces eso no te molesta?
—Para nada.
—¿Ya lo aceptaste?
—En absoluto...
—Que bueno, entonces te gusta pero estas consiente de que es un hetero curioso y que solo está jugando al Romeo contigo, y obviamente no has renunciado a tus sentimientos por Minho y te estás cerrando nuevamente a la posibilidad, pero dices que estas abriendo a la posibilidad de conocer a alguien mas, pero no abrirte demasiado por qué si te terminas enamorando de Hyunjin y el resulta ser un hetero curioso saldrá perdiendo tu y que además...
—Momento, eso... No fue lo que dije...
—¡¿Entonces que mierda dijiste Yang Jeongin?! por qué no te entiendo y voy a llorar por tu culpa —Se quejó el rubio.
—Si me gusta Hyunjin, pero aún no renuncio a mis sentimientos hacia Minho no es fácil, ¿Ok? —Se quejó dejándose caer en la cama —Aunque, no me siento igual, hace unas semanas hubiera negado rotundamente qué Minho podría dañar a una mosca... Pero ahora, lo cuestiono mucho.
—Tranquilo, solo no lo pienses tanto.
(...)
El estadio vibraba con la emoción del partido. El pelirosa y su amigo se encontraban en las primeras filas, sus ojos fijos en el campo de fútbol. Las luces del lugar iluminaba el césped, y el aire estaba cargado de adrenalina.
Jeongin no podía evitar mirar a Hyunjin. Cada vez que él tocaba el balón, su corazón latía con fuerza. Sus ojos seguían cada movimiento, cada regate, como si el mundo entero se redujera a ese instante. Felix, lo observaba con complicidad. Sabía que algo especial estaba sucediendo en el corazón de Jeongin.
El marcador estaba igualado. Ambos equipos luchaban con pasión. El público rugía con cada jugada. Jeongin sentía la tensión en el ambiente. Hyunjin se preparaba para lanzar el último gol que decidiría el partido. el pelirosa apretó los puños, deseando que el balón entrara en la red.
Pero entonces, algo inesperado sucedió. Minho, arrebató el balón a Hyunjin. El estadio se quedó en silencio un segundo antes de estallar en aplausos cuando el disparo de Min se convirtió en gol. El equipo, sin embargo la victoria se escapó de las manos de Hyunjin.
Osea que no podría darle el beso a jeongin...
Jeongin sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos. Hyunjin había hecho una promesa antes del partido. Pero ahora, Minho se acercaba a el con una sonrisa triunfante en los labios. Jeongin estaba desconcertado. ¿Qué significaba esto? ¿Por qué se sentía tan decepcionado?
Minho se inclinó hacia el, y sin previo aviso, lo besó. Sus labios eran suaves y cálidos, y el mundo pareció detenerse por un instante. Jeongin cerró los ojos, sintiendo la confusión y la atracción, sin embargo el pensamiento «no es Hyunjin» paso por su cabeza. Cuando Minho se separó, lo miró intensamente y le preguntó:
—¿Quieres ser mi novio?
El pelirosa no sabía qué decir. Su mente estaba en blanco, y su corazón latía descontrolado. Miró a Hyunjin, quien la observaba desde el campo con una expresión de tristeza. Recordó sus risas, sus conversaciones. Además la noche anterior y aquellos besos que no podía sacar de su cabeza, una semana, solo una semana y ya Hyunjin había llevado sus maletas al corazón del menor. Pero también pensó en Minho, había estado enamorado de el desde hace mucho, pero por alguna razón ya no se sentía igual.
—Innie, ¿qué dices? —insistió Minho, acercándose aún más.
Jeongin tragó saliva. Las lágrimas amenazaban con caer. No podía elegir en ese momento. Su corazón estaba dividido, y la decisión parecía imposible. Sin pronunciar palabra, se levantó de su asiento y salió corriendo lejos del estadio. Las lágrimas se mezclaban con el viento mientras corría hasta llegar al estacionamiento.
¿Cuando había Sido?
El estacionamiento estaba desierto cuando Hyunjin siguió a jeongin después del partido. La luz de los faros de los autos parpadeaba sobre el asfalto, y el sonido de sus pasos resonaba en el aire. Jeongin estaba apoyado contra una columna, los hombros encorvados, y lágrimas silenciosas surcaban sus mejillas.
Hyunjin se acercó con cautela. No quería invadir su espacio, pero no podía quedarse sin decir nada. Se aclaró la garganta y habló:
—¡ey!, no pude besarte delante de todos, pero quiero que sepas que estoy muy feliz. Ganamos gracias a Minho-
Jeongin lo interrumpió con una risa amarga.
—¿Cuándo pasó esto? —preguntó, mirándolo con ojos enrojecidos—. A pesar de que me pareces irritante y feo, no puedo dejar de pensar en ti. Y además... Deseaba con todas mis ansias que hubieras sido tú quien me besara.
Hyunjin sintió cómo su corazón se aceleraba. Quería decir algo, explicarle que había una razón detrás de su acto, pero en ese momento, Chris, lo llamó desde la entrada del estacionamiento.
—¡Hyunnie, vamos a celebrar! —gritó Chris—. ¡Estamos en la final!
Hyunjin miró al pelirosa, quien asintió con tristeza. La oportunidad de hablar se desvanecía. Invitó a jeongin a unirse a ellos, y él aceptó. La casa de Chris estaba llena de risas y euforia. Todos celebraban la victoria, pero Hyunjin no podía quitarse al pelirosa de la cabeza.
En medio de la algarabía, Minho llamó a Jeongin aparte. Se alejaron hacia un rincón más oscuro.
—¿Vas a darme una respuesta? —preguntó—. ¿Yo te gustó, verdad ?
Jeongin frunció el ceño.
—Eres un hipócrita —dijo—. Solo lo haces por tu estúpida rivalidad con Hyunjin... Ni siquiera pensaste en mi
Minho, sonrió con suficiencia.
—No tienes idea de lo que siento —respondió—. No tengo nada que envidiarle al imbécil de Hyunjin
Jeongin, se había cansado.
—Si no sientes nada, déjame en paz —murmuró, alejándose, el chico intentó tomarlo del brazo pero este se alejó. Se acercó al rubio, quien lo esperaba cerca de la puerta. Hyunjin lo miró con ojos inquisitivos, pero antes de que pudiera decir algo, jeongin habló:
—Llévame a casa.
Hyunjin asintió, y juntos salieron de la casa de. El camino estaba lleno de silencio, pero en el interior de Jeongin, las emociones se agitaban como un torbellino. ¿Por qué su corazón seguía dividido entre dos chicos tan diferentes?
—¿Estás bien? —Investigó a lo que jeongin negó... —¿Es por lo de Minho?
—Quizas, ahora que lo pienso casi no me hablaba antes de que tu ya sabes dijeras que te gustó y eso...
—Nunca mentí y...
—Hyunjin, te gustan las chicas y esto solo son sentimientos pasajeros.
—No estés tan seguro —Habló dejando a jeongin algo confundido —Mi atracción hacia ti viene desde antes solo que me negaba aceptarlo, antes pensé que era admiración, pero luego de verte hace unas semanas yo... Me gustas y yo-
Hyunjin no pudo decir más nada ya que los labios de jeongin se encontraban sobre los suyos, un cálido beso con pequeños momentos de intensidad haciendo que ambos se sientan tan cómodos con el otro, como si fuera eso lo que necesitarán para y fue entonces cuando aquellos sentimientos confusos en jeongin tuvieron sentido, sin embargo no dijo mas nada.
—b-buenas noches, Hyunjin —Musitó para luego bajarse del auto.
Estando en su habitación sonrió, haciendo que su corazón latiera con mucha fuerza, quedándose dormido entre pensamientos y Hyunjin.
🦊.
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