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Recomiendo leer el capitulo pasado ya que ha pasado tiempo desde la ultima actualización y ni yo me acordaba de que seguía jaja.

- ¿Jess? - me acababa de despertar y claramente yo ya no quería seguir en la cama después de haber pasado básicamente toda la noche durmiendo. 

Adoro a Jess Lupin como nunca creí llegar a adorar a otra amiga. Es demasiado linda y amable y considero que es una de mis mejores amigas... bueno, mi única amiga. Junto con Hailee y Brent. Pero supuse que tendríamos una noche de lo mas divertida cuando solamente vimos una película y nos quedamos dormidas. Por ende, yo no estaba para nada cansada ni con sueño y ella seguía de lo mas dormida.

Fue por eso que me puse de pie, lo mas silenciosa posible y salí de la habitación. En parte, me quedé porque tenía toda la intención de ver a mi padre, quien si no me equivoco, vive aquí con Remus pero no esta. No estuvo en toda la noche y eso fue para mi tan estresante.

En fin, bajé a la cocina y veo que Remus estaba ahí sentado tomando de una taza de café y leyendo de un libro.

- Morgan. - este sorprendido de verme, tan solo baja de su libro. - ¿qué haces despierta?

- son las ocho de la mañana... no es para nada irreal esta hora para despertarse. - reí y el tan solo me sonríe. - ¿te puedo hacer compañía por mientras?

- claro. - este se pone de pie y va directo a la cocina mientras yo me siento. - ¿quieres algo de desayunar? tengo um... ¿pan? ¿pan con leche?

- oh, estoy bien. Muchas gracias. - negué con la cabeza y este se regresa a su lugar. - tu sigue con tu lectura, yo por mientras... espero.

- a Sirius ¿Verdad? - Remus es una persona muy pero muy inteligente. Cada movimiento o pensamiento que tengo, parece saberlo desde antes y eso me preocupa. Eso solo significa que en cualquier momento, el podría deducir mi plan respecto a James. - tuvo que salir, lamento que no pudieras verlo.

- ¿puedo saber a dónde es que fue?

- um... a checar de unos asuntos familiares, es todo. Pero no te pierdes de nada, son gente terrible y...

- ¿tengo más familia? - pregunté emocionada, y es que, me encantaría conocerlos a todos. - ¿tengo abuelos?

- los tienes, si. 

- ¿qué me dices de tíos? - el hace una mueca, y cuando esta por abrir su boca, alguien toca de la puerta. - ese debe ser Sirius.

Me puse de pie, con mucha emoción y corrí velozmente hasta la entrada para abrir de la puerta y solamente me encuentro con James. Lo miré con el ceño fruncido y es que, este llevaba en manos una canasta. 

- ¿buenos días? - dije confundida.

- traje desayuno. - aw, eso es algo tierno. Mas por como venía vestido con un suéter rojo vino y tan solo unos jeans pero si, admito que se veía lindo. - para todos, claro.

- es bastante temprano... no me digas que vas a empezar a preocuparte por mi y pensar que estaba en peligro.

- obviamente no. Yo sé que estas en buenas manos con Remus. - dice asomándose y saludando a lo lejos a su amigo. - ¿se quedaron a dormir chicos con ustedes?

- no. - dije con disgusto pero más que nada por la pregunta. - James ¿a donde vas con esto? - este no dice nada y pasa dentro de la casa, en lo que yo empiezo a razonar su pregunta, yo tan solo sonrío. - me extrañaste.

- ¿perdona?

- supuse que invitarías a Olivia tu novia. No creí que pasarías la noche solo. - levanté ambos hombros. - descuida, hoy ya regreso a la casa.

- no te extrañé. - no le creo nada. - y no, no vi a Olivia porque quedamos hoy de cenar juntos. - hice cara de disgusto. - se que no te agrada... pero solo será un rato.

- ah por mí esta bien, realmente. Yo voy a salir. - me voltee para regresar a la cocina con Remus y este me sigue.

- ¿salir? ¿con quién?

- buenos días, James. - Remus dice y empieza a ver de la canasta con comida. - perfecto, porque no tenía nada de ganas de cocinar y...

- ¿con quién? - James lo interrumpe y sigue viéndome molesto. - ¿en una cita?

- no exactamente, solo es una fiesta. - reí mientras tomaba asiento enfrente suyo. - con el equipo de basquetbol pero el de los chicos.

- no los conozco. 

- ¿tienes que conocerlos para qué pueda salir con ellos? - me crucé de brazos.

- oh, es pan. Genial... yo ya tenía pan aquí. - Remus seguía hablando solo y nadie le estaba prestando del todo atención. - pero puede funcionar, hay diferentes cosas.

- no pero nada me asegura que sean buenos chicos. Ya conocí a tus compañeras y fueron tan groseras contigo y...

- oh basta, no tenías que traer ese tema a la mesa. - lo logró, me hizo enojar. - si, quizás no tenga amigas pero amigos sí, y creo que puedes vivir con ello.

- lo que no tenemos es leche y creo que eso era muy pero muy importante ahora que lo pienso. - Remus dice.

- no, no puedo Morgan. Porque esos chicos no son tus amigos... se perfectamente que es lo que esperan de ti. Todo hombre es así.

- claro que no.

- te lo puedo asegurar.

- ¿tú eres así? - no me dice nada, por fin se queda callado y le puse los ojos en blanco. - no, como podrás ver, no todos son iguales.

- no vas a ir a esa fiesta ¿de acuerdo?

- no eres mi padre. - reí y se volvió el momento mas incómodo de todos ya que, claramente, ni siquiera mi padre estaba presente. - cierto, cierto... eres lo mas cercano que tengo a uno.

- ¡no! - James dice de inmediato.

- si, obviamente si... estoy rondeando de casa a casa en lo que mi padre decide mostrarse. - sonreí pero era mas que nada para aguantar las ganas de llorar. - ¿y sabes qué? decido en estos momentos irme de aquí.

- Morgan... - Remus empieza a decir.

- ¿dices que Sirius esta ocupado, cierto? - me voltee para verlo a este y asiente con la cabeza. - perfecto, no tengo porque seguir aquí donde solo estoy discutiendo con su mejor amigo.

- de acuerdo, vamos a casa. - James toma sus llaves y salimos ambos de la casa de los Lupin. Este me abre la puerta del carro pero me niego a subir y me voy caminando sola. - ¿qué no querías regresar?

- no, dije que quería irme de aquí. Luego hablo con Jess y le explico porque me fui sin despedirme.

- sube al carro. - negué con la cabeza. - okay, iras a la fuerza. Realmente no me importa. - y me toma de la muñeca con la s suficiente fuerza como para que me doliera pero no me resistí. Solo me subí al carro y lo seguí. 

En todo el camino no nos dirigimos la palabra.

...

Pasaron horas y yo no salí de mi habitación, realmente no estaba de humor para verlo y me encontraba muy molesta con lo que había sucedido. Pero ya eran las siete de la tarde y ya tenía hambre, tenía que salir de mi habitación si o si. Pero de una vez me arreglé para la noche y mejor irme a cenar con mis amigos.

Cuando bajo las escaleras con mi bolso y ya lista para irme, este estaba en el sofá y me mira.

- voy a la fiesta, James. - dije y este niega con la cabeza. - vamos, al menos déjame ir a cenar con mis amigos.

- obviamente puedes ir a cenar. - sonreí. - pero vestida así no.

- oh vamos. - puse los ojos en blanco. - solo son unos pantalones y una blusa de tirantes... ni siquiera llevo falda.

- Morgan, se ve todo tu pecho con esa blusa. Todo el mundo va a estar viéndote y...

- creo que ese es el propósito de esta blusa. - reí y este me mira serio. - me voy a ir y no tengo porque pedirte permiso.

- estoy de verdad ya tan harto de ti, Morgan. - alcé las cejas sorprendida de lo que acababa de escuchar. - si, perdóname pero es que... estas volviendo a actuar como en un principio.

- ¿cómo?

- como la persona mas insoportable de todo el mundo, la niña mas odiosa y que no quiero tener en mi casa.

- de acuerdo, te hago un favor si me voy... - estuve por abrir la puerta pero me detiene tomando de mi mano.

- no eras así. - no, no era así porque estuve toda la semana intentando llamar su atención pero no ha funcionado y como mis sentimientos hacia el no son reales, hoy no me dieron ganas de fingir. - eras mas linda.

- si bueno, lo pude haber sido si no me hubieras prohibido el salir con mis amigos.

- sabes que no son tus amigos. 

- oh basta, yo también odio que hagas eso.

- ¿hacer qué?

- que me tengas lastima. Odio mas que nada que hayas tenido que ver eso pero James, no todo el mundo es igual de mierda que esas niñas ¿okay? se defenderme y se como tratar a las personas que si son mis amigos.

- no se porque te molesta el que yo vea por ti, quiero que estes bien. - me toma del rostro con ambas manos. - ¿por qué te cuesta tanto el entender que me importas? 

- ¿de verdad? - sonreí ante ello y este asiente con la cabeza. Por alguna razón, sentí que este era el momento indicado. Sentí que ahora mas que nunca, yo debía intentarlo. Mordí de mi labio inferior y me inclino aprovechando que el ya estaba tomando de mi rostro para besarlo. Este de inmediato me suelta y alza las manos, como tratando de no tocarme. 

Pero no me importaba realmente, se que en un principio no iba a ser fácil para el. Dejé caer de mi bolso y abracé de su cuello. Este se queda en shock en un principio y no se mueve, no hace nada. De hecho, hasta siento como se estaba separando para no tener que seguir en esto pero yo seguía besándolo.

Fue cuestión de segundos, para que lentamente, este bajara sus manos en alto y las depositara en mis brazos. Como dije, con la idea de hacerme a un lado pero ni eso le nació hacer. Lentamente las baja a mi cintura y muy sutilmente me toma. Sonreí a mitad del beso de saber que estaba funcionando. James Potter me estaba regresando el beso.

- ya llegué. - escuchamos detrás de la puerta la voz de Olivia y James de inmediato me hace a un lado. Mierda, maldita chica que se tuvo que mostrar. James estaba tan nervioso, no sabía ni como actuar o que decirme. - hola, guapo. - ella le da un beso en la mejilla y se voltea conmigo para saludarme. - que bien te ves, Morgan ¿vas a salir?

- no. - James dice de inmediato.

- de hecho... si. - lo peor de todo es que, yo también era la que estaba nerviosa. Voltee a ver a James y este seguía todo rojo. - tengo que irme, um... iré a cenar con unos amigos pero... supongo que ustedes dos ya tenían sus planes.

- si, quedamos de cenar. - ella contesta por ambos y voltea a ver a James esperando una respuesta pero no dice nada este. Sigue viéndome.

- de acuerdo, um... - rasqué de mi nuca nerviosa. - mucha suerte.

- Morgan...

- adiós James, nos vemos al rato en la noche. - lo interrumpí y me despedí de ambos para salir de la casa y una vez ya cerrada la puerta, suspiré hondo. 

Yo debería estar brincando de la emoción. James me había regresado el beso y eso es perfecto porque confirmo el que si le atraigo y que si podría pasar todo para mi plan pero ahora... ahora el problema es que me siento nerviosa yo. ¿Emocionada? no se si usar esa palabra. Algo con eso de tal sentimiento de mariposas en el estomago. Por las barbas de Merlin, en verdad tengo que salir de aquí.