34
Habían pasado ya varios días. Hoy es miércoles y ya este viernes sería la cena en casa de Alice y Frank. Esperaba con ansias el momento y quería desde ahora mismo preguntarle a Regulus si podía ir pero, hoy salí. Hoy me dijo que estaría ocupado y que tenía cosas que hacer así que, le dije a Hailee, a Brent y a Jessie que nos viéramos para comer.
Vinimos a un restaurante muggle el cual le gusta mucho a Jessie y era más que nada para acompañarlos a su cita, a ella y a Brent. Hailee estaba platicándome todo el tiempo de Evan y yo tenía que hacer como si genuinamente no estuviera pasando nada en mi vida, románticamente claro.
- ¿y no hay ningún muchacho que te guste? - Jessie me pregunta, y volteo a verla en cuanto capta mi atención. - quiero decir, dices que tienen galas y eventos todo el tiempo. Un sujeto adinerado a de haberse mostrado en tu camino.
Si, mi Tio.
- no, la verdad es que no. - reí nerviosa. - estoy muy bien sola.
- ¿sola o sola sin James? - Brent me pregunta y Jessie es quien le da un codazo para que deje de hablar del tema. - lo siento, solo no entiendo como es que tan fácil lo has olvidado.
- nadie dice que lo he hecho. - cuando dije aquello, siento la mirada de los tres sobre mi. - quiero decir, no lo odio.
- pero el si a ti, hermosa. - Brent me acaricia la barbilla y molesta lo quité. A veces Pettigrew puede ser insoportable. - te digo esto porque te amamos ¿okay? no queremos verte de nuevo con el corazón roto.
- no esta roto. - reí y luego tomé de mi taza de café para tomar de ella mentiras me recargaba en mi asiento. - estoy perfecta, estoy tan feliz... como nunca antes.
- yo creo que ya es momento de que regreses. - Jessie dice. - escuché a mi padre decir aquello. - cuando la oí decirlo, regresé lo que estaba tomando de café a la taza de la sorpresa. - ya todo será normal, Morgan.
- nada en mi vida es normal. - dije entre dientes y en voz baja para que no entendieran. - ¿qué hay de Regulus?
- ¿cómo que qué hay con el? supongo que se va a quedar en su casa, como siempre. Antes de ti. - Jessie aclara. - solo seríamos nosotros cuatro. Remus, Sirius, tu y yo.
- estoy pensando seriamente en vivir sola. - de nuevo, aquello que he dicho fue un detonante para todos en la mesa. - ya soy mayor de edad, en cualquier momento voy a cumplir diecinueve años y no quiero seguir viviendo con Sirius.
- Morgan, nunca viviste con Sirius. - Hailee dice.
- si bueno, eso no es mi culpa. - dije de mala gana mientras me cruzaba de brazos. - vamos, no pueden pensar que estoy mal en esto. Desde el momento en el que pisé Inglaterra, no he tenido ni un solo día normal y eso no puede pasar de la nada.
- pero... ya es momento. Supongo que estos momentos con Regulus solo fueron para que tu cambiaras y...
- que horrible que quisieran que cambiara. - me puse de pie molesta y tomé de mi bolso. - si, he cambiado. He cambiado demasiado y creo que ahora mas que nunca. No me reconozco y... - estaba perdiendo la cabeza en estos momentos. - necesito salir de aquí.
- te acompaño. - Jessie se pone de pie pero creo que la persona que menos quería ver ahora mismo era la otra cómplice de mi padre y su pareja.
- tengo que ir a... - no supe que inventarme, solo voltee a ver a Hailee, quien era en la persona que mas confiaba en estos momentos. - ven conmigo, Hailee.
- si, seguramente vamos a jugar basquetbol o algo así. - ella justifica, tratando de buscar una excusa para nuestra salida pero me sentí tan triste en esos momentos. Me sentía destrozada y muy confundida al saber que esa ya no era yo... yo no era la misma Morgan que disfrutaba de las mismas cosas que antes y ante esa confusión, salí del lugar y tomé un poco de aire fresco. - hey, descuida. Brent y Jessie pueden estar solos, en fin... son pareja.
- gracias por venir conmigo. - puse una mano en su hombro. - necesito hablar contigo y no se que tan buena idea sea aquello.
- yo también tengo algo que decirte y es que me he enamorado de Evan. - oh, no esperaba escuchar eso tan pronto. Tomé de su mano y nos llevé lejos de ahí por si alguien nos escuchaba. - ¿es algo malo?
- no, para nada. Estoy feliz por ti. - me senté en la primera banca que vi y ella a mi lado. - ¿estás segura de aquello?
- es realmente muy lindo. - ella sonríe de tan solo pensarlo y pasa su cabello por detrás de la oreja como una colegiala enamorada. - y me agrada y... realmente los tres me agradan mucho.
- ¿tres?
- Evan, Barty y Regulus. - oh claro, el mismo trio que me enamoró y por ello no quiero dejar esa casa. Supongo que estamos en el mismo dilema. - por eso tampoco me encanta la idea de que dejes la casa de Regulus pues, me gustaba ir y verte y salir los cuatro. Cinco.
- Hailee yo no quiero dejar esa casa porque estoy enamorada de Regulus. - en cuanto digo aquello, su sonrisa se va borrando lentamente. - supuse que reaccionarias de esa manera.
- no se de que otra manera quieres que reaccione. - suelta de mi mano y me mira molesta, lo se perfectamente. - ¿estás bromeando?
- no, Hailee. No lo hago. - ella se pone de pie y me sigue mirando para juzgarme. - ¿crees que me siento bien de admitirlo? por supuesto que no pero te tengo tanta confianza que...
- no hagas eso, Morgan. - ella me pone de pie, tomando algo agresiva de mi mano para verme a los ojos. - no me digas que soy tu mejor amiga y que confías en mi porque te conozco y lo dices para suavizar el golpe pero por cierto, sigue siendo igual de fuerte.
- ¿qué te afecta si eso es verdad? no te veías para nada molesta cuando sucedió con James.
- porque James no es tu familiar. - puse los ojos en blanco. - han pasado solo meses desde la ultima vez que viste a James ¿qué te asegura que no te sigues sintiendo de la misma manera respecto a el?
- ¿tendría algo de malo sentir cosas por ambos?
- tu Morgan Black eres una persona desquiciada ¿lo sabías? - asentí con la cabeza y un poco avergonzada, bajé la mirada. - sin embargo... - ella suspira hondo. - si eres mi mejor amiga.
- tu la mía.
- y... quiero que seas feliz. Admito que no ha sido eso nada fácil para ti desde que has llegado a esta vida entonces... ¿quién soy yo para juzgar aquello?
- no puedes decirle a nadie, Hailee. Por favor... ni a tu padre. Mucho menos a tu padre.
- no veo porque le contaría algo así a mi padre, a el no le cuento mis secretos. - ella se acomoda el cabello hacia un lado. - ¿tu también le gustas?
- si. - sonreí. - bueno, al menos eso creo.
- ¿cómo? ¿no lo sabes? pero si seguramente ya se han acostado o algo por el estilo y... - la interrumpí en ese momento.
- no, no ha pasado. - me sonrojé. - ni pasará. También estamos conscientes de que esta bien y que esta mal y esto es solamente...
- ¿cariño?
- creo que lo que busco decir es atracción sexual. - ella alza las cejas cuando digo aquello. - así empezó todo.
- con un tío pervertido que disfruta de tocarte y vestirte como una niña. Eso tiene mucho sentido. - dice viendo de mi vestimenta. - ¿desde cuando usas faldas?
- ¡amo usar faldas!
- no puedes jugar basquetbol a gusto si usas faldas todo el tiempo, Morgan. A menos de que quieras que todo el mundo vea tus genitales, lo cual, dudo.
- Regulus no tiene nada que ver con la forma que visto, eso te lo quiero aclarar. Me encanta mi nuevo estilo y esta vida que estoy teniendo a su lado. Amo el arte, amo leer y amo ir a ver paisajes... - sonreí de tan solo pensarlo.
- ¿qué hay del basquetbol? - hice una mueca. - ¿ver series de televisión muggles? ¿tus pantalones? tu persona.
- sigo siendo yo, solo que disfruto de otras cosas ahora, es todo. - acomodé mi bolso en mi hombro. - ¿eso me hace una mala persona?
- no, solo... - ella me da un abrazo. - Morgan, esta bien no estar bien ¿lo sabes, verdad?
- pero... estoy bien...
- ¿quieres a Regulus? - asentí con la cabeza. - ¿el te quiere a ti? - volví a decir que si. - entonces... adelante, Morgan. Te apoyo en tu decisión de vivir sola. - sonreí ante ello. - ¿cuándo empezamos a buscar lugares?
- quiero que sea un lugar cerca de mi padre, porque obviamente voy a querer seguir viéndolo. Y también quiero que sea cerca de Regulus, porque el plan es seguir con el y...
- busquemos, mientras antes mejor. - ella entrelaza su brazo con el mío y ambas caminamos por el parque platicando.
Okay, ya estaba mas tranquila.
...
Llegué a la casa y dejé mis cosas en la entrada después de haber leído mil veces respecto a departamentos nuevos y casas para rentar. Primero tenía que encontrar la manera de decirle a Regulus sobre que mi padre ya planea vivir conmigo y por ende, ya no seguir en esta casa.
Estaba por ir a buscarlo a la biblioteca cuando escucho música en la cocina. Muy confundida voy a donde el sonido de un piano sonaba y estaba con velas alrededor y en la mesa unas flores.
- ¿esperas a alguien? - pregunté confundida y Regulus se muestra con en manos una botella de vino. - esto se ve muy pero muy romántico y hasta donde yo sé...
- lo sé. - este me interrumpe y toma de mi mano para sentarme en una de las sillas en la mesa y me da un beso en la mano. - pero después de lo que sucedió ayer... - oh cierto, que le di sexo oral.
- ¿no te gustó?
- Morgan, por supuesto que me gustó. - este me acaricia la mejilla y me levanta la mirada para que lo viera, tomando de mi mentón. - mas de lo qué me gustaría admitir. - sonreí ante ello. - sin embargo, no quisiera que piensas que lo único que siento por ti es atracción sexual.
Irónico como es eso lo que le acabo de decir a Hailee.
- ¿ah no?
- no. - este me aclara y se sienta en la silla de enfrente para servirme una copa y el también una para el. Estando ya viéndolo de frente y ambos con una bebida, voltee a ver de las flores. - oh si, um... son para ti.
- lindas. - reí mientras las tomaba y es que no puedo aun procesar lo que estaba pasando. - ¿Reg? ¿por qué la cena romántica?
- me preguntaste que es lo que sentía por ti y en ese momento de solo pensarlo me daba ansiedad y mucho problemática.
- si bueno, ya somos dos en esa área. Eso mejora las cosas. - dije y tomé de mi copa de vino.
- me es muy difícil a veces expresarme... mucho mas el ser honesto pero, creo que te la debo. Me gustas mucho, Morgan. - me sonrojé. - por si no era obvio, tu simple presencia me vuelve loco y no se como actuar cuando estas tu presente. Eres demasiado divertida y agradable, espontánea y puedes a veces hacerme perder la cabeza pero eres fabulosa y adoro pasar tiempo contigo.
- Regulus, yo...
- no tienes que decirme que te sientes de la misma manera. Entiendo si no es así, o mas bien, si si lo sientes pero tampoco sabes como decirlo... créeme, se mejor que nadie que no es fácil decir que sientes algo que no deberías pero por lo mismo no quiero forzarlo, o darnos un nombre o decirle a los demás...
- mi padre quiere que vuelva a vivir con el.
- oh. - este se relaja y pega su espalda a su asiento, soltando de mi mano. - eso cambia mucho las cosas.
- no del todo, mi plan es empezar a vivir sola. - aclaré. - y um... no aquí. Por obvias razones... - rasqué de mi nuca nerviosa. - pero si cerca. Estuve viendo toda la mañana lugares cerca.
- yo te puedo ayudar, si quieres. Tengo muchos contactos y el dinero no es problema. - reí ante ello. - cierto, olvido que tu tienes el mismo dinero.
- en teoría, ya que mi padre no me lo ha soltado. No es que lo quiera, por supuesto que no lo ocupo ahora pero...
- me gustaría darte el mío. - me callé en el momento en el que el dice eso y no supe como actuar o que decir.
- ¿perdona?
- quiero que posees todo mi dinero. Así de sencillo.
- ¿por qué quisieras eso? ni siquiera estudio o trabajo... no hago nada con mi vida. No merezco de ese dinero y...
- a ver, calma. - toma de mis manos. - no tienes porque trabajar. No te lo estoy exigiendo, mucho menos Sirius. O eso espero.
- a decir verdad, no se que es lo que quiera mi padre que haga porque nunca... nunca lo veo. - hice una mueca.
- ¿quieres verlo? - asentí con la cabeza. - mañana invitemos a Sirius y a Remus a una cena aquí ¿Qué te parece?
- me parece perfecto. Mas porque creo que sería la oportunidad perfecta para que digan que es momento de que viva con ellos y así yo digo lo que quiero vivir sola.
- tu déjamelo a mi. - y me da un beso en la mano, a lo cual con mucha emoción, me atravieso por la mesa y le doy un beso.
- te quiero. - dije y creo que es la primera vez que se lo digo. Este tan solo me sonríe y me acaricia la mejilla. Veo que esta por abrir la boca y se la tapo. - no lo digas, se que lo haces.
NOTA: el siguiente capitulo tendrá DRAMA del bueno.
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