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Hice caso a lo que me habían dicho. Y dejé la casa a primera hora para acudir de regreso a lo que era mi estadía habitual. El plan era ir a mi casa y visitar a mi familia solo que, una pequeña parte de mi si quería ver a James. Al final del día, yo fui quien lo lastimó, yo fui quien rompió de su corazón y lo hizo sentir como la persona más utilizada en el mundo. Que no está del todo equivocado, si lo utilicé.

Pero también terminé enamorada de él y me preocupa que no sea algo real. ¿Por qué me siento de la misma manera cuando se trata de Regulus? Quizás, solo quizás, no estoy enamorada verdaderamente de ninguno de los dos. Y solamente creo estarlo. Por ello, consideré correcto el pasar por su casa antes con la excusa de querer saber sobre Harry.

No fue mi idea más brillante, ya que justo en el momento en el que yo llego, veo que Lily estaba en la entrada de la casa. James la recibe con un ramo de flores y ella emocionada, le da un beso en la boca. ¿Perdona? ¿Que estaba pasando? ¿Qué acaso en tan solo un mes James ya está en una relación con alguien más? Bueno... yo estaba en esta terrible situación con mi tío. Que es mucho peor definitivamente que regresar con tu ex pareja. Pero de todas maneras, presenciar esto no era lo mejor, por lo cual. He decidido irme. Es momento de dejar ir lo que alguna vez sentí con James. No le importo de esa manera y claramente no es lo mejor por mi padre y por todo mundo. Estaba mal, y yo era la única que lo deseaba. No pienso seguir intentándolo.

Fue por eso que me fui directo a mi casa y traté ahora de no pensar en Regulus, lo cual es muy difícil cuando recuerdo que es el hermano de mi padre. Pero también la misma persona que puede hacerme feliz... también muy molesta, pero sobre todo feliz. Enamorada. Con nervio y hormigueo cada que lo veo. Cada que tenemos una interacción y deseaba quedarme en su casa y no tener que dejarla.

Pero el me lo pidió, y lo menos que puedo hacer ahora es hacerle caso. Dejar por completo la casa y que el piense las cosas. ¿Realmente que va a pensar? No es como que la solución al problema sea el que seamos pareja. Eso nunca. Eso jamás lo permitiría y obviamente el tampoco. No quisiera tener que besarlo nunca más y esperaba que este día lejos de mi el pensara las cosas y no me viera de esa manera. Pero yo lo hago, y ese es el problema. Yo deseo tenerlo y deseo volver a tener sus manos sobre mi y sus labios sobre los míos y...

Me detuve en la entrada de mi casa y antes de entrar, tan solo sonreí. Y recordé ese perfecto momento donde nos besamos en la biblioteca y todo cambió.

- ¡Morgan! - mi padre abre la puerta y en cuanto lo veo, pude reconocer lo mucho que se parecen. Pues claro, son hermanos. Aquello me hizo vomitar justamente en la entrada. - oh diablos...

- estoy bien. - fingí una sonrisa y Remus sale de inmediato para limpiarme la boca con una servilleta. - estoy perfecta, hola. - abracé de Remus y el de mi. - Los extrañé mucho.

- que bueno que nos visitas... no queríamos interrumpirte en tus clases y todo ello. - mi padre me dice y ahora es el quien me abraza. Estaba de más decir lo feliz que me hacía verlo. - y la última vez que nos vimos tú me odiabas y...

- no te odio mas. - el sonríe aliviado. - se porque tomaste esa decisión... se que merecía ese castigo y... se que estuvo mal lo que hice. Lamento mucho pensar en James de esa manera.

- el y yo hemos vuelto a ser amigos, así que problema problema no hay. - dice Sirius mientras entramos a la casa. - pero de haber alguno, se trataba de él. No de ti. El hizo mal, no tú.

- podemos cambiar el tema de conversación. - dije y es que ahora, no quería ni en lo más mínimo hablar de James. - ¿cómo han estado? ¿Donde está Jessie?

- salió con Brent. - dice Remus haciendo mala gana. - que por cierto, Justo cuando vino a recogerla, nos contó que ayer acudiste a un baile...

- ¡si! - tomé del brazo de mi padre y lo agité con fuerza. - tus padres son las personas más odiosas que haya podido conocer.

- yo te lo dije. - levanta ambas manos. - te advertí pero tú querías conocerlos y yo no te lo iba a impedir. Que bueno que Regulus estaba ahí contigo al menos.

- si, el estuvo ahí también. - recordé de nuevo lo sucedido y las náuseas regresaban. - en fin, también he conocido a otras personas y...

- ¿cómo está el? ¿Regulus? - Sirius me interrumpe y me arruina la idea de poder cambiar el tema. - al final del día es mi hermano y claro que quiero saber de él.

- el está bien. - sonreí incomoda.

- ¿te trata bien? - Remus me pregunta, colocando su mano en mi hombro. - o ha sido un grosero sabelotodo como siempre.

- era muy aburrido en un principio tener que convivir con el pero ahora... bueno, ahora soy otra persona. - dije orgullosa de ello. - se francés, se italiano, toco el piano y estoy empezando a aprender violín.

- no se que tanto me encanta la idea de que seas una mini Reggie pero... estoy feliz por ti. Y que seas feliz. - asentí con la cabeza. - ¿juegas basquetbol aún?

- um... no. Aún no. - rasqué mi nuca nerviosa. - no he pensado en mis gustos en un buen rato ahora que lo pienso.

- eso no es bueno. - dice Remus. - vamos, puedes hacer lo que más amas... es eso ¿no?

- James era quien te llevaba a tus clases ¿cierto? - Sirius me pregunta y suspiro hondo. - Mira, tú ya no sientes nada por el, y se que el tampoco por ti.

- ¿por qué lo dices? ¿Por Lily? - pregunté de inmediato porque en verdad quiero saber si salen.

- um... no se. - Sirius parece no saber nada al respecto. - lo que se es que hablé con el y el me ha dicho que ha decidido verte tan solo como mi hija y ya. Entonces... si tú quisieras ir aun a esas clases que quedan por su casa...

- no. - lo interrumpí.

- puedes seguir viendo a James, no deja de ser familia. Se lo qué pasó y se que no es lo que más feliz me haga pero deseo que quede en el pasado por el bien de todos.

- ¿eso te haría feliz cierto? - le pregunté y es que, es su mejor amigo. Antes de que yo llegara a su vida, era James todo lo bueno para el, su mejor amigo, su compañero de vida, todo lo que lo hacía feliz y una mejor persona. No me parece justo que debido a mi culpa, el tenga que dejar todo eso. - lo pensaré. Por ahora estoy bien. - pero como dije, no quería ver James.

...

JAMES POV
- ¡llegaste! - le dije a Lily, cuando ella se mostró en mi puerta y le entregué un ramo de flores el cual yo le había comprado. - te ves divina.

- ¿no crees que me veo gorda? - negué con la cabeza de inmediato y ella recibe de mis flores. - son preciosas James... no debiste haberte molestado. Eres de verdad un amor de persona.

- tienes ese brillo especial que cualquier mujer embarazada tiene. Y por ello te encuentro hermosa y más que nunca.

Lily Evans estaba embarazada en estos momentos. Me enteré hace poco pero ha pasado y el hijo que está esperando es de la pareja que tenía anteriormente. Pero el no quiso hacerse responsable y nadie lo sabe... solo yo. Ella acudió a mi recién tuve el peor mes de mi vida cuando me pelee con Sirius, pasó todo ese asunto de Morgan y Harry no está para variar. Lily llegó a mi casa un día llorando porque se había dado cuenta de que estaba embarazada y que no sabía que hacer o a quien acudir. Y puesto a que somos ya un poco de expertos en este tema, le dije que iba a apoyarla.

Somos amigos después de todo y me importa mucho ella. Quiero que esté bien. He estado acompañándola a sus consultas con el doctor y nos hemos visto casi todos los días ahora que ella está... sola. Me ha ayudado mucho a distraerme, no lo voy a negar, tener el día ocupado ahora que no hay nadie más en la casa y he visto mucho menos a Sirius.

- yo creo que me quieres mucho y por eso no me dices que estoy terrible... con estas ojeras, enorme vientre, cabello sin brillo y claramente un aspecto horrendo.

- Lily, creo que estás siendo muy dura contigo misma y no tendrías porque... lo que está pasando es algo bueno y muy lindo, no deberías sentirte mal... - y ella me interrumpe en ese momento y me besa. En un principio, me congelo y no se que decir o cómo actuar. A decir verdad, todo el momento ni me moví y no le correspondí el beso.

- lo siento. - ella se separa de inmediato. - lo siento, tanto.

- no, yo... - no sabía que decirle. Suspiré hondo y voltee a ver al frente de la casa tan solo para distraerme y vi de espaldas a una chica de cabello negro oscuro que me hizo recordar bastante a Morgan. Era imposible que fuera ella, pero pensarla me hizo darme cuenta que no podría besar a Lily con el mismo sentimiento. No era lo mismo, ni lo sería. - no pasa nada. - tomé de su mano y la introduje a la casa para que no tuviéramos esta conversación en medio de la nada en la entrada de la casa. La siento en el sofá y tomo de sus manos para calmarla. - pueden ser las hormonas.

- es lo peor que puedes decirle a una mujer con claramente muchas hormonas. - ella ríe y yo nervioso por igual. - no se que me pasa, juro que no me siento de esa manera respecto a ti. Jamás, yo...

- no lo digas como si fuera algo malo. - reí y me acomodé las gafas. - puedo entender porque te gusto, soy realmente muy apuesto y... - dije bromeando pero el momento es de nuevo interrumpido cuando ella me vuelve a besar y pone su mano en mi mejilla.

- solo... necesito esto. En estos momentos eres lo mejor que tengo y... - se separa un poco para verme. - no tiene que ser nada serio, no tienes que sentir algo por mi pero se que te gusto James, y tú a mi y creo que con eso basta por el momento... - me vuelve a besar pero fue uno muy corto y rápido para volver a verme. - estamos solos... - me vuelve a besar. - tenemos un hijo. ¿Qué realmente has dejado de quererme?

No estaba para nada seguro que es lo que siento respecto a Lily. ¿La amo? Claro, pero no de la manera que ella espera. Solo como una mujer que ha sido tan importante en mi vida y que adoro con todo mi corazón. ¿Estoy enamorado de ella? Absolutamente no, es verdad que todo este tiempo cada día he pensado en Morgan por más terrible que eso sea. ¿Pero que si me gusta? Por supuesto, ella no ha cambiado y la sigo viendo como una mujer preciosa y muy atractiva que con esos besos ha llamado mi atención y creo que tiene razón, algo que no tiene que ser nada en serio solo... eso. Un beso.

No le dije nada y ahora era yo quien la besaba. Tomé de sus mejillas y la acerqué a mi de inmediato donde se sienta encima mío y recordar todas las veces que alguna vez estuvimos en esta posición, me hicieron el más feliz y era cierto, era lo que en el momento quería y si me ayudaba a olvidar a Morgan por lo menos un rato, ni tendría problema con ello.