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Lo terrible de crecer con un solo padre es que pasas el resto de tus días preguntándote ¿Cómo es que fue él? Quiero decir, la curiosidad esta dada por hecho ya que no creo que haya persona en este mundo que no quiera saber el porque esta en este mundo. Pero todas esas respuestas que necesitaba toda mi vida ahora... ahora no las quiero.
Me da miedo, mucho miedo saber el porque mi padre nunca quiso hacerse cargo de mí y porque nos abandonó a mi y a mi madre en el momento en el que yo nací. Normalmente, yo no tendría porque tener estos pensamientos, ya que lo normal era pensar en el como un héroe... una persona que se fue porque tenía cosas que hacer, de lo mas importantes, o porque su trabajo en otra ciudad no se lo permitía... lo que sea, es mejor que saber la historia que mi madre siempre me decía.
Yo me dije a mi misma, que ella quizás decía eso por el coraje que le tenía. Pero puede que sea verdad, y tengo miedo de eso. Me contó que ella conoció a mi padre en la escuela. Para ser mas exacta... en Inglaterra, en Hogwarts. Una escuela a la cual yo no atendí pero que conozco a la perfección ya que yo estudié en Ilvermorny, en Estados Unidos. Pero en fin, que ella estaba perdidamente enamorada de el y que un día empezaron a salir en su ultimo año y bueno, el resto es historia. Pero que el no quiso hacerse responsable del bebé y por ello, ella tuvo que cuidarme sola.
Y no me quejo, para nada. Mi vida hasta el momento ha sido mas que perfecta. Crecer a un lado de mi madre fue uno de los mas grandes regalos del cielo que me pudieron haber llegado. Ella era la persona más feliz, más divertida, y básicamente mi mejor amiga. Pero no todo es color de rosa siempre y lamentablemente, ella ha muerto. El año pasado, debido un trágico accidente el cual aún recuerdo cada día de mi vida.
Este año sola me ha ayudado demasiado a poder sanar las heridas del pasado y mas que nada el poder superar tan terrible recuerdo pero ahora... ahora se me informa que no puedo estar viviendo sola. Principalmente porque no tengo el dinero y bueno, tampoco he conseguido un trabajo y... no sé que hacer al respecto. Es por eso que, he tomado la decisión de ir a conocer a mi padre... no creo que sea nada raro el que yo quiera ir a conocerlo de la nada, a mis diecisiete años solamente porque ocupo dinero y un techo en el cual dormir. Si, esto es terrible.
He tomado un vuelo a Inglaterra con el apoyo de mi abuela, porque si, he estado viviendo con ella todo este año pero realmente no es la vida que quiero. Quisiera empezar de cero, en un nuevo ambiente y no estar en esta ciudad que solamente me hace recordar a mi madre y por ende, hacerme sentir muy pero muy triste.
El problema ahora era... contactar a mi padre. Mi mamá tenía todo lo necesario de él como para yo poder buscarlo, dejó anotado su dirección en su diario o al menos esa creo que es ya que ella menciona que siempre que iba a verlo en los veranos, era en esa casa. Definitivamente tiene que ser así.
Fue por ello que he tocado de la puerta y... tan solo estoy esperando a que me habrán la puerta.
- hola. - una chica de lo mas bonita me abre la puerta y me analiza por completo, creo que mas que nada porque yo llevaba en manos mis maletas. - oh no, por favor dime que no eres la nueva novia de Brent.
- ¿perdona? - pregunté confundida pero ella seguía mirándome y luego muy emocionada me da un abrazo. - no, no soy novia de Brent... um... soy... - no había manera fácil de decir esto. Mas cuando esta chica es básicamente de mi edad por lo cual me pregunto ¿es ella también su hija? - ¿esta Sirius Black en la casa?
- por supuesto, es domingo... normalmente los pasamos siempre todos juntos. - ella dice riendo. - ¿entonces eres novia de él?
- ¿qué? Dios, no. - hice cara de disgusto de inmediato. - yo... ¿puedo hablar con él?
- Jessie ¿quién era? - en ese momento se muestra Sirius, se que es el, por las fotos de mi madre. Sé a la perfección que se trata de el. - hola.
- quiere verte a ti. - ella el da una palmada en el hombro y se retira.
No hay manera correcta de decir esto. No hay manera fácil de empezar esta conversación mucho menos cuando me debo ver de lo peor llegando a la entrada de su casa con todas mis maletas y sin ni siquiera avisarle antes quién soy. Me empecé a poner nerviosa, sin tener ni la mas mínima idea de que decirle. Es realmente muy atractivo, entiendo porque mi madre siempre decía que solamente se fijó en su aspecto en un principio. Luce exactamente que en la foto solo con la diferencia de que ahora lleva barba. Tiene sentido, han pasado diecisiete años.
- um... - no hubo una manera sutil de decir las cosas así que, solté la bomba. - mi madre ha muerto.
- lo lamento... ¿tanto?
- fue tu pareja. En algún momento de tu vida y... - me empezaba a temblar la voz y hasta las manos que sostenían de mi maleta. Un sujeto se muestra a su lado, que yo creo que venía a buscarlo, uno de anteojos circulares y cabello castaño.
- ¿vas a querer hamburguesa o solo fideos? - este le pregunta, pero yo no había terminado de hablar, así que lo interrumpo.
- tuviste una hija con ella. Y esa hija... soy yo. - cuando dije eso, el otro sujeto, el que tenía anteojos, voltea a verme y deja caer de sus guantes de cocina. Sirius por igual, abre la boca sorprendida. Ninguno de los dos dice nada. - ¿Natalia Sharon? ¿te suena ese nombre?
- ¿te acostaste con Naty? - el de anteojos le pregunta y me ablandó el corazón saber que la conocía.
- ¿eras amigo de mi madre? - pregunté y este empieza a verme por primera vez, genuinamente verme porque empieza a notarme y a analizarme por completo.
- yo... - Sirius dice y rasca de su nuca, veo que no sabe como seguir con esta conversación.
- ¿saben qué? no creo que esto sea algo que tengamos que hablar en la calle. - llega un tercer sujeto y me ayuda con mis maletas. - es un placer conocerte...
- Morgan. - dije y este me estrecha la mano.
- es un placer Morgan, yo soy Remus y te ayudo con tus cosas mientras estos dos empiezan a actuar como personas normales y Sirius piensa que decir. - este le dice amenazante y me ayuda con las cosas. La misma chica que anteriormente me ha abierto la puerta se acerca a Remus y le ayuda con mis cosas.
- ¿te ayudo papá? - oh wow, un sujeto de aquí si creció cuidando de su hija, que curiosa es la vida.
- iré a ver como esta Sirius, estoy seguro de que aun no sabe como manejar esta situación. - nos dice a mi y a su hija, al parecer. - no lo tomes a mal Morgan, el genuinamente no sabía que existías y...
- pero... mi madre me dijo que el nos abandonó recién se enteró de mi nacimiento.
- oh wow. - este se rasca la cabeza. - bueno um... déjame yo... veo que dice el y... venimos. - este también se pone nervioso y se va con sus dos amigos. Dejándome a solas con su hija.
- ¿crees que hice mal en llegar así de la nada? - le pregunté a la chica.
- no, para nada. Creo que eso fue muy valiente de tu parte. - ella sonríe. - entonces... eres hija del mejor amigo de mi padre. Wow, eres idéntica a Sirius.
- ¿lo soy? - pregunté con genuina duda. - yo creo que me parezco mucho a mi madre.
- pues, no la conozco pero si conozco a tu padre y créeme, eres su misma imagen. - ella toma asiento en la sala de estar y lo que opto por hacer, es sentarme a un lado suyo. - soy Jessica por cierto, pero dime Jessie. Odio que me digan Jessica.
- hola. - dije tronándome los dedos y estando de lo mas ansiosa, volteando a ver a la cocina y en como estos estaban teniendo su conversación. De hecho, ahora hay un cuarto hombre ahí.
- estas nerviosa... tranquila ¿qué es lo peor que pueda pasar?
- que no me quiera. - dije sin siquiera voltear a verla, ya que estaba muy concentrada en ver hacia la cocina aun. - ¿cuántas personas viven en esta casa? ¿por qué hay tres hombres mas?
- en esta casa solamente vive James y Harry. - ella explica. - cierto, olvidaba que no conoces a nadie aquí... bueno... mira, hay una forma muy sencilla de explicar esto pero para ello, tengo que presentarte a todos.
- ¿hay más personas en esta casa?
- estas afuera, todos los domingos nos juntamos a comer como una gran familia. - ella explica con una gran sonrisa. - tu padre y sus mejores amigos y bueno, nosotros, su familia.
- realmente no pertenezco aquí, fue un grave error venir y dar por hecho que las cosas se darían de una manera natural...
- no, basta. Ven. - ella me toma de la mano y me pone de pie para llevarme por la puerta trasera. - quiero presentarte a todos.
- pero aun ni siquiera sabes si soy hija de el de verdad. Podría estar mintiéndote y tu ya me estas presentando a todos en la casa.
- te creo, eres igual a el. - se ríe. - tienen las mismas facciones, creo que lo único diferente son tus ojos azules. - hice una mueca. - ven conmigo.
...
JAMES POV
- Sirius, relájate. - le dije pero claramente, este era el peor consejo que le pude haber dado. No me hizo caso y siguió caminando en círculos.
- yo no tengo hijos. - dice levantando ambas manos. - ni hijas. Yo no soy un padre, jamas lo he hecho ni lo seré.
- si bueno, creo que lo has sido portuarios años al parecer, y no lo sabías. - Remus le dice, mientras se cure el rostro.
- ¿cómo supo dónde buscarme? es mas ¿cómo sabe que es mi hija? dudo mucho que así sea, no hay manera en la que ella lo sepa.
- es igual a ti. - decimos Peter, Remus y yo al mismo tiempo.
- ¿de verdad? - Sirius ya mas relajado, toma asiento en una de las sillas y respira hondo. - una hija... y con Natalia Sharon.
- jamás supe que ustedes dos se acostaron. - dice Peter.
Y es que esa es la cosa, Natalia Sharon era una chica a la cual, a Sirius no le pudo importar menos. Era de la casa de Ravenclaw y nunca hablamos con ella, ninguno de los cuatro. Realmente nunca le presté atención ya que no éramos amigos ni se me hacía bonita ni nada, pero a Peter si y mucho, todo el tiempo nos decía lo mucho que le gustaba y solo íbamos a veces a buscarla por los pasillos porque a el le gustaba verla.
Nunca se atrevió a hablarle, por ende nunca se hizo nada con ella, pero yo si supe cuando Sirius estuvo empezando a platicar con ella. No le dijimos a Peter para no lastimarlo, pero ella estaba muy pero muy enamorada de el y claro, Sirius aprovechó aquello.
- fue algo de una vez, en una fiesta. - Sirius le explica, y a decir verdad, aunque hayan pasado muchos años y Peter este feliz siendo un hombre divorciado, parece que le ha importado saber ese pequeño detalle. - pero parece ser que se ha manifestado en otra cosa.
- ay vamos, no le digas "cosa" a tu hija. - Remus le regaña. - ahora mismo, vas a hacerte responsable de aquello.
- tu le has dicho "aquello". - dije para defender a Sirius y voltea a verme molesto. - solo decía.
- ¿y qué rayos le voy a decir? lamento mucho haber pasado solamente una noche en toda mi vida con tu madre y que ella decidiera ocultarme el que existías.
- puedes empezar por ofrecerle algo de comer. - Remus le da una palmada en la espalda. - ¿James? ¿Puedes hacer eso por nosotros en lo que Sirius recupera la cordura?
- si, claro. - dije y voltee a ver a Peter. - ¿me acompañas?
- la carne debe estar quemándose así que... - el tampoco quiso hacerse cargo del tema así que se fue a terminar la comida. Claro, solamente yo me haría cargo de esto. Y obviamente, la única persona que podría hacer sentir mejor a Sirius, era Remus. Así que preferí dejarlos solos.
Caminé hasta la puerta trasera donde solamente vi a lo lejos a la chica. Platicando con todos los demás chicos y tratando de fingir esta bien cunado, claramente no lo estaba. Fue tan fácil verlo en su mirada. Lo preocupada que estaba, como fingía estar a gusto con esto pero evidentemente no lo estaba. Me daba tristeza verla así, al mismo tiempo ternura porque realmente lo estaba intentando. Era una chica de lo más bonita y claramente, si se parece a Sirius. Es baja de estatura, quizás lo normal para una persona de su edad pero no era claramente un Remus en sus diecisiete años. Cabello oscuro, de lo más negro como su padre y largo. Tes clara y los ojos azules, que si no mal recuerdo, podría decir que son parecidos a los de su madre. No pude evitar sonreír al verla, tan solo creo que esto podría ser algo bueno para Sirius. El tener una nueva motivación de vida.
- ¿quién es? - me asusté al ver a Lily llegar de la nada y se mostró a un lado mío. - oh ¿es la nueva novia de Brent?
- es bueno verte. - le dije volteando a verla, con una leve sonrisa. - ¿trajiste el postre?
- siempre. - Ella me dice mostrándome una caja con galletas. - ahora ¿vas a explicarme quien es la chica nueva? Tengo que admitir que me recuerda a alguien...
- es mi hija. - Sirius se muestra ahora detrás nuestro y suspira hondo. - es mi hija.
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