Aquella celda le traía recuerdos a las otras veces en las que había sido capturada.

Miraba a sus alrededores, pero todo estaba completamente oscuro, a excepción de una pequeña luz que salía por la pequeña ventanilla en la enorme y pesada puerta. Al tener tan poca luz no podía encontrar una forma de escapar al no poder ver bien la habitación. Unas esposas en los tobillos y muñecas impedían que se levantara de aquella incomoda silla. E incluso si encontrara la forma de escapar, no tendría cómo defenderse ante una batalla, en algún momento mientras estaba inconsciente le quitaron todas las armas que había escondido en su disfraz de bartender.

Mantuvo la mirada baja cuando la puerta se abrió y una luz en la habitación se encendió, ésta era débil y parpadeaba, pero eso no impidió que pudiera ver bien aquel rostro que había atormentado sus pesadillas desde hace más de dos décadas.

—Kraven...

Kraven sonrió con malicia mientras que sacaba un cuchillo de una funda colgando de su cinturón y se acercó a Natasha, se inclinó y rozó la hoja contra la mejilla de la pelirroja.

—Mi querida Natalia... no haz cambiado nada en estos veinte años. No tienes ni idea de cuánto te extrañé, esposa mía...

—Yo ya no soy tu esposa.—dijo ella, rugiendo.

—Oh, pero si lo eres...—sonrió mostrando sus dientes filosos.—por si no lo notaste, la muerte no nos ha separado... aún.—puso la hoja del cuchillo contra el cuello de Natasha.—hablando de eso... fue desafortunado cómo terminó nuestro último encuentro, si querías matarme, amada mía, debiste de asegurarte de que estaba muerto antes de abandonarme en ese frío bosque...

—No me dejaste otra opción, Kraven.—Dijo Natasha con los ojos llorosos al recordar aquel día que lo había cambiado todo.—te vi matando gente a sangre fría, te habías convertido en una bestia salvaje, tenía que matarte y llevarme conmigo ese amuleto. ¿Acaso no lo recuerdas? ¡Intentaste matarme aquel día!

—¡PORQUE TÚ TE LO MERECÍAS!—Gritó, y Natasha cerró rápidamente los ojos cuando Kraven levantó el cuchillo, pero no le dio a la mujer, atravesó el respaldo de la silla, justo al lado de la cabeza de Natasha.

—Puede que sea cierto eso de que me lo merecía, pero, ¿qué hay de Yelena, Kraven?—sintió un fuerte dolor en el pecho al decir aquel nombre.—¿ella se lo merecía? Tan solo era una niña, y tú la mataste en frente mío...

—... Maldita mujer...—gruñó.—debí de haberte matado hace mucho tiempo, nunca fuiste una buena esposa, no sabías cómo tratarme adecuadamente o cómo satisfacerme. Incluso antes de que descubrieras sobre mi amuleto habían veces en las que debía aguantar las ganas de arrancarte la cabeza.

—¿Tu amuleto?—A ese punto Natasha tenía lágrimas corriendo por sus mejillas.—¡esa cosa no te pertenecía! ¡Se lo robaste a un hombre antes de matarlo, y no solo mataste a los hijos de ese hombre, si no que te atreviste a matar a los padres de la novia de mi hijo!

La sonrisa malvada de Kraven regresó.

—Tu hijo, ¿Eh? Parece que has estado ocupada en estos veinte años...—rió mientras que sacaba el cuchillo del respaldo de la silla.—si lo haz consolado después de pesadillas, ¿serás capaz de consolarlo después de todo lo que mi jefa le hará? Claro, si es que sobrevives para ese entonces...

Natasha sintió que su sangre se congelaba y el aire se iba de sus pulmones. Miró a Kraven con horror.

—¡NO TE ATREVAS A TOCARLO!—Gritó mientras lloraba.—¡A PETER NO! ¡KRAVEN, TE LO SUPLICO!

—Oh~, mi amada Natasha, no sabes cuánto extrañé el que me suplicaras...

—¡HABLO EN SERIO!—Gruñó y empezó a moverse fuertemente en un intento de romper las esposas que la mantenían en la silla.—¡HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO: TORTURAME, MATAME, PERO NO LE PONGAS NI UN DEDO ENCIMA! Por favor...—sollozó con un hilo de voz.—él es un niño, Kraven... mi niño... él... no tiene nada que ver con esto... con todo lo que ha pasado entre tú y yo...

—Y me encantará ver las expresiones que pondrá tu niño mientras que torturamos a su madre.—sonrió antes de hacer un corte en la mejilla de Natasha.

•••

Suspiró observado el techo de su celda, acostando en el frío piso. Había pasado así las últimas horas, desde que se despertó y hasta ahora nadie había entrado o salido de la celda, había intentado derribar la puerta muchas veces, pero había sido inútil.

Sentía su boca seca y le dolía el estómago por el hambre, pero todo eso podía ignorarlo: debía de encontrar una forma de escapar, buscar a Natasha y a MJ y que los tres salieran vivos.

Pero eso era más fácil dicho que hecho.

Sintió que el estómago se le hundía al imaginarse lo que podrían estar haciéndole a MJ y a su mamá. Apretaba la mandíbula con furia al pensar en que podrían estar lastimado a cualquiera de las dos, pero esa furia se iba rápidamente y era reemplazada con una ansiedad que lo comía por dentro tras imaginarse a su madre y a su novia siendo torturadas.

Y una de las peores cosas de todo el asunto era que lo que sea que le hayan hecho a su traje mientras estaba inconsciente había hecho que Karen se desconectara, por más un intentara su confiable inteligencia artificial no contestaba, y no había forma de contactar a sus tíos para pedir refuerzos.

—¿Petey?

Sintió su sangre congelarse, y volteó a ver su máscara, que estaba en el polvoriento piso de la celda, ¿había salido una voz de la máscara?

—Aja Adanna a Spider-Man, ¿me escuchas, Spider-Man?

Rápidamente tomó la máscara y se la puso en la cabeza.

—¿Shuri? ¿Eres tú, Shuri?

—¿Peter?

Sonrió al escuchar la voz de su amiga la princesa y sintió que sus ojos se ponían llorosos, mientras que sentía el cálido sentimiento de esperanza en su pecho.

—¡Oh, bendita seas, Shuri!—Exclamó.—¡jamás he estado tan feliz de escuchar tu voz!

—¿Gracias? Peter, necesito que me digas qué está pasando. Dame tu ubicación.

El problema era que no sabía dónde estaba, sabía que era un tipo de prisión, pero no sabía dónde exactamente estaba la prisión, había quedado inconsciente tras ser disparado con un dardo en la mansión Fisk y se había despertado en esa oscura y fría celda.

—Lo último que recuerdo era estar en la mansión Fisk, White Tiger y yo estábamos teniendo una batalla en contra de Felicia, estuvimos cerca de derrotarla cuando nos dispararon con una cosa que hizo que nos quedáramos inconscientes. Desperté en lo que parece ser una celda.

—¡La Mansión Fisk! ¡Por Dios!—exclamó Shuri.—¡está en todas las noticias! ¡El video en vivo que Kamala subió a su blog se hizo viral junto con muchos más que mostraban el ataque de Felicia!

—¿¡En serio!?—Exclamó Peter, sorprendido.

—¡Sí! Al parecer algunos lograron escapar, pero no se sabe nada de los que no lo lograron, según las noticias, hay todo un escuadrón policial intentando entrar a la mansión Fisk, pero no lo han logrado por la seguridad de alta tecnología y los ataques de parte de Felicia.

Peter tomó aire.

—¿Entonces qué podemos hacer?

Shuri se quedó callada durante unos momentos.

—No puedo ayudarte mucho o darte mucha información si no sé tu ubicación... ¡espera, espera! ¡Por supuesto! ¡El rastreador!

—¿Rastreador?—preguntó él, confundido.

—¡Sí! ¡Recuerdo haber escuchado al señor Stark y la Agente Romanoff hablar sobre que pusieron un rastreador en tu traje por si acaso te pierdes o eres capturado durante una misión!

Por una vez se sintió agradecido de que su familia fuera tan sobre protectora.

—¿Entonces qué esperas, princesa?

—¡No me apresures!—Después de unos momentos de silencio, Shuri exclamó:—listo, logré activar el rastreador!

Peter bajó la mirada al escuchar un tipo de suave alarma, de la araña en su pecho salía una pequeña luz roja que parpadeaba.

—Perfecto! ¡Ahora, necesito que me digas dónde estoy y que le envíes mi ubicación a los Avengers!

—¡Dame un momento...! ¡Espera, aquí dice que sigues en la Mansión Fisk!

—¿En la Mansión Fisk?—Preguntó confundido.—¿cómo es eso posible?

—Creo tener una teoría, tan solo dame unos segundos y...—escuchó cómo Shuri murmuraba algo para sí misma.—bien, Peter, logré jaquear el sistema de seguridad de la Mansión Fisk, ahora estoy viendo todas las cámaras de seguridad que hay, y al parecer hay habitaciones subterráneas debajo de la mansión, y tú estás en una de esas.

—No jodas.

—¡Sí jodo!

Peter suspiró.

—¿Puedes ver a Felicia por las cámaras de seguridad?

—Parece estar en un tipo de oficina, está hablando con unos hombres, pero no escucho lo que dicen y, al parecer, no está en las instalaciones subterráneas.

—Entonces si queremos escapar, tenemos que hacerlo rápido, y antes de que Felicia se dé cuenta... necesitaremos...

Portales.

—¡Me pondré un contacto con los Avengers para que le digan al señor Strange dónde y cuando hacer los portales!

—El hombre puede ver todas las realidades posibles y controlar el tiempo, estoy seguro de que sabrá cuándo hacer los portales.

—¡Perfecto! Entonces déjame ver qué puedo hacer con la seguridad de las celdas y...—Shuri dejó de hablar de repente y después de unos segundos, gritó.—¡Oh por Dios, Peter!

—¿Qué pasa?

—¡Son Gwen y Kamala! ¡Las veo! ¡Están en una celda como la tuya! ¡También está ese chico Flash... está llorando mucho... y esa chica Cindy Moon y muchos otros estudiantes de Midtown! ¡También...!

—Shuri?

—P-Peter...—habló la chica, y por su tono de voz, parecía estar asustada.—te ayudaré a salir de ahí, pero, primero, tienes que ayudar a tu madre.

Peter asintió, preparándose para lo que estaba por pasar.

Escuchó el sonido de una cerradura abriéndose y corrió hacia la puerta de su celda, con algo de dificultad por lo pesada que era la abrió, se asomó y vio un largo y pálido pasillo, para su suerte, no había nadie. Salió y se adhirió a la pared para luego trepar y subirse al techo, empezó a recorrer el pasillo aún subido al techo.

—Aja Adanna, dime qué tengo que hacer.—susurró.—¿por donde voy?

—Ve a tu derecha, llega al final del pasillo, luego a la izquierda y luego otra vez al final, cuando veas una puerta grande y de metal, ábrela, ahí es donde está MJ. Ustedes son un equipo, y trabajan mejor si están juntos. No podrás enfrentarte a los secuaces de Felicia sin ella.

—Entendido.

Siguió las instrucciones de Shuri, en el camino se encontró a uno que otro guardia o científico, a los cuales disparó con unas telarañas especiales que desprendían una toxina que hacía que te quedaras inconsciente. Al llegar a la puerta Shuri le indicó que se había encargado del cerrojo y él la abrió.

Al igual que su celda, la de MJ estaba muy oscura, por lo que no entró luz en aquella pequeña habitación hasta que Peter abrió la puerta, dejando entrar la luz del pasillo. Se quitó la máscara y sintió que su corazón daba un vuelco al ver a MJ, todavía tenía puesto su traje de White Tiger, estaba sentada en una esquina con las piernas abrazadas contra su pecho, y a su lado, en el piso, estaban su máscara y el amuleto.

—¡Por ultima vez, no diré nada acerca de los Avengers, no me importa lo que me hagan!—Gritó ella, ni siquiera había levantado la mirada cuando la puerta se abrió.

—Yo sé muchas cosas sobre los Avengers, así que no necesito nueva información.

Ella soltó un jadeo y levantó la mirada. Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas mientras que MJ se levantaba y corría hacia Peter, se abrazaron fuertemente, disfrutando del contacto del otro.

—Ay, tú...—susurró MJ, sollozando. Ella levantó la mirada y Peter sintió un escalofrío, la chica tenía un ojo morado, un moretón en la nariz y un corte en la mejilla.

—¡¿Qué te hicieron?!—Gritó tomándola de los hombros.—¡¿Fue Felicia?! ¡¿O Kraven?! ¡¿Te duele?!

—Felicia mandó a unos de sus hombres para intentar sacarme información, pero no me hicieron nada que yo no pudiera soportar antes de que tuvieran que irse. Al parecer los llamaron a una junta.—le sonrió intentando calmarlo, pero Peter sintió un sabor amargo en la boca. Le dolía el ver a su novia de esa forma, especialmente sabiendo que de algún modo tenía la culpa.—¿qué hay de ti? ¿Te lastimaron?

—A mí no me hicieron nada, creo que Felicia quería ser la que lo hiciera... no tienes que preocuparte.

MJ sollozó.

—¡Soy la novia de Spider-Man! ¡Jamás vuelvas a pedirme que no me preocupe!

Ambos se sonrieron antes de besarse.

—De acuerdo, ¿terminaron?—Peter rió sonrojado al escuchar la voz de Shuri salir de su máscara.

—¿Es esa Shuri?—Preguntó MJ mientras que Peter se ponía la máscara.

—Sí—respondió él.—, nos ayudará a escapar, vamos, tenemos que sacar a los chicos y a mi mamá.

—¿Los chicos?

—Felicia capturó a nuestros compañeros de clases, entre ellos a Gwen y Kamala.

MJ soltó un jadeo de sorpresa.

—Entonces tenemos más razones para acabar con ella.

Salieron corriendo de la celda una vez MJ tomó su máscara y su amuleto y siguieron las instrucciones de Shuri para llegar a la celda en donde estaban sus compañeros de clase. En el camino se encontraron con unos científicos con armas que intentaron detenerlos, pero no fue problema para los dos. Al llegar MJ derribó la puerta y se encontraron a un montón de adolescentes sentados en el piso, todos llorando o con expresiones de miedo o preocupación en sus rostros, las cuales desaparecieron al ver a Spider-Man & White Tiger.

—¡Todos, afuera!

—¡Ya no tienen que preocuparse, estamos aquí para ayudarlos!

Todos los adolescentes se pusieron a soltar exclamaciones de emoción, Spider-Man y Tiger tuvieron que pedirles que mantuvieran silencio, para no llamar más la atención, a pesar de que estaban seguros de que Felicia ya sabía que se habían escapado. Un portal de chispas doradas se abrió a las espaldas de Peter y Michelle y empezaron a guiar a los chicos para que entraran, ayudaron a los que estaban lastimados a entrar por el portal y cuando solo faltaban unas pocas personas, Peter notó a Harley llorando en una esquina de la celda, Harry estando apoyado en el regazo de su novio con una herida sangrante en el pecho.

—¿Qué le pasó?—Preguntó agachándose en frente de ambos chicos.

—É-Él...—Harley Sollozó mientras que acariciaba el cabello de Harry, quien hacía muecas de dolor y se mostraba débil.—intentó escapar c-cuando un tipo e-entró en la celda, p-pero lo apuñalaron.... t-temo q-que haya perdido mucha sangre...

—No te preocupes, nos encargaremos de que consiga ayuda médica.

Harley asintió lentamente mientras que ayudaban a Harry a levantarse, Osborn soltó un quejido de dolor mientras que se dirigían al portal y Harley le susurró a su amigo un "Gracias" antes de que entraran. El portal se cerró unos segundos después de que Harry y Harley entraran por él.

Siguiendo las instrucciones de Shuri se dirigieron a la celda en donde estaba Natasha y Peter derribó la puerta de una patada, y sintió que la sangre se le congelaba al ver a su madre en el piso, gritando, y con Kraven encima de ella, golpeándole el rostro. Peter y MJ gritaron mientras que entraban a la celda, MJ clavó sus garras en la espalda de Kraven y Peter tomó a Kraven de los hombros, quitándolo de encima de Natasha, y lo golpeó fuertemente en el rostro, luego en el estómago y luego en el rostro otra vez. Escuchaba a sus espaldas los sollozos de Natasha mientras que MJ intentaba calmarla y ayudarla a levantarse.

—¡NUNCA MÁS TE ATREVAS A TOCAR A MI MADRE!—Gritó Peter mientras que golpeaba a Kraven una y otra vez, incluso cuando el hombre pareció quedar inconsciente Peter no dejó de golpearlo, descargando toda su furia, y no se alejó hasta que MJ lo tomó de los hombros y lo hizo darse vuelta. Peter sintió que el aire se le iba al ver a Natasha sollozando en el suelo, con todas esas heridas sangrantes, y temió lo peor al notar que la camisa de Natasha estaba rasgada, revelando su sostén, y sus pantalones estaban desabotonados.—mamá...—susurró con un hilo de voz mientras que se quitaba la máscara, viendo a Natasha con dolor.

—Mi niño...—Natasha sonrió débilmente.—por lo menos... estás bien...

—Mamá... no te preocupes... te ayudaremos, te sacaremos de aquí...

Natasha sollozó.

—No... no... váyanse, es demasiado arriesgado...

—¡No!—Chilló Peter con los ojos llenos de lágrimas.—¡No voy a perder a mi mamá, no otra vez!

Peter y MJ ayudaron a Natasha a levantarse y empezaron a salir de la celda, cuando iban por el pasillo Peter de repente sintió el sentido arácnido por todo su cuerpo y se dio la vuelta, Kraven estaba afuera de la puerta de la celda, apuntándoles con una pistola, apuntando a Peter, para ser más específicos.

Kraven disparó al mismo tiempo que el portal se abría a sus espaldas y lo siguiente pareció suceder en cámara lenta: Natasha retiró sus brazos de los hombros de Peter y MJ, empujó a MJ para que se hiciera a un lado y puso sus manos detrás del cuello de Peter, abrazándolo mientras que recibía la bala en la parte de atrás del vientre.

Peter gritó de horror mientras que Natasha colapsaba en sus brazos y Kraven reía a carcajadas, y MJ se levantó rápidamente del suelo y empujó a Peter—aún sosteniendo a Natasha—adentro del portal el cual se cerró en el momento en el que ellos entraron.

Cayeron de rodillas en el salón del trono del castillo de Wakanda. Frente a ellos, estaban el rey T'Challa, sentado en su trono, y a ambos lados del trono estaban la princesa Shuri y la reina Ororo. Los tres miembros de la familia real soltaron fuertes jadeos cuando Peter, Natasha y MJ aparecieron en frente de ellos y T'Challa inmediatamente ordenó que recibieran tratamiento médico. 

—¡POR FAVOR!—Gritó Peter con lágrimas, aún abrazando el cuerpo sangrante de Natasha.—¡POR FAVOR, AYUDEN A MI MAMÁ!