𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎: mirada desviada
Estudios Londres, Londres, Inglaterra. – Julio de 2019.
El olor a fijador y las notas de aquel perfume de lirios embriagaban las fosas nasales de la joven actriz, quien no hacía más que disfrazar su creciente molestia con una sonrisa y un discreto movimiento de manos intentando alejar la nube olorosa.
Marjorie Román, o Marlon Romaneé como se le publicitaba, estaba acostumbrada a eso, a los fuertes olores de laca, maquillaje, montones de perfume y múltiples manos potencializando su belleza al máximo.
No era muy complicado hacerlo, aunque Marjorie no era la persona más bonita que hayas visto en tu vida, contaba con un carisma que embrujaba a cualquiera que mirara esos brillantes ojos cielo.
Desde los seis tuvo una vida tranquila y común siendo hija única en una granja de duraznos en Pieth, Georgia.
Recuerda su primer acercamiento al cine, fue cuando tenía cuatro y vivía con sus padres y su familia paterna en México, veía aquellas películas del cine de oro, joyas en blanco y negro que acaparaban toda su atención.
—Por eso quedan estúpidas—Solía decir su anciana abuela con la que compartía nombre al verla frente al televisor. Lo único que su abuela hacía era quejarse de su mamá pensando que por su limitado español no la entendía (o quizá sí). Desgraciadamente, su padre murió antes que la vieja. Entonces su madre regresó con ella a Georgia a continuar con el negocio familiar de los duraznos.
Su afición por el cine continuó, expandiéndose después a Hollywood. Aunque Clara Scott siempre cuidaba que andaba viendo, fue casi imposible evitar que viera varias cosas que no eran muy apropiadas para su edad, especialmente la sangre y violencia que Tarantino ponía en sus películas.
Esta fascinación se extendió a los libros, obras y demás, su madre se preguntó qué pasaría si llevaba a su hija a audiciones, unos cuantos comerciales a ver que tal le va así que desde los 11 años, Clara llevaba a Marjorie, bajo el nombre de Marlon Romanee, con la intención de ocultar el horrible nombre de su suegra y el apellido latino de su difundo esposo, a audiciones en la gran Atlanta, donde gran parte del contenido visual americano es grabado, tanto como para comerciales como para pequeños papeles secundarios en televisión, hasta que dos años después, la pelinegra consiguió un papel secundario en una película con el director Nelson Carter, un respetado director de cine de Estados Unidos.
Desde entonces, la carrera de Marjorie, ahora llamada Marlon Romaneé por la prensa y cualquiera que no fuera cercano a ella, solo creció hasta situarse como una de las actrices mejor pagadas de Hollywood.
La chica tenía un talento natural, de pequeña nunca fue a clases y su participación en las obras escolares fue cosa de una vez. Experimentar el cine en su propia carne hizo que se volviera su único amor, era todo lo que hacía, veía y consumía. Entrenaba por su cuenta, deconstruía los personajes que veía en las películas y leía y leía y leía hasta que su cerebro no podía con toda la información.
Eventualmente, se mudó a Los Ángeles, donde ahora residía, y en la ciudad de las estrellas, Marlon, se dio cuenta de que tenía un sueño; ganar la tan codiciada estatuilla de oro y consagrarse como una de las mejores actrices de su generación. Poco sabía que no tardaría mucho en conseguirlo.
—Voy a poner iluminador —Anunció la profesional que se encargaba de resaltar el rostro de Marlon con materiales artificiales mientras daba pequeños toques en sus pómulos con aquella suave brocha gris. — Listo— Finalizó.
—Y con cinco minutos de sobra— Comentó feliz la estrella de la habitación.
Se levantó de la silla blanca, solo para tomar su celular y volverse a sentar, pero esta vez en un sofá negro que se encontraba en la esquina del camerino asignado.
—Marlon ¿estudiaste las preguntas? —Preguntó John Ralph, su publicista.
John Ralph era un hombre de estatura más bien pequeña para lo común en los hombres, 164 cm y una cabellera que se esforzaba por mantenerse pegada al cuero. Pero la genialidad de este hombre radicaba en todos los contactos y su personalidad persuasiva. Ha estado con Marlon desde el inicio y la forma en la cual moldeó su imagen a lo que es hoy y lo mucho que le protege del mal de la prensa es increíble.
Aunque él no consideraba a Marlon como una cliente tan complicada, hay varios rumores y una que otra metida de pata de la actriz que no salieron a la luz, y otras que no fueron tomadas como la gran cosa y todo gracias a la habilidad de ese hombre. Gracias a él, Marlon solía ser percibida como la chica de al lado y no como la diva que en ocasiones llegaba a ser.
—Sí, pero si me pudieras refrescar la memoria...— Replicó la de ojos azules sin despegar los mismos de la pantalla de su celular.
—Las primeras preguntas serán para tus compañeros, Scarlett y Leo, ya sabes cómo funciona Graham, contaran tus historias y la de Leo se conectará a la tuya, va sobre su viaje a Las Vegas para celebrar que finalizaron las grabaciones-
—¿De cuándo casi me caso con mi asistente? —Finalmente sus ojos dejaron de ver aquella luz azul, solo para girar su vista a su asistente, Laura, quien se dejó atrapar por la mirada celeste de la aperlada, Marlon de dedicó un guiño y una preciosa sonrisa semiburlona lo cual terminó de enrojecer a la rubia.
—Omite esa parte y solo comenta sobre el dinero que ganaste sin saber jugar póker— La frustración por el comentario de la azabache se notaba en la voz del encargado. No porque haya sido interrumpido o le moleste que Marlon se acueste con su asistente, sino porque los nervios le comían. Era la primera vez de Marlon en una franquicia de superhéroes de ese nivel. Sabía que si la chica decía o hacía algo que no fuera de agrado para el gran monstruo, también conocido como Disney, era decirle adiós a ese papel y a muchas más oportunidades. Pero al mismo tiempo estaba consciente de que era muy poco probable que Marlon lo estropeara, podría bromear detrás del telón pero una vez este estuviera levantado y los reflectores le apuntara, Marlon se podría volver toda una joven recta, sonriente y encantadora.
Pero hay que entenderle, por algo se le cae el cabello.
—Después sigue el invitado musical y las preguntas irán hacia ellos.
—¿Quién es? — Preguntó monótona, una vez más, ojos puestos en las palabras de Iain Reid en su celular.
—Una banda coreana, BTS, es su primera vez en Reino Unido.
—Ah, los de la canción de Halsey —Comentó recordando haberlos escuchado alguna vez, regresando el "oh my my my" a su cabeza.
—Jungkook está bonito— Mencionó la castaña asistente de la actriz, esta última solo le dedicó una mirada con una ceja arriba.
—No sabía de tu interés por los hombres.
—Marlon, sales en 2— Anunció un miembro del equipo de producción.
—Ánimo, Mar —Palmeó su publicista al cual se unió el resto de equipo de la chica, entre ellos su asistente, a quien la pelinegra tomo de forma ligera por el hombro y susurró un pequeño "perdón" a su oído.
Para su equipo, allegados y ciertas personas dentro de la industria no era secreto de su casual amorío con su asistente, pero tampoco era algo que se mencionara frente a ellas o donde alguien pudiera escuchar, y desde luego que la prensa y el público general no tenía ni la más mínima idea siquiera de su gusto por las féminas.
Marlon no mencionaba su sexualidad porque era algo por lo que dejó de preocuparse hace mucho, según ella. Pero para Laura, aún era algo muy complicado de hablar.
Aunque sabía que el resto sabía, vaya revuelta, no era algo con lo que aún estuviera completamente en paz. Creció en una familia conservadora, donde aquello era visto como obra del demonio y un pecado inimaginable, era normal que aún sintiera ese conflicto dentro de ella.
Marlon, aunque no la amaba ni tenía más que cariño por ella, sentía algo de lastima, pues llegó a ver llorar a Laura a causa de los comentarios de sus padres, nunca dijo nada, solo la escuchaba y observaban mientras pensaba en una forma de ayudar; lo que hizo esta noche, sin embargo, no fue de ayuda. Marlon sabía eso y ahora, camino al escenario del gran Graham no podía parar de pensar en otra cosa más que en como seguramente hizo sentir mal a Laura por hacer referencia en voz alta a sus preferencias. Ahora la cuestión, ¿por qué parecía que le había molestado que Laura hiciera ese comentario? ¿Eran celos? Ni de chiste, estaba claro que Marlon no sentía amor romántico ni por ella ni por nadie, entonces, si esto está claro en la cabeza de la ojiazul ¿A qué vino eso de manera tan repentina?
Su nombre fue anunciado y Marlon salió al escenario, con los cejadores reflectores en su rostro, entre risas y aplausos saludó cordial, tal y como le enseñaron desde su adolescencia. No podía esperar a que esto terminara y poder irse al hotel a descansar y al día siguiente a casa. Aunque aún tendría que hacer la gira asiática, el fin de la europea suponía un breve descanso de dos semanas en las cuales podrá irse a su hogar en la ciudad de las estrellas a ahogarse en su miseria a sus anchas, como a ella le gustaba.
La entrevista pasó rápido, aunque conocía de antemano las anécdotas y los chistes a contar, puesto que producción les avisó de antes, se divirtió. Por lo menos durante esos momentos pudo olvidar el amargo momento que ella misma provocó hace un rato.
—Hoy es una noche especial, se respira un aire diferente porque BTS se encuentra en el estudio— Mencionó Graham Norton con su particular carisma, ante tal anuncio, el público, conformado en su mayoría por jóvenes, dio un grito eufórico— Scarlett, Leo ¿Han escuchado de BTS?
—¡Absoluta y totalmente si!
—No tienes idea ¿cierto?
—Ni la más mínima— El público rio ante la broma de Tom
—¿Marlon?
—Jungkook está bonito —Imitó el comentario que su asistente había hecho hace menos de una hora, aunque en verdad no conocía bien los nombres de los miembros. Ante su comentario, las fanáticas en el publico hicieron ruido y Graham solo tenía la boca abierta fingiendo sorpresa
—Esto se va a poner interesante— Bromeó Graham. La pelinegra solo sonrió y cubrió sus ojos fingiendo un sonrojo para finalizar negando con su cabeza— Después del corte, BTS.
Anunciaron el corte comercial y los maquillistas rápidamente se acercaron a hacer retoques a los actores y al conductor presentes en el foro.
—Lo estás haciendo bien, cariño— Le mencionó su maquillista personal —Pondré polvo.
—Gracias— Sonrió— ¿Sabes qué pasa con Laura? Le pedí que me trajera mi medicamento durante el corte.
Desde los 19 años, Marlon ha sufrido de migrañas, tan fuertes que le pueden dejar inconsciente del dolor, su doctor se lo adjudica al estrés, aunque ella no se sienta estresada. Es posible que no lo note porque ya ni siquiera recuerda lo que es estar tranquila, llevar una vida tranquila. Para que estos dolores no le impidan trabajar, tiene que estar medicada prácticamente todo el día, este no es la excepción.
—Oh, toma— La maquillista le ofrece las dos tabletas blancas —Laura se sentía muy mal y John la mandó al hotel. Espero no te moleste.
Igual y la incomodó de más. No pudo evitar sentirse intranquila, esta vez le costará más que un lo siento arreglarlo con Laura.
Laura es muy buena asistente, lleva años con ella, no se puede permitir perderla, ya pensará en algo para contentarla.
—Está bien— Le dedicó una media sonrisa a su maquillista y tragó el medicamento
—Regresamos en 30— Anunció alguien del staff. Agradeció por última vez y todos los asistentes y demás se alejaron rápidamente del lugar.
El productor del programa hizo una cuenta regresiva, desde el cinco y una vez llegado al dos, el letrero rojo que anunciaba que se encontraban en vivo se encendió.
Con emoción, el conductor anunció el tan anticipado grupo surcoreano, las luces se apagaron dejando encendidas únicamente algunas en el escenario que se encontraba a la izquierda del resto de los invitados, la melodía sonó y los siete miembros presentes en el escenario fueron iluminados. Los jóvenes se encontraban de espaldas, todos usando trajes a blanco con negro perfectamente bien combinados.
Marlon miraba y movía su cabeza al ritmo de "Boy with Luv", según anunció el presentador.
El segundo que comenzó a cantar tenía una voz gruesa, eran como cosquillas para sus oídos.
—Me gusta la canción— Le comentó su compañero de elenco, al cual solo le sonrió de regreso mientras que igual que los asistentes, miraba con atención la presentación.
No era muy común por estos lados del mundo ver a una banda de chicos que cantara y que bailara tan bien, hubo algunas hace tiempo, pero en la actualidad, la mayoría de los hombres cantantes tenían otro tipo de espectáculo, se enfocaban más en lo que había detrás, no estaba mal, quizá, pero ver tanta energía era refrescante.
Entre gritos y aplausos la presentación terminó.
Los siete que se encontraban en el escenario bajaron de él a la tarima principal, saludando al presentador y a los invitados antes de tomar asiento.
Se presentaron ante la audiencia, aunque esta ya los conocía, eran más bien los invitados (y probablemente el presentador) quienes no lo hacían.
Marlon los miró con concentración intentando memorizar sus rostros y nombres, se veían alegres y emocionados por estar presentes, divisó a Jungkook, en efecto, está bonito. Esperaba con ansias que Graham no fuera a mencionar el comentario que había hecho antes o moriría de la vergüenza, gracias a cualquier cosa, entidad o Dios, no fue así.
Mientras el chico de cabello más cenizo hablaba, Marlon los veía a todos, pero fue en particular aquel chico de cabello tan oscuro como el propio, cuyo nombre al parecer era V, que hacía que sus ojos se desviaran de vez en cuando.
No estaba segura porqué, quizá era el atuendo tan asombroso que le quedaba de maravilla, o el hecho de que parecía estar en su propio mundo, ajeno a los chistes de Graham y el discurso de su líder, RM.
El joven pareció darse cuenta de la leve mirada de ojos azules, pues ambas se cruzaron por un momento.
Marlon giró rápidamente su mirada al líder quien seguía hablando y pretendió que escuchaba.
Una vez más sintió la necesidad de voltear nuevamente a donde estaba en chico, solo de reojo, un mísero instante, no se va a dar cuenta, pero en ese mísero instante el joven volteó también de reojo a la chica, éste le dedicó una leve sonrisa amistosa y ella nuevamente giró un poco avergonzada, una sonrisa amenazaba con atacar pero se mantuvo al margen.
Bueno, al parecer el chico si se dio cuenta.
Nota de autora: Presentación basada en la de los iHeart Radio Jingle Ball 2019 (Sin Halsey)
Sin edición (2021)
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