𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄𝐀𝐕𝐎 (𝐩𝐭. 𝟏): met
Nueva York, Nueva York, Estados Unidos – mayo de 2020
Desde enero de 2020 pasaron muchas cosas.
La película de Marlon se terminó de grabar antes del día veinte. Ella no tuvo que ir a grabar más escenas. Canceló el viaje que tenía programado a Australia a finales del mes, dónde iniciaría la preprensa de Harvest Moons y como ésta no ha iniciado de manera oficial, no ha tenido que verle la cara desde entonces. Pero tendrá que hacerlo en algún momento. La casa productora se hizo a oídos sordos del incidente que había pasado en el set, y en su lugar, rumores de una relación entre Marlon y su coprotagonista comenzaron a salir. A consecuencia de esto, fotógrafos y reporteros comenzaban a husmear e infiltrarse a la comunidad cerrada de Hidden Hills, donde Marlon vivía, en busca de cualquier pieza de información que confirmara los rumores.
Las nominaciones a los Óscar del año 2020 salieron, y Marlon no fue nominada a pesar de tener proyectos en los cuales fue fuertemente aclamada por la crítica. Artículos salieron afirmando que, una vez más, había sido ignorada por los premios, e incluso imprimieron tabloides con los encabezados "La Maldición Romaneé", «dramáticos». Decían que era por intentar ser siempre perfecta a la hora de actuar que terminaba siendo "tirante", otros decían que ni siquiera era tan buena actriz, otros lo adjudicaban a su ascendencia latina, pero para esto le argumentaban que usar la "carta latina" era un recurso muy barato pues Marlon no usaba su apellido latino, usaba uno francés que eligió al azar, y además "podría pasar por blanca", según la opinión general. Harvey solo le dijo "tendrás mejor suerte con Harvest, solo espera el 2021" con un cínico guiño de ojos. Para este punto, Marlon ya estaba cansada de ver y leer tantas estupideces sobre ella, y ni estaba segura de que era lo que quería.
V fue a los Grammys en Los Ángeles con BTS y presentaron su canción ON en el escenario. La presentación fue un éxito y tuvieron críticas excelentes, pero no ganaron. América seguía sin estar lista para que un acto coreano estuviera por encima de sus artistas.
En cuanto a vida personal, Marlon le omitió a Taehyung que no había salido del país, así como su... situación.
Él comenzó a notar como la mujer se alejaba un poco más de él, por lo menos así lo sentía. Sentía su conexión debilitarse un poco más y temía que diera de sí y se rompiera. Temía que fueran así de frágiles. Pero la razón para Marlon de alejarse de él estaba en la encimera su baño doble, en su buró y en las botellas de licor medio vacías. En el desastre que se estaba convirtiendo. Que aún a horas de la Met Gala trataba de regular su respiración en el baño del hotel que rentaron para la tarde del evento.
—¡Marlon! —gritaba Laura tocando la puerta—. Te necesitamos, estamos en contra tiempo.
—¡En un minuto por el amor de Dios! —gritó la actriz enfurecida.
Marlon se volvió una persona muy complicada con la cual trabajar. En el pasado, solía tener ciertas actitudes que podían caer en la categoría "comportamiento de diva", ha tenido quien haga todo por ella desde antes de los quince después de todo. Pero últimamente estaba insoportable para quienes la rodeaban, incluso para Laura. Cancelaba cosas a último momento -como el viaje a Australia-, decidía que no quería asistir a entrevistas tan pronto como se las ofrecían, cancelaba trabajos de publicidad minutos antes de la hora que se la esperaba. En la misma habitación de hotel había quienes aguantaban su respiración, molestos y mortificados porque la mujer cancelara incluso la Met Gala —la cual era muy importante para todos los involucrados—.
—Si sale y dice que no irá, la mato —exageraba su estilista sin idea de la verdadera razón por las actitudes y nuevos comportamientos de Marlon, los cuales solo era el reflejo de su alma rota.
Pero Marlon no cancelaría el evento, porque a pesar de su intento por mantener distancia con Taehyung, aún se aferraba a él, porque las piezas rotas de su interior parecían querer ser unidas cada que recordaba lo que le había dicho, como si el cariño del cual carecía fuera la verdadera forma de sanación y no el aplauso y la aprobación, como siempre lo pensó. Pero las heridas de bala no se arreglan con curitas, y de eso Marlon aún no estaba consciente. Ni el cariño externo, ni el aplauso eran el medicamento adecuado a una enfermedad no diagnosticada.
Limpió de forma rápida y descuidada la encimera del baño, lavó sus manos y sorbió su nariz buscando eliminar cualquier rastro de evidencia.
Por fin salió, apática a las miradas de desaprobación y frustración de su equipo de maquillistas y estilistas. Probablemente despediría a todos al terminar la noche.
Kathleen, su agente y John, su publicista también se encontraban en la suite del Hotel a una cuadra de la Met Gala, discutiendo en voz baja el claro estado de desgaste en el cual Marlon estaba teniendo. No era secreto para ninguno de los dos el uso de sustancias de Marlon para llevar su día, de cierta forma, ellos lo alentaron. No fue complicado teniendo en cuenta el historial de la joven actriz, como tomar dosis de más o combinar medicamentos para dormir con alcohol para potenciar su efecto. Pero temían varias cosas, ninguna de ellas era directamente su salud, sino más bien las consecuencias que podría traer a su imagen pública y por ende, al trabajo de ambos. Marlon no era más que un producto para ellos, a pesar de los halagos, mascaras sonrientes y la falaz figura protectora que buscaban transmitir, a veces hasta parecían olvidar que era humana, pues en vez de discutir alguna forma de ayudarla para que esto no siguiera, hablaban de posibles estrategias para evitar el menor daño colateral en caso de que algo sucediera. ¿Qué significaba algo? Literalmente cualquier cosa.
Después de dos horas y media de peinado y maquillaje, Marlon finalmente estaba lista, luciendo como una reina de belleza, siendo halagada por cada una de las personas en la habitación. Pero solo se sentía usada.
Antes de salir, un paquete llegó; una pequeña caja de terciopelo negro que dentro tenía esclava plateada cuya cadena tenía pequeñas incrustaciones de diamantes muy diminutos, era muy similar a la que le regaló a Taehyung en su cumpleaños —a excepción de los diamantes—. Tenía grabado en ella "M103", era una referencia al tres de octubre, sonrió inconscientemente al recordarlo. Dentro, había una nota escrita a mano que decía;
"Los ángeles dicen que el cambio es inevitable,
pero igual que las fiestas, no me molesta si estás tú.
Te quiero, KTH"
No lo pensó dos veces y se lo puso.
En la velada hubo algunos momentos en particular que son dignos de rescatar, el primero fue en la alfombra roja, cuando BTS llegó justo después que Marlon Romaneé y el brazalete que V le había regalado momentos atrás, cayó sin que la portadora se diera cuenta. Él mismo lo encontró y se lo pudo regresar a la dueña mientras ésta subía las escaleras. Los medios de comunicación lo amaron. Los camarógrafos tomaron tantas fotografías que parecía intentaban opacar las luces con sus propios flashes. Y los periodistas fueron rápidos para escribir tabloides amarillistas intentando indagar ya en una posible relación.
Aún no se acomodaban en sus lugares, cuando un portal ya había escrito:
"Una fotografía digna de un cuento de hadas, un príncipe encantador cortejando a la princesa. Lástima que el rumor dice que Marlon Romaneé ya tiene su corazón ocupado por nadie menos que Ethan Miles, con quien protagonizará la esperada Harvest Moons, próxima a estrenarse en septiembre. ¡Cuidado Miles! No queremos que se lleven a tu chica hasta Corea del Sur". Taehyung jamás se encontraría con ese artículo, y Marlon lo leería tiempo después, cuando todo le haya explotado en la cara.
Y otro, ocurrió alejado de todo el mundo, cuando Marlon caminó por los pasillos que la llevaban al baño, y dentro de la habitación, sintió la puerta abrir y cerrarse detrás de ella. No tuvo tiempo de reaccionar, cuando una mano tomó su muñeca acercándola al cuerpo ajeno, era Taehyung, luciendo lo más guapo que había visto a alguien lucir en un traje tan simple y sombra de ojos. La besó al segundo que divisó su rostro aperlado. Marlon no opuso resistencia al momento que él colocó su palma en su mejilla, atrayéndola aún más a él. Su mano libre la colocó alrededor de su cintura, intentaba acercarla a sí mismo lo más que la física se los permitiera. Jugueteó con su lengua, y saboreó cada parte de sus labios.
—Tae —intentó llamar. Pero su voz salió como un gemido al tiempo que él comenzaba a besar su mandíbula, y antes que pudiera bajar un poco más: —Alguien puede entrar.
—Puse el letrero de fuera de servicio —dijo y volvió a besar sus labios, esta vez de una forma más dulce y corta—. Te extrañé mucho, Romaneé. —Juntó su frente con la de ella. Podía sentir su respiración agitada y su corazón acelerado.
Estaba feliz de que uno de sus temores más grandes no se hubiese materializado por completo.
Aún se sentía insegura. Aún recorría electricidad por su espalda cada que veía su cuello –ya sanado– o alguien intentaba tocarlo. Pero la delicadeza con la que Taehyung la trataba le permitía aceptarlo.
El joven de cabellos rizados tomó su mano izquierda, donde tenía el brazalete que se le había sido obsequiado y la levantó para tener una mejor vista: —¿Te gustó tu regalo?
—Sí, mucho..., pero..., debo regresártelo, esto es mucho.
Taehyung susurró un casi inaudible "tonterías" mientras besaba el dorso de su querida.
—Solo no lo pierdas. —bromeó y Marlon sonrió. —Feliz cumpleaños.
—Es mañana —rio por lo bajo—. Pero gracias —suspiró y desvió su mirada levemente, recordando los planes que se habían hecho para ese día—. Mis amigos me quieren festejar en SoHo hoy, después del evento. No quiero ir, pero es en mi departamento, así que, si quieres ir... —mencionó algo tímida.
La verdad es que no tenía ánimos para celebrar absolutamente nada, si por ella fuera pasaría su cumpleaños en la tina de algún hotel, rodeada de botellas de alcohol y pastillas para dormir, llenando la misma tina con su propio lamento. Pero no se quería rendir todavía, no quería que las cosas cayeran en picada. Aunque estaba cayendo, aún no era tiempo para convertirse en una avalancha. Quería intentarlo.
Taehyung se mostró dudoso. No solía tomarse mucho tiempo para sí mismo cuando hacían viajes a Estados Unidos —o a casi cualquier parte, en realidad— porque siempre iban por cuestiones de trabajo, además de que la presencia de él o a alguno de los otros miembros en bares o fiestas no era nada común, pues tenían una imagen que cuidar. Pero quería de verdad quería pasar tiempo con ella y estar juntos a medianoche igual que en su cumpleaños.
Tras una pausa, Marlon volvió a hablar.
—Si no puedes está bien, yo entiendo —Esbozó una sonrisa triste—. Si te sirve de algo, todos firman acuerdos de confidencialidad al entrar y se les quitan sus celulares durante la noche. Si somos discretos en el camino, nadie fuera de esa habitación sabrá que estuvimos- que estuviste ahí.
—Está bien —besó su frente—. Lo coordinaré con la empresa.
Escucharon a alguien quejarse fuera el baño e intentar abrir la puerta. Rieron por lo bajo cuando escucharon los pasos alejarse.
—Será mejor que regresemos —propuso Marlon.
—Espera. Déjame tenerte para mí un rato más.
Sin editar (2022)
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