Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐎𝐂𝐓𝐀𝐕𝐎 (𝐩𝐭. 𝟏): descarga en las colinas

Hannam the Hill, Seúl, Corea del Sur – finales de junio de 2022

Desde pequeña odió los truenos y los rayos.

Su madre solía tener que dormir con ella, cubriendo fuertemente su pequeño cuerpo. Según Marjorie, eso la protegía y evitaba que un rayo le cayera encima.

Las tormentas meteorológicas no eran muy comunes en Los Ángeles, allá la mayor parte del tiempo el cielo está despejado y el sol pica entre la piel. Pero cuando sucedían, cubría todo su cuerpo, se llenaba de almohadas al rededor y tenía un ojo abierto hacia la ventana, al momento en el cual el destello de luz alumbraba la habitación, los cerraba y con esa misma fuerza cubría sus oídos, contaba hasta cinco y si para ese momento el estruendo no ocurría, quería decir que estaba segura.

Una nueva tormenta había estado atacando Seúl los últimos días, la temporada de lluvias se había hecho presente y agradecía no tener que usar aquel método sola, pues Taehyung estaba con ella, cubriendo su cuerpo entre su pecho y acariciando su cabello, vigilando la ventana por cualquier destello intruso y susurrándole que estaba todo bien.

—Luz. —le avisó y la mujer se pegó aún más a él, cubriendo sus oídos. —Uno..., dos..., tres..., cuatro..., cinco. —Salió su voz ronca por la helada brisa artificial, haciendo un esfuerzo inhumano para sus parpados no cayeran igual que los rayos de afuera. Hizo una pausa, y el estruendo sonó en lo que sería el segundo siete. —Parece que cada vez se aleja más. Quizá termine en unos minutos.

Y en unos minutos también se iría, nuevamente.

El anuncio de la gira no ha sido llevado a la mujer, pero quizá se lo espere antes que él se lo pueda decir, o mínimo alguna noción de ello, pues las horas de trabajo de Taehyung han sido aumentadas. Y aunque intente ocultarlo, los ensayos serán más largos, llegará más cansado y quizá ahí será donde no pueda ocultarlo más. Era inevitable.

En ese momento se preguntó si debía decirle ahora mismo.

La respuesta debía ser sí, pero aún no sabía cómo plantearlo sin asustarla, aún no tenía las palabras ordenadas en su cabeza, entonces por el momento se mantendría así.

La lluvia cesó luego de un rato, ya casi eran las 6:30 a.m., así que se levantó de la cama.

Estiró un poco giró con esos ojos somnolientos y cabello alborotado notando a la mujer que le observaba desde su área de descanso determinada.

—¿Por cuánto será?

—Ocho días —respondió en un suspiro.

Aunque ya había pasado un año de esos horarios tan curiosos, nunca terminaba de sentirse mal por dejarla sola tanto tiempo. Se podría decir que sentía incluso algo de pena.

—¿Sabes cuando tendrás vacaciones? —preguntó sin ser consciente que los fines de semana sería lo más cercano a un descanso que tendría en mucho tiempo.

Taehyung solo se encogió de hombros en respuesta.

Luego de un rato se levantó de la cama para ayudarlo con los últimos detalles de su maleta.

Eran pasadas de las siete y Taehyung ya se encontraba a la puerta, alargando los minutos al reiterar cada cosa que ya le había dicho por la noche y por la mañana.

—Si necesitas algo me llamas, por favor. —le repitió por enésima vez en ese rato. —Voy a estar ocupado, pero de cualquier forma me marcas o le marcas a mi asistente, pero me marcas, por favor.

—Está bien, Tae —dijo y dio un beso en sus labios.

Taehyung se encontraba al marco de la puerta, con las maletas afuera y medio cuerpo en el pastillo de su departamento.

—Si te sientes mal, también, ¿ok?

—Ok —respondió y volvió a besar sus labios. —Te amo.

—Te amo. —se dirigió nuevamente al marco de la puerta y regresó a la mujer.

—Las ventan-

—Lo sé —interrumpió con una poco evidente sonrisa en sus labios. —Voy a estar bien, no es la primera vez que me quedo sola.

Taehyung bajó la mirada y rascó su nuca, un poco apenado por la situación que la hacía pasar.

—Perdón. —susurró.

Marlon lo tomó con una mano por el mentón y acarició con su pulgar, al tacto él solo pudo mover su cabeza de lado, dejándose querer por ella.

—Me refiero a que nada va a pasar, no te preocupes.

—Quisiera llevarte conmigo.

Se soltó de su agarre solo para tomarla y acercarla a su cuerpo por la cintura, hundió su rostro en el cuello de la mujer y respiró su aroma por última vez antes de partir.

—Cuidas de mi mujer, Yeontan. —Pidió mientras veía a su peluda mascota quien los veía atentos desde la sala, a un par de metros de ellos.

—Es muy tranquilo, a veces olvido que existe.

Taehyung soltó a Marlon e hizo una seña a Yeontan para que se acercara a él y poder acariciarlo, luego de unos momentos finalizó, con todo el pesar de su pecho, de despedirse de ella.

—Te amo.

Taehyung se fue hace un par de días, el mes de Julio llegó, lo que quería decir que el calor bochornoso por cada vez más lluvias, azotarían la ciudad.

Sin embargo, lejos de hacer cualquier otra actividad veraniega, Marlon tejía bufandas, gorros y guates pequeños, para bebés de un año o unos cuantos meses.

Con ambas ajugas tejía una trenza básica, la que sería la formación de su próxima prenda, daba vueltas, enredaba y jalaba los hilos hasta que dieran con lo que buscaba, cada momento hundiéndose más en sus pensamientos y menos en sus acciones.

Había hecho cálculos, si quedaba embarazada ese mes, daría a luz en marzo, no sería un mes frío, pero tampoco sería muy caluroso, igual le servirían para el siguiente enero.

No había pensado en nombres, ni si le apetecía que fuera niña o niño, y a diferencia de otras mujeres que intentan quedar embarazadas, su anhelo principal no era que viniera fuerte y con salud, sino que no viniera en lo absoluto.

No, no, no era ese, era que viniera fuerte y con salud, sano y saludable y no débil y sin complicaciones y no aguantó las lágrimas y comenzó a llorar.

¿Estaba exagerando? Ni siquiera estaba embarazada aún y se hacía mil ideas. Ser madre había sido algo que siempre quiso, sobre todo cuando imaginaba tardes en los lagos de Georgia con su familia.

Y después pensó en Laura, no ha hablado con ella desde la noche de los Óscar, o tal vez sí. ¿Qué pensaría si supiera los planes que tiene? Aún no se lo cuenta a su mamá tampoco. La señora Scott no es la fanática principal de la relación que tiene con Taehyung, siempre le pareció que fueron precipitados e irresponsables, pero ella no conoce toda la historia y si la supiera, quizá sentiría que le falló a su hija y que no debió darle tanta independencia. De todas maneras, tiene planeado darle la noticia una vez que aquel ser que espera con tanto, pero tanto amor, esté en camino. Quizá con un hecho así el desagrado que tiene por Taehyung pase a segundo plano y le gane la alegría por una nueva adición a la familia.

Hace tiempo no habla con su madre, últimamente ha estado muy ocupada en la granja. Tiempo atrás la señora Scott le había dado una nueva oportunidad al amor con un empresario de Georgia, con el cual ahora manejaba la granja.

¿Era esto realmente una buena idea?

Ya había pasado un mes desde que dejó los anticonceptivos. Si volvía a ellos, ¿Taehyung se daría cuenta? Probablemente no, pero le estaría mintiendo, estaría fallándole a la relación y eso lo decepcionaría mucho, el voto de confianza quedaría roto entre ambos y..., no debía ser así.

Dejó sus materiales de lado, si continuaba tejiendo con la distracción y ojos llorosos que tenía terminaría lastimándose, además comenzaba a marearse. Se recargó en el asiento dando un suspiro muy grande, pero se detuvo a la mitad cuando sintió un par de cólicos en su abdomen y que se extendían a la espalda baja.

—Mierda, ¿me irá a bajar? —Se preguntó intentando bajar el dolor presionando con cuidado en el área afectada y tratando de recordar si tenía o no lo necesario para pasar su posible semana de sufrimiento. Era difícil saber si lo era o no, con el anticonceptivo que usaba la menstruación venía cada que quería, por lo cual no tenía un seguimiento seguro de aquel evento.

Sintió, también, un ligero ardor querer llegar a su garganta. A veces le sucedía, cuando no había comido en mucho tiempo, pero no tenía ni una hora de haber comido bolitas de arroz de la noche anterior, entonces era un suceso extraño.

Miró el techo reflexionando por unos segundos, buscó su celular y lo encontró luego de unos minutos con la batería a medio morir.

"Síntomas de embarazo primer mes"

Fue lo que escribió en la barra del buscador. Fue más fácil entrar a las imágenes que leer todo un artículo lleno de publicidad y de acuerdo con la infografía, los síntomas más comunes; mareos; calambres; inflamación; dolor en la zona lumbar y finalmente sensibilidad en los pechos.

Al leer lo último fue como si un botón hubiese sido presionado, pues casi en automático los propios comenzaron a doler.

Había tres posibilidades, o eran efecto de un síndrome premenstrual; estaba embarazada o bien, se sugestionaba.

Se recostó nuevamente en el sofá azul marino, abrió la agenda en su celular y bajó hasta el nombre de Taehyung. Marcó una vez y no contestó, una vez más y la llamada tampoco fue atendida. Se comenzaba a desesperar, inconscientemente su pierna comenzó a moverse, de un momento a otro las cutículas de su mano estaban siendo mordidas por ella misma. Llamó a al asistente de Taehyung, como él le había dicho, pero obtuvo el mismo resultado. El nerviosismo aumentaba tanto que consideró llamar al mánager, pero lo descartó pensando que quizá sería una exageración hacer eso. Realmente nada estaba pasando, sólo eran síntomas menores que en otra época le podrían parecer insignificantes, pero ahora podrían significar algo.

Dio un vistazo a la puerta de la entrada, específicamente a la pequeña mesa de roble oscuro en la cual posaban velas aromáticas, flores artificiales, las fotografías de su cumpleaños con Taehyung y las llaves del Hyundai de su esposo. Mordió su labio inferior pensando en las posibilidades, buscó en internet farmacias o tiendas de conveniencia cerca encontrándose con que había un 7-Eleven a no más de un kilómetro, la respuesta a su duda estaba a solo un par de minutos en coche. La ruta no era complicada, podría manejar hasta allá, incluso podría ir caminando, hacía mucho que no estiraba las piernas y no le vendría mal, pero ¿y si alguien la ve y la reconoce? Lo mejor sería tomar la camioneta, sería menos el tiempo que sería expuesta. Su respiración se volvía más pesada, tenía miedo de ambas cosas. No podía aguantar la duda más pero tenía mucho temor a salir sola, hace mucho no lo hace, ¿y si se le olvidó manejar? La ruta no parece nada complicada, lo más difícil sería cruzar la avenida y encontrar estacionamiento. Mira a la ventana como si esta le fuese a dar la respuesta que buscaba. Llamó a Taehyung una vez más, nada.

Se levantó del sofá con determinación fingida, debía quitarse la duda de inmediato o no estaría tranquila, podría esperar a que él le contestara pero podría tomar horas, horas que no está dispuesta a esperar, además de que algo en ella prefería que por el momento él no supiera. Ocultar que saldría (y que lo haría por una prueba de embarazo) era diferente a tratar de sabotear los planes que ambos escogieron.

Pasó por su habitación hasta el baño y después al amplio armario que compartía con su esposo, buscó entre las carteras de él algo de efectivo, para no tener que usar su tarjeta.

Cambió los pijamas que usaba solo cuando él no estaba por mezclilla y una blusa blanca que encontró por ahí, tomó un par de lentes de sol y contempló utilizar una gorra para ocular su cabello de rizos quebrados, libre de cualquier tratamiento alisador que alguna vez usó en el pasado, pero tampoco quería parecer una asaltante o sospechosa de algo.

Miró su celular una vez más, no había ninguna notificación o luces de él.

Tomó las llaves y su bolso y salió, por primera vez sola, de aquel departamento en las colinas.

Nota de Autora: Tenía este capítulo desde el jueves pero no me decidía a subirlo, pero aquí lo tienen. Disculpen por no ser ya tan constante, trataré de traer los capítulos más seguido.

La parte dos estará disponible pronto,

gracias por leer. ♡

Sin editar (2021)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro