Tom x Severus 2/2
"Los años pasaron, y ahora reencarnamos como dictadores"
Harry Potter Malfoy y su hermano menor, Draco, eran conocidos como "Los salvadores del Mundo Mágico", cuyo título los llenaba de dolor, pues habían salvado a toda alma que siguiera en pie, pero no pudieron salvar a quien amaban; Severus Potter Prince, su adorado Tío. Aquella persona por quién viajaron al pasado, para conocerlo y así salvarlo del trágico destino que le amparaba, pues del futuro del que ellos venían su tío Severus moría en manos del egoísta Salazar Prince, quien arrebataba con artes negras la vida de su padre. Viajaron al pasado con las esperanzas de cambiar el destino y evitar que Severus tuviera un hijo, pero tal pareció; Salazar tenía otros planes, asesinar a sus padres y así convertirse en lo que él creyó que era el destino que se le fue negado por su nacer. Porque si, Salazar era el (anteriormente) nominado "Salvador del Mundo Mágico", pues en el futuro se dictaba la profecía en la que Tom Riddle sería cegado por la magia negra y llevado a la locura hasta asesinar a todo ser viviente frente a él, pero al nacer Harry anteriormente su título se le fue cedido a este, llenando de odio al Prince menor, acabando por enloquecer al ver como sus padres pasaban más tiempo con el pequeño que con él.
Los años pasaron hasta acabar en lo que pareció ser la "Época de la revolución Tecnológica", donde las armas se disparaban a partir de una orden verbal y no a la necesidad de jalar un gatillo, donde los robots eran la mejor copia de un ser humano, a tal grado de parecer un humano y sin ser catalogado como una máquina de no se por la existencia de una maquinaria echa para identificar a los humanos de los metales ambulantes. La magia seguía en pie, pero ya no era tan requerida como antes, ahora solo eran utilizadas las pociones y las varitas no eran más que un accesorio y un arma para situaciones de EXTREMA emergencia.
En una guerra desatada en 2098, donde magos y muggles se unieron a combatir contra un grupo antiguamente olvidado que reapareció desde las penumbras para azotar al mundo y así tomar el control de todo aquel que fuera lo suficientemente inteligente como para doblegarse y salir ileso o asesinar a todo rebelde que diera la contraria. Aquel grupo exigente y asesino, casi inhumano, era conocido como "Los Nazis". Un grupo demente y psicótico que se creía destinado para acabar con aquellos que no siguieran sus pensamientos y órdenes, o que no cumplieran con los estereotipos corporales que ellos exigían. Pues para Los Nazis, lo demás eran su legado, su legado de parte de la locura, posiblemente.
Severus Tobías Neta, era un hombre de aspecto tenebroso, y la reencarnación del antiguo y, anteriormente, masacrado en su época de adolescente. Severus Neta no era más que el agente y espía de segunda mano de sí mismo, quien luchaba a favor de los muggles indefensos y no a favor de los incorregibles soldados de fundas rojas y cruces torcidas, pero no era participe del ejército Americano que luchaba en contra de "Voldemort", un hombre tosco, agresivo, frío y calculador, con un hijo como comandante de las enormes tropas que mandaban a batallar contra el enemigo. Se decía que como Tom Riddle, el comandante e hijo del líder y cabeza del ejército rebelde Nazi, no había igual. Pues el adolescente de 17 años asesinaba a todo ser que tuviera a su merced, y siempre regresaba con su escuadrón intacto, era conocido como "Quien no debe ser nombrado", pues parecía casualidad que cada vez que su nombre se mencionaba una catástrofe, y temible masacre, se desatada en algún lugar del país.
- Shakep, no lo hagas, es una maldita locura... - susurraba Sirius; un muchacho de cabellos rizados y de un mechón teñido de azul amarrado en una trenza, mientras seguía a gachas a su líder y hermano adoptivo, siendo él mismo seguido por otros tres muchachos.
- cállate... - susurró Severus, deteniéndose para verificar el terreno enemigo.
Se encontraban entre las ruinas de un campo de batalla "abandonado" hace unas horas luego de una pelea entre un grupo de Nazis y otro de magos y muggles civiles armados. El campo debería estar vacío, pero Severus quería verificar si no habían sobrevivientes, pues algo que odiaba era encontrar a personas que pudieron salvarse pero fueron abandonadas en el campo.
- Sev...-masculló James nervioso, un muchacho de pelo largo y castaño hasta los hombros (totalmente despeinado y con un mechón teñido de bordó), temblando por el frío de la madrugada de invierno, sujetando su arma de fuego lo más fuerte que podía- hace frío... - gruñó abrazándose a sí mismo.
- Pues te hubieras abrigado... - dijo Severus sin mirarlo. James bufo, mientras seguía avanzando tras su "líder".
- Yo te dije, "James, abrígate que hace frío", pero tú no me escuchaste... - bufo Remus, un castaño con un mechón dorado teñido justo en su flequillo. Detrás de Lufin Remus iba su pareja de grupo: Peter Drawnyng, un chico torpe y que aún era novato, quien asintió a lo dicho por Remus.
- Ajá... - suspiró James, harto de que le dijeran que no hacía caso, ¿Porque se lo decían? ¡Él ya lo sabía!.
- Sh, escuchen... - dijo Severus de repente, deteniendo su marcha, provocando que el resto del grupo choque con su espalda. Todos guardaron silencio, y al pasar 7 segundos se escuchó un sollozo de dolor, más parecido a un gruñido que a un llanto- avancen con cuidado... - dijo serio. Su grupo desartillo sus armas y las alzaron amenazantes, moviéndose con cuidado y sigilo entre la espesa niebla de ese día nublado y frío.
- ¿Hola? - los sollozos se detuvieron, dando paso a la voz del emisor de los sollozos, parecía desconfiado, enojado y adolorido. Se oyó como un arma era despojada de su seguro. La víctima tenía un arma, y apuntaba insegura a las tinieblas- ¿Quien anda ahí? - ningún Merodeador pronunció palabra alguna. El herido disparo al cielo, sobre-saltando a los marginados, quienes se contuvieron a decir algo, o disparar sus armas.
-... - James se adelantó a Severus junto con Sirius, luego de que este les diera la señal. Remus fue al lado contrario por donde Drotter James y Sirius fueron. Peter permaneció unos pasos detrás de Severus, quien siguió su camino.
- ¿Amigo o enemigo? - dijo la víctima. Severus vaciló antes de responder.
- Amigo... - aseguró. El herido no respondió. Hasta luego de unos segundos.
- Ningún idiota se metería al campo de batalla de una forma tan descarada... - dijo la silueta que podía distinguirse de entre la gris tiniebla- ¿Sois Los Merodeadores, no es verdad? - indagó inseguro. Severus asintió, a lo lejos veía las distorsionadas sombras de James y Remus- Ja, que bien... Porque ya era hora de que aparecieran... - Severus se horrorizó al llegar y ver el cuerpo de la rubia víctima. Un soldado Nazi.
- Un Nazi... - dijo Peter horrorizado.
- Lucius Malcoy para ti... - sonrió el rubio, levantándose del suelo sin molestia alguna y manteniendo firme el arma contra Severus- ¡AHORA! - Severus miro las sombras de Remus y James ser jaladas hacía atrás por otras dos, siendo arrastradas y desaparecidas entre las tinieblas mientras estos forcejeaban.
- ¡James! ¡REMUS! - Severus se horrorizó al ser testigo del secuestro de sus colegas. Sirius forcejeó para defender a Remus, quien fue el último en caer en la inconsciencia luego de James, pero Sirius acabó igual que su hermano y Remus.
- ¡A DORMIR!- Severus volteó al oír el grito a su espalda, pero al hacerlo vio como un bate arremetía contra su cara de forma fugaz. Cayó a la inconsciencia.
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- Agh...-Severus se levantó adolorido, sentía la cara toda entumida, pero al tocarse descubrió que estaba cubierta de sangre seca- Mierda...-balbuceó adolorido, mirando a su alrededor, distinguiendo que se situaba en una especie de calabozo oscuro subterráneo, en las celdas que se situaban a su derecha e izquierda se encontraban James y Sirius, frente a su respectiva celda se encontraba Peter. Todos lo miraron preocupados.
- ¿Estás bien Snakep?- dijo Sirius tomando los barrotes de la pared abarrotada que lo separaba de su hermano.
- Si...-vaciló con una migraña atormentadora- ¿Ustedes?- dijo frotando su cabeza adolorido.
- Si... supongo... no tenemos heridas graves...-dijo James mirando a Peter, verificando sus palabras.
- ¿Donde está Lunático?- dijo Severus alterado, notando como resaltaba el faltante.
- Se lo llevaron a un salón de interrogatorios...o eso dijeron...- dijo James arrodillándose frente a Severus.
- ¿Eh? ¿interrogatorio dices?- frunció el ceño.
- Dicen que si cooperamos con ellos no nos harán daño...-gruñó Sirius, con su mirada fija en sus piernas, dando a entender por su tonalidad de voz que no creía en las palabras de los nazis.
- ¿Ustedes ya fueron interrogados? ¿O alguno de ustedes?- indagó Severus serio.
- No, de momento Remus fue el único...-dijo James decepcionado por su ineptitud al tratar de salvar a sus amigos.
- ¿Hace cuanto se lo llevaron?- dijo Severus. James miró a Peter esperando la respuesta.
- 2 horas y media, o y cuarto, no lo sé, perdí la cuenta en cuanto despertaste...-dijo Peter, quien era el encargado de tomar en cuenta la ausencia y el tiempo que llevaba esta en el castaño calmado.
- De acuerdo, está bien, eso significa que les tomará todo el día acabar con los cinco en total, mientras los interroguen quiero que mantengan lo de siempre ¿Vale?- dijo mirando serio a sus amigos y hermanos, todos asintieron- Ni nombre, ni origen, ni modo de extracción de información, solo las mentiras de siempre...-todos asintieron, cuando de repente se abrió la puerta de lo que parecía ser la salida del calabozo.
- buenas noches florecillas, parece que ya despertaron todas... - dijo cínico el tal Lucius.
- maldito... - gruñó James, ganando la atención del rubio, quien se hincó frente a él con una sonrisa de lado.
- Tú... Criatura, serás el siguiente... - dijo tomando del mentón a James, quien se apartó como pudo.
- ¿A dónde llevaste a Lunático...? - dijo Severus firme.
- a donde tú y tus colegas irán... - dijo sonriendo macabro, antes de llevarse a rastras a James.
- mierda... - balbuceo Sirius molesto. Las horas pasaban y todos fueron siendo retirados, hasta que el turno de Severus llegó.
- venga, no tardes... - dijo un soldado que no había visto nunca. Por algún motivo, a Peter vino a buscarlo un soldado diferente, de pelo negro y ojos onix, a Sirius lo retiró un chico de cabello negro y ojos tormenta, aterradoramente similar al físico de Sirius. Por algún motivo los guardias nos e repetían.
- ¿Dónde están mis compañeros? - dijo frío. El soldado lo miró de reojo antes de sonreír socarron. No respondió. Severus se enfadó. Sin palabra alguna fue arrojado a un salón oscuro y estrecho.
- Hola dulzura, me dirás la información que te exijo por las buenas... ¿O por las malas? - Severus volteó exaltado, encontrándose con un muchacho de alto atractivo y ojos rojizos que lo veía sonriente.
- ¿Y tú quien eres? - espeto asustado.
- me conocen como "Quien no debe ser nombrado", o Tom Riddle está bien para mi... - sonrió mientras se quiebra un guante blanco de su mano derecha. Severus lo miró de pies a cabeza.
- ah... - fue lo único que pudo mencionar. El comandante lo arrincono contra la puerta, pero Severus, con manos y pies encadenados no podía hacer mucho para apartarse.
- ¿Responderás con sumisión, o te harás el difícil? - indagó sonriente. Severus gruñó. ¿Sumiso? ¿Que era eso? Para Severus la "sumisión no estaba integrada a su base de instintos, ni aún bajo el mayor riesgo.
- pudrete... - espeto. Tom sonrió.
- Parece que me la harás difícil ¿eh?- dijo, apartándose lentamente para quitarse el último guante- Muchas gracias, ya lo necesitaba... - sonrió cínico antes de apretar un botón de su reloj blanco antes de que apareciera una cama llena de correas y cadenas en cada extremo, Severus palidecio. No sabía si lo costarían o que, pero que lo torturarian lo harían.
- No te atrevas a fastidiarme la paciencia... - advirtió molesto. Tom rio levemente.
- Dime Severus, ¿alguna vez te han penetrado? - dijo casual, a lo que Severus sintió su quijada caer.
- ¿Pene...trarme?-vaciló incrédulo.
- si, ya sabes... Que te la metan... - dijo riendo, caminando al rededor d el a cama con lentitud, mientras se alojaba el pañuelo blanco que se agarraba en su cuello.
- No... - dijo frío. No quería ni enterarse de que era el "ser un penetrado", lo escuchaba de varios, pero siempre se escuchaba doloroso.
- ¿Sabías que tus compañeros si saben? - dijo pícaro, desabotonando su chaleco verde pardo, dejando al descubierto su camisa blanca.
- ¿Disculpa? - gruñó indignado. Okey, que los secuestraran ya era ofensivo, ¡PERO QUE LOS ACUSARÁN DE HOMOSEXUALES SIN CONOCERLOS YA ERA INSOPORTABLE! (aunque fueran gays, no les gustaba ser acusados de eso con tanta ligereza, y mucho menos por un nazi).
- oh, y no solo lo saben... Hasta lo fueron... ¿O debería decir, "Son"? - Sonrió malévolo. Severus sentía un sabor amargo en su boca, podía asegurar que era vomito. Aún así, lo trago.
- Estás enfermo... - acuso con desagrado. Tom sonrió, quitándose la camisa blanca y tirándola a un lado del suelo.
- Puede que si, puede que no... Depende de la perspectiva... - sonrió burlón.
- No es la perspectiva, realmente estás enfermo e la cabeza... - dijo con leves convulsiones de asco que contuvo.
- Escucha niñato... - dijo serio de repente- No voy a darte más opciones, tú eliges; ¿Fácil o difícil? ... - dijo serio acorralado al morocho con sus brazos nuevamente.
- Muérete... - acuso molesto. Tom suspiró. No creía que fuera tan obstinado. Tomó con fuerza las cadenas d esas manos de Severus antes de arrastrarlo hacia una de las paredes negras de vidrio templado.
- Si tú no quieres colaborar... Podría pasarte... Esto-con un toque de botón la pared que Severus observaba se hizo transparente, permitiendo que el morocho vea lo que se sitúa detrás de esta pared.
Una imagen horrorosa que jamás podría olvidar. James... Él... Estaba siendo violado... Violado por ese rubio desgraciado, que tenía amarrado de boca y manos a su hermano mayor, su boca amordazada no permitía palabra alguna, y las lágrimas salían ahogadas de sus ojos.
- él... Él... - titubeó horrorizado, tratando de retroceder. Tom lo detuvo, tomándolo de la cintura.
- Ese es el castigo para aquellos que no ceden a nuestras peticiones... Solo es información... Luego los dejaremos ir... - aseguró mirando fijamente la escena que su amigo protagonizaba con mano dura.
-... - Severus sentía rabia, rabia y dolor. Su hermano sufría y él ni podía hacer más que mirar horrorizado lo que le hacían- ¿Si digo lo que ellos no dicen y ustedes quieren oír... ¿Nos dejaron ir a todos...?- preguntó rabioso, sin apartar su perturbada mirada del cristal.
-así lo prometo... - dijo Tom complacido.
- ¿Que es lo primero que quieren saber? - dijo frío, sin despegar su mirada de la escena tormentosa que vivía su hermano.
- Vuestros nombres, los cinco... - dijo serio.
- El torturado ante mis ojos es James Drotter... - dijo con desdén ante la palabra "tortura"- El castaño de ojos miel es Remus Lufin... El menor de todos es Peter Drawnyng, el d enero rizado es Sirius Drotter y el mío es... - gruñó para sus adentros- Severus Neta Drotter... - Tom lo pensó un momento.
- ¿Hermanos de sangre? - dijo. Severus gruñó. No quería responder, pero de él dependía la vida d esos hermanos.
- Si, pero no de sangre... - dijo frío. Sus ojos aún miraban la tortura de su hermano. No dejaría que solo James sufriera, él también lo haría.... Mirando.
- Adoptados entonces... Bien - dedujo solo. Miró la espalda del moreno temblar de rabia, y por un breve momento quizá detener a Lucius, pero fue un breve instante, luego le dio lo mismo como siempre- Siguiente pregunta... ¿Cuántos años tiene cada uno? - Severus apretó sus puños.
- 18 Sirius, 17 Peter, 19 Remus, 18 mañana James, y yo de 17...-espeto con veneno- Y por cierto, gracias por arruinar el cumpleaños de mi hermano, bastarda ineptos... - reprocho furioso. Tom no pareció inmutarse, pero dentro de él se arrepintió levemente.
- ¿Porque van a los campos de batalla siempre? - dijo serio. Severus esta ves no contesto. Ni creía grave el no responder esa, aunque muy en el fondo sabía que no era así- Ey - espeto al nos en respondido.
- no te voy a responder... - dijo frío. Tom negó con la cabeza, antes de suspirar con pesar y arrastrar al azabache hacía la otra pared frente a la que miraba hace un rato.
- Si no respondes esta, se pondrá peor... - dijo tomándolo de los cabellos para así forzarlo a mirar la pared, cristalizado ese muro Tom dejó ver otra tortura a Severus, con otro hermano.
- Sirius... - titubeó horrorizado. Su hermano menor era embestido con total brutalidad por el soldado que recordaba haberlo retirado. Sirius tenía un bozal, y muestras de golpes y arañazos sangrientos en su torso.
- Regulus está siendo muy sutil a comparación de como debería hacerlo, pero... Si así de limitado quiere ser él... Bien. No es mi problema... - dijo Tom, forzando a Severus a apartarse del cristal- ¿Cederás, o acabarás igual a él? - dijo serio. Severus sintió sus ojos lagrimarse.
- Te... Temíamos que hubieran sobrevivientes abandonados... - titubeó, aguantando el llanto. Cuanto sufrían sus hermanos.
- ¿Que hacían cuando los encontraban? - dijo indiferente.
- Los curabamos y alimentabamos, par a luego devolverlos a sus familias...-titubeó horrorizado.
- ¿Porque? - dijo intensificando su mirada.
- No queríamos que sufrieran por una perdida que podía ser detenida... - dijo temeroso.
- ¿Alguna vez ayudaron a un nazi? - dijo serio. Severus negó con la cabeza horrorizado- ¿Porque? - dijo frío.
- Nunca encontramos uno... Lo juro... - titubeo nervioso.
- ¿Sabe aporte nunca encontraron uno? - Severus negó asustado - Porque nosotros no abandonamos a nadie... - dijo orgulloso pero serio a la vez.
- Por favor... Deja a mis hermanos... Por favor... - suplico con la sagradas brotando. Tom lo tomó del mentón antes de acercarlo a su rostro.
- Por hoy acaban las preguntas, duerme... Mañana te seguiré interrogando... - dijo lamiendo de forma lasciva los labios del morocho- Por cada sesión acabada d enorme exitosa una tortura mermara... - prometió dando un casto beso de posesión a Severus, quien tembló asustado- Ahora... James dejará de sufrir... De ti depende que tus hermanos parte con sus sufrimiento... - dijo soltando los cabellos del Neta- o no... - dijo serio, saliendo de la habitación oscura. Severus estaba aterrado... Ya nada... Nada seria igual entre ellos... Estaba seguro... Lo estaba tnsit que dolía...
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Hola mis citrinos divinos, díganme si les a gustado y si quieren un finc de esta historia, lamento la tardanza y perdón por demorar taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanto. Pero aquí esta. Espero que les haya gustado. Chau
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