Tom x Harry 2/2
"Furia Nocturna"
Harry gruñó. Ya había amanecido, caminó por horas, y aún no encontraba el cuerpo de su dragón capturado. No estaba loco, sabía que lo había a trapado, que había caído por allí. ¡PERO NO LO ENCONTRABA! ¡MALDITO REPTIL METAMÓRFOGO!. Harry jadeó agotado, y cerró con odio su cuaderno, donde había dibujado un perfecto mapa del bosque.
- Ahg...-gruñó al cielo- Cualquier otro vikingo pierde un ojo, una pierna, o incluso la cabeza... Pero no, yo voy y pierdo el dragón entero...-gruñó, pateando una piedra del suelo, resbalando en picada por el lodo fresco que lo dejó caer por la colina- ¡AH~!- cayó de cara, ensuciándose por completo- Que puto asco... -masculló, quitándo la sustancia café de su rostro- espero que sea lodo...- realizó una mueca de asco.
Se levantó del suelo húmedo con pereza, y con más vagancia, se quitó de encima de su cuerpo los restos de la tierra húmeda, cuando un gruñido lo alertó. Y preocupado por su descuido se agachó al suelo. Con sigilo alzó su mirada, encontrándose conque un camino de destrucción había provocado su caíada al suelo. Con cuidado se asomó por un acumulamiento de tierra, y se espantó al ver un dragón en metamorfosis humana. El dragón que él buscaba.
- Carajo... - chilló por lo bajo- Carajo,carajo, carajo, carajo, carajo, carajo....-masculló horrorizado, y con un suspiró se calmó a medias, para luego acercárse con cuidado, extremo, al dragón.
- Grrr...-Harry se sobresaltó, el hombre abrió los ojos de repente, mostrando unas pupilas reptilianas y unas hermosas, y atractivas, iris color carmín.
- Ah...- Harry no sabía que hacer, como actuar. Oh por Thor, al carajo, él era un vikingo- Voy a matarte...-decretó, sacando el cuchillo de su cinturón de cuero. El dragón de cabellos negros y piel escamosa lanzó un pequeño gemido gorgoroso- Te arrancaré el corazón y se lo entregaré a mi padre...-musitó Harry.
El muchacho de camisa negra y pantalones cortos del mismo color emitió el mismo sonido de duda de antes, el muchacho no parecía capaz. Pero Harry dejó de mirar sus ojos color carmín ocultos bajo sus mechones azabache largos y lacios para así alzar el cuchillo sobre su cabeza. Carajo, parecía en serio. El dragón parecía rogar con su mirada, Harry se sintió débil, y frustrado, desvía su mirada una vez más, para así asegurarse una tarea sencilla.
- Soy un vikingo...- el hombre gimió- ¡Soy un vikingo!- determinó, a lo que el dragón suspiró, antes de cerrar los ojos y rendirse.
Harry se sorprendió ante eso, y por algún motivo no se sintió capaz de atacar. Primero porque iba en contra de sus principios atacar a un dragón, y segundo, porque no sentía que fuera su derecho atacar a esa criatura de exótico aspecto en esa situación de desventaja. Si, capáz que ese hombre haya matado a otros humanos pero... ¡Agh!. Harry bajó el cuchillo, rendido. No lo mataría, no se atrevía. el hombre no abrió sus ojos, parecía intentar calamarse, serenar su mente, y aceptar tranquilo su "destino".
- Yo hice esto...-susurró para si. El dragón suspiró, se mantuvo con los ojos cerrados- No...-murmuró para si. No podía. Observó la flecha que reprimía las acciones del hombre.
Si lo soltaba, lo mataría, y no lo soltaba lo mataría de hambre. No podía decidir, tampoco podía matarlo directamente, simplemente no podía. ¿Qué debía hacer?. Lo pensó. No importaba que hiciera, en todas las situaciones alternativas acababa igual, nadie se interesaría por él. Simple.
Con un suspiró acercó su mano a la flecha bañada en líquido parálico, un veneno de serpiente utilizado para paralizar a la presa. Con inquietud tomó la base de la flecha. El dragón abrió los ojos, pero Harry no lo notó. Potter suspiró, podía correr... No, ya no tenía sentido. Jaló con fuerza la flecha, y con un gemido de dolor por parte del dragón, vio como la flecha provocaba un espasmo de dolor en el hombre.
- Listo...-dijo para si, lanzando la flecha lejos de él. Pero el dragón solo pudo mirarlo con asombro, pues su cuerpo parecía no poder reaccionar- Uh, ¿No puedes moverte aún?- indagó, pero al no poder moverse, el hombre devió su mirada a modo de afrimación.
Harry devió su mirada. Había un medio de sacar el veneno. Pero era vergonzoso, y no quería saber como lo tomaría el dragón. Suspiró. El mundo iría en su contra de todas formas, hiciera lo que hiciera. Por lo tanto, movió la camisa negra del hombre dragón, quien lo observó indignado.
- No me mires así, trato de ayudarte desagradecido...-espetó Harry molesto. El dragón pareció bufar- ¿Puedo seguir?- indagó molesto. El hombre desvió su mirada a modo de afrimación.
Harry apoyó sus manos en la piel del hombre, era suave. Imaginaba que la piel de un metamórfogo era viscosa y escamosa, pero parecía tener escamas solo en las piernas, el cuello y los antebrazos, el resto era carne humana, cálida y suave. No notó que acariciaba la piel del hombre, hasta que este pareció ronronear, fue cuando Harry se detuvo.
- Mmm... perdón- murmuró apenado, antes de aproximar su boca a la herida sangrante.
Comenzó a sorber, tratando de aspirar el veneno del cuerpo del hombre, pero suponía que tras estar tantas horas en el cuerpo del hombre el veneno ya estaría en su sangre. Por ello, Harry aspiró y escupió tan solo 3 veces. No tenía caso. Por lo tanto se levantó del suelo, y miró al hombre, quien deslumbraba un estraño color salmón en su rostro. Sonrojado. ¿Los dragones se sonrojan?.
- Es...-Harry se acercó al dragón, quien al sentirlo cerca de si gruñó en defensa- Cálmate, no te voy a dañar...-siseó Harry. El dragón pareció ceder a duras penas, cediendo permiso a Harry de tocar su frente- Tienes fiebre... ven- dijo. Tomando la cabeza del hombre y uno de sus brazos, sentándolo en el suelo, y apoyándolo en un árbol- ¿Qué haré contigo?- dijo para si.
- agh...- gruñó el dragón. Harry parpadeó.
- ¿Ya puedes hablar?- indagó curioso. Un tanto esperanzado.
- Algo...-dijo con voz pastosa. Harry asintió.
- Bien, entonces dime... ¿Tienes nombre?- el dragón lo escudriñó con la mirada- Está bien, si no quieres no me digas...-dijo Harry, cínico, alzando sus manos en defensa sarcástica.
- Con "Tom" debería bastar para ti...-espetó el dragón. Harry asintió con una sonrisa.
- Soy Harry...-el morocho alzó una ceja, a modo de indiferencia- Que simpático...-dijo cínico. Tom frunció el entrecejo- El veneno no pasará el efecto hasta dentro de 14 horas... ¿Qué piensas hacer?-
- ¿Disculpa?- gruñó el dragón.
- Yo asumo que tienes tu orgullo, y no me dejarás ayudarte... ¿Qué piensas hacer para auto ayudarte?- indagó el castaño con los brazos cruzados. El hombre se sonrojó levemente- No podrás moverte hasta dentro de 14 horas...-el azabache desvió su mirada.
- Yo...-siseó indeciso- No te importa...-fasculló seguro. Harry alzó una ceja.
- ¿Crees que te pregunté por gusto nomás?- espetó sarcástico. El dragón lo miró un segundo antes de bufar- Te ayudaré de todas formas...-dijo al momento de levantarse del suelo. El hombre lo miró curioso.
- ¿Porque harías semejante estupidez... vikingo?- recordó. Harry tuvo un golpe, recordó lo que era, lo que debía hacer... Pero otro recuerdo lo azotó de regreso.
- No soy como ellos, no como ellos quieren...-dijo con un bufido- Soy vikingo por nacimiento, no por gusto propio...- el dragón suspiró- ¿Cómo me dejarás ayudarte?- indagó, sabía que los dragones tenían sus límites, y no quería sobrepasar los de este.
- Con comida debería bastarte...-suspiró el sujeto. Harry rió levemente.
- El punto es que te baste a ti, no a mi...-Tom pareció sonrojarse nuevamente- Voy por comida ahora, tu cola se está crispando- apuntó, viendo como la reptiliana y escamosa cola trataba de moverse, dando solo pequeños tics forzados.
- Mmmm...-siseó el hombre, a lo que Harry sintió un espasmo de exitación irregular y anormal.
- Ya regreso...-murmuró, desapareciendo entre los árboles. Tom solo lo observó marcharse, y con un ronroneó sonrió levemente.
- Humano ingenuo...-sonrió con ternura para si.
En cuanto probara bocado alguno su estómago sería capaz de crear fuego y así dispararlo. Cerró los ojos con calma, cuando escuchó un aleteó cerca de si, poniéndo sus instintos en alerta abrió los ojos. No tenía fuego, y estaba mortalmente paralizado por el veneno. Joder.
De pronto, los aleteos se hicieron más fuertes, y uan sombra y el crugir de las ramas de los árboles romperse ante la imposición del dragón se hicieron oír con vehemencia. Tom gruñó al sentir hojas caer en su cabello largo. El dragón de color fuego gorgoteó antes de transformase en humano.
- Joder... no- rogó Tom con fastidio al ver a las dos personas frente a él sonreír con burla.
- Hola...-dijo uno de los muchachos.
-... Tomy~ - completó el otro.
- ¿Porqué a mi...?- rezongó el de ojos carmín.
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Harry tardó media hora, era difícil pescar sin ayuda de su pueblo, o del cobarde Pettigrew. Al fin y al cabo, tardó otros 15 minutos en crear una canasta con lianas para cargar los pescado pescados. Cuando emprendió el viaje de regreso hacia la ubicación del Furia Nocturna, resbaló con el lodo, haciendo que tuviera que hacer malabares extraños para no caer, y que la comida no cayera de igual forma. Con un suspiro de alivio, retomó su viaje, llegando en menos de lo que se fue, encontrándose con una sorpresa gigante ante él.
- ¿Qué rayos...?- balbuecó al ver a dos pelirrojos con alas y cola aguda meneandose frente al dragón de cabello oscuro. Los tres dragones se voltearon a verlo, aunque Tom solo tuvo que mover los ojos.
- Oh oh...- dijo uno de los pelirrojos, sonriendo con maldad. Harry tragó grueso.
- Tenemos un inconveniente...- dijo el otro, sonriendo de igual forma. Tom cerró los ojos con pesar.
- No jodan...-dijo el Furia Nocturna- No va a caer...-dijo el hombre inmóvil. Los dragones similares lo miraron con curiosidad- No, no es lo que creen...-dijo alterado, pues estos dos pelirrojos ya empezaron a maquinar un plan en su mente diabólica- ¡No, no, no, no, no, no, no, no, no, no...!- rogó el mayor, pero ya era tarde, los pelirrojos saltaron sobre el castaño de ojos esmeralda.
- ¡Ay!- Harry cayó en seco. Temiendo lo pero, cerró sus ojos, esperando un ataque, pero lo que llegó fue completamente distinto- ¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ HACEN?!- gritó, tratando de mantener su ropa en su cuerpo, pues los gemelos trataban de quitársela.
- Comprobamos la mercancía...-dijo con obviedad uno de ellos.
- Si, Tom no come porquerías...-dijo el otro de ellos. Tom murmuró algo como "No otra vez".
- Basta, suéltenme...-de una patada y un manotazo se quitó de encima a los dragones.
- ¡MI NARIZ!- gritó el que recibió el manotazo.
- ¡¿ESE FEO CORCHO QUE TIENES EN LA CARA?! ¡¿QUE HAY DE MI?! ¡ME PATEÓ EN LA PIERNA!- chilló el otro. Tom no pudo evitar reírse- Fred...-murmuró uno de los pelirrojos, mirando al oji-carmín reír con descotrol.
- ¿Si, George?- indagó el tal Fred, mirando la misma escena que su hermano.
- Sé está riendo, ¿O alucino?- indagó sorprendido. Tom no dejaba de reír ante los insultos que Harry les daba y estos ignoraban.
- Rie... ¡No es un demonio!...-dijo Fred, aturdido. Nunca lo habían visto con emociones expuestas más allá de su seriedad, fastidio o enojo.
- ¡EL CHICO VALE LA PENA!- gritó el dúo de cabello rojo, agitando su cola con emoción. Harry no entendía.
- ¿Eh?- ambos pelirrojos tomaron a Harry de los brazos, y lo arrastraron hacia Tom, quien dejó de reír al sentir como le echaban al chico encima- ¡Ay!- chilló Harry adolorido. Tom quedó sin aire por el impacto.
- ¡¿Qué hacen?!- gritó Tom molesto, los gemelos se unieron como un dragón, cambiando a su metamorfosis real, para luego parecer reírse de ellos y alzar vuelo, lejos de ellos y ya marchándose.
- Un Cremallerus Espantosus...-murmuró Harry sorprendido. Nunca vio uno en metamorfosis humana, conque así se veían.
- ¡Eh, crío, quita!...-ordenó Tom, a lo que Harry asintió y se apartó, arrodillándose frente a él, y extendiéndo la bolsa de cuero, repleta de pescados- ¿Tardaste tanto por esto?- indagó, mirando al fondo una ánguila, sintiendo repulsión.
- ¿Quieres ir tú a buscarlos? Por mi no hay problema...-bufó Harry con una ceja arqueada. Tom lo miró, y por un leve momento rió con leve calma.
- Lo siento, mi error...-sonrió con burla. Harry le sacó la lengua entre risas. Tom rió un poco, preguntándose que mierda hacía riendo con él.
- ¿Te molestará si te lo doy? Dudo mucho que puedas comer tú solo...-dijo Harry con calama. Tom suspiró con pesar, odiaba la dependencia, y solo sonrió levementente antes de abrir la boca.
- Gracias...-dijo una vez habido tragado el tercer bocado. Harry sonrió con amabilidad y acercó el proximo pez.
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2 horas luego
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Tom y Harry había comenzado una relación de conocidos, comenzando a contar pequeñas cosas cotidianas de sus vidas. Aprendiendo uno del otro y que la especie del contrario no era lo que se creía. Harry descubrió que los dragones odiaban las ánguilas, no les gustaba que les interrumpieran el almuerzo, ni que los omegas fueran ruidosos, pero entre todas las especies se respetaban y protegían. Tom, por otra parte, descubrió que la raza de Harry era una porquería. Muchos despreciaban la diferencia, y usualmente, "diferencia" era sinónimo de "Harry". Harry le contó a Tom que encontró un anulador del veneno paralizador, pero que no quería darselo por miedo a que le hiciera daño el antidoto. Tom asintió, y miró como Harry colgaba la pequeña bolsa de cuero que contenía las hojas curativas en su cinturón.
- ¿Y, cómo son las relaciones amorosas en tu pueblo?- indagó Tom. Era su 67ma pregunta.
- Cuando uno se cansa, puede dejar a su pareja...-dijo Harry, tirando lejos el esqueleto del pez. Tom lo miró impactado.
- Eso no está bien...- Harry lo miró con una sonrisa.
- ¿Porque no?- Tom negó con la cabeza. El efecto de la flecha pasaba poco a poco, y ahora él era capaz de mover de la cabeza hacia la cintura, pero sus alas estaban débiles.
- Nosotros escogemos a la pareja eterna, no somos capaces de la separación...-Harry se sorprendió, pocos en su aldea permanecían con alguien hasta la muerte... de hecho... nadie lo hizo.
- Tú... ¿Tienes pareja eterna?- indagó Harry. Tom se tensó, y lo miró con un deje de molestia. Harry se encogió- Perdón, pregunta retorcida, lo siento...-sonrió con nerviosismo.
- No, no tengo pareja... Ni un dejo de atracción por nadie...-dijo, mirando hacia el frente. Harry lo miró un segundo, y vagamente suspiró. Tom le dirigió la mirada de reojo- Eso creo...-Harry lo miró, perdido, y Tom sonrió insinuante. Pero Harry no pareció captar.
- Mmmmm, yo no tengo a nadie, ni amigos, ni enamorado...-comentó al aire- Ufff, mi vida es cada vez más patética al decirla en voz alta...-suspiró con agotamiento. Tom lo miró por un momento.
- ¿Eres consciente de que no es necesario que sigas en ese pueblo? ¿No?- Harry lo miró impactado. Tom amagó si seguir hablando o no- Es decir, no pareces ser alguien muy aceptado, y pienso que quizás te sea más conveniente que los dejes- aportó Tom. Harry lo miró preocupado.
- ¿Pero yo a donde iría?- indagó Harry preocupado por si mismo- No hay otra aldea en la isla, ni un lugar seguro...-dijo rápido, comenzando a hiperventilarse.
- Ey, ey...- lo calmó Tom, y tomándolo por los hombro o obligó a mirarlo- Confía en mi...-sonrió. Harry lo miró, antes de reír levemente.
- ¿Qué? ¿Vas a hipnotizarme y luego comerme?- rió Harry, a lo que Tom lo soltó, nervioso- ¿No tendrás mirada hipnótica, verdad?- siguió riendo, pero Tom desvió la mirada, incómodo por las burlas- Ey...-HArry notó la inquietud- Perdón, bromas tontas, no las vuelvo a hacer...-prometió con una sonrisa. Tom lo miró.
- Si, claro...-dijo pensativo, mirando su cintura- Ey, si te ofreciera un hogar... ¿Tú vendrías conmigo?- indagó desconfiado, a lo que Harry se sorprendió.
- ¿Qué?- preguntó impactado.
- Hipotéticamente...-balbuceó Tom, Harry lo miró por un momento, pregunta difícil... o quizá no tanto.
- Si...- Tom se atragantó con su saliva ante la respuesta.
- ¡¿QUÉ TÚ QUÉ?!- lo miró horrorizado, ese chico no era normal. Harry lo miró sorprendido.
- ¿Qué dije?- indagó Harry, pensando que ahbía dicho algo erróneo. Tom lo calmó diciendo que se había impresionado, y Harry solo sonrió- Entonces noe s malo...- supuso, a lo que Tom asintió, medio ido.
- Harry... ah... yo...-Tom comenzó a balbucear, y Harry no sabía a que se debía, pero sus nervios comenzaron a contagiarlo a él también- Escucha, tú eres un gran muchacho, lo digo enserio, pero no... no creo que...-Tom no parecía querer acabar, o más bien; no "Podía".
- Tom ¿Qué te pasa?- indagó Harry, preocupado por el contrario. Pero Tom parecía inquieto, incapáz de realizar alguna acción más allá de su tartamudeo.
- A la mierda...-balbuceó el dragón decidido, tomando a Harry de los brazos para acercarlo a su cuerpo y así besarlo. Harry quedó, literalmente, sorprendido y tieso. No lo veía venir.
El beso era suave, no más que el contacto de sus labios. Harry no se quería mover, por miedo a hacer el ridículo o simplemente por el shock permanente. Luego, Tom comenzó a aflojar el aprieto en sus brazos, hasta finalmente soltarlo y así tomarlo de la cintura. Harry solo pudo dirigir sus manos a la cintura del dragón, para no quedar de idiota, y sencillamente cerró los ojos. Parecía calmado, tranquilo. Cuando, de repente, sintió un tirón en la parte posterior de su cinturón, cuando quizo abrir los ojos para descubrir que era, Tom metió la lengua, haciendo que Harry se sobresaltara por el intruso. El Furia Nocturna ya ni parecía inquieto, más bien sereno y relajado. Harry sintió como algo volvía a jalonear de su cinturón, y luego a Tom sonreír en el beso. Al sentir el roce de la mano de Tom serca de su trasero lo empujó. Horrorizándose al ver en las manos del dragón el frasco con el antídoto para combatir el veneno.
- ¿Tom?- indagó entristecido. Tom pareció medianamente arrepentido- ¿Me manipulaste... para eso?- indagó con la voz quebrada, y las lagrimas corriendo por su rostro moreno.
- Harry, puedo jurarte que más allá de mi deseo...- intentó escusarse Tom, alterado y arrepentido. Cuando Harry, de repente, le lanzó un puñetazo al rostro, que él, por suerte, esquivó- El beso fue real Harry...-trató de hablar, pero Harry trató de golpearlo de nuevo, fallando- ¡Harry, basta! ¡No pensé que te dieras cuenta!- gritó sujetando sus muñecas. Harry gruñó en alto, para así soltarse de forma bruta y levantarse.
- ¡Eres un verdadero imbécil! ¡Te cuidé por gusto, te ayudém y tú me engañas así! ¡Vete a la mierda!- gritó fúrico, viendo como Tom se cubría, pensando que lo golpearía- Muerete con el antídoto, ni me importa...-espetó, antes de pisar su cola y marcharse, corriendo.
- ¡HARR, ESPERA!- gritó Tom horrorizado- Perdóname...-dijo desganado, con su voz ahogada en pena.
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Draco Malfoy, un verdadero egoísta y desagradable persona, caminaba por el pueblo con serenidad, alardeando su belleza, cuando de repente, la presencia de Harry saliendo del bosque llamó su atención. Parecía llorar, y estar mortalmente afligido. Malicioso, sonrió, y fue a por él. Harry se detuvo en el campo de entrenamiento, un hoyo desnivelado y cercado con cadenas para evitar que los dragones se escaparan al momento de enfrentarlos para entrenar. Draco entró pomposo, riendo de forma burlesca.
- Vaya, vaya, vaya...-rió. Harry lo miró desganado, casi sin sentir el odio natural hacia el chico como siempre lo hacía- ¿A quien tenemos acá? - rió- A Harry Potter, uy, pero que emoción...-dijo sarcástico. Harry bufó.
- Largo de aquí Malfoy, no busques problemas...-dijo Harry, secándose las lagrimas, que no dejaban de salir. Draco rió.
- ¿Tú? ¿Un problema?-rió- Tú no eres un problema, solo un verdadero fastidio, eso si- rió maligno- No eres ni capaz de defenderte- Alardeó. Harry gruñó por lo bajo, odiando a ese chico nuevamente, como y para siempre.
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Tom ingirió con pesar una de las hojas del antídoto. Y a pesar de que sintió un dolor mortal en su estómago, y horrorozos calambres en sus alas y su cola, pudo ser capaz de moverse libremente al cabo de 10 minutos. Se había encariñado de Harry, y este se había apartado. Que estúpido fue él, joder. Quería arrancarse las alas a mordiscos por lo estúpido que fue.
- Que rayos... ¿Ahora que hago?- su cola se balanceó, pesada. No sabía a donde ir. Él vagaba solo, sin colonia, ni rey, ni reina al cual servir. Tampoco era como si quisiera... servir. Ser un esclavo, dependiente del miedo- Mierda...-con un bufido, se sentó de nuevo en el suelo, agotado del efecto que tuvo el veneno y el antídoto juntos.
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En el campo de batalla, Harry y Draco, discutían como era la costumbre. Solo que esta vez, Harry se sentía más desbocado y con más carácter que nunca. Draco se veía sorprendido de sus respuestas, pues originalmente, Potter, era un mudo total. Y a Malfoy, no le gustaba.
- Vete a la mierda Malfoy, eras tan basura como lo eres de pomposo...-espetó Harry, fúrico. Draco ya lo había atacado, literalmente, atacado. Había sacado un cuchillo, y se lo había lanzado en contra a Harry, quien saltó hacia un costado, horrorizado.
Con un movimiento seco, Harry tomó uno de los martillos pesados que estaban en el campo y lo lanzó con presición hacia Draco, quien evadió el golpe, o mejor dicho, bloqueó el golpe, con ayuda del escudo. Ambos muchachos peleaban solos, en la nada, con furia y rencor acumulado. Ninguno se soportaba, ninguno quería ni verse la cara.
- ¡Eh, Potter!- gritó Draco, a lo que Harry alzó el hacha, para así lanzarla- ¡Esquívalo!- burlón lanzó un martillo que amenazaba con desnucar a Potter, quien se tiró al suelo, evadiendo el golpe.
El martillo golpeó el cerrojo de la jaula de uno de los dragones, rompiéndolo, y posteriormente, permitiendo que esta se abriera y dejara libre al dragón. Draco gritó horrorizado, y aterrado, huyó del campo encadenado, dejando a Harry atrás, frente al dragón. Potter se levantó con serenidad, sin ver al dragón no pudo deducir porque el rubio reaccionó como tal, hasta que vio como este cerraba el portón con traba del campo, dejándolo encerrado.
- ¡EH MALFOY, ABRE!- gritó, golpeando el portón, hasta que un gorgoteó lo hizo voltear- ¡MALFOY!- gritó horrorizado, al ver al enorme Pesadilla Monstruosa abrir la quijada contra él, lanzando un furioso chorro de fuego. Harry corrió, evadiendo el ataque, pero gritando horrorizado- ¡AYUDA!- El dragón lo perseguía fúrico por su encierro.
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Tom se levantó de inmediato del suelo, alterado por el reconocimiento de la voz. Harry. Extendiendo sus alas, se impulsó hacia arriba hasta llegar a una rama, clavó sus garras en la madera, y antes de saltar a la copa del árbol frondoso, lanzó un rugido ronco, para luego sentir como sus huesos se agrandaban y su mirada cambiaba una visión térmica con un grado de visión gigantesca. De un salto, sintió como su metamorfosis original tomaba lugar, y voló hacia donde podía oír los gritos de Harry.
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- ¡NO~!- tomando un escudo, se cubrió del lanzamiento de fuego por parte del dragón furioso, quien no lo había dejado de perserguir- ¡DÉJAME EN PAZ!- Gritó Harry, histérico, con lagrimas de horror mojando su rostro.
Cuando de repente, el Pesadilla Monstruosalanza un sarpazo contra su persona y tira el escudo lejos de Harry, quien tropezó hacia atrás, quedando a merced total del dragón, quien lo enjauló con sus garras gigantes. Harry grita horrorizado ante la muerte prxima, viendo como el dragón abría sus fauces para rostizarlos. Cuando de repente, un gemido siseante se escuchó en el viento, y ganó la atención del PesadillaMonstruosa, quien desvió su tiro hacia el cielo.
Una mancha negra rompió el techo encadenado del campo de entrenamiento, e impactó contra el Pesadilla Monstruosade tal forma que lo obligó a soltar a Harry, quien al primer momento se echó a gatear y apartarse del dragón. El Pesadilla Monstruosalanzó un aullido de furia ante el golpe, y se colocó a la defensiva contra su oponente.
- ¡¿Tom?!- jadeó Harry lagrimoso al ver al enorme Furia Nocturna gruñir contra elPesadilla Monstruosa. Tom lo defendía, bloqueaba el paso al tiro en blanco delPesadilla Monstruosa.
ElPesadilla Monstruosa se veía verdaderamente fúrico, pero al momento en el que Harry dio a demostrar que conocía al Furia Nocturna se mostró confundido. Tom, por otra parte, se veía cohibido, casi hasta nervioso. Harry supuso que lo metió en problemas. Pues elPesadilla Monstruosa se veía más fúrico que antes, y se lanzó contra Tom, quien saltó hacia atrás y cubrió a Harry con sus alas y colas del ataque. Harry observó desde su cápsula a Tom mirarlo.
- ¿Tom?- indagó asustado. El aludido solo hizo amague de sonreír, viéndose tierno ante su metamorfosis de dragón. Cuando de repente, Tom soltó un gruñido de dolor y dejó libre a Harry, quien al primer momento corrió lejos de la pelea- ¡CUIDADO!- Ambos dragones se dispararon fuego, y ambos disparos impactaron, creando una gigantesca pantalla de humo.
Harry no veía nada, y espantado, solo se tiró al suelo y cubrió su cabeza con sus manos. Varios gruñidos, rugidos y disparos siseantes se escuchaban, pero nada más allá de eso. Un grito llamó su atención e hizo que HArry se asustara más. Su pueblo, Una turba gigante corría hacía ellos. ¡MATARÍAN A TOM!. Estaba dolido por lo que él había hecho, pero no evitaría que eso fuera opacado por su instinto.
- ¡TOM! ¡BASTA!- Tom mordía y rasguñaba el pecho languido delPesadilla Monstruosa, pero pareció no querer parar- ¡¡TOM!!- esta vez, el Furia Nocturna se detuvo, y con una mordida mortífera se apartó del cuerpo malherido delPesadilla Monstruosa, para así saltar hacia Harry y cambiar a su metamrofosis humana.
- Harry, esto es peligroso...-dijo alarmado, totalmente serio, sujetando con firmeza los brazos del aludido, obligándolo a mirarlo a los ojos- Para ti y para mi...-dijo severo, a lo que Harry se encogió preocupado- Sé que te lastimé, y no lo quise hacer, pero realmente necesito que lo sepas...-dijo serio- Te amo ¿Si? Me enamoré de ti en menos de 14 horas...-dijo más calmado- Y ya sabes como funcionan nuestros sentimientos...-sonrió vagamente.
- ¡GOLPEEN CON FUERZA!- se escuchó del otro lado del portón, los vikingos habían llegado, y trataban de abrir la puerta con golpes.
- Harry no queda tiempo...-se alteró Tom- Tienes que responderme ¿Quieres venir conmigo?- indagó serio, firme y decidido, no quería perder a Harry, no soportaría perder una pareja eterna. Harry escuchó los golpes, los insultos.
- ¡ABRE LA MALDITA PUERTA POTTER!- oyó a un aldeano decir.
- ¡ÉL YA DEBE ESTAR MUERTO!- escuchó a Draco gritar enojado. Tom lo miraba espectante.
- Harry... no quiero que te hieran, y aunque yo lo hice, no permitiré que vuelva a pasar...-Harry desvió la mirada a la puerta- Por favor Harry, ven conmigo...-rogó Tom. Harry suspiró. lo había engañado, herido y traicionado. ¿Porque confiar en él?- ¿Harry?- repitió preocupado, ganando una mirada fría de su parte.
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- ¡UNA VEZ MÁS!- Gritó James, viendo como todos daban el empujón final, derribando el grueso portón al suelo- ¡HARRY!- Gritó James furioso, internamente preocupado, Harry era lo último que le quedó de Lily, su difunta esposa.
- ¡JAMES, ALLÁ!- Gritó Remus, viendo como un dragón desconocido de color carbón abría las alas, dispuesto a huir, con Harry en su lomo- ¡HARRY!- gritó Remus horrorizado, con las lagrimas agrupadas en sus ojos.
- ¿Remus?- se sorprendió Harry, cuando de repente, Tom alzó vuelo, y huyó de allí, siendo atacado por las flechas, lanzas y armas del pueblo de Harry.
- No volveré a dejar que te hieran Harry...- siseó Tom. Harry pensó un momento... Remus lo quería... NO, él solo cumplía las ordenes de su desinteresado padre. Tom. Tom si lo quería, no, lo AMABA.
- Te amo, Tom... gracias por todo-susurró, abrazándose del cuello escamoso del reptil, quien sonrió internamente.
- Yo te amo más, lindura. Te adoro, Harry- siseó.
FIN
Hola linduras! Perdón por la gran tardanza. Pero me quedé in internet. Prometo alzar todas las historias. Prometido. Los amo citrinitos!
Pd: El Pesadilla Monstruosa es Fenrir Greyback.
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