(Continuación de: "Ellos son felices juntos ¡¿porque nosotros somos los únicos con problemas?!" )

 James se levantó de un solo golpe al notar lo tarde que era. Sin dudar ni un segundo se bañó con agua fría, claro que soltando impropietarios por doquier por la temperatura. Luego corrió por los pasillos del departamento alquilado mientras hacía maniobras y saltaba en un solo pies para ponerse los zapatos mientras brincaba hacía la cocina, donde tomó un paquete de galletas que su madre Ginny le había echo para luego correr hacía su trabajo. Albus seguro y lo regañaría, y Scorpion solo trataría de salvarle el pellejo vagamente.

 Corrió hacia su sótano, donde cerró sus ojos antes de aparecerse en la estancia de una bodega repleta de licores y botellas de fuerte alcohol. Se acomodó un poco el cabello, una tarea poco sencilla de cumplir, pues desgraciadamente había sacado el cabello de su padre mientras que Albus heredó el de su madre, liso y suave... el suyo también era suave, solo que un nido de nudos. Para luego subir por las escaleras que lo guiaban hacía el exterior de la enorme y oscura bodega. Al abrir la puerta una luz fosforescente de color verde neón lo cegó, a lo que él soltó un insulto.

- Menudas horas de llegar...-le reprochó una voz desde detrás del mostrador de madera negra de la enorme y elegante (y a la vez muy moderna) taberna.

- Ay no empieces Al...-bufó James, quitándose la chaqueta de cuero negra para luego colgarla en el perchero, donde colgaba la bufanda verde y gris que Albus había conservado de su estadía en Hogwarts de pequeño y la chaqueta de cuero blando de Malfoy, quién atendía con calma a los clientes de la taberna.

 - Siempre caes a la hora que quieres...-le reprochó, a lo que James solo se encogió de hombros, con su usual indiferencia, aquella indiferencia que había sido creada desde el amargo sabor de la errada relación que tuvo alguna vez en su tiempo en Hogwarts.

- ¿Qué me toca hoy?- dijo encogido de hombros, tomando un vaso pequeño repleto de licor de menta, mezclado con Vodka.

- ¡oyes, eso es para la mesa 7!- reclamó Albus al verlo.

- Ya no más...-dijo con voz graciosa, aunque por su rostro no hubo mueca alguna que pudiera asemejarse a una sonrisa. Él ya no sonreía por nada que no fuese por su hermano, pero públicamente no sonreía, y si le era posible, no hablaba.

- Cómo quieras...-bufó el azabache- Hoy te toca entretenimiento...-James chasqueó los dedos de la mano derecha (pues la izquierda sostenía el vaso con licor) y señaló a Albus con sus dedos posicionados de tal forma que asemejaba una pistola. James dio un último trago rápido a la bebida, acabándola en tan solo unos segundos, para luego dejar el vaso en el mostrador frente a su hermano, quién tuvo la decencia de volver a llenarlo para el cliente- Guitarra y al escenario...-dijo el menor, secando un vaso.

- Como lo diga el barman...- dijo cínico, dando media vuelta, marchando hacía el escenario de forma semicircular frente a todas las mesas, al lado contrario de la dirección por donde estaba la puerta de entrada.

- Hola James, ¿Qué tal todo?- saludó Scorpion al verlo pasar por detrás suyo.

- Todo bien, tío, gracias por el interés...-lo apuntó con estilo, para luego seguir su camino hacía el escenario. Subió y tomó la guitarra eléctrica (Regalo de Scorpion por su cumpleaños número 18) de color bordó, para luego soplar en el micrófono, comprobando que estuviera encendido, dando un gesto afirmativo, comenzó a cantar una canción melancólica sobre un romance errado. 

- Albus, ¿Qué tal fue la cita?- intuyó Scorpion, mirando levemente a James en el escenario.

- Nada...-bufó- Otra vez lo dejó plantado... ya ni siquiera va a las citas que le entrego, solo dice que será otro farsante y que no vale la pena...-suspiró frustrado. Desde que James abandonó a Teddy con los ojos lagrimosos este se negó profundamente a llevar la contraria a sus palabras; "Nunca más me volveré a enamorar...", y lo cumplió. Durante 4 años, James rechazó todo cortejo que le daban, desde mujeres hasta hombres, todos los géneros eran rechazados con sumisión y delicadeza, realmente con mucha dedicación.

- Amor, no te enojes... ya encontrarás algo...- dijo sonriendo. Volteó levemente la cabeza, y luego miró de nuevo a Albus- Cliente en la mesa cuatro, ve preparando el hielo...-sonrió, a lo que Albus asintió. El cliente acababa de llegar- Buenas noches, ¿Qué desea tomar?- preguntó sacando una libreta de su delantal negro, junto a un bolígrafo.

- ¿Scorpion?- el rubio miró a la cara al cliente, echando un paso hacía atrás sorprendido.

- ¿Qué haces aquí?- gruñó molesto. James no habrá sido muy expresivo desde la decepción con Teddy, pero él sabía que lo quería tanto como él lo hacía por él, por eso no dejaría que la simple presencia del Lupin estropeara la poca cordura que el castaño había podido recolectar de su llanto.

- Etto... Vengo a tomar algo de cerveza, estoy seguro que para eso se hicieron las tabernas...-dijo tamborileando los dedos sobre la mesa redonda de color azul marino. Scorpion sentía su vena palpitar en su frente, a punto de estallar. Con un suspiro abrió la libreta.

- Dime que es lo que tomarás para así poder marcharte de aquí de una buena vez...-gruñó.

- Con una Heiniken estoy bien...-respondió de forma nerviosa, viendo como el rubio escribía la orden sin quitarle la mirada asesina de enfrente.

-bien...-dijo con voz de ultratumba- bien...-dijo, apartándose con marcha reversa sin despegar su mirada de la avellana, perdiéndose entre la multitud.

- Scorpion, ¿Cuál es la orden?- sonrió Albus, entregando un mixto tropical a una pareja de amigas, quienes al tener su trago se marcharon a la pista de baile.

- "Aniquilar al cliente de la mesa 4"- gruñó estampando la libreta con la única orden frente a Albus, quién se sobresaltó por el impacto.

- ¿Qué? ¿Porque?- ladeó su cabeza, buscando mirar el rostro del cliente, sin poder conseguirlo volvió su mirada a la de su novio.

- Digamos que la escoria de Teddy a regresado a nuestras vidas...-siseó, mirando hacía donde James cantaba serio, rasgando las cuerdas de la guitarra con calma, al compás de la música. Tal parecía que ninguno de los dos había notado la presencia del otro, y eso era un punto a su favor.

- ¡¿Qué?!- se sorprendió. Un chico pelirrojo le pidió una bebida para la mesa cinco. Albus asintió vacilante, preparando el trago lo más rápido que pudo, para luego entregar el pedido al chico, quién sonrió y se fue- ¿Cómo que regresó? ¿No que se había ido a Italia a terminar sus estudios?- intuyó, buscando una vez más el rostro de Teddy entre el mar de gente en la oscura y enorme taberna.

- Parece que no quiso quedarse allá... tal parece que quería seguir arruinando la vida de tu hermano...- gruñó, aceptando la botella de cerveza que era para el Lupin del que estaban hablando.

- Solo espero que James no lo vea... ni él a James, aunque dudo que Teddy fuese a hacer algo si ve a mi hermano...-susurró nervioso, mirando la mesa número 4, notando por fin el cambiado rostro del peliazul, y después mirando a su hermano, quién no demostraba ni un pequeño gramo de emoción.

- Eso espero...- dijo, antes de marcharse con la botella hacía Teddy, quién parecía estar mirando un pergamino- toma, paga y lárgate...-dijo serio, a lo que Teddy lo miró confundido.

- Realmente no entiendo porque el cólera contra mi, si yo no he echo nada...-dijo. Scorpion golpeó la mesa con ambas manos, apoyando su cuerpo en ella.

- ¿Que no hiciste nada?- le espetó- Eres un verdadero bastardo Lupin, asqueroso licáno de sangre infectado... ruin y sin corazón, no me esperaba que cambiaras, y tal parece que no lo hiciste ni ahí...-gruñó molesto ante la indiferencia.

- ¿Esto es por lo de James?- intuyó apedumbrado.

- Escucha bien sanguijuela... James está demasiado débil como para tener otro golpe emocional por parte tuya... aún no se recupera de la anterior... -Unos aplausos del público le indicó que James ya había terminado su turno, y que bajaría del escenario- Así que será mejor que te vayas...-amenazó molesto. Se echó para atrás y trató de alejarse, cuando de repente una mano lo toma del hombro.

- Eh tío, Es tu turno de pasar al escenario ¿O no? Yo ya acabé así que...-James miró a Teddy, tratando de deducir la situación soltó a Scorpion, quién lo miraba atento y preocupado por la reacción podría tener.

- James...-saludó Teddy, totalmente vacilante. James lo miraba, tan serio como siempre, pero claro, Teddy no lo había visto así nunca desde que discutió con James, pues al instante de ser abandonado por él se había marchado a Italia para no entristecer a James.

- James, ve con Albus, dile que él sea mesero, tú puedes encargarte de la barra...-ofreció Scorpion tomando del hombro al aludido, peor este parecía mirar fríamente a Lupin.

- Tanto tiempo pensando en que había sido una pesadilla de mal gusto... y ahora me encuentro con la sorpresa de que todavía no eh despertado...-masculló James con la vista fija en Teddy- menuda porquería...-gruñó, mirando con alto desdén a Teddy.

- James, yo iré al escenario, haz lo que te digo...-dijo Scorpion, dando un último apretón en el hombro de James antes de marcharse con la mirada de odio sobre Teddy.

- James...-repitió Teddy, ya a un lado de James, quién lo miraba distante- Hacía mucho que no te veía...-sonrió nervioso.

- A mi me gustaba así...-espetó molesto, resguardando sus sentimientos heridos en una caja fuerte.

- James, por favor, deja el pasado atrás...- rogó Teddy, apoyando una mano en el hombro de Potter, quién se removió hasta quitarse la mano de encima.

- Como si fuera tan fácil...-gruñó. Teddy suspiró, no sería fácil.

- James, ¿Podemos hablar...?¿A solas?- James lo miró con desconfianza, con un ligero toque de odio, pero en su mayor porcentaje destacaba el dolor.

- Te largas al finalizar...-siseó molesto, a lo que Teddy asintió vacilante, antes de ser guiado por James a un lugar donde el ruido disminuía y la gente no podía escuchar- ¿Qué?- espetó al cerrar la puerta de la bodega con ellos dentro.

- James, quiero pedirte perdón por el pasado...-comenzó.

- Un pasado que me dolió mucho...-interrumpió, escupiendo veneno.

- Si, lo sé...-dijo- Yo también la eh sufrido bastante...-James hizo una mueca de indignación- No más que tú, estoy seguro...-la cara de Potter se relajó- Pero aún así dolía...-

- Me alegra saber que no fui el único con una vida de mierda, eso realmente me alegra...-sonrió cínico. Teddy suprimió un temblor ante esas palabras tan desalmadas.

- Cambiaste...-susurró apenado, rascando su nuca.

- Veo que tú no...-lo miró de pies a cabeza- Para nada...-hizo una leve mueca de disgusto. Teddy suspiró.

- Escucha, iré al grano ¿Si?...-James alzó la cabeza, como si dijera "Te escucho"- Te amé...-James alzó una ceja, característico- Y lo digo haciendo hasta ahora...-James se cruzó de brazos- Los verdaderos motivos por los que no salía contigo eran por culpa de mis amigos... me metían en líos, y muchas veces los líos eran creados por mi...-James lo miró- Los castigos siempre eran largos, y habían veces que ya ni siquiera me dejaban salir para avisarte... por eso empecé a mandar mi patronus...-James descruzó los brazos.

- ¿Por eso no venías nada más? ¿No querías hacerme esperar?- rió sin gracia.

- No James, era por algo más... parece que estabas tan desesperado por tenerme a tu lado que no notaste que mi patronus era semejante al tuyo...-sonrió melancólico. James lo miró aturdido.

- Disculpa ¿Qué?- Teddy asintió.

- Tu patronus era una mantícora, el mío, antes de enamorarme de ti era un lobo, cuando mandaba a mi Espectro Patronum mandaba a mi mantícora a por la tuya, esa era mi forma de decirte que te amaba... pero parece que tú no lo notaste... no sé como, pero no lo notaste...-se desanimó.

-...- James sacó su varita, inspeccionándola con cuidado.

- James, te amo... y sé que tú a mi todavía...-lo miró. James lo miró sorprendido.

- ¿Cómo puedes pensar que sigo enamorado de ti cuando me dejaste bien en claro en el pasado que solo era un estorbo?...- le espetó moelsto, apuntándolo con la varita. Teddy no pareció sentirse intimidado.

- Invoca tu patronus, verás que me amas...-James lo miró molesto- Yo invocaré el mío... si sale una mantícora entenderás que si te amo... y si tú obtienes un lobo entenderé que me amas...- sonrió.

- ¿Y si no es a'si? ¿Sin no aparece una mantícora y aparece un lobo en tu lugar?- miró.

- Me alejaré de ti por el resto de mi vida si así lo quieres....-sonrió decepcionado.

- Bien...-sentenció James- ¡Expectro Patronum!- la luz blanca salió de su varita, y con ella la de Teddy.

- Si aparece la mantícora... ¿regresarás conmigo? -intuyó mientras la luz blanca tomaba forma.

- Solo si me desmostarás amor...-declaró, confiando tristemente en que no sería así.

- bien...-sonrió con ternura...

Teddy: Mantícora...

James: Lobo...

La unión por un Patronus es lo más divino que existe en la vida de un mago... si así lo escoge un patronus la pareja será duradera... y bien llevadera...