Lucius x Severus 1/3
"Carrie"
(No es para nadie en específico, es un capítulo de disculpa por mi ausencia para todos ustedes)
La religión es un conjunto de creencias y oraciones, donde creen en los actos divinos, como los milagros y la esperanza, y seres divinos como Dios o varios de ellos. Una religion puede ser un cambio positivo en la vida de una persona, o negativo y fanático, volviendo a un religioso en un demente fanático. Esto fue lo que ocurrió con Eileen Snape Prince, una dulce mujer que desde que nació solo conoció la Biblia y al Dios Todopoderoso.
Eileen era divorsiada, su esposo abusó sexualmente de ella, provocando que ella acabara por enloquecer y convertirse en un ser horrendo y grotesco. Su única salvación fue la Iglesia y la Biblia, y luego de 9 meses un pequeño niño le daría un motivo más para vivir en ese mundo corrupto.
Severus Prince, un muchacho delgado de cabello negro y carácter frío, fue el motivo por el que su madre seguía escasamente cuerda y se mantenía sociable. Con 17 años, Severus se mantenía alejado de los estudiantes en la Secundaria Hogwarts, siendo rechazado por ellos y agredido de igual forma. Todos lo consideraban un rarito e inútil chiquillo, y aunque a Severus le molestaba de gran forma, y dolía, se mantenía lo más alejado que podía. Nada le salía bien.
Severus parecía fracasar en todo lo que hacía, menos en literatura y ciencias. En deporte no podía sostener la pelota, en arte no podía jacer más que arte abstracta, nada apreciado para la clase, en matemáticas fallaba estrepitosamente. Nada le salía bien. Tampoco podía relacionarse. Eso era otra cosa más, no tuvo ni un solo amigo desde que el Estado le negó a Eileen educar a su hijo en casa y forzarla a inscribir a Severus en la Secundaria Publica de Hogwarts. Ni un amigo, ni una pareja, eso causaba gracia a quienes lo rodeaban y lastima propia al mismo Severus.
Las bromas que le hacían a Severus nunca llegaban a herirlo físicamente, claro, eso causaría problemas con el profesorado y la loca de su madre. Un grupo parecía adorar jugar con él, y dicho grupo era el popular conjunto de chicos atractivos;
~Sirius Black: 18 Años. Hermano mayor de Regulus Black, y pareja de James Potter. No estudia en Hogwarts.
~James Potter: 17 Años. Hijo único, y aparente líder del grupo bullyie de Severus Prince. Va a la misma clase que Severus.
~Remus Lupin: 17 Años. Hijo único, no actua mucho en las bromas pero adora hacer mofa de la inutilidad de Severud. Va a la misma Clase que Prince.
~Peter Pettigrew: 16 Años. No se sabe de su familia y es un fiel seguidor de Sirius Black. Va a un curso más bajo que le resto de los bullyies.
Severus se encontraba saliendo del gimnasio, donde su equipo perdió por culpa suya. No atajó el balón, por 4ta vez consecutiva. Se quitó la ropa y abrió la ducha de los vestidores, donde más chicos se bañaban junto a él. A Severus le desagradaba la idea de tener que bañarse con otras personas, sobre todo si estas le causaban algún daño, pero así eran las reglas de la escuela y las cumpliría.
Dejó que su cuerpo se acustumbrara al frío del agua, cuando de repente, un chico que se ocultó detrás de él lo asustó, causando que Severus se resbalara y golpeara su cabeza contra el suelo, creando una hemorragia inofensiva pero dolorosa. Severus se sentía aturdido, el chico escapó, y mareado, Prince acarició su cabeza, hacirndo un gesto de dolor al tocar la herida sangrante, que mezclada con el agua parecía más de loq ue era, causando horror en Severus, quien no pareció dudar antes de tomar una toalla y correr hacia los demas alumnos, quienes estaban vistiendose.
- ¡AYÚDENME! ¡ME DUELE! -gritó horrorizado, aproximándose al grupo más cercano, encontrando a James Potter, Remus, y otros muchachos, quienes lo miraron burlones.
- ¿Qué rayos te pasa, Quejicus?- dijo con una sonrisa desdeñosa el miope Potter. Severus extendía su mano sangrienta mientras que la otra sujetaba la toalla con la que se cubría.
- ¡ME ESTOY DESANGRANDO, AYÚDENME!- Gritó espantado, rogando que lo comprendieran y lo ayudaran. Pero nadie se movía- ¡Auxilio, por favor!-gritó, tratando de jalar a Remus consigo.
- ¡SUELTAME, ANORMAL!- dijo con un empujón que causó que Severus lo soltara.
- ¡Que asco! -rió James, señalándole a Remus la remera. Lupin se miró a si mismo.
- Que puto asco, me embarraste con sangre...- murmuró con una risa descontrolada.
- ¡¿QUÉ HACEN?! ¡AYÚDENME, POR FAVOR!- gritó Severus, ahogado por el llanto.
- Solo ponte la venda...- dijo James más calmado, tendiéndole una gasa y una venda de su casillero.
Pero Severus, preso del pánico, tocó la mano de James, quien asqueado por la sangre en su mano soltó la gasa y la venda. Sujetó su mano y miró a Remus, quien se reía de él con fuerza.
- Que asco...- chilló Potter. Cuando uno de los alumnos le lanzó a la cara a Severus una venda.
- ¡PONTELO, PONTELO, PONTELO...!- todos los estudiantes comenzaron a lanzarle gasas y vendas canturreando la orden a modo de burla. James sacó su teléfono y comenzó a grabar.
- ¡BASTA, AYÚDENME!-gritó Severus desde el suelo, habiendo caído con anterioridad.
- ¡OIGAN BASTA!- se escuchó de repente, y todos los alumnos se callaron de repente- Muevanse, ¿Que mierda hacen?- Espetó el profesor de gimnasia, abriéndose paso entre los alumnos y llegar a Severus, donde lo vio sorprendido.
- Ayúdeme... Ayúdeme... Ayúdeme...- Rogaba Severus, abrazando las piernas del profesor, manchándolas de sangre, quien con inquietud se agachó con Severus.
-¿Qué te pasó? -dijo el profesor, acariciando el cabello del jadeante Severus, tratando de calmarlo.
- Eh, profesor Gellert, creo que él no sabe que tuvo una hemorragia...-dijo Remus acercándose. Cuando Severus comenzó a gritar histérico,y las luces comenzaron a parpadear.
- Atrás Lupin, lo estás empeorando -ordenó Grindewald. Remus obedeció- Cálmate, calmate...- Severus no lo escuchaba- ¡QUE BASTA!- alzó su mano y golpeó en la mejilla a Prince, parando sus gritos por el shock y causando murmullos en los alumnos.
- ah...-un débil jadeo salió de los labios de Severus, quien no sintió como el profesor lo acurrucaba en sus brazos con una suave disculpa por el golpe.
- ...- El profesor sintió como la luz parpadeaba. Severus alzó la mirada al foco y con furia cerró los ojos, provocando un corto circuíto que apagó la luz.
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En la oficina del Director
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- ¿Quieres algo? ¿Un hielo? ¿Un...juguito de limón?-indagó el director, mirando a su alumno, con Gellert al lado de este.
- ¿"Un juguito"?-Murmuró Gellert con una mano en el hombro de Severus- ¿Es enserio Albus?- el otro hombre se encogió de hombros.
- Bueno, quisiera saber que fue lo que ocurrió en el baño, señor Prince...-dijo el director.
- Nada...-murmuró Severus sin mirarlo.
- Los chicos comenzaron a lamzarle gasas y vendas al chico, cuando él "resbaló" y se abrió una herida en la cabeza...ya curada, voy a agregar...-aclaró Grindewald. Albus asintió.
-¿Quienes fueron, Severus?- el chico no respondió.
- Prince, no tienes que protegerlos, hicieron algo imperdonable- aseguró el profesor. Pero Severus no habló- Bien...-dijo Gellert- Fue Potter y sus amigos...- Albus bufó.
- Bien, tú encargate del asunto Gellert, no creo que el Sr.Prince vaya a delatar a ninguno...- el profesor asintió- Ahora, tu madre te retirará ahora... te espera afuera Severus- este se alteró y negó con la cabeza.
- Prince, hasta la Graduación puedes faltar a mis clases, ve a la biblioteca y relajate...- regaló Gellert. Severus asintió.
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- Mamá... lo siento...-dijo en cuanto salió de dirección y la vio. Ella solo dio la vuelta y se dirigió hacia su auto.
- ¡SIRIUS! -Severus volteó y vio a James saltar a los brazos de Black en la calle.
- Hola amor, ¿Cómo estás?-Dijo apretando los glúteos del menor, quien ronroneó y sacó su teléfono y activó el vídeo de Severus en el baño. Sirius rió.
- Severus, entra al auto...-ordenó con voz pasiva su madre.
A los segundos su hijo acató su orden. Eileen miró con rabia a los pecadores homosexuales de Potter y Black antes de entrar al auto y conducir a su casa. Ninguno habló en el camino. El niño sabía que estaba en problemas. Al llegar a su hogar Eileen bajó de su auto y cerró con fuerza la puerta y caminó a la casa. Severus no salió, tenía miedo.
- ¡BOO!- Severus se sobresaltó cuando un niño del barrio se estampó contra el vidrio d ela ventana del auto del lado dle conductor.
- Ash...-susurró Prince.
- ¡SNIVELLIUS BRUJO, SNIVELLIUS BRUJO!- se burló el niño, corriendo al rededor del auto. Severus gruñó y el niño cayó al suelo, sorprendiendo a ambos.
El niño se repuso con vergüenza y corrió lejos. Entonces, Severus entró a su hogar. Al entrar su madre le gruñó, y con furia señaló un armario pequeño con una etatu de Cristo Crucificado.
- No mamá, No pequé- Dijo Severus, pero su madre no estaba de acuerdo.
- Si pecaste mi niño, si lo hiciste...- dijo con voz calmada.
- No mamá...-
- Si mi pequeño, bañandote con todos esos... despertó en ti pensamientos impuros...- Severus negó.
- No mamá, es así, las reglas son así, todos lo hacen, tienen que hacerlo...-su madre negó tranquila y tomó a su hijo del brazo- ¡MAMÁ, NO!-su madre forcejeó contra él para meterlo al armario- ¡MAMÁ, NO, AUXILIO!-su madre acabó por cerrar la puerta.
- Ya mi niño, ya...-susurraba- Realiza tus plegarias, Él te perdonará...-Severus golpeaba la puerta- Hazlo ahora pequeño, te perdonará, él lo hará- aseguró la demente.
- ¡TE ODIO!-gritó el muchacho, y la puerta se rasgó de lo alto a lo bajo. Ambos Prince se sorprendieron, y asustados callaron.
Horas luego, la noche ya oscureció el cielo. Eileen abrió el armario, viendo a su hijo dormido en el suelo. Lo movió con cuidado.
- shhh mi niño...- acarició la cabeza del menor quien ya había despertado- ¿Ya realizaste tus plegarias?- sonrió.
- Si mamá...- mintió. Su madre lo dejó cenar y antes de que ambos se fueran a dormir rezaron. Que familia.
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Al día siguiente. En clase de gimnasia.
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- Ayer, todos ustedes hicieron algo muy asqueroso...- dijo Gellert, paseando frente a la fila de alumnos masculinos que se miraban con horror.
- oiga...- murmuró James.
- Silencio Potter, Remus... -se detuvo frente al mencionado- Lucius y tú se habían postulado para reyes del baile ¿O no? -sonrió. Lupin miró al suelo- Yo abría votado por ti... pero ya no~ -canturreó- Todos pagaran por lo que le hicieron a Severus Prince... y lo pagaran hasta el baile de Graduación...-determinó.
- ¡¿Qué?!-discutió un alumno.
- Correran todo el campo de rugby, y para aquel que se reuse al castigo lo voy a suspender, y ya saben jovencitos, suspendidos no podran ir al baile de la semana que viene...- rió burlón. Todos se quejaron- Empiecen...- sonó el silbato.
Corrierom demasiado. De forma exagerada. 8 vueltas. Y faltaban 47 minutos para que acabara la clase.
- Vamos niñitas... o no habrá baile para ustedes...- se burló Gellert ante los chicos que se acercaban a él.
- Ese tipo está loco si piensa que correré más...-bufó james.
- No puedes parar, te va a castigar...- advirtió Remus.
- Yo no voy a correr más -juró harto. Deteniendo su paso.
- Vamos Potter, o no habrá baile para ti- rió Gellert.
- ¡PUDRASE! ¿OYÓ?-gritó enojado. Todos lo miraron y se detuvieron.
-¿Qué dijiste?- Gruñó Grindewald acercánose a James.
- No pienso dar un paos más porque Quejicus es un estúpido que no sabe que es la hemorragia...-insultó James.
- Basta de eso Potter, regresa a correr..-dijo. James negó.
- No puede hacernos esto. Esto es abuso de menores...- acusó Potter. Gellert abrió la boca.
- ¿Qué es lo que me estás diciendo?- gruñó el profesor.
- Theo, tú tienes un mal caridíaco ¿No? -señaló al de cabellos oscuros? Quien jadeaba adolorido- No puede hacernos esto. Si mos unimos no mos hará nada, no puede suspendernos a todos ¿Que no? Porque ya no habría baile ¿Verdad? - sonrió. Gellert escudriñó con la mirada a todos los alumnos amenazándolos con la mirada.
- Yo no me arriesgaré... -dijo un pelirrojo del grupo. Seguido a él más se negaron.
- ¿Remus?- Jadeó james. El castaño lo miró y luego observó al profesor quien suavizó la mirada.
- Vamos chicos, nos faltan 20 minutos... corran...- dijo lupin, retomando la carrera, siendo seguido por el resto. James boqueó sorprendido.
- Fuera de mi clase Potter...- dijo Gellert.
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