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Lucius x James

"El Celo de un Animago ilegal, y de cierto licáno también"

Lucius vagaba por los pasillos vacíos de Hogwarts junto con Regulus y Severus, ambas serpientes menores a él iban algo cohibidas, Regulus no tanto, por eso de "Los Black no se acojonan", tipo Malfoy, pero ambos amigos estaba algo paranoicos. Lucius creía que era por el echo de que estaban recorriendo los pasillos de Hogwarts fuera del horario establecido, pero creía que eso solo podía llegar a aplicar vagamente en Severus, dudaba con profundidad el que Regulus se asustara por eso.

- ¿Les ocurre algo?- indagó al notar que Severus volteó hacía atrás de repente, siendo imitado segundos luego por Regulus, como si hubiera escuchado algo. Él miró hacía donde ellos miraba de forma vaga, pensando en que quizás fuera Filch, pero encontró el penumbroso castillo totalmente vacío, a excepción de sus tres presencias.

- Creí...-vaciló Severus, mirando el pasillo inquieto-... Nada- dijo después de un tiempo de vacilación, para luego voltear y seguir su camino a las cocinas del castillo. Regulus miró un poco más el pasillo oscuro antes de seguir a Severus, pero Lucius se quedó observando el pasillo con el ceño fruncido, él no era paranoico, por eso sabía que si su instinto le decía que no estaban solos no se equivocaba.

- ¡Lucius!- lo llamó Regulus al notar que este no estaba. Lucius miró hacía sus pequeñas serpientes, antes de echar otra rápida mirada al vacío del pasillo y seguir detrás de sus amigos.

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- Ufff....-suspiró Remus.

- Pensé que nos vería...-dijo James, con Peter transformado en rata en su hombro, pues no había forma alguna en que Sirius, Remus, él y Peter entraran bajo la capa de invisibilidad, más por Peter que por otro asunto... sin necesidad de hacer bulliyng (No me maten pero todos sabemos como es el cuerpo de Peter).

- Les dije que no nos acercáramos tanto...-recriminó Remus, habían acortado la distancia a tan solo 1 metro de los contrarios de casa Verde, y casi los pillaban.

- Nah...-rió Sirius detrás de él- Esos tres están tan ciegos de sentidos que no verían la perfección ni aunque esta se le pusiera en la cara...-dijo con aires de grandeza.

- ¿Y quien sería esa "Perfección"?- Indagó James con una sonrisa traviesa. Sirius iba a responder un egolatra "Yo, por supuesto", cuando James le ganó de antemano- Yo, ya lo sé... no hace falta que gastes saliva por pronunciar mi nombre diva...-le cortó James burlón.

- Ni tanto, ellos no están tan ciegos de sentidos...-dijo Remus, ignorando el bufido de falsa indignación por el tajante "te gané" de James- Si voltearon hacía nosotros es porque su sentido auditivo está bien desarrollado...-se justificó al sentir las miradas de sorpresa de sus dos colegas, Peter ya se había dormido, acurrucado en el cuello de James.

- OIGAN... -dijo Sirius- Perdimos a las Serpientes...-dijo con cara de poker. James y Remus agudizaron la vista hacia el pasillo, tratando de encontrarlos en la oscuridad, pero ni Remus, con su vista agudizada por la reciente luna, podía verlos.

- Usa el mapa... - indicó Remus- puede que así les pillamos... - Sirius miro el mapa, encontrando a las serpientes en la cocina. Los merodeadores despiertos sonrieron traviesos antes de dirigirse a dichoso cuarto.

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- No miento, estoy seguro de que alguien nos seguía... - sentenció Severus mientras tomaba una tostada con queso crema del plato que les sirvieron los elfos.

- Te creo... - dijo Lucius serio. Tomando de la copa con vino tinto que el elfo más joven le dio- yo también sentí la presencia de otra persona-indicó.

- ¿Creen que hayan sido los... Ah...? - Regulus parecía tratar de recordar algo.

- Merodeadores... - ayudó Severus.

- ¡Si, ellos! - lo señaló orgulloso de encontrar la palabra "él solo"- ¿Creen que hayan sido ellos? - indicó mientras le quitaba la copa al rubio, pues la idea de que este tuviera resaca al día siguiente no le apetecía ni en lo más mínimo.

- ¿Porque abrían sido ellos quienes nos siguieran? - dijo Lucius, tomando la botella d vino, y bebiendo del pico, como pocas veces solía hacer.

- Fácil... siempre encuentras una forma de escabullirse en el último momento, ya sea previo a una broma o luego de ella... - dijo Severus, con notorio conocimiento sobre ese grupito de leones.

- mm.... ¿Dices que trataron de hacernos una broma? - dijo Lucius, dejando la botella vacía a un lado, para luego tomar otra.

- Es probable... Si fueran ellos, claro... - dijo Severus, mirando como bebía de la botella.

- Deja ya de beber... - recriminó Regulus - después andas toqueton y no me gusta.... - sentenció de brazos cruzados. Aunque el rubio solo lo ignoró.

De repente, un golpe metálico en el cuarto continuó asustó a Severus y Regulus, pero Lucius apenas y se sobresaltó. Con un suspiro, Malfoy dio el último trago y sacó su varita, mientras caminaba al salón de donde provino el ruido advirtió a sus amigos que no entrarán al salón luego de que él lo hiciera.

- que te diviertas... - dijo Regulus de forma particular que hizo reír a Severus.

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- ¿Qué quieres? - dijo Lucius a la nada, mientras invocaba un lumus. No veía nada, pero aún así cerró la puerta y la encantó para que nadie saliese o entrase. Tampoco sabía quién era, pero sabía que era a uno de los leones de malagueño que molestaban a Severus.

- Divino... - un siseo seductor resonó en la oscuridad penumbrosa de la habitación, a lo que Lucius volteó hacia atrás, apuntando con su varita sin poder ver algo- Tu figura es excitante...-la risa ronca del animago hizo que Lucius voltear a de nuevo, sin saber de donde provenía la voz.

- ¿QUIÉN eres? - dijo molesto, su instinto Veela le marcaba que fuera quien fuera que lo estuviera interceptado le estaba mandando sondas de excitación, tratando de seducirlo para que cediera ante su necesidad- ¿Black? ¿Lupin? ¿Pettigrew?...-adivinaba, escuchando la risita burlona que resonaba fría entre las penumbras. Lucius daba vueltas sobre su eje, alumbrando a todo lo que pudiera, no estaba seguro de donde estaba su oponente, ni si quiera sabía donde estaba él.

- Lejos...-canturreó James, aumentando las sondas contra el rubio.

- Potter...-siseó sorprendido, pero fingiendo aburrimiento ante el descubrimiento. James rió a modo de asentimiento- ¿Qué quieres?- dijo frío. James rió nuevamente, haciendo enojar a Lucius.

- ¿Podrías dejar de rechazar mis sondas?- pidió juguetón, a lo que Lucius rechazó las sondas nuevamente, no estaba dispuesto a ceder- ¿Tienes idea de lo duro que es el pasar el celo solo?- Lucius no tenía ni la más pálida idea de a que le hacía referencia el Gryffindor.

- ¿Celo?- indagó, aún buscando a James.

- Mmh...-asintió sonriente desde las penumbras. Lucius no entendía mucho.

- Tú no eres Veela, ¿Que te hace tener un celo?- indicó molesto por la confusión. James rió levemente- ¿Qué?- espetó  la nada, sin saber porque reía el contrario.

- Para ser Slytherin vienes algo defectuoso...-rió James, empujando de repente al rubio de la espalda, para luego apartarse con rapidez al ver como Lucius se daba la vuelta para encararlo, sin poder lograrlo.

- Basta...-siseó al sentir otro empujón detrás suya. Pero James no paraba, lo empujaba, siempre de la espalda, no quería dar la cara, y eso le molestaba bastante al Slytherin- ¿Qué quieres? ¡PARA YA DE MANDAR ESAS ONDAS!- gritó desesperado, su instinto Veela comenzaba a ceder ante las insistentes ondas de calor.

- ¿Qué que quiero?- Lucius volteó de repente, pegando un ligero grito al encontrarse cara a cara con James, quien sonreía tímido, con un notorio sonrojo y la camisa mal acomodada- Tenerte como compañero...-ronroneó, antes de tomar ambas manos del rubio para que este no lo apartara antes de besarlo con fiereza.

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- Lucius se está tardando mucho...-dijo Regulus, mientras Severus jugaba con una cuchara.

- Es un Malfoy, es peor que muchachita con maquillaje corrido, es un caos total si se lo apura...-dijo Severus, estampando su cara contra la mesa, haciendo que todo brincara con el golpe.

- ¿Qué fue eso?- dijo Regulus al oír un golpe seco fuera de las cocinas.

- Mi cara contra la mesa...-respondió Severus, como si fuera lo más obvio. Regulus se levantó del asiento, sacando su varita alterado- Cálmate Reg, seguro solo fue un...-el golpe se repitió, pero de la sala en donde Lucius entró no se oía nada, seguro estaría insonorizada- ...elfo...-vaciló Severus al ver a un perro negro asomar el hocico por la puerta. Regulus no se resistió a correr tras el perro, adoraba los canes. Severus no hizo nada para pararlo, pues su amigo era muy persistente ante la idea de quedarse junto a un animal, por lo tanto lo dejó ir.

- Hola Severus...- el susodicho pegó un brinco al sentir el aliento de cierto castaño en su nuca.

- ¡La condenada madre...!- se volteó aterrado, levantándose de su asiento, encontrándose con una mirada dorada y lujuriosa que lo miraba deseoso- ¿Lupin?- indagó nervioso- ¿Y que contigo...?- retrocedió al ver que el castaño se le acercaba ansioso.

- te deseo...-dijo de repente, acorralando al azabache contra la mesa.

- ¿Disculpa?...-dijo sorprendido, más indignado de tal comentario, que por lo primero.

- Te deseo desde hace mucho...-Severus miraba para todos lados rogando porque Regulus o Lucius aparecieran de nuevo, pero ninguno hizo acto de presencia.

- Basta, déjame en paz...-dijo empujando el brazo fuerte del castaño, pero este susurró algo para petrificar al menor, quién palideció al no poder mover más que su cabeza y su boca- ¿Lupin?- tembló- ¿Remus? - intentó, con anterioridad el mayor le había pedido que le llamara por su nombre, y no por su apellido, pero él nunca cedió- ¿Gryffindor? - rogó. Nada valía, ni los contrahecizos ni los ruegos, nada, el castaño comenzó a besarle con fuerza, desgarrando con fiereza la ropa del menor. La noche anterior había sido luna llena. Mierda.

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- Menuda sorpresa... Un perro... - dijo Regulus al salir de la cocina y ver al can mirarlo con insistencia- ¿A quien engaño, si no hay nadie acá? - se dijo para si- A la mierda con los modales Black...- despotrico antes de caer de rodillas y acariciar al perro con una gran sonrisa- Ay, un perrito.... Joder que mono eres... -  sacudió la soledad del perro, este jadeaba excitados por las caricias, antes de tumbar al menor y rasgar a mordiscos la camisa del menor, quien se asustó ante tal repentina acción.

- Basta, no te e hice nada... -  rogaba asustado, pero el perro cambió de forma hasta llegar a ser un humano- ¡¿SIRIUS?! - chilló aterrado. Su hermano es aún animago... Y le había echo caricias... ¡Y le dijo que era chulo!. Era todo, Regulus se quería morir.

- Regulus... - jadeo ronco el animago, su pelo largo tapaba un de sus ojos, y el sonrojo por la excitación le daba un aura deliciosa a los ojos de cualquiera, inclusive de Regulus. Sirius simuló leves embestidas sobre la ropa del menor, a lo que Regulus se sobresaltó... Eso... No era normal... No lo era...

- Oh, Merlín... -  jadeo ante la textura de los fríos labios de su hermano contra su cuello.

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- Oh merlín... - Jadeo Lucius al sentir como el menor de los Gryffindor se auto penetraba mientras él estaba petrificado.

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-Oh merlín... - gemia Severus, las embestidas directas que le proporcionaba el castaño no tenían competencia.

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-Ayúdame...- pidieron las tres Serpientes al aire antes de ceder al celo d ellos leones y proponer de su parte un gran juego carnal.

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Ey, Ey, Ey, hola mis lindos citrinos, hoy quería pedirles paciencia.... Me llevo matemáticas y geografía y tengo que estudiar, por ello no estoy muy activa... Pero quería decirles: ¡QUE ME PIDA ONE-SHORT'S, QUIERO ACTUALIZAR ESTA HISTORIA, PLEASE... YO S E QUE QUIEREN, PUES NO SE RETENGAN, PIDAN, PIDAN COMO SI DE ESO DEPENDIERA SUS VIDAS!... Los amo :3

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