"¡NO QUIERO QUE TE LASTIMEN!"

Harry estaba realmente molesto, ¡Ron no lo apoyaba!. ¡¿Y qué si un dragón lo malhería?! Debería de apoyarlo de todas formas ¿O no?. El asunto del torneo de Los Tres Magos lo estaba volviendo loco, Hermione diciendo que debía apresurarse para descifrar las pistas, Draco burlándose de que iba en tercer lugar, Ojo Loco diciendo que tenía que tomarlo a pecho al Torneo, y a Ron... quién parecía un niño por lo infantil que se veía al estar "celoso de su excito y fama".

Harry fue detenido por Cedric en el patio, quién le dijo que no usaría esos absurdos broches que decían cosas horribles de Harry. Harry lo agradeció, sonrió, y vacilante intentó marcharse, al menos dios dos pasos cuando Cedric lo jala hacía él y lo abraza con fuerza, dejando sorprendido a más de un alumno, entre ellos Ron, quién los observaba con ira desde los pilares de piedra que llevaban al interior de los pasadizos de Hogwarts.

- No quiero que nada malo te ocurra Harry...-susurró el mayor al oído del contrario. Harry no sabía si debía decir algo. Mentalmente se debatía entre corresponder el abrazo o decirle que estaría bien... ¡A la porra, haría ambas!.

- Tranquilo Ced', no va a pasarme nada... ni a mi, ni a ti...-lo abrazó, sorprendiendo a las obsesionadas fans de Cedric Grigory y de Harry Potter- Bueno... adiós...- se separó, y con una sonrisa nerviosa saludó con su mano al Hufflepuff. Este correspondió sonriendo, a lo que Harry se marchó, topándose con Ron en el camino- Ron...-dijo perdido. El pelirrojo lo miró con bronca, antes de dar media vuela y marcharse- ¡Ron!- trotando lo alcanzó.

- Déjame Potter...-siseó el pelirrojo molesto.

- ¿QUÉ? ¿Porque? ¿Ahora que te pasa?- le espetó, harto de la actitud arisca de su colega.

- ¿que qué es lo que me pasa?- se dio la vuelta molesto, deteniendo su paso, haciendo que Harry chocara contra su pecho- Tú, "El Gran Harry Potter" no puede pasar un poco más de tiempo con sus amigos...-le dijo molesto. Harry parpadeó.

- ¿QUÉ?- musitó confundido, sin ver la lógica a la situación.

- Nunca estás con nosotros Harry, desde que fuiste escogido para el Torneo no nos has dirigido la palabra, ni a Hermione ni a mi...-se quejó, notoriamente dolido- Siempre estás con el estúpido de Grigory...-señaló furioso.

- ¿De eso se trata Ron? ¿Eh? - se inquietó Harry- ¿No te agrada Cedric?- le hizo frente, a lo que Ron solo lo miró aturdido.

- ¡Pero por supuesto que no!- exclamó- ¿Adorar al idiota que me quitó a mi mejor amigo? Harry ¿Como se te ocurre?- le acusó. Harry no entendía mucho del momento, pero sabía que la ronda que los rodeaba no era la excepción.

- Ron, esto no es de tu incumbencia, lo que yo haga con mi vida personal no te debería de incumbir, no a esta altura...-se echó para atrás, con paso seguro y la mirada fija en la celeste.

- ¡Claro que me incumbe, eres mi amigo!- recalcó el pelirrojo.

- No Ron, El Torneo de Los Tres Magos no es fácil, y tu falta de apoyo no me está ayudando mucho... ¿Porque te comportas así? ¿Porque simplemente no tiras tus celos ridículos a la borda y me apoyas un poco?- le preguntó molesto. Cedric se abrió paso entre el barullo de gente, observando en primera fila la inusual discusión de estos dos grandes amigos.

- ¡Porque no pienso apoyarte en algo que me pueda perjudicar!- clamó frustrado.

- ¡¿Ves que eres egoísta?!- gritó furioso- ¡¿Qué tanto puede perjudicarte el que yo participe en el Torneo?!- Ron parecía frustrado, apretando los puños con fuerza, y apretando sus labios para no gritar.

- ¡Harry es muy obvio!- lo cogió del cuello de la camisa, acercándolo a su rostro- ¿¡SI TÚ ACABAS HERIDO QUÉ SERÁ DE MI?!- reclamó con los ojos enjuagados en lagrimas- ¡¿Que sería de mi sin mi mejor amigo a mi lado?!- recalcó. Harry lo observaba sorprendido.

- Ron...-Hermione se abrió paso entre los alumnos entrometidos que abundaban al rededor del dúo de Oro.

- Dime Harry... ¡¿Cómo puedo vivir sin ti?!- las lagrimas brotaron, se deslizaban por sus mejillas hasta caer al suelo por la gravedad.

- Ron...-Harry suspiró. Con que de eso se trataba- No me va a pasar nada, lo prometo... - Ron no lo soltaba, y tampoco se apartaba de la corta distancia que tenían cara a cara, cuerpo a cuerpo.

- No Harry, no quiero que sigas jugando... -rogó el pelirrojo.

- Ron, no me puedo echar para atrás, debes entender que necesito acabar con esto...- Al momento en que sus manos tocaron las muñecas del contrario para alejarlo este pareció reaccionar.

- ¡No Harry, no lo hagas!- volvió a llorar.

- Ron tengo que acabar el juego...-aseguró el menor.

- ¡No!- gritaba el pelirrojo. Varios grupos de amigos quedaban conmovidos ante tal muestra de Amistad.

- ¿Porque te jode tanto que quiera acabarlo?- intuyó aturdido de tantos sollozos.

- ¡NO QUIERO PERDERTE!- Lo agarró de los hombros y lo acercó a su rostro, pero sin llegar a tocar sus labios. 

- Ron...-susurró Harry. Hermione suspiró, y con un leve hechizo de empuje hizo que la cabeza de Ron se inclinara, haciendo que los labios de ambos chicos chocaran. Cedric ardía en rabia y celos, Ginny sentía como su corazón se estrujaba y Luna solo miraba una baldosa del suelo.

- No me dejes solo...-susurró Ron, apoyando su frente en el hombro de Harry- Entiende que no quiero que sigas... no quiero que te lastimen...-susurró agobiado. Harry le abrazó y sonrió amargamente.

- Sabes que acabaré, ¿No es así?- Ron asintió vacilante, resignado a soltar las últimas lagrimas en los brazos de su amigo.

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- ...Te hemos quitado lo que más valoras, y para encontrarlo tienes solo una hora...- Decía el cántico angelical de las sirenas.

- Ron...-susurró Harry, jadeando por la falta de aire al estar tanto tiempo bajo el agua.