Un almuerzo interesante
Vilhelmina y Rosalía salieron juntas de la oficina de la primera, y salieron en la misma dirección, puesto que Vilhelmina invito a su nueva asistente a almorzar, para después enseñarle todas los pormenores de su nuevo puesto de trabajo, Mina era quien llevaba la conversación, aunque intentaba hacerla amena, hablando sobre algunas nimiedades que realizo recientemente, y algún comentario ocasional por parte de Rosalía, llegaron a donde Mina suele almorzar, un muy acogedor restauran-cito a la antigua, en donde cocinan en estufas de leña, y hornean en hornos alimentados de igual manera con leña, un rápido vistazo al lugar le muestra a Rosalía que incluso hay fila para entrar al lugar, se sorprende de sobremanera que el empleado que cuida la entrada le saluda muy amablemente a Mina, con un simple ademan, una camarera les escolta a una mesa ubicada en un acogedor balcón muy bien iluminado con una increíble vista de la ciudad, semejante vista es lógica puesto que fueron llevadas a un segundo piso, minutos después de que la camarera les trajo un par de menús, un hombre, al parecer el duelo del lugar, o al menos el gerente, se acerco a Mina, y saludándole con mucha educación, pregunto si ya deseaba ordenar, cuidando de atender el menor deseo de su ahora jefa, Mina pidió limonada y para comer pidió un generoso trozo de entrécula* bien cocido, acompañado de una gran ración de ensalada de lechuga, ji-tomate y beta-bel; Rosalía, por su parte pidió queso flameado con chorizo vegetariano, y para acompañar. limonada igual que Mina. en cuanto pidieron sus respectivas ordenes, la camarera y el gerente se retiraron y Mina inicio conversación:
-Oye Rosalía, nunca he visto ese plato que pediste, ¿Que es?- pregunto Mina con cierta curiosidad
-Bueno, la versión corta seria que es un platillo típico de México, mis padres tenían un muy estimado amigo mexicano, cuando era niña nos visitaba regularmente y se ofrecía a traernos comida, es queso gratinado con chorizo encima, una especie de salchicha, yo lo pedí vegetariano por cuidarme, la carne me da gastritis- explico lo mas breve mente que pudo Rosalía
-He oído maravillas de México- comento Mina -me gustaría visitar algún día ese país- agrego con ilusión
-Y usted jefa ¿de donde es?- pregunto curiosa la adolescente
-Puedes decirme Mina, conviviremos mucho, ya que trabajaremos juntas, y bueno, nací en Oslo, Noruega, pero mi padre era fin-landes y mi madre, holandesa, hasta donde sé se conocieron en Noruega, mi padre era ingeniero petrolero en Stavanger, y mi madre abrió con otras mujeres holandesas un pequeño restaurante holandés en la misma ciudad, al negocio le iba muy bien y según me he enterado sigue yendo-les muy bien, papá era cliente regular del restaurante de mamá, al principio solo hablaban, pero eso dio paso a las citas, luego una relación, boda y finalmente yo...- Mina explicaba algo de su vida cuando fue interrumpida por la camarera, que traía sus ordenes, las sirvió, y tanto ella como el gerente les desearon buen provecho.
Ambas mujeres guardaron silencio mientras comían, tarea en la que tardaron unos veinte minutos mas o menos, los platos de ambas mujeres quedaron casi tan limpios como estaban antes de poner comida en ellos, apenas terminaron de comer Mina volvió a iniciar la conversación
-Y tu Rosalía, ¿De donde eres?- le inquirió algo curiosa Mina a Rosalía
-Pues, nací en el sur de España, pero viví toda mi niñez y adolescencia en Valladolid, soy la menor de dos hermanos, mi hermano mayor cuando cumplió dieciocho años de edad se fue de casa, y según las postales que envía, viaja por el mundo, toda mi familia confía que volverá pronto a casa, y como decía en mi curriculum, en mi adolescencia tuve empleos de verano como asistente y secretaria, creo mis cartas de recomendación lo especifican, hace unos meses cumplí la mayoría de edad, y vine a San Andrés de Teixido buscando establecerme profesionalmente, quiero combinar mi trabajo para usted con estudiar una carrera, al menos vía Internet- contó Rosalía con brillo en los ojos
-¿Tienes alguna carrera en mente?- le pregunto Mina
-Pienso en pedagogía o psicología, desde niña tenia facilidad para explicarle a mis compañeros en la escuela cosas que no entendían, y comúnmente oía sus problemas- le contó Rosalía con evidente nostalgia en su voz
-Desde que empezamos a comer note eso ultimo- le hizo notar Mina a Rosalía -Tu lenguaje corporal me indico que estabas atenta a lo que te decía, así como a mis expresiones, tanto de mi cara como de mi cuerpo- concluyo la gerente.
-Cielos, que observadora es- comento asombrada Rosalía
-Esto no es nada, ya veras mis habilidades en el trabajo, ¿Te parece si regresamos para mostrarte tu lugar de trabajo y explicarte como funciona todo?- hablo Mina mientras se levantaba de su asiento y con un ademan de su mano, le pidió al gerente la cuenta
-Vamos, estoy lista- hablo Rosalía con decisión, levantándose de su asiento y siguiendo a su ahora jefa, se acercaban a la caja, Mina saco su tarjeta de crédito, mientras Rosalía buscaba en su bolso para dividir los gastos de la cuenta
-No te molestes, roja, yo invito, suelo invitar a mi gente de vez en cuando, especialmente cuando la jornada ha sido muy agotadora- le dijo Mina a Rosalía mientras firmaba el recibo de su cuenta, y el protocolario agradecimiento de parte del gerente y el típico "vuelva pronto" de la camarera, a quien por cierto, Mina dejo una generosa propina.
Se repitio la agradable platica de ambas mujeres caminando de regreso a su lugar de trabajo, al abrirse las puertas del banco...
Notas
* En México a ese corte de carne suele llamarse-le "arrachera" en otras partes del mundo se le llama distinto, "entrécula" es un ejemplo
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