¿Amor a primera vista?
-Le agradezco el ascenso, señor- comento una mujer de cabello rubio oscuro medio largo
-Es lo menos que merecen sus aptitudes señorita- le respondió un hombre en sus cuarentas vestido con un traje hecho a la medida -Este es solo el primer peldaño en su ascenso a la cima- continuo hablando el hombre, de apellido Lindemann, continuaba hablando sobre la importancia del trabajo duro y honesto, pero la rubia apenas le escuchaba, estaba pensando en como había logrado, tras solo dos años de trabajo, subir de ser una cajera a ser la gerente de la nueva sucursal del banco mas importante de Europa, todo empezó porque quería su propio dinero, su propia casa, a sus quince años logro entrar a una prestigiosa escuela y se decidió por estudiar finanzas, en un viaje de estudio sus habilidades y conocimientos sorprendieron gratamente al director del banco donde años después fue contratada como cajera, el director, curiosamente era padre del hombre que ahora estaba lanzando un discurso a la joven Vilhelmina, estaba inmersa en sus pensamientos cuando Lindemann la interrumpió -¿Entendió, señorita Blom?-
-Discúlpeme señor Lindemann, creo aun no digiero este ascenso- intento disculparse cortes-mente Vilhelmina
-Ah, no se preocupe, pasa todo el tiempo- contesto el - en pocas palabras, solo le decía que debe estar orgullosa, su trabajo duro y esfuerzo la llevaron hasta aquí, y si continua igual subirá de puesto como si fuera un cohete- concluyo el -solo una cosa antes de mostrarle su nueva oficina gerente Blom, por su cargo necesitara uno o dos asistentes, una secretaria, contrate a cuantos considere necesario, solo notifique-me por escrito y envíeme los curriculum vitae de cada uno-
-Como diga, señor- contesto Vilhelmina
-La mayoría de los gerentes me llaman Richard- contesto Richard Lindemann con una cortes sonrisa
-En tal caso puede decirme Mina, ya que le debo mucho a su padre Richard- contesto Mina con una radiante sonrisa.
-Bien Mina, confió elegirás a las personas mas capaces- concluyo Richard para proceder a mostrarle a Mina su oficina, presentarla con el personal, ponerla al tanto de todo cuanto ocurre en esa sucursal bancaria, por suerte toda la capacitación que los empleados necesitaran ya la recibieron y había poco que saber sobre la operación del lugar, sobra decir que su educación fue bastante completa.
En el momento que Richard Lindemann terminara de mostrar el lugar a la nueva gerente, ordeno al departamento de recursos humanos publicar en periódicos, Internet, en todos lados que su banco solicitaba asistente de gerente y secretaria, junto al perfil necesario.
Días después
Habían transcurrido dos días completos desde su ascenso, y Vilhelmina Blom apenas podía con todo el trabajo de su nuevo puesto sin desfallecer en el intento, para empeorar las cosas ninguno de los aspirantes que se habían presentado hasta el momento cubría los requisitos mínimos, hasta el mediodía de ese día claro
A la oficina de Vilhelmina llegaba una chica de piel blanca cual marfil, estatura promedio, tenia algunas pecas en su cuerpo pero muy pocas en su cara, algunos las confundían con lunares, tenia su cabello ondulado y largo hasta su cadera, ademas era de un color rojo intenso, tanto como las brasas al rojo vivo o el acero que se forja en dichas brasas durante largas horas, la chica se acerco a una empleada y le dijo
-Señorita, buenas tardes, vengo por el puesto- la mujer vio a quien pronuncio esas palabras, por su tono podrían creerla una joven española, pero le faltaba el característico acento de aquel país, lo cierto es que si era española, pero del sur del país, donde su acento no es tan notorio
-Muy bien señorita- dijo la empleada -¿Tendrá tiempo ahora para que la gerente le haga la entrevista?- agrego la mujer
-Claro que tengo tiempo- respondió la chica sonriente, al terminar de decir la ultima oración la mujer llevo a la joven a la sala de espera y acto seguido golpeo una puerta y escucho que podía pasar, al cabo de cinco minutos, la mujer salio, busco a la joven con la vista, se acerco a ella cuando la localizo y le dijo
-La gerente Blom te recibirá ahora mismo, espero traigas toda la documentación que pedía la vacante- le comento la mujer -la mitad de candidatos no traen todo lo solicitado- agrego la mujer mas como una queja
-No se preocupe, revise todo tres veces antes de venir- contesto la joven pelirroja, a lo que la mujer sonrió y la condujo con Vilhelmina
-Señorita puede pasar- dijo la mujer -suerte- añadió susurrando al oído de la joven
-Buenas tardes, por favor tome asiento, la entrevista empezara de inmediato, señorita...- Vilhelmina dejo inconclusa la oración alargando un poco la ultima silaba esperando la joven respondiera con algo
-Fernández, Rosalía Fernández, mucho gusto- contesto Rosalía casi de inmediato a la vez que estrechaba la mano de Mina y tomaba asiento.
-Buen apretón, eso me agrada- contesto la rubia
-Ahora, señorita Fernández, lo que buscamos es a una persona organizada, responsable, que pueda memorizar con rapidez, de mente ágil e ingeniosa, el puesto seria como mi secretaria, y son las habilidades necesarias pues llevaras mi agenda con puntualidad y también organizaras mis citas, ya sea con clientes, mis superiores o inversores, la mente ágil la necesito si surge algún imprevisto, retraso, etcétera- Mina explicaba a Rosalía el puesto de trabajo, le era difícil concentrarse pero puso todo su esfuerzo para causar una buena impresión, mientras Mina hablaba sin mirar a Rosalía, esta admiraba a la mujer delante de ella, llevaba puesto un traje pero lejos de hacerla parecer hombre, el traje era a la vez elegante, femenino e inspiraba respeto, aunque esa mujer era algunos años mayor que ella, parecía que solo hubiera tres años de diferencia entre ambas mujeres, admiraba especialmente su cabello rubio oscuro, apenas era lo bastante largo para hacerse una diminuta cola de caballo, lo que, apostaba, al verlo parecía que se corto una larga cabellera, admiro su color, que hacia parecer su cabello como el mas puro ámbar, cada rizo y mechón parecía hilos de la miel virgen mas pura, fue sacada de esos pensamientos cuando la bella rubia le hablo
-Ahora, por favor señorita Fernández, hable me de su curriculum, en donde estudio, donde trabajo, siéndole honesta, se por experiencia que obtener buenas notas no siempre significa que alguien es buen estudiante, hay evidencia de que Einstein reprobó matemáticas hasta la universidad- dijo Vilhelmina con un tono serio pero a la vez amable
-Bueno, pues en cuanto a donde estudie...- empezó a hablar Rosalía, pero Vilhelmina admiraba la piel de la chica y se preguntaba si esa piel era tan suave como parecía, también quería perderse en ese voraz incendio que tenia en la cabeza.
Se esforzó pero Mina escucho atenta lo que le relataba Rosalía, la interrumpió pocas veces, y en cada una hizo observaciones y le interrogo sobre lo que decía había aprendido, ese método le era muy útil para evaluar a los candidatos, recordaría por décadas, que el primer día entrevisto a un aparentemente candidato perfecto, estudio finanzas y administración, trabajo en varios lugares y en cada uno llego a ocupar un puesto importante, pero cuando lo interrogo como a la pelirroja el chico enmudeció, el jefe de Mina, se decepciono enormemente de aquel chico, pues se lo habían recomendado, eso si habría sido una mala decisión.
Ella misma salio de sus pensamientos cuando vio entrar a Lindemann
-señorita, la dejare un minuto, por favor mientras vuelvo empieza el examen psicometrico por favor- le dijo Mina a Rosalía mientras le dejaba su asiento y abría el archivo en su PC con la prueba
Apenas habían cerrado la puerta tras de si cuando Richard pregunto -¿Y que te parece la joven?-
-Creo es por mucho la mejor candidata hasta ahora, no solo tiene la educación necesaria, también ha trabajado en puestos similares y cumple los requisitos- le respondió Mina
-Después del desastre con el recomendado cuatrojos, confió en tu juicio, tienes carta libre para contratarla. ¿Crees que solo con ella tendrás?- hablo Lindemann para terminar preguntándole
-Absolutamente, el examen que hace ahora es solo tramite, empezara lo antes posible- dijo -mina con voz firme y decidida, a lo que Lindemann solo hizo un gesto afirmativo con su cabeza
-Envíame su curriculum y documentos cuanto antes- le dijo Richard a la rubia mientras se alejaba, Mina afirmo con un gesto y volvió a su oficina
-Bien señorita, usted me impresiono y a mi jefe mucho mas, ¿Cuando podría empezar a trabajar?- le pregunto la rubia a la pelirroja
-No tengo ningún problema en empezar ahora- contesto Rosalía, que no cabía en si misma de la alegría.
-Bien, empiezas oficialmente mañana, pero hoy puedes empezar familiarizándote con todo, bienvenida- mientras le decía esto, Mina estrecho la mano de Rosalía
-Pero primero, ¿tienes hambre?- pregunto Mina a Rosalía...
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