Te amaré, te amaré
Como no está permitido
Te amaré, te amaré
Como nunca se ha sabido [...]
Porque así lo he decidido
Te amaré

Te amare Miguel Bosé

Cuando Mina atravesó el umbral de sus oficinas centrales, se encontró con su jefe Richard Lindemann ligeramente pensativo pero, al mismo tiempo se le veía contento, quizás la mejor forma de describirlo seria que tenia emociones encontradas, al verla entrar, espero a que se le acercara lo suficiente para hablarle

-No se como lo haces, chica, pero parece que lo que propusiste ayer impresiono a mas de uno de las personas importantes en el mundo de los negocios, escuche que incluso quieren ascenderte varios puestos- le comento seriamente aquel hombre, la mujer al escuchar aquellas palabras se quedo estupefacta, pues según ella, en el mejor de los casos su idea impresionaría a sus jefes lo suficiente para ascenderla en cuestión de años, pero esto, superaba por mucho sus mas atrevidas expectativas.

-Señor Lindemann- le saludo estrechando firme pero gentilmente la mano a su jefe -Sus palabras me dejan perpleja, no esperaba algo ni remotamente parecido- le contesto siempre honesta, su interlocutor que ya estaba acostumbrado a tratarla, aun no se acostumbraba del todo a ese actuar tan... capaz de hacer que quien le hable se desenvuelva, una sensación difícil de describir en pocas palabras, desde que la conoció al presentársela su propio padre, imagino que tal cualidad fue una de las muchas cualidades que impresionaron a su padre (dicho sea de paso, algo difícil de lograr), para sus adentros rió al recordar aquel día.

-No te menosprecies tanto chica, impresionar a esas momias podridas en dinero es de por si una tarea difícil, y adularlos solo te hunde ante ellos; alégrate, esto era, de todos modos inevitable, llegaras muy lejos- Le dijo aquel hombre en un tono que mas lo hacia ver como su hermano mayor o algún tipo de figura paterna. -Papá lo creyó cuando accedió a ser tu tutor, y desde ayer, yo no solo lo creo, estoy convencido de ello- Sentencio el hombre, y ante sus palabras Mina sintió algo que contadas veces en su vida sintió: un nudo en su garganta, recordar al hombre que fue su mentor en la carrera en la que esta ahora, escuchar del hijo de aquel hombre que no esperaba de ella nada menos que grandes logros, y también escuchar del mismo hijo que esta seguro de que su destino es el éxito rompió su muro emocional, apenas Richard Lindemann termino de pronunciar aquellas palabras Mina se le acerco y oculta por el hombro de aquel rompió a llorar, él, acostumbrado a tratarla, la abrazo y espero paciente a que la respiración de la mujer se tranquilizara, cosa que finalmente ocurrió tras varios minutos de mudos sollozos. Cuando finalmente se calmo, Mina rompió el contacto físico con Richard con suavidad, mas avergonzada de si misma por quebrarse emocionalmente, pero al mismo tiempo aliviada por haberlo hecho frente a alguien que ya había visto esa faceta suya

-Lo siento, no quise ensuciar su saco- se disculpo Mina, pese a que apenas usaba maquillaje, de haber llorado sobre la camisa de Richard y no sobre su saco, en dicha camisa se vería un par de manchas color cobre, delatora evidencia de que alguien se poso en el hombro de Richard, por suerte la novia de Richard conocía a Mina hace años y nunca había sentido celos de ella, pues rápidamente entendió que para Richard, Mina era como una hermana menor.

-No te disculpes por sentir emociones- Le riño su jefe y amigo -Después de todo, somos humanos, cambiando de tema, ¿Sales con alguien?- Pregunto aquel, pese a ser una pregunta recurrente hacia ella, los recientes acontecimientos hicieron que Mina se ruborizara notablemente en esa ocasión, Rick la observo expectante, era la primera vez que la veía sonrojarse al hacerle aquella pregunta, no había que ser genio, ni siquiera psicólogo, para adivinar que algo había pasado entre ella y alguien -¿Entonces?- pregunto curioso su amigo, para fortuna de Mina, una de las jóvenes recepcionistas se les acerco para informarle a Mina que la esperaban en la sala de juntas ejecutiva, al caminar hacia aquel lugar, Mina le susurro a Richard al oído que le contaría a la hora de la comida.

Mina siguió a la joven a una amplia sala, la habitación media varias decenas de metros de largo y varios metros de ancho, tenia amplios ventanales que le proporcionaban iluminación natural, la joven le indico a la rubia que podía sentarse donde quisiera, por su mente paso la idea de preguntarle a la recepcionista si sabia para que usaban la habitación donde se encontraban en ese momento, pero por su edad, supuso que la chica quizás no tenia ni idea del uso de dicha habitación, Mina yacía perdida en sus pensamientos cuando una amplia puerta se abrió, dejando ver el interior de la habitación continua a donde estaba ella, y un minuto después, entraron uno por uno los mismos ejecutivos y personas importantes que vio el día anterior.

Mina al verlos entrar se puso de pie y saludo con un apretón de manos a cada uno, cuando todos tomaron asiento, ella volvió a sentarse

-Señorita Blom, es un placer volver a verla- dijo sonriente uno de los ejecutivos

-Si, un verdadero placer sin duda, estará de acuerdo señorita en que vayamos directo al grano- dijo otro de los ejecutivos

-Aunque ni hoy ni mañana tenemos trabajo, creo tienen razón, la joven tendrá seguro otros asuntos que atender- quien hablo en esta ocasión fue un personaje importante

-Bueno, basta de alharaca, señorita, se le pidió venir hoy porque el día de ayer, se le pidió asistir a una reunión junto con otros aspirantes, les presentamos un problema, y le anuncio que su propuesta nos impresiono en sobremanera- empezó a hablar quien tenia pinta de ser el mas importante de los ejecutivos presentes

-El punto, Blom, es que desde que concluyo aquella reunión, discutimos por varias horas cual sería una recompensa adecuada para usted- tomo la palabra el presidente de la junta directiva -Y llegamos a la unánime decisión de nombrarle supervisora en una de nuestras sucursales en el extranjero, dado sus antecedentes, decidimos enviarla a nuestra sucursal mas recientemente inaugurada, Bruselas- expreso con una sonrisa el presidente, Mina les escucho muy atentamente, y al escuchar su ascenso no pudo disimular su asombro

-Obviamente recibirá la paga adecuada para su nuevo puesto, confiamos este familiarizada con el idioma local*- Mina asintió con un gesto con total seguridad -y si gusta, le asignamos una asistente local, o si lo prefiere lleve a la asistente que tiene de su anterior puesto- concluyo de hablar el presidente de la junta directiva.

-Les agradezco que me den la oportunidad, estaré a la altura de sus expectativas, y si no les molesta, prefiero llevar a mi actual asistente, tiene un buen dominio del ingles y confió aprenderá rápido el idioma local, imagino su paga aumentara- Mina hablo con una voz firme

-Tanto su salario como el de su asistente aumentaran notablemente- le aseguro uno de los ejecutivos.

-Entonces, creo no hay mas que hablar, muchísimas gracias por confiar en mi y darme esta oportunidad- Mientras Mina decía esas palabras se despidió de cada ejecutivo del mismo modo con el que los saludo al entrar, un apretón de manos.

Al salir de aquella sala, Mina estaba mas que feliz, de hecho quería correr, gritar de felicidad por semejante suerte que le toco, en honor a la verdad, le falto poco para abrazar a la recepcionista que le guió hace solo unos minutos. Encontró que Rick estaba esperándola sentado leyendo el periódico, al verla llegar, supuso que fue ascendida, se puso de pie y la abrazo con alegría al mismo tiempo que la felicitaba efusiva mente, cuando las felicitaciones terminaron, Mina se sorprendió al descubrir que se moría de hambre, por lo que pidió a su amigo, y ahora colega supervisor, ir a comer; ni tardo ni perezoso, el hombre llamo a un taxi, ambos lo abordaron y se dirigieron a un restaurante típico español, ahí les esperaba la novia de Rick, Heiderose**, la cual dicho sea de paso, es apenas un mes mas joven que Mina, quien al ver a ambos se les acerco, saludando con un intenso beso a su novio, y a Mina con un beso en cada mejilla, tras breves comentarios y saludos de parte de ambas mujeres, los tres fueron guiados por un camarero hacia su mesa, el cual, apenas tomaron asiento, les ofreció el menú y se retiro a atender a las otras mesas, ambas mujeres y el hombre charlaron breve mente sobre que pedirían, Rick se decidió por un plato de cordero asado, su novia Heiderose, opto por fabada, y Mina prefirió un plato de paella, todo acompañado de una botella de sidra asturiana, el mesero rápidamente anoto las ordenes y se dirigió a la cocina para su preparación, mientras tanto por sugerencia de Rick, Mina menciono su ascenso, cosa que Heiderose celebro con gran entusiasmo, tanto que la mujer pago unas botellas de champaña, y pidió a los meseros dar una copa a cada comensal, una vez que cada comensal tuvo una copa llena de champaña pidió un brindis por Mina, deseándole éxito en su nuevo puesto, en lo que "rosita" pidió la champaña y todo el numero fue preparado, el mesero trajo las ordenes de Rick, Mina y Heiderose, después del brindis comieron amenizados por una alegre y espontanea conversación entre los tres, llego un punto en que el propio Rick comento el sonrojo de Mina, Heiderose casi demando saber los detalles de quien se adueño de su corazón, Mina se hizo del rogar, pero al final contó como ocurrió el beso con Rosalía, mientras contaba lo ocurrido la pareja frente a ella se tomo inconscientemente de la mano, mientras que consciente mente, Rick la escuchaba atentamente, y Heiderose la escuchaba con la misma mirada con la que una adolescente ve a su amiga que le cuenta su primer beso, es decir, con un brillo de amor en los ojos. 

La rubia al terminar de relatar lo sucedido se esperaba cuando menos opiniones divididas por parte de la pareja que la escucho, en cambio, recibió el sincero deseo tanto de Rick como de su novia de que sea completamente feliz y busque el amor. Por segunda ocasión en un día, Mina rompió a llorar, mientras balbuceaba in inteligiblemente el apoyo de la pareja, en esta ocasión se apoyo en el hombro de Heiderose, la cual le daba palmadas suaves con una mano y con la otra, acariciaba su cabello, la escena parecía mas la de una madre consolando a su hija triste, que cualquier otra cosa.

El resto del día paso vertiginosamente, debido a que Mina y la pareja, tras pagar lo consumido en el restaurante, volvieron a la habitación de Mina, al llegar Heiderose se dedico a aconsejarle sobre como declararse le a su amada, que ropa usar, en resumen, que se viera espectacular, y que su amada caiga a sus pies enamorada (si es que no lo estaba ya) mientras Richard hacia llamadas a conocidos suyos, entre los que figuraban el dueño de un restaurante, un florista, inclusive músicos, en cuestión de horas todo quedo listo y Mina solo debía viajar de regreso con su flore-cita, vestirse para la ocasión y citar a la afortunada en el lugar. Dicho y hecho Mina emprendió el viaje de regreso con Rosalía, para si misma noto que hasta pronunciar su nombre la hacia sonreír, llevaba en su maleta lo que Heiderose le aconsejo ponerse.

Al día siguiente, a un pequeño restaurante italiano llego una hermosa mujer a finales de sus veintes, su cabello rubio como la miel virgen, brillaba cual rayos de sol en una mañana de verano, vestía un hermoso vestido de seda negra, con un revelador escote en V, el cual solo la hacia ver glamorosa, como modelo profesional, el recepcionista del local la vio acercarse boquiabierto, al igual que todos los que pasaban por el lugar o comían dentro del local, rápidamente pidió la mesa y detalles reservados desde anoche por Rick a su nombre, rápidamente fue llevada a su mesa, termino de definir los últimos detalles con el mesero, al cual Mina le prometió una muy buena propina por su servicio, al cabo de media hora llego "cenicienta", una no menos hermosa adulto joven cuyo largo cabello pelirrojo, el cual le llegaba hasta los muslos, refulgía como las brasas del infierno o el metal al rojo vivo en la fragua de un herrero, al verla llegar Mina se dijo a si misma "el momento de la verdad ha llegado"...

Notas

* En Bélgica, se habla neerlandés, vean el segundo capitulo para saber un poco mas del pasado de Mina

** Rosita, en alemán, nombre de cierta popularidad en aquel país debido a un poema del siglo