2. Placer Prohibido.
Ni Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen Más los OS si son de mi completa posesión.
•Número de palabras: 748
•Escrito:01/11/19
•Publicado:04/11/19
2. Placer Prohibido.
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«“Lo prohibido es tentador.
Lo tentador es ese pecado que todo ser humano le encanta cometer una y otra vez.”»
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Ellos se encontraban completamente perdidos en ese placer en ese momento donde solo existían ellos dos, aquel que es prohibido.
Suspiros.
Sus manos paseaban por el cuerpo del contrario sin pudor alguno, el sudor de sus cuerpos chocando contra sus pieles descubiertas más el roce de sus cuerpos solo aumentaba aún más el calor del momento.
Jadeos sin control.
Los besos suben de nivel por cada momento que pasa.
Estaban haciendo mal y lo sabían con exactitud, estaban traicionando a una persona a la cual jamás imaginaron, ese ser que para ambos significa un fuerte lazo rompiéndose en miles de pedazos, Alguien a quien destrozarían a penas se entere de esos encuentros clandestinos que para ellos, era el placer más prohibido que jamás se hubieran imaginado cometer pero aún más era la tentación que el pensar sobre lo que era correcto y que no.
Gemidos incontrolables se escapaban de sus cavidades.
Sus cuerpos danzaban a la par en esas sábanas, en esa cama en la cual ya habían probado un montón de veces, demasiadas para ser exactos.
Ese sonido obsceno que provocaban sus cuerpos al chocar los excitaba cada vez más.
No sabían cómo habían terminado de esa forma, siendo unos traidores e infieles. Ya sea por amistad y/o relación.
Pero aún así no eran capaces de arrepentirse ni mucho menos de detenerse, estaban sumidos en el placer y cada encuentro se hacía más tentador con el tiempo pues al saber que lo que hacían era prohibido, sus cuerpos lograban calentarse aún más.
Sabían que estaba mal, que no debían seguir así, que debían olvidar el cuerpo del otro, que por mas que sus acciones los complasieran terminarian dañando a la persona más preciada de sus vidas.
Sting Eucliffe, esposo de Lucy Eucliffe y Hermano de Rogue cheney.
Cada vez que sus encuentros acababan a sus mentes llegaba el fiel sentimiento del remordimiento, pensar en el mal que estaban ocasionando lograba hacerlos sentir realmente mal e intentaban detenerse pero cada vez que volvían a posar sus labios sobre su contrario de nuevo volvía a repetirse la misma secuencia como si estuviera programa para repetirse una y otra vez sin tener ningún tipo de botón de apagado.
Todo había empezado un día en el cual ellos dos se encontraban en una misión solos pues frosch se encontraba un poco mal así que se quedó al cuidado de Sting, el cual al ser maestro de gremio no tenía mucho tiempo libre para poder acompañarlos. Ese día despues misión ambos decidieron por ir a tomar un poco pues la misión había sido todo un éxito, accidentalmente se pasaron de copas y terminaron acostándose.
Después de ese día les costo mirarse durante algunas semanas pero el sentimiento de querer repetirlo seguía ahí en sus mentes, las ganas de sentir sus cuerpos chocar y hacer fricción, de acariciarse mutuamente, de poder sentir el placer que no lograban desde hace mucho pues gracias al trabajo el rubio no podía darle sus prioridades a su esposa y el Cheney ya se encontraba en su época de celo, un día lo inevitable sucedió, volvieron a entregar sus cuerpos al otro y tras ese momento empezaron a encontrarse muchas veces más.
La rubia coloco las yemas de sus dedos sobre el oscuro cabello del azabache, acariciándolo y algunas veces jalandolo. Tanto era el placer que su cuerpo sentía que sin pensarlo intercambio las posiciones colocándose ella arriba empezando a cabalgarlo en un vaivén tan rápido que sus mentes empezaron a nublarse, sus respiraciones se hacían más y más fuertes.
El tono su cintura ayudandole a incrementar mucho más el movimiento mientras que ella solo lo tomo de los hombros. Sus labios se buscaron con desespero uniéndose en un beso que sólo logró aumentar el calor, el moreno mordió el labio de su contraria haciendo que está soltara un sonoro gemido.
Ellos lo sabían, sabían que por mas que se repitieran que no debían estar haciendo tal traición, sabían que traería demasiadas consecuencias, sabían que mientras más intentarán alejarse sus cuerpos buscarían la forma de volverse a encontrar.
Pues ambos lo necesitaban, ambos necesitaban ese Placer Prohibido.
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2do One-shot
Finalizado.
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