definitivamente el primer error que cometió fue... aceptar el reto, o esa clase de reto, o lo que hubiera sido. era lo básico, lo principal, lo más fácil y simple de todo el mundo.

NO PASAR A LA OTRA MANADA.

era fácil, ¿no?.
entonces... ¿por qué había salido mal?. porque, no aguantó una estúpida burla, la inmadurez no le permitió pensar bien las cosas, queriendo ser más y demostrar que era fuerte, valiente y... capaz, ¿era éso?, en realidad quería demostrar que no era una niña pequeña y que no le daba miedo poner un pie en la manada contraria.
el problema es que, no era cualquier manada, era justamente el lugar que estaba “prohibido” de alguna manera, ambas aldeas no se llevaban bien y justamente la chica tuvo que haber elegido esa.

se veía tan fácil, no estaba muy lejos, pero el sólo acercarse le ocasionaba escalofríos en todo el cuerpo... ay, estaba desobedeciendo, estaba rompiendo la regla importante y todo por culpa de unas bobas palabras, se iba a meter en problemas.

— bien, sólo será poner un pie en el territorio y me iré, sí, sí se puede — balbuceó, arqueando las cejas mientras caminaba hacia el sitio, mirando a su alrededor, parecía un cachorro asustado, con la cola entre sus patas.

y, cuando lo hizo, el miedo le puso los nervios de punta y soltó una risa, ¡ah!, ¡lo logró!. suspiró, dándose la vuelta para, con una sonrisa nerviosa, regresar, quería volver a ca...

— miren a quién tenemos aquí.

una voz grave resonó, con el olor característico de un... alfa, aquél idiota que veía a la menor como un premio, uhm, no era lo que planeaba, en realidad ni siquiera sabía por qué ella estaba en el territorio, pero, tampoco podía dejarla ir así como así... no.

ni siquiera la dejó reaccionar, pues se acercó a ésta y la tomó de la muñeca, dándole una mirada de arriba a abajo, curioseando, nada más. — metiéndote en manada ajena y... creyendo que te saldrás con la tuya, pues no, preciosa. — sonrió con burla. — vendrás conmigo, déjame enseñarte qué es lo que sucede cuando te metes en problemas.

nombre/edad/bias.