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BE MY BABY

Sencillo de:
The Ronettes
Album:
Presenting the
Fabulous Ronettes
Año:
1963
Autores:
Phil Spector
Jeff Barry
Ellie Greenwich.

Michael estaba agradecido porque hubieran terminado las clases en el instituto en donde cursaba el último año de la educación secundaria, lo único que más deseaba era llegar a su casa para tomar una ducha, comer la deliciosa comida que Liam siempre le dejaba preparada en el refrigerador con instrucciones específicas de como calentarla.

Liam, a sus escasos 17 años y Clarisa 3 años mayor que él habían procreado a Jacob quien era el padre de Michael, a pesar de su corta edad Liam quien nunca hizo vida en común con Clarisa, siempre se había hecho cargo de su hijo y aun con su condición actual, siempre ha sido amado y respetado por Jacob, ejemplo de ello, cuando a Michael le otorgaron una beca y decidió ir a estudiar a esa ciudad, Jacob y su esposa le encargaron su cuidado al abuelo.

Se habla de la condición actual de Liam porque unos años más tarde de tener a Jacob, conocería a la persona que lo enamoraría, a la que amaría con locura y con quien a la fecha actual vivirían en una de las zonas residenciales de la ciudad, se trataba de Noah, a quien Michael a pesar de no unirlos vínculos de sangre lo consideraba desde muy chico como uno de sus 3 abuelos.

Esa tarde, después de que Michael dejara las cosas que no utilizaría el fin de semana en su locker, se dirigía ya a la salida del instituto en donde por desgracia se topó de nuevo con Edward quien como siempre y de forma sarcástica se empeñaba en molestarlo haciendo alusión a la relación que sus dos abuelos sostenían. Michael estaba acostumbrado a las burlas del idiota, era muy bueno con las palabras para defenderse y eso hacía que el coraje de Edward creciera sobremanera, hasta el punto que ese día perdiera los estribos y se abalanzara contra el más chico, estaba por alcanzarlo y tomarlo del cuello de la camisa cuando un golpe estruendoso se escuchó un poco más adelante capturando la atención de los dos; ambos vieron como Alexander que ocupaba otro locker había impactado el casco de protección sobre la puerta, luego como lentamente fijaba su vista sobre Edward y con sonrisa de medio lado le advertía a este:

-¿Qué pasa Edward? No querrás ser suspendido a escasos meses de graduarte. Recuerda que las políticas de este instituto en relación a la violencia, la discriminación y el bullying son "cero tolerancia".-

A través de su mirada Edward descargo toda la ira sobre Alexander, giró sobre sus pies y luego salió del instituto.

Al pasar al lado Michael aun algo confundido por lo que había sucedido solo atinó a decirle a su salvador -Gracias.-

Y por respuesta recibió un -No hay porque agradecer.-

Todos los días, una y otra y otra vez el bueno para nada de Edward buscaba el momento para molestar a Michael, quien estaba tan confundido porque ya ni siquiera tenía que abrir la boca para defenderse, Alexander como paladín de la justicia siempre sosegaba a su compañero de clase defendiendo constantemente a Michael; había llegado al punto que solo con una mirada del justiciero, el agresor ya ni siquiera se movía o pronunciaba palabra, solo hacía gestos de fastidio.

Después de varias semanas, de nuevo era viernes, como siempre lo hacía Michael llegaba a casa y luego de haberse duchado y comido hasta saciarse con la comida que Liam siempre le dejaba preparada, se dirigió al club que era propiedad de sus abuelos, en donde él les ayudaba a ordenar lo relacionado a la contabilidad, a lavar platos, ordenar las cosas y muchas veces sacar la basura, por su minoría de edad sus abuelos eran muy cuidadosos en seleccionar las tareas que le asignaban y el horario en el que él debía retirarse.

Esa noche, ya habían bastantes clientes en el club, bebían, comían y bailaban al ritmo de la música y las luces. Michael estaba por sacar las últimas bolsas de basura al callejón en donde algunos clientes estaban fumando y charlando. Estando allí fue alcanzado por Noah que le recordó que él había prometido ordenar el garaje de la casa, que si quería se podía retirar ya. Michael le dijo que estaba bien, que igual ya había terminado con sus quehaceres y le pidió que por favor llamara al taxi que lo llevaba.

El sábado muy temprano Michael procurando no hacer mucho ruido en la casa ya que sus abuelos habían llegado tarde y aun dormían, después de haber desayunado se dirigió al garaje, en donde comenzó a bajar cajas y objetos de los anaqueles, para empezar por botar el polvo y las telas de araña allí para luego ir organizando lo que se guardaría y lo que se debía tirar o donar.

Al poco tiempo se dio cuenta que el ambiente se había viciado de polvo haciendo casi imposible respirar a pesar de tener puestos los implementos necesarios de seguridad, por lo que decidió abrir el portón automático del garaje. Su sorpresa fue tan grande al ver a Alexander sentado sobre su motocicleta, sosteniendo entre sus manos el casco de protección colocado sobre sus piernas que estaban cruzadas hacia el frente y dirigiendo su mirada a donde se abría el portón. Michael algo confuso o más bien por la impresión, el único reflejo que se permitió fue cerrar de nuevo el portón.

Sin moverse de su posición cavilaba y trataba de dar sentido a la aparición, incrédulo aun pensando que el verlo allí había sido una alucinación y viendo que realmente se hacía asfixiante el permanecer sin ventilación en aquel lugar volvió a abrir lentamente el portón. Esta vez Alexander con sonrisa fresca estaba a dos pasos de donde se abría la puerta automática, por unos instantes se quedaron parados allí únicamente contemplándose, siendo el aparecido el que rompió el silencio:

-¿Necesitas ayuda? Soy experto certificado en limpieza de garajes.-

Alexander sonrió aún más. Michael serio lo miraba sin pronunciar palabra, haciéndose un silencio incomodo entre los dos, después de un momento solo preguntó:

-¿Qué haces aquí?-

Alexander sonrió nuevamente, mientras dirigía su mirada hacia el suelo, se notaba que trataba de organizar sus pensamientos para luego responder:

-Anoche estaba en el club de tus abuelos. Escuché cuando uno de ellos te decía que habias prometido limpiar el garaje, así que hoy por la mañana que me desperté pensé que tal vez tú necesitarías de alguien que te ayudara.-

Al ver que Michael no respondía nada, solo fijaba su mirada en él, Alexander señalando con su dedo el interior continuó:

-Creo que necesitaras un ventilador para limpiar el ambiente.-

Michael volteo a ver en la parte interior del garaje y se dio cuenta que realmente necesitaba ayuda y con urgencia un ventilador. Alexander al ver que el más chico le daba permiso para que ingresara, se quitó la chaqueta la que colocó junto al casco de protección en una de las mesas. Michael fue por un par de ventiladores que había dentro de la casa y fueron colocados de manera estratégica para que se limpiara el ambiente de todo el polvo que se estaba haciendo.

Los chicos bajaban, revisaba y acomodaban las cajas en los anaqueles que ya estaban limpios, un poco pasado de medio día ya tenían organizado casi todo, los chicos habían puesto música para que les hiciera menos pesada la tarea. Michael estaba sorprendido por el carácter de Alexander, realmente no lo conocía de la forma en como lo estaba conociendo hoy, quien lo ayudaba era muy risueño, muy bromista y extremadamente curioso, muchas veces tuvo que quitarle de las manos unas cajas porque minuciosamente revisaba cada cosa que estaba en ellas, se enfrascaba en descubrir los secretos de los objetos que contenían.

Pero hubo un par de cajas que Alexander colocó a manera que no fueran alcanzadas por Michael, las reservó. Liam apareció por la puerta de acceso a la casa y les dijo que ya tenía lista la comida, que entraran y después de asearse pasaran a la mesa del comedor.

Michael llevó a Alexander a su habitación en donde le mostró el sanitario para que se limpiara y luego bajaron al comedor, en donde Liam y Noah ya estaban sentados a la mesa. La comida transcurrió, Liam con cada pregunta que le dirigía a Alexander trataba de conocer más al compañero de Michael y entre todo lo que se habló Alexander pidió permiso a Liam para poder llevar a su nieto a dar una vuelta en su motocicleta y además prometió regresar el próximo sábado para terminar de limpiar el garaje.

Liam vio a Michael quien hasta este momento solo habría pronunciado unas cuantas palabras y al estar sus miradas en sincronía Liam únicamente pronunció:

-Si Michael quiere, por mí no hay problema.-

Después del almuerzo Alexander le pidió a Michael que lo acompañara, este en un principio solo lo pensaba pero pudo más su espíritu aventurero y su natural curiosidad, fue por un abrigo grueso por instrucción de Alexander, quien lo esperó sobre la motocicleta en donde le ofreció el casco de protección extra que siempre portaba.

Era la primera vez que Michael se subía en una motocicleta, así que su agarre en la cintura de Alexander fue constrictor y para mayor seguridad hundía sus uñas en el más alto; quien conducía, a cada momento reía por la felicidad que sentía al llevar al más bajo abrazándolo, sobre su espalda sentía el pecho del chico y el salvaje palpitar de su corazón y cada vez que bajaba la velocidad, Alex notaba el temblor que por el nerviosismo producía el cuerpo de Michael.

El lunes a la salida del instituto nuevamente Michael se topó con Edward quien no tuvo oportunidad ni siquiera de pronunciar la primera palabra de desprecio como era lo habitual, ya que Alexander se colocó al frente del más bajo ofreciéndole el casco de protección y diciéndole que lo llevaría a su casa, ambos salieron del instituto ante la mirada furiosa del conflictivo.

Desde ese día una y otra vez Alexander llevaba a casa a Michael, mientras el más bajo calentaba la comida y empezaba a hacer sus tareas, Alex se iba al garaje en donde sacaba las cosas de una de las cajas que había reservado en lo más alto de uno de los anaqueles, antes de entrar a casa a hacerle compañía a Michael para comer de la deliciosa comida de Liam, el alto guardaba minuciosamente los objetos de nuevo en la caja y la volvía a colocar en su lugar. Michael tenía mucha curiosidad de saber qué es lo que se guardaba en el cubo de cartón, por las noches luego de haber ido a ayudar a sus abuelos al club, se quedaba parado mucho tiempo en el marco de la puerta viendo la caja misteriosa, pero siempre desistía de su intención de ir a curiosear, pensaba que en su momento Alex le mostraría el tesoro que escondía.

El sábado muy de mañana Michael por alguna extraña razón que no comprendía estaba muy animoso y a cada momento mientras se preparaba para bajar, se asomaba a la ventana de su habitación, él esperaba el momento en que Alexander apareciera, cuando el mayor se asomó y estacionaba su motocicleta Michael corría para abrir la puerta de la casa, lo invitó a desayunar y luego se dirigieron directamente al garaje en donde en un par de horas ya habían terminado de arreglar lo que había quedado pendiente el sábado anterior. Una vez acomodado todo, Alexander le pidió a Michael que lo acompañara, el menor aceptó, dejó una nota a sus abuelos, esta vez iba muy bien abrigado ya que había amanecido frío.

Mientras en su motocicleta recorrían las calles de la ciudad Alex quiso tomar una de las manos de Michael que estaban colocadas en su cintura, fue entonces que se dio cuenta que por la falta de guantes y por la exposición al viento, las manos del chico estaban congeladas, se subió un poco el casco y las llevó al frente de su rostro y trató de darles calor con su aliento, maldecía porque llevaran puestos los cascos de protección integral, pero realmente imaginaba lo sonrojado que Michael en ese momento estaría por la acción, solo veía a través de la pantalla del casco los ojos del chico en extremo abiertos, antes de volver a reanudar la marcha, Alex le dijo a Michael que metiera sus manos en los bolsillos de su chaqueta y desde adentro de ellos se aferrara, volviéndose de esa manera aún más íntimo el agarre de Michael sobre la cintura de Alex quien sonrió complacido.

Alex arrastraba de un lugar a otro a Michael que no entendía que era lo que realmente hacían en esos lugares a los que Alexander lo llevaba, mostrando y buscando unos artefactos que no había visto, horas después habían terminado la tarea y para satisfacción de Alexander habían logrado conseguir cada uno de los objetos que buscaba.

Al llegar a casa Liam los invitó a almorzar, fue entonces cuando Alexander le dijo al mayor que había conseguido lo necesario para componer el tocadiscos portátil que había encontrado en el garaje y que por favor le permitiera terminar de arreglarlo, Liam y Noah entre sonrisas aceptaron.

Después del almuerzo Alex se enfrasco en el arreglo del tocadiscos, esta vez permitió que Michael estuviera a su lado ayudándolo. Con la mirada fija en lo que arreglaba, Alexander sorprendió al más chico cuando le preguntó si a él le gustaban las chicas o los chicos, con la vista periférica notaba que Michael tenía los ojos abiertos en señal de sorpresa por la pregunta que le había hecho y luego de tragar con dificultad saliva, aclarar la garganta y girar su mirada a otro lado, el bajo tartamudeando respondía:

-A las chicas siempre las he visto como buenas amigas, nunca ninguna de ellas me ha llegado a gustar como más que una amiga, en cuanto a los chicos, hasta hoy realmente ninguno ha llamado mi atención.-

Alexander sonriente, mientras terminaba de girar un tornillo se enderezó y volteo a ver a Michael, mientras preguntaba:

-¿Hasta hoy?-

Michael aparte de su nerviosa risa, no supo que contestar, así que como salida salomónica respondió con otra pregunta, sin ver a Alexander le preguntó:

-¿Y a ti, te gustan los chicos o las chicas?-

Alexander efusivamente se rió sin dar respuesta, terminó de colocar los últimos tornillos y luego de haber montado de nuevo el aparto con los repuestos que había conseguido, bajó la segunda caja que permanecía aún sobre el anaquel, de donde extrajo varios discos de acetato. Liam y Noah estaban presentes y para mayor satisfacción de Alexander la prueba de los primeros discos fue un éxito. Los mayores se despidieron, dijeron que dejarían la cena preparada y que luego se irían al club, dejando a los chicos que seguían colocando uno y otro disco sobre la tornamesa y escuchando música de épocas antiguas, dejando el más alto sorprendido a Michael porque conocía mucha de la música que se reproducía. Alexander al ver como el más bajo lo miraba emocionado y sorprendido, le dijo:

-Me encanta este tipo de música, no se por qué, solo se que me gusta, por eso cuando descubrí el club de tus abuelos, voy con mis primos mayores muy seguido allí.-

Alex en el fondo de la caja encontró un disco, sonrió mirando fijamente a Michael y le dijo:

-¡¿Bailarías conmigo?!

Michael nuevamente se rio nerviosamente mientras le decía que no sabía bailar. Alex aun sonriendo lo tomó de las manos y le dijo que eso se podía solucionar, lo llevó al centro del garaje y todavía sujetando sus manos se colocó enfrente y viendo sus pies le dijo -lleva el peso de tu cuerpo sobre tu pie izquierdo-, Michael obedeció, Alex siguió dando instrucciones y le dijo -ahora lleva todo el peso de tu cuerpo sobre tu otro pie-, Michael volvió a obedecer.

Alex satisfecho le dijo:

-Ese es el principio básico para comenzar a bailar, los movimientos serán de un lado hacia el otro y cuando se necesite avanzar yo con un toque de la punta de mi píe te indicaré que píe debes mover hacia atrás, no te preocupes, lo harás bien, yo te enseñaré.-

Alexander extrajo el acetato de la carátula de cartón y lo colocó sobre la tornamesa, mientras se accionaba el mecanismo se dirigió frente a Michael, llevó las manos del más chico sobre sus hombres y colocó sus manos alrededor de la cintura de éste, empezó a mover su cuerpo de un lado al otro imitando el movimiento básico que le había enseñado al más bajo un momento antes y éste lo empezó a imitar antes de que comenzara a reproducirse la canción.

Michael estaba concentrado en hacer bien sus movimientos cuando la melodía se escuchó, Alexander casi en el oído de su acompañante le dijo:

-Con respecto a la pregunta que me hiciste hace un rato de ¿si me gustan los chicos o las chicas? estoy preparado para responderte: *¡Me gustas tú, solamente tú!*-

Michael cerro sus ojos, al sentir el temblor que le atravesaba su cuerpo perdió el paso, pero fue sujetado por Alexander quien redujo el movimiento de sus pasos para que Michael volviera a retomar el ritmo, el más chico aun con sus ojos cerrados al sentirse seguro entre los brazos de Alex movió sus manos hasta rodear completamente el cuello del más alto haciendo que sus cuerpos quedaran mucho más pegados, Alexander al sentir los brazos del chico y el calor que emanaba el cuerpo de quien tenía enfrente ciño más su cintura, lo rodeó completamente y continuó bailando con quien hacía latir desenfrenadamente su corazón. Llevó su rostro muy cerca de la oreja de Michael y comenzó a cantar en susurro lo que restaba de la canción como si se tratara de una confesión de amor.

I'll make you happy, baby,
just wait and see
For every kiss you give me,
I'll give you three
Oh, since the day I saw you,
I have been waiting for you
You know I will adore you'til eternity

So won't you, please?
(Be my, be my baby)
Be my little baby
(My one and only baby)
Say you'll be my darling
(Be my, be my baby)
Be my baby now
(My one and only baby)
Wha oh oh ooooh..

Ambos chicos no se percataron que mientras ellos sincronizaban sus pasos y el movimiento de sus cuerpos al compás de la canción, dos adultos los observaban desde la puerta que de la casa daba acceso al garaje, Noah abrazó dulcemente a Liam mientras lo besaba con amor, luego de separar sus labios le preguntó:

-¿Nos vamos sin despedirnos?-

Liam complice sonrió y asintió.

Despúes que la música terminó los chicos se separaron sin decir una sola palabra, Alexander le preguntó si iría a ayudar a sus abuelos y se ofreció a llevarlo, mientras conducía su motocicléta sintió como Michael introducía en las bolsas de su chaqueta sus manos y pegaba mucho más su pecho a la espalda del mayor, haciendo que éste sintiera su calor y su cuerpo se estremeciera por la sensación, provocandole una inmensa felicidad y dandole valor para hablar con Michael de lo que venia guardando en su corazón desde hace mucho tiempo.

Al llegar al club, Alex se estacionó y tomó el casco de protección que Michael le devolvía, colocó ambos cascos sobre el timón de la motocicléta y se acercó al chico que tenía enfrente, tomó entre sus manos el rostro del más bajo y le confesó:

-Realmente me gustas Michael, desde hace mucho tiempo, si no te lo había dicho es porque me faltaba el valor, pero ahora lo sabes (al pronunciar estas últimas palabras la voz de Alex fue muy dulce y casi un susurro)-

Aclaaró su garganta y le preguntó:

-¿Te gustaría ser mi chico, mi novio (recalcó)?-

Michael algo azorado y con sonrisa tímida, respondió convencido a Alexander:

-¡Si!-

FIN
(pero, en algún momento continuará)

Registro: 1606218188906
Safecreative.

Particularmente, adoro esta canción.

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