Capítulo n°13: "La predicción y muchos misterios".
Rojo.
Un día más esta escuela y juro que me volveré loca. Casie y Necron desaparecieron, nadie sabe nada o no quieren que sepamos cual es el motivo de tanto misterio.
El profesor Sakí evita darnos clases, en su lugar lo hace Luna Criller. Su asignatura es "Remedios Medicinales, nos enseña como curar una herida también a realizar remedios para gripe, tos, entre otros. Sin embargo, para mi es sumamente aburrido pasar media mañana metida entre plantas del invernadero cerca del bosque de bayas silvestres.
Seco con el dorso de mi brazo el sudor de mi frente, hoy está bastante caluroso. Todos nos quejamos porque debemos trabajar sin descanso solo por capricho de la profesora.
-Primero deben lavar las hojas – le repite a Pluto cuando no observa que las metes llenas de tierras en el tarro - ¿Qué no leyó las instrucciones señor Pluto?
-Sí, pero no entendí nada – todos intentan contener las carcajadas, aunque no es posible.
- ¡SILENCIO! – grita aventando sobre el mesón un libro – Se callan o seguirán una hora más, como castigo.
-OOOHHHH – nos quejamos en coro.
La profesora Luna Criller se pasea de un lado hacia otro viendo como trabajamos. Creo que las horas que llevamos aquí encerrados es una forma de distracción, ya que no quieren decir lo que ocurre.
- ¡Quien haya realizado mejor el líquido del remedio, se llevará un premio! – exclama y mis compañeros empiezan a esmerarse en la preparación.
No tengo otra opción que hacer lo mismo. Por ello, desojo el tallo de la planta Aloysia polystachya metiéndolas directamente en un recipiente con agua. El manual dice que hay que dejarlo cinco minutos en reposo. Así que procedo en aplastar las moras, picándolas en pequeños trozos y la mitad del tomate, todo junto.
Retiro las hojas del agua yendo a la enorme chimenea. Ubicada en una cabaña que es utilizada para guardar herramientas. Ahí debemos hacerla hervir hasta obtener un líquido ambarino.
Se me queman las ideas dentro de esa chimenea. Me desespero esperando que este para colarlo. Veo que Pluto mezclando con una cuchara de palo, acercándome a darle una mirada su líquido es terroso, nada que ver con lo que muestra la imagen en el libro.
- ¿Quieres matar a alguien con ese...? – la verdad no sé cómo llamarle a lo que hizo.
-Es mi mejor intento así que no te burles – me da un empujón para que no lo moleste.
- ¡Uyyy que carácter el de hoy! – exclamo porque aparenta súper fastidioso.
- ¡Piérdete cabello de fuego! – no salgo de mi asombro por su particular expresión.
Por pelear con Pluto casi dejo que se consuma en la cacerola mi producto. Sin pensar en que podría estar caliente las manijas, la tomo y al menor roce la dejo donde estaba.
- ¡Auch! – tengo las yemas de los dedos colorados y queman - ¡Maldita sea!
Agarro dos trapos que hay colgados en la pared, esta vez no cometo el mismo error. La coloco sobre una silla, voy por el colador y el frasco, todavía duelen mis dedos, pero obligadamente me aguanto.
- ¿Qué te paso? Pareces molesta y haces gestos de estar dolorida – nunca vi que Luz de Mar se acercaba.
-Tuve la mala idea de sacar esa maldita olla sin protección en mis manos – hecho un poco de agua para calmar las molestia - ¿ya terminaste tu trabajo?
-No, es muy complicado de hacer – dice – deberías pedirle a la profesora algo para las quemaduras de tus manos.
-No, de seguro ya no dolerán – con mucho cuidado tomo las cosas para terminar el fastidioso trabajo - ¿Qué le ocurre a Pluto?
-Está molesto, pero no quiere decir cuál es el motivo – pone su olla en el fogón - ¿Por qué lo preguntas? ¿también te trato mal como a mí?
-Sí, aunque lo más raro es la forma en que me trato – cuelo muy pendiente de no voltear nada en el suelo – no entiendo porque se comporta de esa manera.
-Yo menos – se para virando por la ventana – Vi a la profesora Luna hablar con Sakí, pero él...no sé cómo explicártelo – cruzada de brazos me mira – nunca nos evita cuando necesitamos ayuda. Y ahora se ve diferente.
Pienso en lo que dice, realmente ya no sabemos qué hacer para verlo sin oposiciones de su parte.
De repente, los árboles empiezan a moverse lentamente acompañado de un olor que es insoportable para nuestras fosas nasales. El sol se cubre por una neblina negra, la oscuridad se adueña del día.
- ¡YA SE ACERCAN! – Cotí grita provocando pánico en los demás. Nosotras salimos porque él se larga a correr por todo lados - ¡LA CHICA DE LA OSCURIDAD YA VIENE! – intentan controlarlo, pero no pueden.
- ¿Quién es la chica de la oscuridad? – interroga Luz apostada en el umbral de la puerta.
-La verdad, no lo sé, pero no es algo bueno – ella asiente corriendo a ver su fluido.
- ¡O no, rayos casi se evapora todo!
Mientras yo observo como tratan de contener a Cotí, que es conocido por sus predicciones del futuro. No soy una creyente en esas cosas que atemorizan a todos, sin embargo, algo anda mal.
Y ahí está de nuevo esa picazón que no me deja vivir. Pasa de ser un leve ardor, a un dolor punzante. Intento por todos los medios llegar al centro de la espalda, pero no logro alcanzar el lugar donde me pica.
- ¿Te duele algo, Rojo? – si supiera no preguntaría, aunque no puedo enojarme con ella cuando solamente trata de ayudarme.
-Mi espalda pica demasiado – digo conteniéndome para no lastimarme.
-Vamos por un remedio que te alivie esa incomodidad ¿quieres? – no hay otra opción más que ir.
Caminamos llevando los fluidos que preparamos. Con alboroto de Cotí todos olvidaron lo que teníamos que hacer.
El trayecto hasta la escuela es bastante largo así que nos entretenemos conversando.
- ¿Crees en lo que dice Cotí? Pues la verdad, yo no – sostiene con una mano el frasco y la otra la cola de su vestido – Mi papá cuenta que existe esa chica, sin embargo, nadie ha podido ver su rostro descubierto. Deberíamos ir a la biblioteca para saber más del tema ¿verdad?
-También lo creo, pero todo es muy confuso hasta la actitud de los profesores. Sakí ya no quiere tratarnos, ni ayudarnos, definitivamente están ocultando algo – subimos los diez escalones del sendero ya que ambos lados es precipicio.
-Se rumorea que ha estado buscando las esferas – mi cara es de total confusión, no comprendo a que se refiere - ¿No tienes idea de lo que hablo?
-Para ser honesta, no – nos detenemos en el mástil que hay a mitad de la escalera.
-Bien, te explicare de forma que lo entiendas – hace una pausa dejando en el suelo su recipiente – La leyenda dice, que las esferas del poder son 14 en total – sigue moviéndose y se me pone nerviosa – cada una de ellas contiene un poder. Como la invisibilidad, wáter, camuflaje, entre otros. La chica de la oscuridad al obtenerlas a todas o por lo menos, la mitad se hará invencible.
-Pero ¿para qué quiere esas esferas? – no estoy entendiendo absolutamente nada.
-Nadie jamás en la historia del universo pudo robarlas, aunque ella ya tiene una en su poder – no responde lo que le pregunte – Las quiere para viajar al pasado por medio de la piedra rosa. Cada bola tiene un pedazo – hace gestos con sus dedos – de la gema rosa, uniéndolas a todas se forma esa piedra.
-No sabía eso.
- ¿En verdad? ¡Todo el mundo lo sabe, creo que a ti te ocultan muchas cosas! – volvemos a retomar el camino.
-Eso es lo más desconcertante de estar metida aquí sin respuesta. Todo se ha vuelto un tabú. Te juro que lucho siempre para no perderme en la oscuridad, pero los días son sofocante cuando se trata de tener información.
-Entiendo, porque no debe ser fácil vivir en un mundo donde ya nada es seguro sobre todo si no sabes nada de lo que te rodea.
En silencio terminamos el recorrido. Perdida en mis pensamientos entramos al corredor que nos deposita en el comedor. La cara de espanto en algunos es muy notoria, ya imagino lo que cruza por sus cabezas.
-Ya que todos están aquí – no se en que momento apareció la profesora Luna que habla sin titubear, otra vez nadie dirá nada – necesito que dejen sus muestras de la preparación del Grised – al lado tiene un cajón con suficiente espacio para llevarse todas -. Revisare quien es el ganador.
-Pensé que ya se había olvidado de la competencia con eso de Cotí – dice Pluto molesto yendo con su frasco.
-Jamás pasara algo semejante. Pareciera que te olvidas que es una profesora muy insistente en lo que quiere – comenta Luz de Mar dejando el suyo.
-Y eso que solo tiene pocas semanas en este lugar – agrego saliendo directo al baño.
- ¿A dónde vas? – quiere saber Pluto.
-Perdón, pero no tengo que pedirte permiso para irme ¿o sí? – hablo enarcando una ceja y las manos en la cintura a la espera de su respuesta. Luz observa expectante.
-Claro que no, lo preguntaba por curiosidad – sale dándome un pechón.
- ¡Que rayos fue todo eso! – exclama mi amiga – Esta intratable Pluto.
-Demasiado, diría yo.
Salgo yendo a los sanitarios. Luz va detrás mío sabiendo que esa no es mi intención.
El único que me puede sacar de dudas es el profesor Sakí. Pero hay un problema, no quiere conversar con nosotros ni por casualidad, así que necesito persuadirlo para que diga todo lo que calla.
- ¿Iras a la biblioteca? – me conoce, para que mentir – Quedaste muy intrigada y confundida con lo que te conté, comprendo tu curiosidad por saber más, sin embargo, debes tener cuidado porque te meterás en un enorme lio.
- ¿Por qué lo dices? ¿Por ir a la biblioteca sin autorización o por lo que vaya a descubrir? – lava sus manos en el aseo mirándome a través del reflejo del espejo.
-Por las dos cosas – otras chicas entran interrumpiendo -. Lo que se oculta es un misterio que ha perdurado por siglos. Yo no podía decirte nada, sin embargo, lo he hecho corriendo el riesgo de ser castigada.
-No soy un ser especial para que se tomen esas atribuciones conmigo, decidiendo por mí – le hablo casi en el oído mirando de reojo que nadie nos esté escuchando – Ya dime lo que sabes.
-No – niega con su cabeza – ya te di suficiente información. Es hora que tú sigas buscando hasta llegar a la verdad. Créeme cuando digo que habrá muchos obstáculos que debas superar. Y otras que te protegen, otros te quieren eliminar.
-Pero yo no hice nada malo – un nudo en la garganta empieza a formarse.
-Por supuesto que no, aunque el pasado te persigue para atraparte en el – me da un abrazo con sabor a despedida – Espero que seas muy fuerte como lo has sido hasta hora.
-¿Qué te sucede? ¿Te estas despidiendo de mí?
-Sí – sus ojos vidriosos causan tristeza en los míos – llego la hora de volver a casa.
-Todavía.... – se me quiebra la voz – todavía falta para la graduación.
-Ya lo sé, sin embargo, mamá no quiere que siga acá por las amenazas que sufre el colegio.
- ¿Todos se irán? – seca sus lágrimas que caen – ¡Contesta, por favor!
-Por el momento no. Quizás Pluto se quede hasta que tú te vayas, seguramente eso lo tiene un poco molesto y no lo quiere demostrar.
-Seguramente – sin palabras solo me queda abrazarla para sentirme menos sola.
-Ojalá – agarra mi mano y coloca un trozo de papel – esto te sirva. No preguntes y mantente lejos de las nuevas personas que llegaran. ¿De acuerdo?
-De acuerdo, pero.... – quiero detenerla, aunque todo es tan fugaz que desaparece corriendo.
La tormenta amenaza con desatarse, debo apoyarme de la pared para no caer. Me deslizo hacia abajo quedando sentada en el piso, atraigo mis piernas al pecho y no tardó mucho en soltar el llanto metiendo la cabeza entre mis brazos y rodillas.
No hay nadie, solamente yo. El silencio da miedo. Definitivamente quede sola, ya no tengo fuerzas, pero debo sacarlas de donde sea para descubrir el falso mundo que me rodea.
Ya un poco más tranquila y en calma, miro el papel entre mis dedos. Estiro mis piernas empezando a desenvolver la hoja. Parece una bola como el tamaño de una fresa.
Sorbiendo mi nariz muevo los dedos para quitar la cinta que va alrededor, es una forma de contención. En el papel hay unos signos raros y una esfera de cristal, la sacudo mostrando una luz totalmente enceguecedora, tapo con el ante brazo mis ojos hasta que se acostumbra al vislumbre. Cambia a una luz rosa mostrando una diminuta florecilla de pétalos celestes.
Vuelvo la vista al papel, pero es indescifrable. En el dorso del mismo hay escrito algo en lápiz.
- "Quien tiene la llave, será el vencedor, sin embargo, todos tienen posibilidades de ganar acudiendo al caballo de fuego", Juman 85.
¿Qué significara eso? Con tanto secretos, misterios y acertijos me volveré loca.
Unos pasos se acercan, la esfera deja de brillar volviendo a la oscuridad porque el atardecer ya llego.
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