Capítulo n°12: Segunda parte: ".... La oscuridad se apodera de todo".
Este capítulo se lo dedico a @Franyelispulido. Con todo mi cariño!!!! Espero lo difrustes.
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Narrador Omnisciente.
Para el rey ingresar a su palacio no le resulto nada fácil. Su pueblo estaba bastante molesto por los rumores que circulaban, Cijon se decía a si mismo que ya era demasiado tarde para detener a los enemigos.
Miles de personas están apostadas al pie de una escalera del palacio real Soller – Amatista. Exigían una respuesta inmediata de lo que iba a ocurrir, pero el rey Zamuro no tenía una repuesta para ello. Debieron conformarse con su silencio que causaba más temor, que tranquilidad.
Los guardias de la Gema Boro, encargados de protegerlo debió hacer malabares para que nadie resultara herido. Sin embargo, su gobernante no se dejó intimidar por los insultos.
- ¡Atenciónnnnn! – pedía el vocero Care – Nuestro rey hablara para todos ustedes.
El silencio se aplaca cuando ven al soberano detenerse en el cuarto escalón, los guardias tratan de contener a los habitantes que se le quieren ir encima.
- ¡Estimados azulados! – es el apodo que se usa para referirse a los Mercuriano – No sé bien porque están concentrados aquí – en la avenida principal – tampoco los puedo entender cuando hablan todos juntos. Les pido que me digan ¿cuál es su queja?
El murmullo de miles de voces se vuelve a hacer presente.
- ¡Rey! – hace una reverencia antes de continuar hablando – necesitamos saber ¿Quién nos quiere destruir? ¿Por qué se dice, que los enemigos Critonianos están llegando para atacarnos?
- ¿De dónde sacaron esas ridículas ideas? – por más que los intente engañar, sabe que es una posibilidad - ¿Quién fue el infame causante de dicha discordia?
-No lo sabemos con certeza – otro se pronuncia – solo queremos tener la seguridad de que nada nos pasara.
-No tienen por qué preocuparse – entrelaza sus dedos, pero aparenta no estar nervioso y es todo lo contrario – les doy mi palabra que nadie se atreverá a lastimarlos.
Es lo último que dice desapareciendo detrás de sus guardias que lo acompañan. Cijon y Aveto miran con desconfianza al nuevo adivino que sonríe ante lo sucedido.
- ¿Crees que tenga algo que ver? – pregunta Aveto dirigiéndose a la entrada que se encuentra al costado del palacio – Nadie más que tú y yo sabíamos lo que puede ocurrir, él no estaba enterado o es un infiltrado de los Critonianos.
-La segunda opción que pensaste es la única que prueba su comportamiento – Aveto sostiene la puerta dándole lugar para que pase al jardín principal.
-Nunca me pareció un tipo de confianza – caminan atravesando el césped – siempre tan misterioso y esa túnica negra le cubre toda su piel, nunca deja que lo vean sin ella.
-Todo lo que dices es muy raro – comenta Cijon llegando al corredor – debemos averiguar más.
-Tienes razón.
Cruzan la puerta de la cocina, el ambiente es totalmente tenso. La mayoría se encuentra confundido con lo que pasa en las afueras del castillo. Muchas cosas no concuerdan, las sospechas caen sobre el nuevo adivino que el rey contracto hace poco tiempo, pero es hora de actuar y no de pensar para revertir la situación.
La oscuridad no se detendrá hasta obtener la esfera azul. Ella no tendrá piedad de nadie, no le importa quien caiga a sus pies solo quiere tener el poder para descifrar el acertijo de la piedra rosa. De la cual, la verdad será muy dolorosa.
El pueblo azulado sufrirá las consecuencias de una eterna enemistad que nada tiene que ver con lo quiere Critonia.
Zamuro convoca una reunión de suma urgencia en el salón de la corte 1. Pretende hacerles frente a sus enemigos.
Mientras debaten que hacer, una nube negra aterriza en la montaña Camuflaje, el sitio está rodeado de árboles que cambian de colores según el clima o la presencia de alguien que no es Mercuriano. Lo hacen para protegerse de los ataques de animales, amenazas o fuego. Lo separan aproximadamente quinces kilómetros al norte de la capital, quiere imponer su presencia antes de atacar.
Solo deja al descubierto sus ojos, el resto lo cubre una sotana negra con algunos destellos de humo. Avanza a pasos firmes esquivando los árboles de varios colores.
- ¡Qué lugar más interesante! – exclama cuando corta una hoja en forma rectangular que se transforma en su mano, a una con pequeñas púas verdes y la parte haz cambia a amarillo como el envés. Antes era celeste.
Llegan otros de sus reclutas, pero un hombre encapuchado entra caminando sin elevar su cabeza, ella lo observa al pararse cerca de sus ojos.
-Buen trabajo adivino – lo dice irónicamente - ¿tienes la llave?
-Por supuesto – asiente cabizbajo – Además no me fue difícil reemplazarla por otra.
-Por fin, alguien que hace su trabajo sin tener problemas o excusas – el adivino no se atreve a objetar sus palabras porque provocarla le costaría la vida.
Critonita camina dejando atrás a sus reclutas para darles ordenes que deben hacer. Apenas si se ven sus dedos al tirar la primera bola de humo negro, que empieza a dispersarse en el aire.
Todo a su alrededor cambia de forma, color hasta que lo dejan sin vida. Su grupo de partidarios se carcajean de forma tenebrosa.
- ¡Critonita! – hipnotizados con el espectáculo, callan al escuchar al príncipe – No tenemos tiempo para tus juegos así que es mejor ir de una vez. Seguramente no se esperan un ataque.
-Las cosas se harán a mi manera – aprieta fuerte su mandíbula para no atravesarlo con su propia espada - ¿ENTENDIDO?
Su hermano se muerde la lengua al querer revelarse, sin embargo, sabe que si lo hace perderá por completo la confianza de su padre. Ella siempre será la víctima y él, el inútil que no puede con su tonta hermana.
-Vayan avanzando despacio al centro de la ciudad – sube al pedazo de tallo cortado en la profundidad de la montaña – y procuren tener paciencia para conseguir el objetivo – muestra la llave – solo esperen mi señal para matar alguien.
-No debemos tener piedad sino pareceremos débiles – se opone Serpiente.
-Esta vez la tendremos para que nos den la esfera sin problemas – el crujir de unas hojas secas los interrumpe - ¿Quién anda por ahí? – eso no le importa ni en lo absoluto.
-Podemos traer al curioso que anda por esos lados – pasa su lengua por sus labios Fénix, cabello de espina – o lo puedo devorar ¿Cómo usted prefiera mi princesa?
-Ve y tráemelo, después decides que hacer con él – no tarda ni dos segundos en hacer lo que le pide - ¡No te tardes!
En el salón de la corte 1, el rey ocupando su trono cuelga sus manos hacia abajo, escucha atentamente a Cijon. Los miembros de dicha corte no están convencidos de lo que dice.
- ¡Majestad! – pronuncia el cortesano Erijan – Queda más que claro, que este señor parado aquí, en el centro del auditorio – lo apunta con el dedo – no tiene argumentos sólidos para decir que alguien nos va a atacar.
-Puedo entender que no me crea, señor Erijan, pero ya no hay tiempo para pelear entre nosotros – hace una breve pausa – porque ellos ya se están cerca.
- ¿Ellos quienes? – indaga Minos - ¿de quién hablas?
-Los Critonianos ya vienen – la cara de aflicción de todos es lo único que se ve, ya que no hay palabras para oponerse.
Alguien le da un saque a la puerta, entrando sin ninguna autorización, sin embargo, el rey cree que debe ser importante por eso su arrebato.
-Timo ¿Por qué estás tan asustado? – su sirviente no puede pronunciar ni una palabra de lo agitado que esta -. ¿Qué ocurre? Habla ya.
-Critonianos – Cijon le sirve un vaso de agua e intenta calmarlo para que cuente lo que sucede – Destrozaron el templo de Mao, vienen avanzando hacia aquí.
- ¡Eso es terrible! – exclama un miembro de la corte.
-Aveto reúne a los guardias más experimentados y llévalos afuera – sin rodeos da una orden clara.
Aveto se retira asintiendo a lo que le dijo, por detrás va Cijon para ver a que se enfrentan.
-Hay algo más rey – gira mirándolo a los ojos – Todos estaban en la montaña Camuflaje – fija sus ojos en sus pies descalzos – vestían de negro y el adivino estaba con ellos.
- ¿Estas completamente seguro de lo que viste?
-Muy seguro, mi rey. Lo vi con mis propios ojos.
- ¿Y qué hacías tú en esa montaña? – la desesperación empieza a comerlo por dentro.
-Fui a recoger unas plantas para medicina – quita algunas hojas que tenía en su camisa con agujeros – y esas personas extrañas hablaban de una llave y la esfera azul.
El rey Zamuro queda totalmente en shock al escucharlo, porque el adivino tenía toda su confianza, justamente por eso le entrego la llave para que la cuidara con su vida. Sec, es el traidor y el responsable de su desgracia.
En las afueras del palacio, todos huyen gritando, llorando y suplicando por sus vidas. Los seguidores de Critonita no se detienen ante nadie esperando la señal de la oscuridad para acabar con todo.
Nuevamente un planeta está en peligro, la Junta Lunar no tardará en llegar, pero será muy difícil truncar su objetivo. Quieren, lo que todos defienden, el poder del Water.
Esta vez nada impedirá que se lo lleven.
El llanto de los azulados es desesperante, los guardias de la Gema Boro se preparan con escudos, forman filas yendo al centro de la calle.
Los guardianes tienen armaduras de bronce súper pesada, por lo que deben tener suficiente fuerza para poder dominar sus vestiduras. Con espadas, cascos que solo se ven los ojos y escudos azules con la insignia del reino. Hacen frente para defender a su tierra que la amenazan con perderlo todo.
Critonita avanza arrastrando su sotana negra haciéndose imponer entre el miedo y la frustración de los azulados. Camina sin mirar atrás, ni a los costados porque delante de sus oscuros irises se alza el enorme palacio vallado y atrincherado por sus guardias. No escucha suplicas tampoco pretende darla.
-Váyase porque de aquí no sacara nada sin habernos derrotados antes – dice sin titubear Yeise, jefe menor de los guardias.
Por unos minutos todo parece detenerse en el tiempo, pero ella no lo hace. Sin responder a lo que dijo, toma impulso salta las puntiagudas bayas aterrizando en el cemento del camino principal del palacio. Nunca vieron venir esa reacción de su parte.
-Esto será más fácil de lo que podía imaginar – habla y ya la acompañan el adivino, Necron, Serpiente Negra y Casie -. Todos ya saben qué hacer, nos encontraremos en este mismo lugar en media hora ¿de acuerdo?
-Delo por hecho – contesta Casie sonriendo con suficiencia.
Critonita al caminar llena todo el lugar de un humo negro, espeso e irrespirable, lo hace para acorralar a sus víctimas. También emplea un método de tortura. Los sirvientes van cayendo al suelo por falta de aire, tosen desmayándose y ella, no siente ni un poquito de lastima por ser la causante de tanta desgracia.
No sabe dar lo que nadie le enseño, solo conoce la oscuridad. Su alma está podrida, cada día se consume hundiéndose en un abismo sin fondo.
El rey yace tirado en el piso, quiere ponerse de pie, sin embargo, sus piernas le fallan y queda arrodillado frente a la chica de la oscuridad.
- ¿Tú? – ella se para con las manos a los costados – pensé que el único responsable era tu maldito pa...padre, pe...pero veo que me equi...equivoque – sus palabras se atoran en su garganta por eso tartamudea.
-No – camina en círculos mirando los escombros del techo caer – aunque te facilitare las cosas. Necesito que por tu propia voluntad me entregues la esfera azul.
-Y sino quiero – le cuesta respirar tapándose la boca con su túnica – hacerlo ¿Qué harás? ¿matarme?
-Esa sería una opción, pero – piensa tomando asiento en el trono – tú pueblo es numeroso para matar a una sola persona ¿no lo crees?
-Jamás dejaría morir inocentes en mi lugar – arrastra su cuerpo como si de una serpiente se tratara.
-Bueno, tú elijes rey Zamuro – cruza sus piernas cuando entran los demás, seguidores de la oscuridad - ¿Dónde se encuentra la bola?
-Para q...que preguntas si...si ya sabes don...donde se encuentraa – son sus últimas silabas perdiendo el conocimiento por completo.
- ¿Lo matamos? – Necron esta sediento de sangre.
-No todavía, lo necesitamos vivo por si escondió la esfera en otro lado – objeta Critonita bajando.
Siguen por el corredor del lado izquierdo, los otros abren cada puerta que encuentran a su paso, pero en ninguna de ellos esta.
-El adivino dijo "el laberinto de su torre más alta, sin embargo, la llave abre la puerta de la ciudad Fluir B." – nadie entiende de lo que habla - ¿Cuál es la torre más alta?
-Creo que la 7 – frunce su ceño sin comprender nada, Casie.
- ¿De qué laberinto habla? ¿Qué rayos fue todo eso que dijo? – para Serpiente Negra, la inteligencia no es su fuerte.
-Es un acertijo, imbécil – lo insulta Mali, destello de nieve.
-Denme la llave – Fénix se la coloca en su mano – bien ya falta poco.
Continúan por el pasillo atraviesan el jardín de la eterna juventud, su agua brilla al deslizarse por el piso. No reparan en su belleza porque no deben distraerse. Cruzan la puerta Fluir B, y confirman que realmente es un laberinto.
- ¡Rayos, ese idiota tenía razón! – deben dividir para no perderse.
Ella ni se inmuta, ya que falta solo unos escalones para tener entre sus dedos su tan ansiado premio. Una esfera que marcara el comienzo de lo invencible.
El laberinto se abre en cinco brazos, Critonita toma el central. Casie y Necron van por el que tiene una lanza, Serpiente Negra por el logo azul, Mali por el de las iniciales del rey (RZSA) y Fénix por el que marca un pájaro.
En silencio y en guardia dan un paso a la vez. La ansiedad será el peor enemigo de Critonita. Faltando pocos escalones para ser la poseedora de la esfera azul, un animaja de alas enormes, puntiagudas y en blanco. Brilla en la oscuridad y de, fondo se refleja el azul de la bola, puesta en un altar.
El animal no deja ver su rostro, pero si el cuerpo tapado con plumas negras. Lanza muchas plumas en forma de cuchillos, aunque Critonita ni se mueve solo las haces a un lado con su mano.
Los otros no tardan en llegar a su rescate, sin embargo, ya lo tenía arrodillado esperando para darle el golpe final. Lo empuja escaleras abajo para que no obstruya su camino.
Nadie puede ya oponerse, ya todo está perdido. Recuperarla será lo más duro de hacer.
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