Narrador Omnisciente.

Polisuki intercambia miradas con Sakí, que pareciera que está viendo al mismo demonio en persona cuando baja el rey Criptón de su nave.

Los responsables de la escuela saben de antemano que esa visita no es para nada amigable, vienen por información que no encontraran, pero el miedo será un elemento fundamental para persuadir a sus víctimas.

El saludo entre el rey y Polisuki deja mucho que desear frente a la atenta mirada de sus alumnos.

-Profesora Kuri lleve a sus alumnos de nuevo al salón de clases – le dice cerca de su oído manteniendo una sonrisa fingida frente a los invitados.

-Bien, directora Polisuki – y se va a comando su capa al compás de la brisa que corre.

-Rey Criptón – lo mira muy desafiante - ¿a qué debemos su inesperada visita? Tengo entendido que nuestro prestigioso colegio de no es de su agrado – Polisuki debe dejar en claro sus condiciones para que entre o las consecuencias serán muy malas para todos -. Es mi deber comunicarle que, por orden de la Junta Lunar, usted tiene prohibida la entrada a esta escuela.

-No sería para nada descabellado las objeciones que imponen a sus visitantes porque me están tratando como si un desconocido se tratara – quiere hacerla dudar, aunque es todo lo contrario.

-Bueno – piensa con un dedo en su mentón – últimamente los ataques que han llevado acabo no lo hace parecer suficientemente culpable para impedir que ingrese ¿o no? – ríe irónicamente – Si estoy equivocada pediré disculpas, sin embargo, no creo que Kopy mienta al respecto ¿verdad rey Criptón?

-Kopy siempre se ha empeñado en fastidiarme la vida dentro de mi planeta con necias reglas de convivencias, pero – avanza hasta Sakí que no puede mirarlo sin temblar – yo me encargue de hacer mis reglas.

-Reglas que en nada favorecen a sus habitantes y que obliga a pelear en una guerra sin fin – su tono de voz va en aumento – Mejor díganos ¿a qué ha venido? Porque dudo mucho que sus intenciones sean buenas.

-¡Wow! La directora Polisuki tiene agallas para enfrentarme – lo dice bastante sereno, pero ella empieza a perder el control – No quiero ofenderla, aunque necesitamos llevarnos a uno de sus alumnos ¿Cuál sería su impedimento con eso?

-Ningún alumno puede salir sin la autorización de sus padres o tutores – sus palabras son firmes y a la vez muy duras – Además, rey Criptón no tiene hijos o familiar aquí ¿o me equivoco?

-Tiene razón, sin embargo, tengo permiso para sacar de esta pésima escuela a Necron ¿Qué opina de eso? – cruza sus brazos avanzando al interior de la institución.

- ¡Alto ahí! – se gira bastante irritado – Nadie le dijo que podía pasar señor Criptón.

- ¡Soy el rey Criptón y nadie va detenerme! – exclama estrellando su cetro contra el suelo.

-Eso no me importa – dice desafiándolo, ella lo quiere llevar al límite de su furia para que Kopy lo vea en su peor estado, y se deshagan de él – Rey le imploro que mantenga la cordura por si no se ha dado cuenta se encuentra dentro de un colegio – sigue dominando la situación muy tranquila – y sabe muy bien que hay jóvenes. No debe dar una mala imagen.

-Por lo mismo – lame sus labios quitándose su capa, en señal de que la quiere agredir – usted no es nadie. Me ha escuchado, NADIE, para impedir que entre a ese mugroso castillo.

- ¡Basta rey Criptón! – aparece Kopy en su corcel negro que brilla por los rayos de sol, mermando la velocidad para aterrizar – En este colegio no se permiten personas con conductas de violencia.

El rey quisiera atacarlos a todos, pero sabe que no tendría oportunidad de huir porque puede oler a kilómetros de distancia, que los guardianes del castillo están alertas para capturarlo. Por lo que debe apaciguar con palabras convincentes el fuerte cruce que tuvo con Polisuki.

-Señor Kopy, tanto tiempo en que no lo veía – eleva una ceja estudiando los movimientos de todos, Kopy llego solo, aunque no lo está en absoluto – Ya que estamos todos podemos hablar ¿o también se negara señora?

-A un dialogo nunca nos podemos negar – le guiña un ojo a Sakí que ni respira entrecerrando sus ojos.

-Polisuki podemos conversar en su despacho ¿o tiene alguna negativa? – habla el rey insistiendo en ingresar al enorme castillo que es el colegio.

-Por supuesto que no, pero yo no confió en usted, rey Criptón.

-Despreocúpate Polisuki, yo me hare cargo de vigilarlo de cerca – caminan Kopy y el rey hacia las dos columnas que separan el jardín y los pasillos más transitados por los estudiantes – Él no tiene como escapar.

-Claro que no, soy un ser inofensivo – va detrás de Sakí, que es el encargado de guiarlos.

A Polisuki su palabrerío no la convence, sigue percibiendo el olor a peligro que emana su cuerpo. Quisiera asegurarse que nada malo va a pasar, aunque cuando pone su pie dentro ya es tarde para dar una alerta a sus guardianes.

Sakí respira para que no noten su nerviosismo mientras sirve licor de unas de las botellas que guarda su amiga y compañera de trabajo, sobre el fogón. Criptón observa cada rincón de la pequeña habitación donde está ubicado la sala de rectores.

En el otro sector la profesora Kuri continua con su clase, "La historia de los planetas", para entretener a los estudiantes ya que algunos son demasiados curiosos y pueden meterse en problemas por husmear, en aquello que no es su incumbencia.

Rojo, Pluto y Luz de Mar ojean los libros muy aburridos, el examen sorpresa les cayó muy mal. Ninguno de los tres había estudiado, ni tampoco sabían los temas que tomaría la profesora. Casie no ha entrado a clases, eso era preocupante para ellos porque nunca falta a clases.

Kuri se pasea de un lado a otro por el espacio que hay entre los bancos, Pluto escribe cualquier tontería menos la repuesta correcta a la pregunta. La profesora sale por unos minutos y ellos aprovechan para intercambiar comentarios.

- ¿Cuál es la capital de Mercuriano? – pregunta Pluto a sus amigas – Creo que reprobare – se toma la cabeza - ¿Por qué nadie nos dijo que tendríamos un examen tan difícil?

-Ella lo dijo, pero pensé que sería la próxima semana – habla casi en susurros - ¿Quiénes es el rey y reina del planeta Criptón?

-Entregare la hoja en blanco – Rojo no suena muy animada - ¡Maldita bruja Kuri!

-Shhhhh te puede oír – la hace callar Luz de Mar y Pluto mira a sus compañeros que hacen bolas de papel para tirarlas en el papelero.

-Pluto presta atención a lo que te decimos – se encoge de hombros – no va a demorar mucho más, yo creo que es una prueba de distracción.

-Me leíste la mente, pero ni así tuvo contemplación con nosotros – reímos sin quitar los ojos de la puerta, que quedo entre abierta.

-Tienes razón, aunque nos complicó la vida porque si no pasamos tendremos que quedarnos aquí hasta aprobar.

- ¿Qué otra opción tenemos? – indaga Rojo removiéndose en su asiento cansada de estar pensando en respuesta que su mente no guardo – Y Casie ¿Dónde está?

-La última vez que la vi estaba en el baño, pero dijo que no vendría a clases – para ellos es sumamente raro lo que dijo Luz de Mar.

-Eso es raro ya que nunca suele faltar sin motivos – acota Rojo – seguro le surgió algún problema.

-Opino igual – interviene Pluto tirado sobre la mesa, pero se levanta cuando la profesora entra de nuevo.

-Profesora ¿puedo entregar mi examen? – Horis pregunta sentado en la mesa siguiente por llegar tarde.

- ¿Ya has termino? – avanza hasta donde se encuentra – porque si no terminaron y desean entregar están en todo su derecho, pero no tienen autorización para salir a fuera ¿quedo claro?

-Ooohhhh – todos responden en coro con una queja.

-No tienen otra alternativa – ella se ubica en su escritorio para leer su libro "La marca de Terrícolas Segundo Mejías", es lo que alcanza a leer Rojo.

Se rasca su espalda con mucha fuerza, no entiende porque los tienen como prisioneros. Necron muy molesto sale de su lugar, caminando estampa sobre su escritorio el papel mirándola con furia. Sus ojos que era de iris amarillentos pasan a tener un color rojizo.

- ¿Qué te ocurre alumno? – interroga con toda la serenidad que puede aparentar.

-No somos prisioneros para que nos mantengan encerrados en esta sala ¿no lo cree, profesora? – su tono fuerte se impone, aunque no causa ni un gramo de miedo en la mujer que tiene frente a sus ojos.

-Sino está de acuerdo te tendrás que aguantar porque yo soy la dueña de la materia, y en estos momentos, me obedeces a mí – lo desafía cambiando sus iris a azul eléctrico - ¿otra duda, Necron?

-Si hay muchas, pero eso a usted no le interesa saber – quiere intimidar con un juego de palabras, sin embargo, Kuri no toma en cuenta sus ironías.

-Bien, puede regresar a su asiento o lo haré yo misma – el alumno se ríe en su cara – ¡Dije que te fueras a tú lugar! – habla apretando sus dientes y de pie ciñendo sus puños contra la madera.

-Inténtelo si se atreve – todos observan la escena murmurando.

Al terminar su frase, ella le da un soplido elevándolo por los aires. Los demás sueltan carcajadas mirando el techo, Necron grita que lo baje desesperadamente.

- ¡POR FAVOR, BAJEME! – Kuri piensa mantenerlo por un buen rato, aunque sería poco ético de su parte seguir con juegos de niños - ¡Por favor, se lo suplico déjeme bajar!

Gira en el aire y lo deposita de forma muy brusca en la silla, se tambalea hasta perder el equilibrio desplomándose en el piso. Las carcajadas resuenan en el lugar, él se tapa la cara de vergüenza porque lo van a hostigan por siempre sus compañeros.

Necron después de acomodarse como se debe piensa seriamente en vengarse de su profesora.

-Para que vean lo que le sucede a los irrespetuosos con sus superiores - le habla a toda la clase.

En la sala de rectores se lleva a cabo una reunión como agradable para ambas partes. Mientras el rey piensa en como zafarse de Polisuki, Kopy y Sakí, los guardianes custodian las puertas del lugar.

Polisuki ya quiere cortar esa conversación que será para nada productiva. Sakí es un observador en guardia, él más que nadie ya conoce las intenciones del rey Criptón.

- ¿Para qué quieres a Necron? – indaga Kopy sin rodeos cuando se desploma en uno del sofá.

-Ese es un secreto que solo nos interesa a mí y a él – al rey se le acabaron los argumentos para sacar al alumno sin revelar sus verdaderas intenciones – Además, sus padres están de acuerdo que se vaya conmigo.

-Bueno, por lo tanto, necesito que ellos confirmen su decisión en persona – Polisuki contradice su petición con una intención de descubrir su mentira que no le gusta al hombre sentado en cercanías a la puerta.

-Veo que a la directora es difícil de convencer – se excusa, pero no puede quebrar el carácter de la mujer.

-Para nada rey – hace una pausa Kopy – es nuestra responsabilidad conocer los verdaderos motivos por el cual van a salir del colegio. Y debemos tener una autorización firmada por los padres, y a la vez, cerciorar que no es un engaño.

-Entiendo – la charla empieza a molestar al soberano – pero ellos no pueden venir porque hay muchas personas que se lo impiden. Por eso estoy aquí yo para cumplir su petición de llevarme a su hijo donde no haya peligro.

-Lo siento rey Criptón, aunque usted pueda comprobar por medio de documento escrito que es cierto, no se puede llevar al alumno si sus padres no vienen por él – esas palabras hacen enfurecer a Criptón que disimula muy bien con una sonrisa.

Se pone de pie empezando a moverse, Sakí no comprende el comportamiento del hombre, que amenaza con solo su presencia a la escuela. Kopy tiene una expresión seria, mira a Polisuki que quiere descifrar a su visitante.

-Sino tiene nada más que decir – Kopy se levanta para despedirse – puede retirarse.

- ¡Me iré cuando yo lo decida, no cuando ustedes quieran! – exclama girando alrededor del sofá mirando fijamente a Sakí, que vacila dudando si salir corriendo o no.

El profesor quiere alejarse, pero su brazo lo detiene. Se queda paralizado por unos segundos, siente mucho miedo perdiéndose en la oscuridad de sus ojos hasta caer al suelo como un cuerpo sin vida.

Alarmados Polisuki y Sakí corren a auxiliarlos, sin embargo, el rey lo hizo para obtener la distracción de las personas que estaban con él. Al querer abrir las puertas los guardias no le permiten huir.

Él no es digno de usar sus poderes porque el campo magnético lo hace vulnerable, ya que así evita que el sitio sea atacado.

-¡Profesor Sakí! – lo cachetea varias veces para que despierte.

- ¡NO ME LLEVES DEMONIO! – grita abriendo sus ojos, los demás suspiran de alivio.

-Estarás bien, no te preocupes.

-En cuanto a ti rey ya te puedes ir – Kopy quiere encerrarlo en la cárcel de Hielo, pero por el momento deberá esperar – Guardias escóltenlo hasta su nave y supervisen que no haga ningún daño.

Asienten tomándolo de un brazo cada uno, él ni se opone por lo que se deja llevar sin inconvenientes. En la nave ya lo están esperando Casie y Necron, sonríe de forma malvada porque ideo el plan perfecto para sacar a sus reclutas.