Narrador omnisciente.

Después de fallar en obtener la esfera de la invisibilidad, Critonita regresa a su planeta más furiosa que nunca. Tampoco le agrada darle explicaciones al rey Criptón.

Se quita la capa para quitarse el polvo, el olor a podredumbre y la frustración por lo ocurrido.

La nave serpiente negra aterriza en el patio a metros de su hogar. Baja sin esperar a que alguien le abra la puerta. Su hermano la espera con una enorme sonrisa en su rostro, pero al verla inmediatamente la borra porque no quiere lidiar con su furia sin control.

-Princesa Critonita, el rey espera con muchas ansias su visita – dice el encargado de acompañar y servir al rey.

-Dile que en un momento voy – habla arrastrando a su hermano hacia al interior del castillo.

El príncipe Raco va sin oponer resistencia a su arrebato. En silencio se dirigen por los oscuros pasillos, ingresan rápidamente a su recamara donde apenas entra la luz.

-Pero ¿Qué ocurrió para que estés tan enojada? – saca su capucha que cubría casi toda su cara, se puede apreciar una cicatriz en la parte izquierda de su mejilla cubriendo parte de su parpado, es una cruz y marcada en cada extremo con puntos negros.

-Todo fue un maldito fracaso – no habla prácticamente está gritando – Ahora el rey me condenara por no cumplir su orden ¿entiendes la gravedad del problema?

-Cálmate porque provocaras la furia del rey – Raco trata de consolarla con palabras – Además sabes que una esfera que falte no hace la diferencia, nosotros tenemos la más poderosa de todo el universo.

- ¿Qué hay con eso? De todas formas, al rey no le gustara saber que fallamos por esos malditos de la Junta Lunar – se mueve con manos en la cintura de un lado a otro.

-Algo se te ocurrirá para resolverlo. Eres la chica de la oscuridad, ¿lo recuerdas? – su hermano se cruza de brazos bastante tranquilo a comparación de ella.

-Solo lo soy por una ridícula profecía – reprocha ella con mucha saña.

-En serio, sigues creyendo que es "una ridícula profecía" porque yo creo lo que dice el oráculo de Dion. Es el único sabio entre todos nosotros y hasta hora a acertado, ya que has fallado en tú primera prueba.

-Calladito te ves mejor Raco – su hermano le cambia el humor que relaja sus expresiones al hablar -. ¿Cuál es el siguiente paso?

-El planeta Mercuriano y convencí al rey que me dejé ir contigo – aprieta con fuerza unas de mejillas dejándola roja e inmediatamente ella se zafa.

-No necesito niñera Raco.

-Tranquila que no lo voy a ser, pero igual iré porque el rey es el que manda, no tú.

Critonita quería golpear a su hermano por la forma en que le dice las cosas, aunque se contiene de hacerlo porque alguien los interrumpe. Dan dos toques para anunciarse que va a pasar.

-Rey Criptón – la princesa le da la espalda a su hermano cuando entra su padre bastante alegre por el regreso de su futura heredera al trono – Yo debería irme, pero me quedare para ver como felicitas a tu favorita entre los dos – su ironía causa disgusto en el rey que lo fulmina con la mirada.

-Como desees Raco, aunque puedes quedarte – finge estar contento con sus dichos -. Hija, me da mucho gusto que hayas vuelto ¿Cuáles son las noticias de tú aventura?

-No hay buenas noticias rey porque los miembros de la Junta Lunar impidieron que robáramos la esfera, también la reina nos tendió una trampa – el rey baja sus brazos dejando de sonreír mientras que el príncipe disfruta el momento.

-Pero ¿cómo sucedió todo eso? – indaga un poco decepcionado – No debes frustrarte ya que hay un nuevo objetivo al que apuntar. Y ya tenemos un infiltrado dentro de la escuela, muy pronto tendremos en nuestras manos a Rojo.

- ¿Quién es Rojo? – quiere saber Raco frunciendo el entrecejo - ¿Por qué es tan importante?

-Hermanito – sonríe de medio lado – hay muchas cosas que tú no entiendes. Así que confórmate con saber lo básico.

- ¡Basta! No es momento de pelear – el rey se hace imponer con su voz – Raco, en el momento adecuado lo vas a saber ¿si hijo?

- ¡Como el rey ordene! – y se retira poco convencido de sus palabras. Él siempre se sintió desplazado por su hermana, no tan solo en poder sino en fuerza. Su padre ve en ella lo que él nunca será.

Las diferencias abismales entre los dos causo muchas peleas desde niños, ahora todo cambio, pero el rencor no abandona su corazón.

Aprieta sus puños de la rabia que recorre dentro de su cuerpo, él necesita enfrentar esto con la cabeza fría o lo dejaran fuera de todo si intenta lastimar a la princesa. Se aleja caminando al bosque tenebroso allí encontrara la paz que necesita su corazón dañado por el rechazo de su padre.

En la habitación de Critonita, el rey abraza a su hija en forma de consuelo y ella quiere corresponderle, pero su lado oscuro la obliga a deshacerse de los brazos del hombre canoso y arrugas en su cara.

-Haré una visita a la directora Polisuki y a todo su alumnado – Critonita no puede creer tanta osadía de su parte - ¿Qué te parece la idea?

- ¿Para qué lo vas a hacer? Pondrás todo nuestro plan en evidencia, ellos saben perfectamente quieres eres.

-Tranquila no pasara nada solo es una visita de cortesía y asegurarme que nuestro objetivo este a salvo – no se entiende que logra con tanta exposición frente a los enemigos.

- ¿Puedo ir contigo? Quiero ver al menos su cara – él muestra su mejor sonrisa por el atrevimiento de su hija.

-Por supuesto que no. Acabas de llegar de un largo viaje, además tienes que prepararte para el nuevo ataque ¿me equivoco?

-Tienes razón, aunque pensándolo bien no sería adecuado ir porque todos ya conocen mi identidad.

-Estoy de acuerdo contigo. Bueno me voy para que descanses.

-Suerte en el viaje.

Los habitantes de Critonita se preparan para despedir a su rey por eso se escuchan el sonido del cañón que anuncia buen augurio en su reciente viaje. Lo que no saben cuáles son las verdaderas intenciones de su visita.

La princesa Critonita camina impaciente y ansiosa por lo que vaya a pasar con su padre. Llega al cuartel de entrenamiento donde Raco practica con una catana e incinerando a sus rivales camuflados descarga todo el odio que guarda dentro de él. Es poseedor de un poder parecido a Rojo, pero se diferencian en que ella tiene más de un poder, él solo maneja fuego azul.

- ¿Te animas a ser mi rival, hermanita? – sabe que aceptara sin dudar.

- ¿Alguna vez te dije que no? – su sonrisa irónica lo dice todo.

Ingresa al centro del circulo separado por una línea blanca, los demás son espectadores rodeándolos.

Ella mira fijamente a su víctima, él la imita de un extremo a otro, tiene en mente dar el primer golpe, pero su hermana es rápida aventajándolo. Le pone el pie y cae al suelo, después esparce humo negro para obstaculizar su vista. Logra ponerse de pie, aunque todo es oscuridad.

En cambio, Critonita lo ve a la perfección porque sus ojos se adaptan fácilmente a su propio poder. Raco se mueve con muy cauteloso esperando un nuevo golpe en cualquier momento.

-Hermano ¿aun quieres recibir golpes? – pregunta con mucho sarcasmo – Ambos sabemos que perderás.

-No esta vez princesa – intenta no respirar el humo, aunque eso resulta imposible. Él siente que su cuerpo se empieza a debilitar, sus oídos se tapan escuchando un zumbido y la vista comienza a ser borrosa, que tan solo puede divisar bultos.

-Creo que fue suficiente por hoy – tiene el poder para esparcir oscuridad como para quitarla y cuando lo hace, ella se voltea para irse, pero un golpe propinado por la catana de madera de su hermano, la deja en el suelo.

-Te lo dije – todos a su alrededor murmuran ahora que ven lo que sucede.

-Pues ya lo veremos.

Los pelean mano a mano sin utilizar ningún tipo de poder para equiparar el resultado.

- ¡Pelea, pelea, pelea! – gritan los espectadores.

El chico ataca de nuevo causándole una herida en el brazo, ella no reacciona y eso parece molestarle, luego va otro golpe, otro y otro. Sin embargo, le da la chance de querer ser victorioso, pero a mitad de camino del cuarto puñetazo impulsa su pierna hacia arriba clavándola en su estómago.

- ¡Aaaah! – ahoga un quejido de dolor tomándose el abdomen retrocediendo para atrás.

Con una respiración a mil por segundo vuelve a la carga levantando sus puños para dar batalla, la chica es hábil esquivando sus golpes. Uno más y cae de nuevo en el piso, pero esta vez ella se ríe descaradamente en su cara. Pisa su brazo para evitar que agarre la catana, en eso llega el Turus bastante enojado por el comportamiento de sus alumnos.

- ¿Qué este tipo de comportamiento, princesa? – interroga llamando la atención de todos lo presentes.

-El príncipe Raco me reto a un duelo y yo acepte para demostrarle quien manda.

-No es necesario que sean rivales entre hermanos ¿entendieron o le tengo que comunicar lo sucedido al rey? – ayuda a Raco para que se pare, ella da una reverencia sin apartar sus ojos negros de su hermano.

-No te preocupes Turus la batalla final se acerca, ya veremos quién es el vencedor – las personas a su alrededor observan en silencio.

-Hoy el que perdió fuiste tú, no yo.

-Oooohhhhh – susurran en coro los demás.

- ¡Ya basta! – Turus exclama enojado para todos – Regresen a sus clases correspondientes y ustedes deben alistarse para el próximo viaje.

-Pensé que lo haríamos después que mi padre regresara ¿Quién cambio de opinión? – Turus avanza detrás de los estudiantes y ellos lo siguen.

-No lo sé, yo solo cumplo órdenes. Deben ir a sala de comunicaciones, ahí se le darán las indicaciones pertinentes para el próximo ataque. Y tengan en cuenta que ahora irán mas aliados y procuren no tener errores porque causarían la furia del rey del Lago y del Miedo – ellos se muestran muy confundidos mientras Turus le habla -. Saben que el rey no está y se deben cumplir las peticiones de la reina.

- ¿Cuáles peticiones? – y la deja con la pregunta en el aire.

Turus prefiere no meterse en líos, ya que contradecir o desobedecer a la reina Grey Tartu implica una condena en el exilio. Critonita es la única de capaz de oponerse a sus órdenes, pero eso le costaría perder el cariño de su padre.

Caminan sin intercambiar palabras ya que no se encuentran de humor para discutir terminando siempre en lo mismo. Van descendiendo por las escaleras pasando por la cocina hasta llegar a un pequeño sótano, escondido de todos llamado "Sala de Comunicaciones", donde se habla de los asuntos más importantes del planeta.

-Al fin se dignaron a aparecer – comenta Morata.

- ¿A ti quien te dijo que podías hablar? – retruca la reina Grey Tartu sentada en la cabecera de la mesa viendo cómo se preparan sus elegidos para el viaje – Ya que están aquí daré mis indicaciones y lo que espero de ustedes ¿sí?

-De acuerdo mi reina – habla Tano.

-No quiero ni una falla, quiero que me traigan la esfera azul con la cual se controla todo lo que contenga agua – prosigue hablando haciendo hincapié en lo que hizo Critonita en el planeta anterior – también quiero que tengan en cuenta que deben destruir todo lo que se interponga en su camino para cumplir su objetivo, sin contemplación para nadie, absolutamente nadie.

-Entonces, si usted cree que es tan fácil ¿Por qué no va usted con nosotros y se encarga que todo se lleve a cabo como lo quiere? – el eterno conflicto entre la esposa del rey y su hija parece nunca acabar, tanto que la irritan sus palabras impulsándola a pegarle una cachetada.

Pero esa cachetada la recibe Raco que interviene en favor de su hermana, su eterna rival. La tensión que nace entre los elegidos por esa contestación a la reina causa mucha intriga, miedo y decepción.

-Bueno – nadie se anima a decir algo por lo que Turus llega para que no sea necesario llegar al extremo de los golpes – Aquí les traigo la información para divisar las ciudades más importantes y en donde se encuentra la espera.

- ¿Cuál es el planeta? – muchos esperan esa respuesta.

-Mercuriano.