"Sólo deja que me duela".

Recuerdo cómo traías tantas ilusiones pintadas en tus mejillas, la manera en que me contabas tus sueños y en la manera tan pura en la que veías al mundo.

En ti habitaban hadas que cosían las alas de quiénes se cruzaban con tú alma tan llena de vida cómo tan llena de tristeza.

No conecto ningún recuerdo que no tenga un poco de dolor impregnando sus bordes, cómo tampoco no puedo retratarte sin lágrimas en rincones.

Cómo no puedo ignorar tú voz suplicando por marcharte de aquí.

Recuerdo cómo me retratabas al universo y a la inmensidad que abarcaban tus pequeñas manos de cristal, de dónde ahora brotan gotas rojas que dañan tú lienzo una puta vez más.

¿Dónde fuiste niña?
¿Por qué me ignoras?

Te amaba, te cuidaba, te recordaba todos los días que eras bellísima e importante. Te decía que de grande todo mejoraría, que dejarías de lado el dolor.

Pero al igual que tú sonrisa mis promesas se esfumaron.

Por qué de pequeña me prometí que al crecer todo estaría bien

Y nunca me quise mentir así.

[Pero lo hice].