¿Curiosidad o morbo?
—Entonces...— Bucky fue el primero en romper el hielo para empezar una conversación a través de los intercomunicadores que llevaban en sus oídos.
Steve sabía el tema que comenzaría a desarrollarse, así que solo pudo sonreír resignado.
—No creo que sea el momento de hablar de esto, Bucky. — Respondió Steve intentando en vano alejarse de esa conversación. Mientras el ruido de su motocicleta se confundía con la de su compañero, ambos a la par compitiendo silenciosamente por la delantera, Steve seguro que ganaría, sin embargo, cediendo la ventaja a James de vez en cuando.
— Vamos Steve ¿Cuándo será el momento indicado para burlarme de ti? — Rio y su risa se escuchó suave y ahogada por la máscara en su rostro, de no ser por esos intercomunicadores habría sido imposible escucharla.
— Si logras llegar antes al punto de asalto lo considerare. —Steve también rio y aceleró a tope el motor de la motocicleta dejando atrás a su amigo sabiendo que al menos en eso era insuperable, por el momento.
Bucky aceleró y a pesar de que no perdió de vista en ningún momento a Steve no pudo alcanzarlo, llegando segundos después al punto de asalto de la base militar enemiga a la que entrarían detuvo la motocicleta, bajó y comenzó a preparar las armas necesarias, mientras Steve chequeaba por última vez si todo estaba en orden, escondieron los vehículos.
— Sweet Gwendoleen, ¿eh?
Steve suspiró derrotado —Estoy a dos segundos de dejarte por tu cuenta aquí ¿Qué dices? —Bromeó al pararse a la par del soldado del invierno.
— ¡Ah! ¿Es que acaso tienes planes que incluyan cuerdas y lencería sexy? —Le dio un golpecito con el codo en uno de los costados de Steve.
— ¿Crees que lo tomará a mal? —Preguntó sin contexto, por suerte, Bucky estaba al tanto de todo.
—Sabes Steve, siempre he pensado que sería imposible tomar a mal algo que venga de ti. — Bucky sonrió ladino tratando de consolar al capitán, lo cual fue correspondido por una mirada conmovida. —A menos que sea un fetiche sexual oculto. — Hasta ahí llegó la mirada conmovida de Steve.
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Después del descubrimiento de Tony del libro de tiras cómicas de Steve, decidió investigar un poco del tema, recordaba que hace un par de años estuvo muy de moda el tema del sexo sadomasoquista, pero dudaba que los fetiches secretos de Steve llegaran a tanto.
Tony estaba sentado en su sofá, solo en ropa interior cubierto por una sábana blanca frente al televisor de su enorme sala, con unas cuantas botanas y bebidas en la mesa delante del sofá, estaba listo con su lista streaming de su plataforma de películas de paga, a su lado el libro de "Sweet Gwendoleen" abierto en una página explicita de nudos especiales para rodear el busto, le dio una mirada y se decidió por ver una famosa película que tocaba ese tema en especifico "Las 50 sombras de..." alguien, no recordaba el nombre completo, sin embargo, lo asociaba a un color en inglés. Luego consiguió la secuela de la película, las "sombras más oscuras" o algo así, y una ultima entrega que a estas alturas ya le sonaba ridículo "Sombras desatadas".
No iba a mentir que esa trama le despertó cierta curiosidad, pero no la suficiente como para querer saber más del tema. Para colmo se le hacía una película sosa y escrita por alguna adolescente, pero muy en su interior le daba morbo el pensar en cómo se llamaría su video porno (Sí es que hicieran uno casero o... profesional...) Seguramente sería algo como: "Las 50 sombras más oscuras y desatadas en América" por supuesto abajo del título en letras de colores brillantes estaría la leyenda "Protagonizada por Steve Rogers: Capitán América y Tony Stark: Iron Man"
Tony ya podía visualizarse con un antifaz de los colores de la bandera de Estados Unidos y a juego un bóxer de los mismos colores. Sin mencionar las esposas y la fusta que estaba seguro tenía guardadas en algún lugar de la torre.
Llevó su mano a la frente y luego bajó hasta sus ojos, frotándolos suavemente tratando de desechar todas sus ideas absurdas, quedó solo en intento pues en seguida encontró otra película interesante, número uno en tendencias del país. "365 meses", o quizás días o algo así.
Clasificó la película como una excusa para hacer una película porno suave.
Pero, nuevamente el pensamiento de estar con Steve en su propia película intima le movió el morbo. Estaba decidido.
Ataría a Steve.
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—Creo que... ugh... Tony lo comprenderá... ¡Arg! — Bucky hablaba mientras golpeaba a uno que otro de los soldados enemigos.
— ¿En serio? ¿Hablaremos del tema ahora? — Steve lanzó su escudo y logró golpear a un grupo de hombres, con gracia el escudo regresó a su mano.
—Vamos Steve, me da mucha curiosidad saber tus planes. – Bucky se mofaba a más no poder, mientras detenía por un segundo los golpes para cambiar el combate a armas de fuego.
—¿Curiosidad? No me digas que lo que quieres saber es como nos comportamos en la cama. — Steve también detuvo su combate un momento para girarse hacia su amigo, logrando con ese comentario hacerlo perder el disparo certero hacia un francotirador, pero si logrando que por lo menos perdiera su posición por el susto.
—Está bien, ya entendí. No preguntaré más. — Dijo crispándose por el pensamiento, y no precisamente de manera agradable.
—Eso pensé— Sonrió Steve triunfante y con un sonoro DONG de su escudo al golpear a uno de los soldados con los que luchaban, justo en su traje blindado haciéndolo caer inconsciente al suelo. —Morboso — Masculló entre dientes y con tono de burla.
Bucky permaneció callado por el resto del combate y es que sinceramente no le apetecía para nada saber como era su amigo a la hora del sexo. Quizás...
Por su lado Steve se sintió ganador ante las mofas de su mejor amigo.
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Tony estaba vestido y listo para la ocasión: Incursión a la tienda de juguetes eróticos. Segunda parte.
Ahora todo le sonaba a nombre de película en su cabeza, lo peor del caso es que sonaba a película para mayores, o sea, porno.
Nuevamente se vio disfrazado con una camiseta negra, una sudadera gris con capucha, una gorra bajo la capucha, unos jeans gastados, zapatillas deportivas y gafas oscuras.
—Señor, le aseguro que con ese outfit pasará totalmente desapercibido...— Friday no perdió oportunidad para lanzar su comentario.
Tony lanzó una mirada retadora oculta por las gafas oscuras, además que dudaba que Friday entendiera de miradas.
De cualquier forma, decidió ir así a la tienda y cuando aparcó su lujoso auto deportivo atrajo en seguida la atención, los recuerdos de la ultima vez que hizo eso le volvían a la mente como un déjá vu. Entró al centro comercial y luego se dirigió a la tienda de ventanales polarizados, todo adentro era de colores pasteles y neón, había secciones específicas de los productos y otras más que contenía las películas triple xxx, admitió abiertamente que extrañó ver el poster gigante con la cara del símbolo de américa en uno de los pasillos principales, y más aún ver la colección de dildos bajo este. Es que, quien se imaginaría que con eso empezaría su tórrido romance americano... ¡Eso era! ¡Así se llamaría su próxima película! O tal vez discutiría con Steve el nombre...
Al breve recorrido que le dio a la tienda encontró el pasillo que buscaba, con juguetes que parecían más bien artefactos de tortura. Encontró trajes completos de cuero negro, otros de látex, blanco, azul, amarillo, rosa, todos los colores de los que podía estar hecho el látex.
Fustas decoradas con colores pasteles y otras en color negro, cuerdas con nudos ya hechos solo para ajustarlos a conveniencia, de diversos colores, consoladores de todos los tamaños, bolas anales y otras cosas que no sabía como funcionaban.
Por suerte ahora contaba con una amiga, la dependienta de la tienda, que si bien recordaba no era de las que juzga y además muy simpática. Tomó unas cuantas cosas, cuerdas con nudos, sin nudos, fustas, látigos, una especie de cinturón con una pelotita en el centro para morder y por supuesto consoladores de varios tamaños, electrónicos y de silicona, por ultimo y no menos importante, lubricantes de varios sabores.
Se dirigió a la caja y se llevó tremenda sorpresa. La dependienta anterior, ya no estaba, ahora estaba una chica de cabello oscuro corto con un peinado genial, maquillaje oscuro en labios y ojos y expresión de pocos amigos mientras mascaba y hacía burbujas de chicle, alcanzó a escuchar la canción que la chica oía en ese momento: Negasonic Teenage Warhead. Admitió su buen gusto musical.
—Hola...— Habló Tony algo dudoso y la chica solo alzó la ceja sin responder nada.
—No, no pienso ayudarle con su compra, señor. — Enfatizó con desagrado cada palabra mientras pasaba uno y otro producto sobre el marcador de código de barras.
— ¿Qué?, no, solo quiero saber...— Tony dirigió su mirada hacia el pecho de la chica para leer le nombre en la placa de empleado.
—Oiga, no es el primer viejo verde que me hace un comentario....
—¡NO!, yo solo leía tu placa de empleado. Ellie. – Dijo alarmado por la bochornosa escena.
Ellie bajo la vista dándose cuenta del error —No me disculparé. — dijo cortante.
—No esperaba que lo hicieras, solo quiero saber dónde está la otra dependienta. Ya sabes, una de cabello largo, con mechones rosa...— La chica alzó nuevamente la ceja denotando confusión. —La chica asiática...— Tony se sentía cada vez más incómodo bajo la mirada escrutadora de esa chica.
—Sí, sé quién es. ¿Qué necesita con ella?
—Ella tiene mi dirección de contacto...— La chica suspiró y le pidió que esperara un momento.
La dependienta volvió con la otra chica por la que Tony preguntaba. —¡Hola, señor Stark! – Habló eufórica la otra chica de cabello largo negro y rosa atado en una coleta alta. Ellie se limitó a rodar los ojos con hastío.
Tony hizo un gesto de que por favor guardara silencio. Explicó rápidamente la situación del envío hacia la torre para no salir con semejante compra del supermercado y la chica comprendió. Todo igual que hace unos años atrás y es que, Tony se volvió cliente frecuente en línea de ese lugar, porque, de algún lado salía la compra mayoritaria que hacía de lubricantes y esencias especiales para masajes, todo de importación. Yukio se había vuelto una gran aliada en ese tema que Tony quería mantener como confidencial.
Pero no la había tratado personalmente desde hace un buen tiempo, ahora para su sorpresa la chica era la gerente de la tienda y tenían nuevas empleadas.
Con su compra hecha y además una agradable sugerencia de comprar un manual de "Iniciación en el mundo del bondage" se marchó satisfecho, dispuesto a aprender lo necesario antes de que Steve regresara de su misión.
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Hello, Hello, mis chiquillos y chiquillas!!
No he desaparecido aún!!!
Antes que nada, muchisisisisisimas gracias por leer, comentar y/o votar, espero que disfruten leyendo, tanto como yo escribiendo. owo
En fin, siéntanse libres de responder la pregunta en el título, comentar, sugerir, etc. XD
Nos leemos en el siguiente morboso capitulo de esta historia.
Pd.: Por si alguien no lo había notado antes, esta es una continuación de Stark's Fantasy (?) :V
XOXO
Rust00
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