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¿Conclusiones?



Tony jadeaba cansado bajo el cuerpo de Steve que le sostenía ambos brazos por encima de su cabeza, apretando las muñecas imposibilitando cualquier movimiento de defensa.

Sus piernas abiertas rodeaban la cadera de Steve aprisionándolas con los muslos, levantando su espalada tratando en vano de contener sus movimientos agitados.

Sus rostros muy cerca uno del otro, se mezclaban los alientos, las gotas de sudor se deslizaban por sus rostros, Tony cerró sus ojos sabiéndose el perdedor de esa ronda y entre gemidos le pidió a Steve que terminara de una buena vez.

Por qué sí. Tony perdía nuevamente en el entrenamiento cuerpo a cuerpo. Un juego que ellos llamaban "luchitas".

Pero según Tony era totalmente injusto, ya que él era un gran genio detrás de una armadura y Steve era un super soldado.

Claro que a pesar de las quejas Tony había adaptado una parte anexa al taller como un lugar de entrenamiento con un ring de box que era por lo general donde practicaban la lucha cuerpo a cuerpo y una que otra vez terminaban practicando una actividad mucho más placentera...

—Es la cuarta vez Tony y ahora pudiste hacer algo más con tus piernas. — Dijo Steve dejando libres por fin las manos de su novio.

— ¿Que podía hacer? — Se quejó Tony mientras se sobaba las muñecas después de tremendo agarre.

—No lo sé, piensa por un momento, pudiste patearme el costado o la ingle, vamos Tony, te he dicho que es importante saber defenderte sin la armadura— Steve se puso de pie y le extendió la mano al castaño para poder ayudarle.

—Sería más fácil si me dejaras usar, aunque sea, una parte del Iron Man— se dejó ayudar, pero eso no quitaba su mal humor.

—Eso sería hacer trampa—

— ¡Oh vamos Steve, TÚ eres un arma! En cambio, yo soy el que maneja el arma.

Steve alzó una ceja desestimando lo que su compañero acaba de decir.

—bien, bien ¿Sabes qué? iré a tomar una ducha, detesto sentir que me llene de tu sudor— Se quejó nuevamente y Steve rodó los ojos pensando en mil y un comentarios que hacer al respecto. Todos ellos con connotación sexual, cabe resaltar.

—Creo que el capitán Rogers, piensa que usted no dijo lo mismo la noche anterior, señor. — Interrumpió FRI. Y Steve sintió como si le acabasen de leer la mente.

—Lo dijo ella, no yo— Se defendió Steve aguantando la risa al ver como su novio se giró inmediatamente a verlo con una mirada asesina.

—Quien fue el idiota que le dio tanta inteligencia a esa IA— Refunfuño Tony.

—Usted señor. — Respondió Fri.

—Oh, por dios. Empiezo a creer que hasta Ultron era más respetuoso. Dijo mientras se bajaba del ring y salía del salón alzando los brazos con molestia fingida.

—Friday, podrías ser más amable con tu creador— Dijo Steve riendo por ver la actitud del genio.

—Como ordene, capitán— Dijo la robótica voz. —Debo informarle que el soldado mapache está de nuevo en la torre, capitán—

Steve se sorprendió de lo rápido que Bucky había actuado

—Déjalo pasar, en seguida subo y Fri, no le digas a Tony— Pidió a la IA antes de bajar del ring.

—Como ordene capitán. —

Steve tomo una toalla seca del respaldo de una silla ubicada a un costado para secar el exceso de sudor de su rostro, se aseguró que Tony ya no estaba cerca del área de gimnasio y subió directito a la sala.

Bucky ya lo espera ahí. De pie junto al enorme ventanal admirando la ciudad desde arriba, llevaba en su mano un sobre de papel y parecía estar listo para una misión.

Steve pensó que quizás no era su pedido el que llevaba Bucky en sus manos.

— ¡Soldado! — Saludó Steve en modo militar, bromeando claramente, pero el soldado del invierno se giró inmediatamente serio y saludó firme con la mano en la frente.

— ¡Capitán! – En seguida Bucky rio, demostrando que él también lo tomaba como broma.

—No pensé que te vería de nuevo hoy. – Continuó Steve después de hacerle un gesto a Bucky para que "descansara" del saludo militar.

— ¿Te molesta? — Bromeó Bucky haciéndose el ofendido. Y al recibir una sonrisa como respuesta de parte de su amigo, continuó. —Verás, tengo dos cosas para ti, la primera. Tu estúpida obsesión. — Dijo y le entregó un paquete en un sobre de papel marrón.

Steve sonrió más ampliamente y entonces lo vio. Su ansiado y querido libro se comics de Sweet Gwendoleen. Le brillaron los ojos con emoción y comenzó a ojearlo.

Entre las páginas muy gráficas había una serie de dibujos de chicas atadas en el maravilloso arte del bondage, siempre la misma caricatura. Una chica bronceada de cabellos castaños y ondulados, el labial perfectamente rojo y en algunas con ropa de apariencia militar, otras con aspecto de oficinista y unas cuantas sin nada de ropa.

Todas con una muy detallada guía de nudos. atando solo las manos, otros solo los pies y piernas y unos más complejos que ataban todo el cuerpo. Por si fuera poco, esa edición especifica contaba con una sesión fotográfica de las modelos que participaban para ser dibujadas en las distintas poses de Gweendoleen.

Todo con sus respectivas tiras cómicas que contaban las aventuras de Sweet Gwendoleen.

Steve parecía niño pequeño con ese regalo. O bueno, ni tan niño, ni tan pequeño.

—Te alcanzó de nuevo la pubertad ¿eh? — Se mofó Bucky al ver la emoción de su amigo.

— ¿Pero, como lo conseguiste tan pronto? — Preguntó incrédulo.

James suspiró. —Esa es la parte divertida. Nat puede ser muy útil para conseguir ese tipo de cosas. Pero, ya sabes, siempre hay un precio que pagar. — Bucky extendió otro sobre de papel hacia Steve.

—Ah, ella quiere un día libre... — el capitán sostuvo el sobre encima de su libro de comics y sacó un puñado de papeles donde detallaban una misión, al parecer no era tan complicada, pero seguramente Nat tenía otros planes que atender. —Esto no le gustará a Tony— Dijo, sabiendo que se suponía ese día sería para ellos dos solos y como bono, tendría que dejarlo por ir a jugar a los soldaditos con Bucky, suspiró.

— ¿Qué es lo que no le gustara a Tony? — Steve casi se atraganta con su propio suspiro al escuchar la voz de su novio atrás de él.

—Amor...— Dijo melosamente al momento que se giraba y trataba de esconder el libro de comics de nuevo en el sobre.

—Mira, ni lo digas – Lo cortó Tony cruzándose de brazos y arqueando una ceja — El hecho de que tu amigo esté aquí con su maquillaje de ojos solo puede significar una cosa— Steve sintió que se le hizo un nudo en el estómago. Tony estaba enojado y lo que le seguía en el rango de molestia. – Ve a la misión, cuando vuelvas hablaremos. – Steve entonces comprendió que cuando volviera estaría de verdad en problemas con Tony encaprichado y con razón, pues tenían mucho tiempo que no pasaban juntos sin interrupciones.

— Te espero abajo, Steve. – Bucky sabía que estorbaba en la situación y que definitivamente Steve era un hombre en problemas en ese momento. Tony ni siquiera se dignó en dirigirle la mirada, estaba enganchado a la mirada de Steve y Steve no tuvo valor para desviarla.

—Está bien...— Respondió el capitán y pudo ver como el ceño de Tony se unió aún más.

— ¡Eres increíble Steve! – Comenzó a hablar Tony sin cambiar la posición de su cuerpo. – Me dijiste. No, me prometiste que solo por hoy no tomarías misiones. Dijiste que a menos que no fuera una emergencia no irías.

Steve no encontraba las palabras para salir de esa.

—Tony, escucha, es un favor a Nat... —

Stark inhaló aire hasta que se rellenaron sus pulmones, de golpe lo dejó salir.

—Haz lo que quieras – Dijo dándose la vuelta, la discusión había terminado, pero Steve sentía que algo malo le pasaría a su regreso.

—Escucha, dejaré los papeles de la misión para que puedas leerlos y estés al tanto – Trató de calamar a su novio con eso, sin embargo, él se hizo de oídos sordos y siguió su camino hacia la recamara. Esa era la ley del hielo con sello registrado Stark.

De cualquier forma, dejó uno de los sobres de papel que tenía en la mano sobre la barra del minibar de Tony, pues sabía a ciencia cierta que en algún momento del día iría por un whiskey, así como también sabía que la curiosidad de Tony era mayor que su enojo.

Lo peor del caso es que su preciado uniforme estaba justamente en la habitación que compartían y eso era como entrar en campo minado con Tony hecho una furia.

Entonces optó por lo que cualquier hombre sensato en su situación haría  (Claro, por supuesto...): Se fue con lo que llevaba puesto, rogando que alguno de los uniformes de Bucky le quedara bien... Por suerte o quizás obra del destino, su escudo estaba en el área del taller, por lo que, al menos, contaba con su arma.

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Tony sabía que el uniforme de Capitán América estaba en esa habitación, esperó y esperó a que Steve subiera por él y entonces lanzarle su más fría mirada e indiferencia. Pero no pasó, Steve no subió y Tony se sintió rabiar, más sabiendo que Steve no se preocupó ni siquiera por ir a despedirse de él.

—El señor Rogers acaba de dejar la Torre, señor. — Dijo Friday, e incluso se pudo apreciar pesar en su monótona voz y es que sería la victima de la descarga de reclamos de enojo de su creador y ella estaba consciente de eso.

Pasados unos minutos y con el enojo menguado después de haber tenido una larga y tendida charla con Friday acerca de lo idiota que era Steve, Tony bajó a su minibar porque necesitaba un trago, posiblemente se emborracharía un poco y luego agobiaría nuevamente a Fri con sus repetitivos insultos a Steve.

Posiblemente Fri seguiría respondiendo que "tenía razón" a todo lo que decía y haría el papel de madre consoladora. O tal vez y más probablemente terminaría ofreciéndole pedir una pizza para la cena y fingiría que no podía ser multitareas mientras hacía la orden. Tony sospechaba que esa técnica era para no tener que escucharlo más de una hora seguía hablando de Steve...

Tony vio el sobre de papel sobre la barra de madera negra del bar, lo vio con recelo y decidió pasarlo de largo. Tomó una botella de whiskey y se sirvió uno doble, a las rocas.

Le daba un trago a su licor y veía el sobre nuevamente, lo levantó y lo giró de un lado a otro, no tenía nada escrito por fuera. Volvió a dejarlo en paz sobre la barra.

Es que simplemente no entendía que era tipo de misión podía ser tan importante que necesitara al capitán y no lo tomaran en cuenta a él. Se terminó de un trago el licor restante en el vaso, se sirvió otro, esta vez triple.

Dio el primer sorbo y sintió como le quemaba la garganta nuevamente. Cada vez más curiosidad sentía por ver que había en el sobre y sin resistirlo más, dejó su vaso a un lado y lo abrió. Esperaba encontrar un puñado de papeles, pero entonces... Encontró el libro de cómicas de Sweet Gwendoleen.

Sorprendido Tony por no encontrar lo que esperaba dentro del sobre, comenzó a hojear el libro, se sintió sonrojar y todo el previo enojo que sintió se esfumó por completo cambiando a la sorpresa al ver frente a sus ojos el despliegue de perversión lujuriosa en un solo libro de comics.

Es que eso era una lista detalladísima de todo tipo de nudos, ni siquiera a él se le hubieran ocurrido, y eso que tenía experiencia en actos pervertidos.

Entonces, Tony, como buen genio que se consideraba encontró la resolución a la situación.

— ¡Friday, Ahora todo tiene sentido! — Dijo y antes de que la IA pudiera decir algo, continuó – He llegado a dos conclusiones.

— ¿Qué quiere decir, señor?

— La primera: Steve es un idiota que seguramente le pidió el favor al mapache de conseguirle este libro para que yo no me enterara, porque sería algo muy vergonzoso para él y seguramente Natasha lo consiguió porque es algo bastante difícil, ya que tiene más de un siglo y solo una espía como ella podría tener contactos con copias de este tipo y ahora Steve y el otro – Dijo con desdén refiriéndose a Bucky — le deben un favor a ella, y pensándolo bien es hasta cierto punto bastante dulce la ingenuidad de Steve, por lo cual lo perdonaré por dejarme solo hoy. —Fri pudo notar como su creador se quedó un poco sin aliento al decir semejante conclusión y cuando estaba a punto de procesar un algoritmo para dar una respuesta apta, Tony siguió.

— Y la segunda y más importante, y por supuesto la explicación más lógica: Steve es un fetichista que quiere ser atado cuando tengamos sexo. — Tony se sintió orgulloso con su explicación "más lógica"

—Claro, señor es la ÚNICA explicación racional que podía existe. – Respondió Fri, lástima que su algoritmo para denotar sarcasmo no estaba en su voz robótica. – Sherlock Holmes no es nada a su lado, señor. – Tal vez no tenía sarcasmo en su tono de voz, pero sin duda si lo había en sus palabras, cosa que Tony pasó desapercibida al estar entretenido entre las páginas de Sweet Gwendoleen.

—Ahora, solo necesito cuerdas.

Habló nuevamente Tony ensimismado, pero esta vez sin obtener respuesta, aunque ya ni la esperaba, había resuelto el misterio de la repentina misión de Steve. O al menos, eso creía él.

Bravo, Tony...




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Hello~

Muy bien chiquillos y chiquillas aquí les dejó otro capítulo más de las aventuras y desventuras de este par XD

Espero que les guste el nuevo capítulo y le sigan dando mucho amors como hasta ahora. 

Muchisisisisimas gracias por sus lecturas, votos y por supuesto por sus comentarios que dan vida <3

Hasta la proxima, sigan bellos <3 <3 <3

XOXO
Rust00

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