Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ROCKY. Capítulo III

Entraron en el restaurante y se sentaron en una mesa. Al momento, un omega, un poco más bajito que TaeHyung, con un olor a galletas de chocolate, llegó.
—      ¡Buenas tardes! ¡Bienvenidos! ¡Me llamo JiMin y seré su camarero! ¿Qué les traigo?
Por inercia, el camarero miró primero a JungKook y el chico pidió un refresco.
—      Su omega, ¿qué va a querer?
—      No es mi omega— respondió JungKook.
TaeHyung miró a JungKook, dolido, pero no comentó nada.
—      Voy a querer un refresco— dijo, con dureza.
—      Estupendo— dijo y apuntó los pedidos— ¿quieren alguna recomendación de la carta?
—      No— dijo TaeHyung, malhumorado.
—      Sí, por favor— respondió JungKook.
Con una sonrisa, JiMin se puso al lado de JungKook y comenzó a enseñarle los platos promocionados.
—      Este y este están en recomendados… y este también…
—      ¿Y cuál me recomiendas tú?— preguntó JungKook, con una sonrisa.
—      ¿Te gusta la carne o el pescado?
—      La carne, sin duda— respondió, observándole.
—      Oh… bueno, entonces el costillar— dijo, con una sonrisa.
TaeHyung entornó los ojos y comenzó a mirar sus mensajes. Tenía mensajes de varios de sus ligues y empezó a contestarlos, hablando con ellos, planteándose quedar con alguno de ellos.
—      ¿Noticias importantes?— preguntó JungKook.
—      ¿Eh?
—      Oh… como estás pendiente del móvil…
—      Tú estabas pendiente de ese omega— replicó, de mal talante.
El alfa se quedó en silencio y valoró la situación: TaeHyung estaba celoso. En otras circunstancias, podría estar contento. Si TaeHyung estaba celoso, eso significaba que querría estar con él. Pero el problema estaba en que JungKook le había dicho en dos ocasiones que quería estar con él y TaeHyung no le había respondido.
—      Bueno. Tú no estás pendiente de mí. No entiendo porque no fijarme en otro omega.
—      Dejemos esta conversación— pidió TaeHyung, afectado.
Comieron en completo silencio. Silencio demasiado incómodo. Cuando terminaron de comer, JiMin volvió a aparecer.
—      ¿Quieren postre?
—      No, gracias.
—      Tampoco para mí— dijo JungKook.
—      Les traeré la cuenta.
Cuando JiMin trajo la cuenta, TaeHyung pagó y, para más INRI, JiMin le dio su teléfono a JungKook.
—      Te llamaré— dijo el alfa.
TaeHyung volvió a casa, completamente en silencio, con JungKook a su lado.
—      ¿Por qué te molesta?— preguntó JungKook— te he dicho dos veces que hice lo que hice porque quería estar contigo. ¡Soy consciente de que no fue la mejor manera!
—      Ahora mismo no puedo hablar de esto.
Se encerró en su cuarto y se tumbó. Era demasiado obvio que quería empezar algo con JungKook, pero le daba demasiado miedo sus juicios. En estos últimos siete años le había visto con demasiados ligues, ¿Y si no le tomaba en serio?
JungKook, por su parte, cogió su nuevo teléfono y comenzó a hablar con JiMin. Lo mejor ahora mismo era olvidarse de TaeHyung y empezar a hacer su vida. Había estado siete años entregado a TaeHyung, sí, en su forma de perro, pero eso no quita que lo hizo por amor. Porque esa era la realidad, estaba enamorado de TaeHyung.
JiMin “Hola, ¿te apetece quedar mañana? Es mi día libre”
JungKook “Claro. ¿Mañana a las cinco?”
JiMin “Estupendo”
Aquella noche, no cenaron y, al día siguiente, se encontraron por la casa, pero apenas hablaron.
—      Mmm… ¿te parece si aprovechamos esta tarde y hablamos?
—      Claro— respondió TaeHyung.
—      TaeHyung, he estado siete años a tu lado, cuidándote, protegiéndote. Estoy enamorado de ti y sabes que quiero empezar algo contigo. Te lo he dicho dos veces. No puedo soportar que me rechaces una tercera vez…
—      ¡JungKook, no es eso!
—      He hablado con JiMin y voy a quedar con él. Cuando encuentre trabajo, me iré de aquí.
—      ¡No te vayas!- pidió.
—      ¿Qué sentido tendría quedarme?
—      Porque no quiero que te vayas— dijo.
—      Quieres a Rocky. No a mí.
—      ¡Por favor! ¡No lo entiendes! No se trata… no se trata de que hayas estado siete años como perro en mi casa. Bueno, sí. Agh.
—      Habla claro.
Pero el chico volvió a guardar silencio.
—      Si no me dices lo que te pasa…
—      Te vas a ir igualmente, ¿no? Nada de lo que diga impedirá que quedes con JiMin…
—      No seas cobarde.
El silencio volvió a reinar entre ambos y, cuando JungKook se giró para irse a su habitación, pensando que TaeHyung no hablaría, habló:
—      Me da miedo tu juicio— dijo, en pocas palabras— lo sabes todo de mí. Te lo conté todo cuando estabas en tu forma canina. Sólo temo tu juicio.
Y, tras aquellas palabras, TaeHyung se encerró en su habitación. JungKook, por su parte, cogió el teléfono que TaeHyung le había regalado y se puso a escuchar música. En aquel momento no le apetecía pensar en nada. Decidió no comer, no tenía hambre, se arregló para quedar con JiMin, no obstante, antes de irse, habló con TaeHyung, o lo intentó.
—      TaeHyung, he quedado con JiMin— dijo— me voy ya pero… antes de irme, quisiera que supieras que jamás te voy a juzgar. Quiero que lo sepas porque… yo solo quiero estar contigo pero, si tu última palabra es pasar de mi… bueno, lo respetaré y reharé mi vida.
Y, otra vez, el silencio inundó la casa y JungKook salió por la puerta. Cuando llegó al lugar de encuentro, allí estaba JiMin.
—      ¡Hola! ¡Me alegra verte!
—      ¿Cómo estás?
Y ante aquella sencilla pregunta, no pudo contestar.
—      ¿Paseamos? ¿Vamos al cine?
Fueron al cine, donde JiMin se abrazó al cuerpo de JungKook, y después fueron a cenar. Ya en el restaurante, JiMin se ausentó para ir al baño, para retocarse el peinado. JungKook, por su parte, aprovechó el momento para mirar su nuevo teléfono. Se sorprendió al ver que tenía un mensaje de TaeHyung.
TaeHyung: “Hola, ¿cómo estás? No quedaba lavavajillas y tampoco friegasuelos, así que salí esta mañana a comprarlos. Tras la conversación que tuvimos, quería reflexionar. Ayer no te dejé hablar porque no estaba preparado para hacerlo y decirte todo lo que sentía. Pero ahora sí, espero que no sea muy tarde. Sé que me has dicho dos veces que estás interesado en mí pero quisiera saber ¿es tarde? ¿Sigues interesado en mí? Porque yo quisiera que me dieras una oportunidad. Intentarlo. Considéralo y hablamos”
JungKook leyó aquel mensaje y quiso patearse a sí mismo. Él se fue de casa, pensando que TaeHyung había pasado de él cuando, en realidad, no le había escuchado porque no estaba en casa. Le llamó y sonrió al escuchar su voz.
—      ¡JungKook!
—      ¡Eh! ¡Gatito!— dijo y TaeHyung sonrió al escuchar aquel apelativo cariñoso— salí hoy y… pensé que estabas en tu cuarto y… ¡Dios, he sido tan idiota!
—      ¡No, el idiota he sido yo!— dijo TaeHyung— tenía tanto miedo de que me juzgaras después de todo lo que has visto y oído de mi en estos años que, no me paré a pensar que, si querías intentar algo conmigo a pesar de saberlo todo de mí, es porque, de verdad, te importo.
—      TaeHyung, yo… yo fui a hablar hoy contigo— se lamentó— estaba al otro lado de tu puerta, te dije que, si no me contestabas, daría por hecho que tú no querías empezar nada conmigo…
—      ¡No sabías que yo no estaba! ¡No te preocupes!
—      ¿Todo bien?— preguntó JiMin al llegar y JungKook escuchó silencio en la línea.
—      ¿Estás con ese omega?— preguntó TaeHyung, celoso.
JungKook salió del restaurante para poder hablar con TaeHyung de forma más privada.
—      Sí, he quedado con JiMin— admitió y TaeHyung resopló— escúchame, no quiero que estés celoso. No tienes motivos. Te he sido sincero. Si hubieras estado en tu habitación, no hubiera quedado con JiMin, te lo dije. Pero que esté aquí con él, no significa que me vaya a ir a su casa después de cenar, o que le vaya a llevar a mi dormitorio. Significa que es un amigo y, si me cae bien, le voy a mantener como amigo. Y me gustaría que tú te llevaras bien con él.
—      ¿Cuándo vas a venir?— preguntó.
—      Voy a cenar ahora con él, luego iré a casa. Pero quiero que estés tranquilo, no va a pasar nada con JiMin. Sólo quiero estar contigo.
—      ¿Y por qué no vienes ahora?— preguntó, enfurruñado.
—      Porque, si algo he aprendido de ti, viviendo como tu mascota. Es que muchos hombres te prometían el cielo, la tierra y el firmamento y, cuando te tenían en la cama, se largaban. Yo no te estoy prometiendo nada, no estoy corriendo, ni dejando todo para ir a tu lado. Pero sí te estoy diciendo que iré, que hablaremos, que tú tendrás tu vida, yo la mía y que, si tú quieres, la compartiremos. Esto es lo que quiero.
—      Bien. Hablaremos cuando llegues— dijo, como un niño pequeño.
Se despidieron y JungKook volvió al restaurante.
—      ¿Problemas?
—      Estoy enamorado de un chico desde…
—      ¿El omega del otro día?
—      ¿Tan evidente es?
—      Bueno. Era más que evidente, pero como me dijiste que no era tu omega, no tuve problemas en intentar algo contigo… ya sabía lo que había, no soy tonto, pero pareces simpático. Podríamos ser amigos… no me importaría serlo de tu omega, si él quiere.
—      Es algo que me gustaría. Parece celoso y es algo en lo que debería relajarse. Quizás así vea que no tiene nada de lo que temer.
—      Bueno, el tema celos es inseguridad— dijo JiMin— si le haces sentir amado y deseado frente a otro omega, en este caso yo, o inclusive, frente a los demás, le harás sentirse más seguro.
—      No tengo ni idea de las relaciones interpersonales, la verdad— reconoció.
—      ¿Él es tu primera pareja?
—      Sí.
—      ¿Cómo os conocisteis?
JungKook le comentó toda su historia de amor y JiMin se quedó boquiabierto.
—      ¿Y él tiene dudas? Ojalá alguien hiciera por mi lo que tú has hecho por él. ¡Me parece una historia de amor súper romántica!
—      El problema es que yo he estado en mi forma de perro siete años… hemos vivido muchas cosas como dueño/mascota.
—      Pero podéis usar eso para afianzar vuestra relación. Tú lo sabes todo de él.
—      Lo sé, pero él no sabe nada de mí…
—      Sabe que le protegerás y no le vas a hacer nada. Si no le has hecho nada en estos siete años, no se lo vas a hacer luego.
Tras la cena, JungKook se disculpó con JiMin y fue directamente a casa de TaeHyung. Cuando entró, vio al chico viendo la televisión.
—      Es un capítulo repetido…
—      Quería ver los nuevos contigo. Siempre los vemos juntos. ¿Qué tal la cita?
—      Sólo he quedado con un amigo…
—      Hueles a él…
—      Me tomó del brazo en el cine. ¿Quieres me duche antes de hablar?
—      Sí.
JungKook se dio una ducha y, cuando salió, estaba con su pijama y el pelo mojado.
—      Le he dicho a JiMin lo que siento hacia ti. Me ha dicho que se lo imaginaba y somos amigos— dijo— también me ha dicho que quisiera conocerte y, en un futuro, ser tu amigo también.
—      Bueno… si él es tu amigo, no me va a importar— dijo, tímido— entiendo que es tu primer amigo en siete años.
—      Tú… serías… mi primer… novio…
—      Sería… tu novio— dijo TaeHyung, sonriente.
—      Bueno, sólo si quieres.
—      No me importa serlo ¡Quiero decir! ¡Quiero serlo!
Y, en aquel momento, a pesar de que todo estaba dicho, se quedaron allí, mirándose a los ojos, como dos tontos y, en lugar de besarse, sólo se abrazaron y, sí, cuando JungKook le abrazó, TaeHyung volvió a sentirse seguro y protegido, ronroneando en los brazos de su novio. Tan protegido como cuando se acostaba en la cama y abrazaba a Rocky.

Nota de autora: adivinen quien volvió?? Yo no!! Ok, no. No dejaré Wattpad pero tampoco publicaré aquí tan seguido como antes. Mi meta ahora es crear una página web donde ustedes puedan ir, leer tranquilamente, dejar sus comentario, chatear conmigo y entre ustedes, comentar cosas de los chicos... crear un ambiente bonito, relacionado con la lectura y BTS. Un sitio donde puedan dejarme sus ideas, leer, hablar y expresarse sin sentirse juzgado.

Por ahora, dicho sitio de ensueño está en construcción, pero pueden ir viendo como va quedando en missjazzymoon.com

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro