28
Kim Taehyung vestía ropa casual, por primera vez después de tantos años, se había tomado un descanso de la oficina y todo lo que tenía que ver con trabajo.
Sintiéndose incómodo con aquella playera de manga corta azul cielo y aquellos jeans azules, se encontraba sentado en una mesa exterior de una cafetería, esperando con impaciencia a su fiel amigo, Lee Dongwook, sabía que él lo escucharía sin importar qué, y en ese momento quería hablar de algo que no dejaba de rondarle por la cabeza.
— Kim Taehyung. —Saludó Dongwook cuando llegó.
— Pensé que no llegarías. —Habló Taehyung revisándolo de pies a cabeza— Te dije que te pusieras algo informal, ¿qué clase de ropa llevas puesta?
Lee Dongwook portaba un traje a cuadros color marrón, era característico vestir formal cada vez que ambos se veían, por lo cual era sorprendente ver a Kim vestir de forma tan informal.
— ¿Yo? Si aquí el raro eres tú, incluso este lugar no es lo que acostumbras, se ve tan... barato. —Dijo tomando asiento— Habla, ¿qué está pasando?
— Yo... quería hablar sobre algo, algo que de verdad me inquieta.
— Soy todo oídos.
— Es sobre este chico, Jeon Jungkook. —Remojó sus labios con saliva— No puedo dejar de pensar en él, vive en mi mente día y noche, es como si tuviera control sobre mí, no sé que está pasando.
— Kim Taehyung está enamorado. —Dijo Dongwook en tono de burla.
— No, definitivamente esto no es amor, no sé qué es, pero amor definitivamente no, quizás obsesión. —Se excusó— Me agrada todo de él y por alguna razón soy feliz cuando estoy a su lado, pero no puedo demostrarlo, si lo hago podrá ver mis puntos débiles y tomar ventaja de mí y definitivamente eso no está en mis planes.
— Oh vamos Kim, el amor no es tan malo cuando encuentras a la persona correcta, dale una oportunidad. —Sacó un cigarro y lo llevó a su boca— Además, si no estás enamorado, ¿para quién es la rebanada de pastel de zanahoria que tienes ahí? Sé que odias ese sabor de pastel con tu alma, déjame adivinar, acaso, ¿este lugar es la cafetería favorita del chico?
— Dame uno. —Pidió, cambiando de tema.
Lee Dongwook lo miró extrañado.
— ¡Dame uno! —Volvió a ordenar.
— Creí que no fumabas por tu problema de salud.
Al ver que Dongwook no hacía ningún movimiento Taehyung le arrebato el cigarro que tenía en la mano, de su bolsillo sacó un encendedor, encendiéndolo sin dudar.
— Lo necesito. —Dijo al dar una calada— Vine aquí para que me dieras algún consejo de como sacarlo de mi cabeza, no a que me dieras consejos románticos, Jungkook y yo no somos nada, solo extraños con la misma sed de ser tocados, al chico solo le interesa mi dinero y a mi tenerlo en mi cama.
— El amor no es tan malo como lo hacen ver, deja de poner pretextos, ahí hay algo más.
— Es solo sexo que se convirtió en obsesión Wook, no hay más, además solo estoy usando al chico, me ayudará a completar mi plan.
— ¿Estás seguro de que solo es sexo? —Preguntó Dongwook.
Taehyung se mantuvo en silencio por unos segundos antes de levantarse abruptamente de la silla.
— No sirves para dar consejos, solo confundes la situación más, el amor no existe, Jungkook solo es sexo, mi juguete personal del momento. —Dijo antes de tomar la caja de plástico con la rebanada de pastel e irse dejando a su amigo.
Jungkook entró con confianza al departamento de Taehyung, semanas atrás el castaño le había dado llaves, prácticamente vivían juntos, les era difícil despegarse.
Jungkook esperaba que Taehyung le recibiera con los brazos abiertos, sin embargo, parecía no estar en casa.
Ya se había llevado un disgusto con la discusión que tuvo con Yoongi y Jimin aquella mañana, esperaba que su amigo estuviera de su lado, claro, si aún le podía llamar amigo a Yoongi.
Su corazón se terminó por romper cuando vio las flores que le había enviado al castaño aquella mañana en la basura, le había enviado tulipanes, pero parecía que ni siquiera le había importado.
La puerta de la casa se abrió sorprendiendo a Jungkook, era Taehyung quien entraba con un pedazo de pastel en las manos, el favorito de Jungkook.
— Hola Jungkook, ¿no hay mucho trabajo? Llegas temprano hoy. —Habló Taehyung.
— Te envié flores, están en la basura, ¿por qué? —Preguntó desconcertado.
— No me gustan las flores, bonito, además, yo soy quien te debo de enviar flores, no tú, hieres mi orgullo y arruinas el ambiente entre nosotros.
— Lo siento. —Se disculpó el castaño avergonzado.
— Está bien, aprenderás con el tiempo que hacer y que no hacer, mira, te traje un poco de tu pastel favorito, sé un buen chico y ven a comer un poco. —Tomó su mano y lo guio a la cocina.
— Hueles a cigarro. —Jungkook olisqueó la ropa de Taehyung— ¿Fumas? Eso puede ser prejudicial para tu salud Taehyung, tienes que dejarlo.
— ¿Te sorprende eso y no mi forma de vestir? —Arqueó la ceja.
— No intentes cambiarme de tema.
— No lo cambió, es solo que pedías tanto verme vestir con ropa informal y cuando lo hago ni siquiera lo notas.
— Claro que lo note y te ves guapísimo, pero necesito que prometas que no volverás a fumar.
— No puedo.
— ¿No puedes o no quieres? ¿Quieres acaso que te dé un infarto? Fumar es malo.
— Todos moriremos algún día, además, un cigarro de vez en cuando no hace daño, bonito, tranquilo. —Lo abrazó por los hombros— Mejor hablemos de algo muy importante mientras te comes tu pedazo de pastel.
— ¿Algo importante? —Preguntó Jungkook tomando asiento en una de las sillas junto a la barra de la cocina.
— Necesito un favor, bonito, un favor grande, ¿harías algo por mí?
— Lo que sea por ti Tae.
— Hay mucha gente mala en el mundo que me quiere robar lo mío, una de ellas es Jimin, tú ya sabes que bueno no es, su padre tenía una deuda conmigo, una muy grande, sin embargo, por más que se lo pido, Jimin se niega a pagarme.
— ¿Problemas de dinero? —Preguntó Jungkook mientras probaba el pastel.
— Algo parecido, verás el único dueño de empresas Park es nuestro hijo, estoy seguro de que ya te enteraste por tu cuenta, en Internet hay muchas noticias y eres muy curioso, siento no haberte dicho antes que ese niño también es mío, quería hacerlo, pero Jimin no me lo permite, es por eso que necesito tu ayuda.
Cuando comenzó a ser más cercano a Taehyung, Jungkook busco información sobre Taehyung y le fue imposible no ver noticias sobre él y Jimin, la curiosidad lo hizo buscar más información del tema y enterarse sobre la verdad, nunca había dicho nada porque esperaba que Taehyung se lo contara por él mismo.
— Yo no sé nada de temas legales, pero puedo conseguir a un buen abogado. —Sugirió Jungkook.
— No bonito, no necesito un abogado de ti, necesito otra cosa. —Taehyung apoyo sus manos en los hombros de Jungkook— Trabajas en el hospital, sabes todo y estás al pendiente de todo, necesito que me ayudes a recuperar a mi hijo.
— ¿Robar un bebé? —Preguntó Jungkook confundido.
— No sería robar, es mi hijo también, no harás nada ilegal, además, siempre te protegería de todos, estarías seguro.
— ¿Qué tengo que hacer?
— Ese es mi chico. —Taehyung beso la mejilla de Jungkook feliz— Es sencillo, tienes que esperar a que nazca el niño, cuando ese día llegue, te vas a infiltrar en la habitación de Jimin y te llevas al niño. —Explicó— Estoy seguro de que no llevarán al niño a cuneros, estará en la habitación junto al padre.
— Jimin me verá, no me cae bien, pero no puedo hacer eso. —Negó con la cabeza repetidas veces.
— Tengo todo preparado. —Habló Taehyung sacando una pequeña caja cuadrada de su bolsillo— Vas a entrar por la noche, cuando Jimin esté dormido, pero para asegurarnos de que no te verá, le inyectaras esto. —Le mostró un tarro con medicina de dudosa procedencia.
— ¿Qué es eso?
— Es midazolam con penicilina, el midazolam es un fuerte sedante y la penicilina sabes que no le hace daño a nadie.
— Sirve para tratar y prevenir ciertas infecciones provocadas por bacterias. —Confirmó Jungkook.
— Exacto, no hay peligro, Jimin dormirá como bebé de 2 a 4 horas, cuando despierte, el bebé ya no estará, ni tú tampoco, huiremos juntos, lejos de esta ciudad y seremos más felices que nunca, como una familia.
Jungkook miró a Taehyung, había algo que le decía que aquel acto estaba mal, sin embargo, debía apoyar a su hombre, como las parejas lo hacían, ¿Taehyung siempre había sido cruel o Jungkook estaba malinterpretando todo?
— Tae siento que esto está mal, quizás se pueda llegar a un arreglo con Jimin si tanto quieres ver al niño, hacer esto es demasiado cruel.
— No es cruel, es el último paso a la felicidad, lo último que tengo que hacer para llegar a la cima. —Taehyung le regaló una sonrisa a Jungkook— Confía en mí, bonito, ¿cuándo te he fallado? Todo va a salir bien.
— Pero Jimin...
— Jimin va a ser el más feliz, nunca quiso al niño desde el inicio, le hacemos un favor, podrá formar una familia desde cero con Yoongi, esto beneficiará a todos. —Taehyung se recargó en la barra de la cocina y miró fijamente a Jungkook— Bonito, solo recuerda que yo por ti bajaría la luna y las estrellas, te amo y eso es todo lo que sé, gracias por iluminar mi mundo los últimos meses.
Jungkook se sonrojo, sonriendo de oreja a oreja, las mariposas comenzaban a revolotear dentro de su estómago, las palabras de Taehyung eran sinceras, pero nada era para siempre.
— ¿Por siempre estaremos juntos? Solo tú y yo en nuestro pequeño paraíso.
Taehyung trago saliva.
— Claro que sí, estaremos juntos por siempre, compartiendo el mismo corazón.
— Te amo tanto, Taehyung. —Jungkook se levantó de su asiento para rodear con sus brazos a Taehyung.
— Yo también te amo, bonito. —Murmuró devolviéndole el abrazo y dejando un pequeño beso en la cabeza del menor.
Aquel mágico momento que fue interrumpido por una llamada telefónica.
— ¡Lo olvidaba! Tengo pacientes que atender, llegaré tarde a la cita, solo me escape para verte por un momento, regreso a casa por la noche. —Avisó antes de tomar sus cosas para irse.
— Cancela todo. —Dijo Taehyung en un susurro— Cancela todo y quédate conmigo hoy, por favor.
— Taehyung, ¿tienes fiebre? ¿Estás bien? Nunca me pides eso.
— Que no lo pida no significa que no te quiera a mi lado, por favor, quédate conmigo.
— Tengo trabajo... no puedo. —Jungkook miro a Taehyung con tristeza.
— El sol está por esconderse, sé que no tienes muchos pacientes, solo cancela el poco trabajo que tienes, por favor, quiero pasar está noche contigo, quiero abrazarte, sentir tu piel, quiero sentir que eres real y que me amas. —Lo tomó del brazo con suavidad deteniéndolo .
Jungkook lo pensó por unos cuantos segundos antes de acceder.
— Bueno, quizás pueda hacer una excepción, pero solo lo hago porque se trata de ti. —Jungkook le miró con sus hermosos ojos llenos de amor— Mi mundo gira en torno a ti, Kim Taehyung.
— ¿Sabes? Tengo ganas de comer algo dulce. —Taehyung acerco su rostro haciendo que ambas respiraciones chocaran— Algo dulce como tus labios.
— Bésame y pruébalos, vamos Tae, sacia esta sed que crece por ti.
— ¿Eso quieres? ¿Quieres que mi boca devore la tuya? —Tomó el rostro del menor con ambas manos.
— Bésame como si fuera la última vez, róbame el oxígeno, solo necesito de ti.
Taehyung no dudo en hacer que sus lenguas danzaran juntas, sus labios se besaban con pasión, el mayor acariciaba con desespero la cintura del castaño, la temperatura comenzaba a aumentar, pero cuando las manos del menor llegaron con desespero a su cinturón, Taehyung decidió detenerse.
— ¿Estás ansioso? —Cuestionó Taehyung.
— ¿Por qué te detienes? Quiero sentir como tu cuerpo se apodera de mí, mi piel arde entusiasmada por tu toque, vamos, quítame la ropa y hazme tuyo una vez más.
— Está vez será diferente, bonito, está noche solo seremos tú y yo, te haré ver las estrellas. —Taehyung comenzó a brindar caricias en la espalda del menor.
— Siempre me haces ver las estrellas, no me sorprendería que lo hicieras esta vez.
— No lo comprendes, pero te haré entenderlo, sin necesitar de palabras. —Susurró sobre sus labios antes de besarle.
Para sorpresa de Jungkook, este beso fue diferente, no había fuego en el, no había deseo o lujuria, sus lenguas no habían danzado juntas, solo eran sus labios moviéndose al compás, aquel beso era dulce sin dejar su toque de acidez, aquella acidez que tanto caracterizaba los besos de Taehyung, besarlo era como comer fresas y Jungkook amaba las fresas.
Sin abandonar los labios del menor, el castaño se encargó de levantarlo y llevarlo a la habitación, era una conexión única, ninguno se atrevía a romper el momento, les agradaba la burbuja que ambos habían construido.
— Eres malditamente hermoso. —Susurró Taehyung al mirar a Jungkook yacer sobre la cama de blancas sábanas.
La luz del atardecer en la habitación era tenue, pero era suficiente para admirar el bello rostro de Jungkook quien le había regalado una tímida sonrisa ante su halago.
Taehyung comenzó a repartir húmedos besos por el cuello del menor, sus manos mientras tanto se encargaban de impregnar su piel de caricias, sus ropas desaparecieron entre besos y pequeños jadeos.
— Di que me amas, di que soy tuyo y tu eres mío, necesito escucharlo. —Pidió Jungkook— Quiero que seas mío, verdaderamente mío.
— Soy tuyo, soy tuyo hasta que los rayos de luna iluminen tus ojos.
Taehyung se recostó en la cama y Jungkook no tardó en subir arriba de él, el menor se comenzó a frotar sin pudor, buscando placer, buscando el cielo tocar, ambos cuerpos se unieron en uno, Taehyung delineaba con sus manos el contorno del cuerpo de Jungkook y en una vuelta el mayor hizo que cambiaran de posiciones, estando él arriba, llevando él el control.
— Me encantaba ver tu hermoso rostro lleno de placer desde abajo, pero quiero hacer esto durar. —Atacó de nuevo sus labios— Hagamos esto durar, hagamos de esta noche nuestro recuerdo eterno.
Las manos de Jungkook fueron puestas arriba de su cabeza, siendo entrelazadas con las manos del mayor, los movimientos de cadera de Taehyung eran más lentos, pero igual de placenteros, sus labios besaban cada rincón del cuerpo del menor, no había lugar donde no había acariciado con sus labios.
— ¿Por qué? Esta es la primera vez que lo hacemos lento. —Preguntó sin evitar soltar un gemido después de hablar.
Taehyung no dijo nada, aumentó la velocidad del movimiento de caderas, provocando por ende que Jungkook se olvidara de lo antes dicho, soltando gemidos que fueron apagados con un fogoso beso.
La magia terminó con dos personas recostadas en la cama, ambos estaban sudados y cansados, tratando de regular su respiración, no obstante, ambos contaban con una sonrisa, una tonta sonrisa que solo dos personas enamoradas podían tener, no pasó mucho cuando Jungkook cayó dormido, Taehyung deseo hacer lo mismo, pero no pudo, se mantuvo admirando el bello rostro de su amado, acariciando con la mirada cada facción del chico de cabello castaño, el mayor era tan afortunado de tener a alguien como Jungkook, no lo merecía.
— ¿Qué me has hecho, bonito? Estás arruinando todos mis planes. —Susurró sin dejar de verlo.
Y es que no sabía en qué momento ese chico se había adueñado de su corazón, no sabía ¿qué era lo correcto? El amor era una cosa maravillosa, sin embargo, nada era para siempre y Taehyung era muy consciente de eso.
Una característica de Taehyung era lo duro que siempre era, un hombre sin sentimientos que siempre obtenía lo que él quería a toda costa, pero que está vez ni él sabía lo que quería, la tristeza mezclaba con la furia se apoderaban de él.
— Lo siento tanto, Jungkook, espero un día puedas perdonarme. —Taehyung quería llorar, sin embargo, no permitiría que las lágrimas bajaran por sus ojos en ese momento— Te amé, te amo y te amaré, pero el show tiene que continuar y tú lo sabes, bonito.
Taehyung se levantó de la cama y comenzó a vestirse, sin siquiera darse una ducha, antes de salir de la habitación se quedó viendo a Jungkook descansar, le dolía, pero no podía detenerse, solo esperaba no arrepentirse.
Yoongi, Jimin, Seokjin y Namjoon se encontraban frente a la famosa abogada Im Soowon.
Yoongi se encontraba sentado a un lado de la cama de hospital, sosteniendo la mano de Jimin, mientras que Seokjin y Namjoon se encontraba parados al lado de la abogada.
— Usted es el único heredero de Park Seung, al parecer después de su falsa muerte, el señor Park olvidó cambiar su testamento, por lo tanto, usted tiene derecho a todas las propiedades pertenecientes al señor Park. —Explicó Soowon— Además, no presenta cargos por fingir su muerte, ya que usted no fue consciente de ello, eso es muy bueno.
— Todo era más fácil cuando para las personas estaba muerto. —Susurró Jimin— Sé que tengo el derecho, pero no me interesa nada de él, ni siquiera el dinero, no me gustaría regresar a ese ambiente, ni mucho menos que mi hijo crezca en ese tipo de ambiente. ¿Puedo vender mis acciones y todo lo que antes le perteneció a mi padre?
— Usted no puede hacerlo por el momento, hay muchos temas legales por resolverse que imposibilitan la acción de venta, sin embargo, si en un futuro desea hacerlo aún puede. —Habló la abogada— Aunque si no desea tomar acción dentro de la empresa puede dejar a un representante legal, el cual laborará bajo su nombre y se encargará de todo el tema.
— No conozco a alguien de confianza que pueda hacerlo, ¿no hay forma de declarar la empresa en banca rota y detener su funcionamiento?
— Eso dejaría a miles sin empleo, Jimin, hay muchas familias que dependen de empresas Park. —Dijo Namjoon.
— Perdón por meterme, pero conozco a alguien que puede a manejar la empresa, bueno que podrá ayudar. —Dijo Seokjin— Mi hermano menor estudiará administración de empresas, él aprende rápido y sé que es muy bueno, Jay jamás nos traicionaría.
— Creí que estaban peleados. —Yoongi musitó.
— Hace poco hicimos las paces y ahora nos llevamos muy bien. —Contestó Seokjin con una sonrisa.
— No conozco a Jay, pero confío en ti Jin y sé que tu hermano es bueno, él nos podrá ayudar. —Jimin volteó a mirar a Soowon— ¿Qué se tiene que hacer para reconocer a alguien como representante mío dentro de la empresa?
— Empezaremos el proceso en cuanto antes señor Park Jimin. —Aseguró Soowon.
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