O2. "Gud moning" (굿모닝)
A las siete de la mañana, Taehyun despertó en un sobresalto gracias al solo de guitarra eléctrica que retumbó desde la sala hasta su habitación.
Al inicio creyó que la alerta sísmica estaba sonando, tal vez se trataba de una emergencia nacional o el ataque de seres de otro mundo que contaban con recursos extravagantes para anunciar la muerte de sus enemigos, con eso en mente se levantó sin medir siquiera a qué dirección quería dirigirse y como consecuencia cayó directo al suelo frío. Por fortuna, caer de una cama a menos de medio metro de altura no provocaba daños cerebrales graves.
一Carajo 一jadeó adolorido al tiempo que masajeaba el centro de su cabello revuelto.
Lo que pareció ser una alerta sísmica incluía una batería y un bajo que entre todos daban cabida a una canción alborotada que no coincidía en nada con la mañana de pájaros cantores y cielos despejados que le gustaría a nuestro protagonista.
Taehyun se levantó como si su cuerpo fuera de plomo y su fuerza como la de un adolescente sin desayunar, regresó a la cama con un dolor de cabeza que pronto pasaría a sus oídos si nadie terminaba con la estruendosa melodía.
Con su expresión arrugada en absoluto desagrado, jaló su cabello para aliviar el dolor antes de salir de su habitación con la rabia de vengar su sueño perdido para encaminarse decidido hasta la sala, lugar donde solo había un chico de cabello castaño sin arreglar escribiendo en la mesa de centro con rock de fondo a un volumen insano.
一¡Hey! 一Exclamó Taehyun para hacerse escuchar一 ¡Hey, tú...!
Ah, olvidó su nombre.
El entrecejo del recién despertado se frunció con molestia chirriante a la vez que su cerebro buscaba desesperado en su agenda mental el nombre del castaño inconsciente.
Su cabeza votaba de forma unánime por "Karl", pero una parte de sí mismo estaba seguro que no se llamaba Karl, primero que nada porque no tenía cara de Karl, tenía cara de e-boy británico.
No tenía nada que ver, pero la música a tan alto volumen no lo dejaba pensar bien.
一¡Hey! ¡Niño rockerito! 一El castaño le prestó atención cuando al llegar a su lado tocó su hombro一 ¡¿Podrías bajarle a tu música?!
El castaño lo detalló en silencio con una expresión neutral que no cambió ni siquiera al momento de bajar el volumen de su música casi por completo, pasando de estar en un escandoloso concierto de Heavy Metal casero a solo tener algo de música de ambiente, las siguientes canciones también parecieron ser más tranquilas luego de eso.
一Gracias 一musitó Kang aún con algo de rencor.
Ya había despertado de malhumor, no había vuelta atrás.
El intercambio unilateral de palabras acabó tan pronto como inició, el castaño del que aún no recordaba el nombre volvió a sus asuntos y él se dio vuelta para regresar a su habitación.
Ese se creyó el fin de la situación.
Hasta que diez minutos más tarde Taehyun se ahogó con su pasta de dientes por otro estruendo.
Tras un par de arcadas, convertir su cara en un tomate y golpearse el pecho para poder volver a respirar, el chico que se arreglaba para asistir a su jornada laboral tuvo que volver a la sala, con espuma en su boca, su pijama a medio quitar y su cara roja por diversas razones.
Cólera e incapacidad para respirar, respectivamente.
一¡¡Niño metalero!!
El aludido detuvo los acordes que estaba por hacer con la guitarra que colgaba de su cuerpo para mirar a su compañero de cuarto y su expresión de querer fusilarlo.
一Me llamo Kai.
一Si, excelente, un gusto Kai... Yo soy Taehyun y ¿Sabes? No quiero llevarme mal contigo, en serio, pero resulta que estás interrumpiendo cada parte de lo mínimo que puedo hacer para verme como una persona decente antes de ir a trabajar. No nos veremos la mayor parte del día, así que ¿Podrías bajar un poco el volúmen o por lo menos esperar que me vaya del departamento?
En lugar de responder algo relacionado a lo que dijo el otro hombre presente en tan solo unos pocos segundos, Kai se limitó a decir:
一¿Podrías cubrirte, por favor?
Entonces Taehyun de nuevo tenía la cara roja por varias razones.
Cólera, incapacidad para respirar y vergüenza, respectivamente.
一Ni te molestas en responder a lo que dije 一musitó Taehyun con bochorno y enojo entremezclado al tiempo que abotonaba el primer botón de su pijama一 ¿Acaso eres un sádico?
一I don't know 一respondió su roomie con vacile y un perfecto acento americano一, Do I look like that?
一Yes, yu lok laik.
Fue en ese momento que el más alto se rió altísimo solo por el acento extraño en la pronunciación de Taehyun, mismo que desapareció de su vista, irritado y con el instinto primitivo de asfixiarlo surgiendo desde lo más profundo de su alma.
(...)
Huening Kai era un chico irritante.
Despertaba temprano y dormía tarde con música alta casi todo el tiempo, música que en su mayoría no le molestaría a Taehyun, al menos no hasta que su egoísmo se apoderara de él con la idea de reventarle las bocinas por la cabeza al joven de la habitación de enfrente, principalmente porque tuvo que transcurrir una semana antes que el chico más joven comenzara a ser considerado con su sentido auditivo.
Era difícil tener ideas negativas en alguien siendo una persona tranquila como Kang Taehyun, pero tan solo por haberlo hecho perder gran parte de su descanso había perdido alrededor de cuarenta puntos de cien en la prueba no notificada que el pelinegro siempre hacía en su cabeza para tener una idea de cada persona a su alrededor.
Así fue que Huening fue catalogado como "irritante".
Pero, por sorpresa para su necesidad de pelear con el mundo, el señor irritante pareció no querer perturbar su estado de ánimo aquel día.
Taehyun despertó temprano como ya era su costumbre, al comienzo intentó conciliar el sueño de nuevo, pero fue inútil, de cualquier manera tendría que despertar pronto otra vez así que solo le quedó jadear con fastidio.
Día lunes por la mañana, el martirio de las responsabilidades empezaba una vez más. Dos semanas desde su llegada al departamento y un cantidad parecida con cada vez menos ganas de saber del chico que tenía por compañero, ese el resumen estadístico que podría ofrecernos.
Tan pronto como sus pantuflas cubrieron sus pies se encaminó hasta el baño de la casa, todo a la vez que su cerebro se despertaba de apoco para darle vueltas a cada actividad que tendría que hacer a lo largo del día. Despertar, asearse, vestirse, comer, ir a trabajar y volver, igual que todos los días.
Esa era su vida, monótona y con cero dosis de adrenalin, pero si así estaba bien, entonces no habría de qué preocuparse.
Tras completar su rutina de higiene personal, se sentó en el borde de cama a pensar en lo que podría hacer de desayuno. Terminó eligiendo un clásico desayuno norteamericano, tostadas y huevo frito, cosa que a su vez lo llevó a pensar en joven de la habitación de enfrente, ese que hablaba coreano fluido incluso ebrio, pero en sus rasgos se notaba que era más extranjero, entonces eso lo llevó a preguntarse si su ascendencia sería extranjera o si él mismo era extranjero.
Fue entonces cuando cayó en cuenta que no se había molestado en saber absolutamente nada de la persona con la que vivía.
Excelente, Taehyun, ganaste cien puntos de incapacidad social.
Puede que le haya caído de la patada de primer momento, y sumándole lo desconsiderado que había sido con su descanso, tenía sentido que no tuviera la idea de hablarle como prioridad, sin embargo... Es un problema.
Podría estar viviendo con un multimillonario pretencioso, un adolescente desaparecido o un traficante de órganos y ni se daría cuenta.
Fabuloso.
Bueno, nunca es tarde para intentar empezar de nuevo ¿Y qué mejor forma de hacerlo que con un desayuno?
Con el plan desarrollándose en mente, salió de su habitación, se tomó un momento para quedarse observando la puerta que llevaba a la habitación de su compañero, pues era bastante llamativa para no hacerlo. Se diferenciaba de la suya por la cantidad de calcomanías y pequeños carteles que decoraban la madera blanca, una mezcla muy parecida a las habitaciones de los adolescentes rebeldes.
No perdió mucho tiempo en eso, pronto llegó a la cocina para preparar un desayuno al estilo estadounidense que pasó de ser tostadas con huevo a unas tortillas con queso.
La inspiración culinaria le jugó en contra.
Tardó unos veinte minutos en preparar el plato principal, a su vez ya tenía listo un té de hierbas y algo de café, pues aunque no estaba acostumbrado a preparar grandes o al menos varias raciones de las comidas típicas para un desayuno asiático, no podía vivir sin su taza de café diaria.
一Tal vez debí estudiar gastronomía 一dijo en un murmullo al mismo tiempo que miraba orgulloso el desayuno que había armado.
Sin poder resistirse, tomó su teléfono y le sacó una foto junto a un pulgar alzado en aprobación, misma que luego le envió a su amigo con el texto "deséame suerte" adjunto con ella.
Ahora sólo le falta a esperar a que su compañero se levantara para entregarle su ofrenda de paz. Tomó asiento en unos de los bancos altos al otro lado de la isla en dónde sirvió todo y pasó cinco minutos mirando videos mientras esperaba.
Cinco minutos se convirtieron en ocho, luego en diez, Taehyun se comenzó a desesperar cuando quince minutos pasaron, para cuando fueron veinte ya había terminado su plato.
Lamentablemente, no pudo esperar más para hablar con su compañero, la hora de entrada al trabajo se acercaba con prisa y no podía darse el lujo de llegar tarde si esperaba un ascenso pronto.
Cuando le quedaron no más que veinte minutos para llegar a la oficina, miró por el lugar hasta dar con un envase en dónde podría guardar la comida hasta que el otro se apareciera. Tomó una toda adhesiva de su bolso y preparó una nota.
"Preparé desayuno para ti también, dime si estuvo bien cuando regrese :)".
A Taehyun le gustaba que le dieran las gracias por lo que hacía, era algo que necesitaba escuchar.
Iba a firmar la nota cuando los pasos desordenados de alguien acercándose le hicieron distraerse, y todo lo que tuvo que hacer para quedar estupefacto fue alzar su vista y dirigirla al pasillo.
Justo allí estaba un chico alto y esbelto, de cabello largo, castaño, aún algo húmedo y levemente enroscado entre sí de manera desordenada, que cargaba lentes de contacto que hacían que sus ojos fueran más claros, pareciendo atigrados, un lápiz negro en sus ojos junto con un piercing en su boca, dos en sus orejas y-...
¿Eso en su cuello era un tatuaje?
¿Qué estaba viendo?
Incrédulo, el más bajo parpadeó varias veces, Kang estaba seguro de que ese no era el mismo chico que había estado viendo de reojo cada que salía apresurado y algo malhumorado, ese que la primera vez que lo vio no pudo quitarse sus zapatos y murmuraba incoherencias por la ebriedad.
一¿Tengo algo? 一Preguntó Kai con el ceño fruncido.
Puede que Taehyun no se hubiera dado cuenta que tenía su vista prácticamente pegada a él, pero él sí, y fue por suficiente tiempo como para volverse bastante incómodo si no decía al menos "buenos días".
一Preparé el desayuno.
Y quedó en silencio.
一Estoy bien.
Y permaneció el silencio.
Ignorando por completo cómo el ambiente se había tornado incómodo en segundos, Kai se dedicó a buscar dentro de un cajón de una mesita al final del pasillo, el vacío social lo llenó el ruido que hizo al mover diversos objetos, momentos después sacó unas llaves que enganchó a su pantalón con ayuda de una cadena, cerró la gaveta y se giró.
Taehyun por otro lado seguía dudando si era el mismo chico.
一Nos vemos.
一Pero...
Y cuando acabó de reaccionar, el castaño ya se había marchado.
Así fue como terminó solo, con un plato adicional de desayuno y la sensación de haber sido atacado emocionalmente.
Bueno... más comida para ti, Taehyun.
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