A través de la ventana se atravesaron los rayos que una preciosa luna llena daba esa noche por la habitación, ambos siendo envueltos por el frío de la madrugada a finales de invierno, abrazando al otro en busca del calor corporal, siendo cubiertos por una gruesa y cálida sabana, estando sus desnudas pieles expuestas al otro, siendo amadas y marcadas con aprecio una hora atrás, ahora, encantados con el silencio y caricias repartidas por la espalda o brazos. Mimado como un niño, así se sentía Yoongi, escuchando la suave risa del moreno soplar sus cabellos.

ㅡHoseokie, ¿de qué te ríes?ㅡ Preguntó en voz baja, siendo su rostro casi cubierto por el pecho del menor.

ㅡNo lo sé, estoy feliz, cuándo estoy feliz me dan ganas de reírㅡ

ㅡ¿Por eso te ríes conmigo todo el tiempo, porque te hago feliz?ㅡ Un "ajam" lo hizo sonreír, levantando su rostro, a la vez que empujaba su cuerpo para arriba, quedando a la altura de su ahora esposo. Ah, suena tan bonito, Min Hoseok. ㅡYo también estoy feliz, bonitoㅡ Dijo, besando con cariño debaho del ojo del otro, casi dónde un pequeño y tierno lunar estaba posicionado.

ㅡPrometo entonces, seguir haciéndote felizㅡ Un esplendor atraviesa los celestes ojos del azabache con rizos, ahí iba de nuevo, a besar los rosados y delgados labios que Yoongi tenía, esos que le hacían suspirar cada que tocaban su cuerpo o le robaba el aliento cuando se besaban. Una adicción sin tratamiento. Una vez se deshizo el cálido beso, no pudieron resistir para continuar por algunos, muchos, minutos más.

Yoongi acariciaba con total cuidado la piel de porcelana que su hermoso Hoseon poseía, trazando a su vez las estrías de su vientre, la pequeña pancita que sobresalía, muriendo de ternura.

Se sentía tan afortunado, tan dichoso de poder compartir su vida con el hombre que amaba, la persona causante de su euforia y alegría, quién no sólo era ahora esposo, si no también compañero y complemento del alma como solía decirle. Su todo junto a Yeonjun. Sabía que había hecho lo correcto al hablarle en el salón de artes. ¿Era posible enamorarse por tercera vez de la misma persona, cada vez más? Él creía que era posible, lo confirmaba. Antes de llegar a esa casa rentable cerca del mar, antes de la maravillosa fiesta en la arena, había estado en traje, uno negro azulado, que parecía sofocarlo de lo nervioso que se sentía, puesto que no todos los días te casas con el amor de tu vida, ese mismo que se acercaba del brazo de sus padres, vistiendo un traje gris, con un aura resplandeciente y el sol de esa tarde haciéndolo ver cómo el ángel que era, pudo jurar que su corazón latía tan rápido que en cualquier momento saldría disparado de su pecho como en las caricaturas. Los ojos del menor brillaban, tanto, aún más cuando tomó su mano, aún más cuándo dijeron sus votos y los hicieron firmar, tomando ese documento cómo un contrato. Su vida siendo unida por dos anillos de oro con el nombre contrario grabados.

ㅡNo puedes romper el contrato, tiene vigencia de toda la vida.ㅡ

Había dicho el azabache, causándole una risita al menor antes de sellar la unión en un beso.

ㅡ¿Qué tanto piensas?ㅡ Volviendo a su mundo, luego de perderse en el viaje astral del amor, sus labios atacaron el hombro del azabache con un besito suave.

ㅡEn ti, solamente en ti.ㅡ Declara con un rosa suave en sus mejillas. Fijando sus ojos finalmente en quién ahora llevaba su nombre en oro en el dedo anular que conectaba a su corazón.

ㅡOh, Yoonie tan cursi cómo siempre. ¿Podrías abrazarme cariño? Tengo un poquito de fríoㅡ Dijo con un pequeño mohín en sus hinchados labios que fueron atacados por Yoongi, lo abrazó, recostando su cabeza en su fornido pecho ㅡYoonie, te gustaría... no lo sé, extender el jardín ㅡ Preguntó mordiendo su labio con curiosidad, usando la vieja metáfora de las flores.

ㅡTal vez, aún tengo la ilusión de tener una bonita rosa, una que.. ㅡ

ㅡ¿Cada que veas el cielo te recuerde a ella?ㅡ El azabache soltó una risa, entrelazando su mano con la acanelada del menor, besando sus nudillos.

ㅡExacto, mi amorㅡ Recuerda perfectamente el día que se hizo los tatuajes, las iniciales de las personas más importantes en su vida, Namjoon, Byul-yi, YeonJun, Hoseik y las propias, siendo completadas con una corona en uno de sus dedos, un corazón púrpura y una carita sonriente, ese día al regresar su madre casi le pega con uno de los cucharones. Tan cómico. Recuerda también que una semana después, cuándo dormían descubrió una preciosa frase en el cuerpo de su novio y algunas perforaciones.

Yoongi no podía ser más feliz, su vida estaba firme, con tropezones pero estaban avanzando. Casados, con un niño, felices y juntos. ¿Cómo un adolescente de dieciocho años había terminado tan bien, a pesar de las dificultades? Suerte quizá, bendición tal vez.

ㅡHice lo correcto Hoseokㅡ

ㅡ¿A qué te refieres?ㅡ

ㅡHice lo correcto al decidir tener una vida contigo, ¡Amor, nadie me importa cómo ustedes! ¡Tienen todo mi corazón!ㅡ Gritó eufórico, siendo callado al instante por la palma del menor que aguantaba soltar algunas carcajadas por lo atrevido que era.

Su madrugada se basó en mimos, cariño, y abrazos, terminando dormidos debido al cansancio de unas rondas, despertando un poco más del medio día, disfrutando únicamente de su luna de miel.

Tres años después...

Llevaba aproximadamente media hora en el baño, con el seguro puesto y una prueba de embarazo en las manos, otras tres en la basura, todas marcando positivo. Quería engañar a su mente y decirse que solamente era una falla más, que estaba rota y no podía estar embarazado por segunda vez.

Quería llorar y JiSoo no estaba para consolarlo de nueva cuenta. Pero ya era un adulto y debía confrontarlo.

Sostuvo la prueba en sus manos, escuchando la preocupada y suave voz del pálido desde afuera.

ㅡBonito, llevas mucho tiempo, ¿Tan mala salió mi comida? Prometo pedirle ayuda a mamá la próxima vez...ㅡ La puerta del baño se abrió con un morenito de colita y ojos llorosos. ㅡ¿amor?ㅡ De pronto fue abrazado por el menor, que ocultaba su nariz en el cuello del más alto. Se mantuvieron por un largo momento de esa manera.

ㅡTendremos otro botoncito.ㅡ Confiesa con los ojitos cerrados, abriendo ambos antes de que su esposo cayera al suelo desmayado. ㅡmierda...¡No es el momento, Yoongi!.ㅡ

Los siguientes meses, Hoseok se sintió cómo un rey siendo complacido, sus antojos eran concebidos, recibía mimos al estar sentimental y tenía la dicha de escuchar a Yeonjun hablarle a su vientre con una vocecita emocionada porque quería conocer a su hermanito en camino. Incluso Yoongi, que todas las tardes le tocaba la guitarra con una cancioncita acompañada de la voz del moreno. Le habría encantado tanto que la primera vez fuera así, que Yeonie recibiera lo que merecía y no todos esos tratos y malos recuerdos.

Cuando tenía siete meses se hizo un ultrasonido para saber el estado de su pequeña criatura. Fue más difícil porque se movía, era muy activo, lo que le provocaba dificultades para dormir, pero finalmente Seok Jin lo consiguió. Hizo algunas tomas, y con una sonrisa les dijo:

ㅡFelicitaciones Hoseokie, tendrás a una princesaㅡ

Los ojitos de ambos brillaron, como la primera vez, sus corazones se llenaron de alegría, emoción y entusiasmo. Entonces, Hoseok le recordó a Yoongi el plan de años atrás con el nombre.

Una princesa para el castaño.

Un cielo para el de esos momentos, pelirrojo.

A diferencia de Yeonjun, Haneul, el nombre de la bebé, nació a sus nueve meses un veintiuno de julio por el medio día, cuando Hoseok veía su programa favorito en la sala, los dolores llegaron. Algo bastante cómico que sucedió fue que cuando estaban a punto de irse al hospital se dieron cuenta de que faltaba el embarazado, que estaba en la sala, ¡Los nervios los comían vivos! Ni siquiera su madre se había dado cuenta.

Llegaron sanos y salvos, la doctora Jeon se encontraba allí y personalmente atendió al morenito. Fueron horas de espera, pero se encontraban bien, Jungkook junto a Yeonjun fueron los primeros en entrar a la habitación donde Hoseok sostenía en sus brazos a una personita en una manta blanca.

ㅡEs preciosa, se parece bastante a ti.ㅡ Dijo, con su dedo atrapado en la manita de la pequeña que estaba despierta, conociendo el mundo.

ㅡUhm, pero me parece que tendrá tus ojos, serán tan encantadores cómo los de su papá, y tendrá mi sonrisa de ensueño, lo séㅡ La suave risita del menor lo hizo sonreír, dejando un suave beso en su frente descubierta.

ㅡCariño, ven a conocerla, ella está emocionada por verteㅡ Un tímido castaño llegó hasta ellos después de estar cerca de la puerta jugando con su playera ㅡElla es Haneul, tu hermanita, deberás cuidarla de ahora en adelante, también amarlaㅡ

Sus mejillas estaban un poco sonrosadas, aún así sonrió ante lo linda y pequeña que era. ㅡHola, yo soy Yeonjun, y te voy a cuidar muchísimo, también te daré de las galletas que ByulByul hace, son muy ricas. Papá ¿Hannie tiene dientes? Porque si no tiene no podrá comer, ¿cómo va a comer papá?ㅡ

ㅡNo cariño, falta mucho para que se traguen todas las galletas, mientras tanto debe tomar leche, tu lo hacías de pequeño, oh amor ¿por qué lloras Yoonie?ㅡ Los ojos avellana del menor pararon en su padre que secaba sus ojos con la manga de su camisa.

ㅡLo siento... es que, soy tan afortunado de tener una familia cómo ustedes, son tan preciosos, además, vino a mi el recuerdo de cuando Yeonjun nació y por Dios, estoy tan contentoㅡ

Con una sonrisa Hoseok tomó la mano del pálido, atrayéndolo así mismo para besarlo, envueltos en una burbuja familiar, con otras dos flotando a su lado, uniéndose en un abrazo que aparentemente, fastidió a la pequeña, pues se estaba quejando, demasiado amor para ella.

[Min Haneul]

Ocho años después...

ㅡ¡Min YeonJun!ㅡ El peliazul que recién terminaba de ver su anime favorito, mordió su labio al escuchar el llamado de su padre, temiendo por lo que fuera a pasar. Soltó un suspiro, tratando de relajarse mientras salía de su habitación y veía a su otro padre rezar por él.

ㅡ¿Me llamaste, papito?ㅡ Dijo con falsa inocencia en su tono de voz, tratando de no mostrarse intimidado por la filosa mirada del azabache con puntas rubias.

ㅡMi llimisti pipitoㅡ Imitó, sacando detrás de su espalda una hoja de calificaciones arrugada y manchada, exactamente con la fecha de ayer y grandes notas en rojo. El ceño fruncido de Yoongi lo decía todo. ㅡ¿Como es posible que tengas menos rojas que yo en preparatoria? ¡Que injusto! Pero me alivia de alguna forma.ㅡ La cara de confusión del menor fue burlada por Hoseok, quién inmediatamente aclaró su garganta. ¿Qué clase de padre le reclama eso a su hijo? Vaya suerte la suya.

ㅡDe acuerdo, si no mejoras esta unidad, tienes prohibido salir a la playa con tus amigos y también con Yeㅡ

ㅡ¡Oh! ¡Recordé mi tarea! Que despistado soy, ah, Yeonjun ¿Qué te pasa? ¡Vamos a estudiar! ¡Ya! ㅡ Y en menos de un segundo, ya se encontraba en su habitación buscando la tarea de matemáticas y biología que estaba en sus cuadernos perdidos en todo el desorden.

A lo lejos, la carcajada de Hoseok vino desde la cocina. ㅡ¿Realmente no sabe que nos mandan las calificaciones por correo? ¡Y sus notas ni siquiera son así! Que buena estrategiaㅡ

ㅡUstedes son malos.ㅡ Una castañita se encontraba sentada cerca del lavabo con un trapo en manos, ayudando al moreno a secar los platos, vasos y utensilios. Estando cerca de ella una cajita de leche de chocolate (que por cierto, era de Yoongi.)

ㅡPero tú tachaste cada nota, también eres una mala hermana menor, Haneul, eres nuestra cómpliceㅡ Acusó con indignación el pálido, viendo con recelo su cajita.

ㅡPero es más común que pueda engañarlo, mentirle y molestarlo, eso hacen los hermanos, es la ley.ㅡ Encogió ambos hombros, reteniendo la mirada oscura de Yoongi, con cierta burla en sus celestes ojitos, oh, es que esa niña, aún con ocho años, era toda una controladora.

Detrás de ellos apareció un peliazul con expresión aburrida, teniendo sus labios algo abultados. ㅡ La tarea era para la otra semana, y bueno, me engañaron, caí, ¿Tan despistado soy, eh?ㅡ

ㅡHoseok también lo es, viene en la genética ¡Auch! ¡Seok! Que hice para que me golpeen a cada momentoㅡ Lloriqueo sobando su hombro.

ㅡDramático.ㅡ Rodó los ojos el menor.

ㅡSoy tu drama king, baeㅡ Haciendo una cara de seducción fallida, como Flynn Rider, que causaba cierta pena, giñó el ojo y mandó un beso volador, a la vez que - mágicamente Haneul le tiró brillos.

Una escena muy común en la pequeña familia Min.

[Min Haneul]