Capítulo 26.- ¿Recuerdas el Amor?
Allá en Tirol, se acaba de desatar una nueva lucha entre los habitantes autóctonos y los temibles Haydonitas, quienes descubrieron que en esta luna del planeta Fantoma existía una fuente de Matriz de Protocultura y una gran cantidad de Flores de la Vida. La Flota Imperial de Haydon había partido de Haydon IV para conocer nuevamente a viejos aliados que ahora se convierten en sus nuevos enemigos. Sólo que en esta ocasión, los haydonitas no tendrán piedad de nada ni de nadie.
No obstante, los valientes tirolianos ya no estaban solos: Junto a ellos estaban las flotas de los demás planetas pertenecientes a la coalición interplanetaria conocida como los Centinelas, y junto a ellos estaban también algunos miembros de la Fuerza Expedicionaria Robotech. Justo en medio de la batalla, llega el buque insignia Polaris, ya modificado para evitar ser reconocido. Los miembros del Polaris estaban completamente listos para entablar una batalla sin cuartel frente a la raza haydonita y sus fuerzas sintéticas.
Los tripulantes de alguna flotas, de entre los cuales se destacaban los karabrrianos, los garudanos, las praxianas y los perytonianos, pensaban que el Polaris sería otro enemigo infiltrado, hasta que después comprendieron que en realidad se trataba de una nave aliada. Cuando el Polaris descendió a la superficie, aterrizó en las cercanías de la capital, Tiresia; ahí los miembros del Gran Escuadrón-Batallón Wolf, liderados por Maia Sterling, realizan una inspección para encontrar las fuentes de protocultura restantes y protegerlas de las garras de los haydonitas.
- Caballeros, estamos a punto de librar una de las batallas más fuertes de nuestras cortas vidas. Estamos aquí para recuperar una de las fuentes de protocultura más importantes que existen en esta Galaxia. Dependerá de nosotros el éxito o fracaso de nuestra misión; así que no me fallen y logren cumplir con nuestro propósito. - Estas palabras fueron dichas por la mismísima Maia Sterling, quien animaba a todos sus subordinados a luchar contra el enemigo.
- Hermana, quisiera quedarme contigo en este instante. - le replica Mylene - No me gustaría experimentar otra vez lo que pasó cuando capturamos el Polaris. -
No tengas miedo, Mylene. - contesta Maia - Recuerda que la vida es algo que nos podemos arriesgar pase lo que pase. -
- Amigos, creo que encontré unas Flores de la Vida. - exclamó Bowie.
- Increíble, allá vamos. - contesta Dana, quien va hacia donde está él. Ambos, junto con Musica, recolectan las flores encontradas en ese mismo lugar, y las meten dentro de la nave. No obstante, Roy Hunter, quien estaba acompañado de su amigo Drannin, fueron a la plaza principal de Tiresia, donde se reunieron con militares tirolianos, quienes auxiliaban a la población civil ante el ataque que los haydonitas realizaban en los alrededores de la ciudad.
- Saludos oficiales, soy el teniente Roy Hunter. -
- ¡Hunter! - comenta uno los generales del lugar - Yo conozco a su padre; él estuvo aquí. -
- Necesitamos que nos ayuden a mantener alejada a la gente de las fuerzas enemigas. -
- Para eso estamos, joven teniente. - le responde el general.
En ese mismo momento, aparece un grupo de combatientes haydonitas disparando uno de los edificios. En ese mismo momento, la población corre de manera despavorida, dirigiéndose a varios sectores de la ciudad. Roy, en medio de la multitud, se apresuró a contactar a Drannin.
- ¿Camarada, estás bien? - comunica Roy a su amigo.
- Sí, estoy bien. - le responde, y luego continúa - ¿Tú donde estás? -
- Estoy en medio de la gente, y no tengo por dónde escapar. - replica un Roy atrapado en la multitud.
- Descuida, acabo de enviar un dron para que te pueda localizar a la inmediatez. - agrega Drannin.
- ¿Un dron? - duda Roy hasta que el mencionado dron llega con cuatro brazos metálicos; éstos barzos descienden hacia Roy y lo atrapan en la cintura para después levantarlo y hacerlo volar.
- ¡Increíble, estoy volando! - exclama Roy con unas cuántas risas - Eres un genio, Drannin; no sé cuanto te voy a agradecer. -
- No me lo agradezcas, Roy. - contesta el zentraedi - Parece que hay un par de haydonitas voladores. -
- ¿Dónde? -
- ¡Detrás de tí! -
El dron que sostiene a Roy empieza a mostrar un arma láser, que logra destruir a los dos misiles teledirigidos de los haydonitas. Roy quedó más asombrado al percatarse de la naturaleza original del dron que lo llevaba.
- Por Dios, Drannin, ¿De dónde conseguiste este dron? -
- De la tecnología del Polaris. -
El dron no era más que simple tecnología haydonita manipulada por manos zentraedis; a eso había que agregar la pequeña aportación que la inteligencia artificial de la nave realizó para la fabricación del mismo dron.
Una vez que Roy bajó al suelo, se encontró con los demás compañeros. Drannin se había topado con los restos de un caza haydonita, el cual usó para repararlo. Roy se topó con otro combatiente haydonita, al que detroza con un disparo. A un kilómetro de ellos, un grupo de tres aviones, tripulados por Claudia, Wally y Uld, realizan una serie de maniobras rápidas con sus Veritechs, persiguiendo a todos los cazas haydonitas que se atravesaban en sus caminos.
- Si ven algún otro caza, no duden en dispararlo. - dice Wally a los otros.
- ¡A mi señal, a la cuenta de 3... 1, 2, 3! - exclama Claudia, quien inmediatamente después dispara contra varios cazas haydonitas, derribándolos en el acto.
- No sé ustedes, compañeros... Pero creo que estoy viendo una nave desconocida. - agrega Uld, quien ya puede hablar perfectamente como un humano común.
- Cierto; lo que no se sabe es si se trata de un amigo o de un enemigo. - dice Wally.
El vehículo desconocido no era otro más que un caza estilo Varauta, con algunos retoques de tecnología zentraedi e invid. La misteriosa nave de caza pronto se paró en medio de los enemigos, y su tripulante, una mujer de cabello verde, bajo de su cabina para después empezar a cantar, en alto volúmen, una canción popular zentraedi. Uno a uno, los enemigos empezaron a inmovilizarse y caer al suelo.
- Oigan, reconozco esta voz. - dice Mylene.
- ¿Será posible que... ? - cuestiona Dana.
- Así es. Se trata de nuestra hermana. - responde Maia.
La voz potente que cantaba, no era otra más que de la alférez Emilia Sterling una chica que, a pesar de haber sido educada en el ámbito militar por deseo de sus padres, finalmente optó por seguir los pasos de la gran cantante Lynn Minmei. Sus habilidades musicales atrajeron la atención de varias personas, en especial al vocalista principal de la banda Fire Bomber, Basara Nekki, de quien se dice que han establecido una relación sentimental.
- Rápido, vayamos a donde está Emilia. - exclamó Mylene, e inmediatamente las tres Sterling se subieron a sus Veritechs para acompañar a su hermana; Emilia, sin pensarlo, volvió a la cabina de su Veritech para guiar a sus hermanas hacia donde estaban los demás enemigos, para seguir derribándolos con misiles y mucha música.
Mientra tanto, en otra zona de la ciudad, se encontraban Angelo, Marcus y Roy, quienes preenciaron cómo las cuatro hermanas se dirigían hacia un enjambre de cazas haydonitas.
- ¿Ecucharon esa voz fuerte? - cuestiona Angelo.
- Sí; al parecer era la nave desconocida que acompañana a Maia y a sus hermanas. - respondió Marcus.
- Amigos, no me lo van a creer, pero la nave desconocida es otra miembro de las Sterling. - agregó Roy.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntaron Angelo y Marcus.
- Sentido común. - dijo Roy.
Las palabras de Roy fueron demasiado acertadas. Las Sterling, reunidas en formación de un romboide, empiezan a lanzar una serie de proyectiles contra los diferentes cazas haydonitas. Muchos de los pilotos tirolianos presentes pensaban que ellas se dirigían a una muerte segura, pero los cánticos de Emilia y de Mylene empezaron a surtir efecto en las flores de la vida, las cuales empiezan a ser protegidas de la vista de los haydonitas sedientos por destruir cada ejemplar de ella.
Las voces cantantes de Mylene y Emilia eran demasiado potentes, que hicieron que Dana y Maia también empezasen a cantar, aunque inconscientemente; permitiendo que una fuerte fuerza misteriosa y poderosa brotase de sus mismos Veritechs, disparando directamente contra otra nave nodriza haydonita, evaporizándola inmediatamente.
- Impresionante. Dana está cantando. - dice Bowie reconociendo fácilmente la voz de Dana.
- No lo puedo creer, Bowie. - contesta Musica - ¿Es esa la voz de Dana? -
- Efectivamente. - responde Bowie, quien inmediatamente abraza a su mujer.
- Es increíble. La fuerza proveniente de los cazas de las Sterling es tan grande, que mandó volar a una flota haydonita entera sin necesidad de recurrir a una decena de acorazados nuestros - dijo pensativa Heidi desde su Veritech, persiguiendo y derribando a un par de cazas enemigos.
- Jamás... Jamás había escuchado a Maia cantar... Su voz es completamente hermosa, muy cálida, muy dulce... y muy divina. - contesta Marcus ante el asombro de oír la voz cantante de su mujer.
- Parece que reconozco esa voz de antes. - dice Roy - No tengo duda de que se trata de Mylene -
- No dejen que los cantos los distraigan, sigan combatiendo al enemigo y no tengan piedad - exclama un general tiroliano, cuyos guerros y combatientes realizan ataques masivos contra los haydonitas que estaban en frente; ese mismo general se dice asimismo en sus pensamientos:
- Hemos depositado nuestra confianza en ustedes, pero ustedes no han hecho más que traicionarnos con tecnología defectuosa y destructiva. Nuestra paciencia ha terminado, los vamos a hacer pagar por los crímenes que han cometido contra nuestro pueblo. -
Una vez que las hermanas Sterling dejaran de cantar, todos los combatientes haydonitas empezaron a caer poco a poco, como consecuencia de las descomposturas provocadas por las fuertes vibraciones de los cantos de las hermanas.
Otras naves nodrizas, ya sean zentraedis, invids, de la coalición de los Centinelas o incluso de lo mismos tirolianos, empiezan a cargar sus potentes rayos contra otras embarcaciones haydonitas que se encontraban ahí, acabando así con la mayor parte de la flota hayonita que estaba ahí. La Flota Imperial Haydonita, que se había salvado, no pudo hacer absolutamente nada por evitar que sus generales pereciesen ante la fuerza de las armas de sus ahora enemigos.
En medio de la línea de batalla, Zosomo, Zosomu y Zosoma, los Ancianos Robotech, dentro de su nave-esfera de batalla, se mostraron molestos e indignados, no porque los haydonitas hayan perdido, sino porque descubrieron evidencias de que los haydonitas realizaban actos criminales contra la población tiroliana, mientras ellos ayudaban a los haydonitas a combatir a los invid.
- ¡Esto es imperdonable! ¡Teníamos un acuerdo! - exclamaron los Ancianos Robotech.
- ¡Esto no ya no significa nada para mí! - respondió la Conciencia, quien mediante un poder subliminal, hizo desaparecer a los Ancianos junto con su nave. Después de este acto, la Flota Imperial abandonó Tirol para después dirigirse de vuelta a Haydon IV, donde recabarían toda la información disponible sobre la batalla en Tirol.
- Lo logramos, volvimos a ganar. - exclama Roy en medio de la multitud, que ya empezaba a cargar las piernas de Roy y alabarlo como todo un héroe.
Por otro lado, las hermanas Sterling, inmediatamente se ganaron los corazones de un grupo de soldados, los cuales pedían una serie de autógrafos y una que otra fotografía, aunque al final las cuatro se atrevieron a tomarse la foto familiar del recuerdo, algo que quedará grabado para el resto de sus vidas. Después de una tarde fenomenal, hubo una pequeña convivencia familiar, hasta que Emilia empezó a caer con la duda.
- Hermanas, tengo una duda. - dijo Emilia.
- ¿Cuál es tu duda? - pregunta Mylene de manera curiosa.
- Quisiera saber si tienen alguna pareja con la que puedan compartir el resto de su vida. - responde la del cabello verde.
- Saludos, mi nombre es Marcus Rush, y soy el esposo de Maia. -
- Y yo soy Angelo Dante, digamos que soy el acompañante sentimental de Dana. -
- Un gusto, Emilia. Soy Roy Hunter; quizá no me recuerdas, pero soy el amigo de la infancia de Mylene. -
- Roy, eres tú. - contesta Emilia un poco emocionada. - Pensé que no te recordaría más. ¿Qué has hecho en estos largos años? -
- Supongamos que es una larga historia... -
- Bien, bien. - interrumpe Maia - Vayamos al grano, ¿Te gusta algún chico? -
- Bueno, de hecho. - contesta Emilia, quien continúa - Es un sujeto que toca la guitarra, le gusta cantar, y al parecer estaba en una banda... La banda se llamaba Fire Bomber, creo. -
- ¿Fire Bomber? - pregunta Mylene atónitamente para después dirigirse hacia Emilia: - Estás hablando de Basara, ¿Verdad? -
- Sí, de hecho. - contesta Emilia - Ah, y por cierto, él me dijo una vez que te encontró mientras él salía de Zola: olvidó decirte que siguieras tu propio camino y ya no dependieras de él. -
- Ya veo. - contestó Mylene, quien inmediatamente abrazó fuerte a Roy.
- Mylene, por fin aprendiste algo. - replicó Roy un poco sonrojado y con una gran sonrisa, para después responder el abrazo con un dulce beso en la mejilla de Mylene. Imediatamente todos empezaron a reír a carcajadas, y la convivencia familiar continuó durante toda la noche, comieron una decliciosa cena y después pernoctaron en una pequeña posada que había al lado. La Batalla de Tirol había llegado a su fin, al menos por ahora.
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