
Capítulo 15.- El Día Más Largo
La derrota de los haydonitas tras la intervención de los invid en Eden, estuvo marcada por un doloroso acontecimiento: la muerte del general Gunther Reinhardt a manos de un soldado haydonita, significó un fuerte golpe a la moral de las tropas de la Fuerza Expedicionaria Robotech, ya que Reinhardt representaba el estandarte de la liberación de la Tierra. Los miembros de más alto rango tomaron la decisión de guardar doce días de luto por la pérdida de Reinhardt, tal y como los antiguos griegos lo hacían con los reyes. Sin embargo, no todas las noticias eran malas. Algunos aprovecharon todo este tiempo para seguir ejerciendo las actividades necesarias para mantener la unidad de las tropas. Uno de estos jóvenes optimistas es el teniente Roy Hunter, quien ahora se encuentra preparado para ascender al puesto de comandante que, de hacerlo, se convertiría en el más joven de toda la historia de la REF.
- Como lo pueden ver, las diferentes flotas de los haydonitas poseen puntos débiles. - Explica Roy frente a un grupo de altos mandos, entre los que se encontraban sus padres.
- ¿Y cómo puede usted asegurar eso? - Cuestiona un alto mando de manera dudosa.
- Señor, los invid tienen un arma poderosa capaz de hacer polvo a una de esas naves. - Le responde Roy. - ¿Acaso ustedes no presenciaron esa brillante luz en medio de la batalla? -
- Sí, todos aquí lo vimos. - Le respondió el almirante Max Sterling.-¿Pero puedes tú aquí explicar cómo es que has recibido numerosa información sobre la debilidad de los haydonitas? -
El silencio abundó por medio minuto en la sala de prensa, hasta que Roy por fin dio a conocer la respuesta contundente:
- Me lo contaron los invid. -
Inmediatamente, los altos mandos quedaron atónitos frente a la respuesta de Roy; muchos empezaron a preguntarse cómo es que el joven pudiera obtener suficiente información de los invid sin necesidad de consultar a alguien previamente.
- Hijo mío; tu madre y yo te queremos mucho, pero creo que fuiste demasiado lejos en responder a una dura pregunta. - Dijo Rick ante la inesperada respuesta de su hijo. - Tal vez nos puedes servir de ayuda para poder contactarnos con los invid y que éstos nos ayuden.
- Gracias por apoyarme, padre. - Contesta Roy abrazando a su padre, como si Roy aún llevara el niño interior.
Acto seguido, Roy se regresó a la habitación en donde ya se acostumbró a la ya constante presencia de su amiga de la infancia, Mylene. Sin embargo, Roy se percató de que su amiga no estaba en la habitación, por lo que dejó una nota. La nota decía lo siguiente:
Querido Roy, por ahora no podré estar contigo en la habitación; fui a darme un paseo con mis hermanas porque estamos tratando de buscar el vestido para Maia. En cuanto todo esté listo para la boda, podemos vernos después. Con amor, Mylene.
Después de leer la nota, Roy empezó a sentirse un poco confundido...
- Vestido?? Boda?? - Se dijo así mismo.
De repente, Roy escucha a dos personas caminar, se tratan ni más ni menos que de Scott Bernard y Marcus Rush, quienes estaban platicando sobre los planes de la boda.
- Hola, camaradas. - Interrumpe Roy a la conversación. - ¿De qué están hablando? -
- Pues de que en un par de días me caso. - Responde Marcus a la pregunta de Roy.
- ¿Neta? ¿Lo dices en serio? - Le pregunta Roy.
- Si, así es. Marcus se casará dentro de un buen rato. - Le responde Scott.
- Con razón, la nota que dejó Mylene hablaba de una boda, además de que Maia se iba a conseguir un vestido. - Dice Roy de manera un poco pícara.
- Roy, Maia se va a casar con Marcus, el vestido es para la boda. ¿Que fue lo que no entendiste de la nota? - Contesta Scott a Roy de manera contundente y obvia.
- Perdón por ser un ignorante, es que no sabía que alguien de aquí se iba a casar. - Respondió Roy con algo de humor.
- Tranquilo amigo, estás invitado. - Contesta Marcus con unas pequeñas carcajadas.
- Gracias. - Respondió Roy. - No siempre tienes que pasar toda la vida combatiendo alienígenas. -
- Y a propósito de esto, qué les parece si vamos con Lancer a pasar un rato. A ver si está disponible para poder oferecer sus dotes musicales. - Dice Scott a los otros dos jóvenes presentes.
- De acuerdo. - Contestan.
Mientras tanto, en una tienda de vestuarios en Nueva Normandía, las hermanas Sterling se encontraban probando vestidos para uno de los eventos más importantes de la familia.
- ¿Qué te parece este vestido? ¿No me hace ver gorda? - Dice Maia frente a Mylene.
- La verdad no. Yo creo que te ves muy bien. - Le responde Mylene.
- Y hablando de verse bien... En dónde estará Dana... - Contesta Maia con preocupación.
- Perdón por la tardanza, pero no quería perderme de la diversión. - La que contesta no es otra más que Dana Sterling. - Estoy dispuesta a ayudar a la novia a como dé lugar. -
- Eres bienvenida, hermana. - Responde Maia ante la solicitud de su hermana mayor.
- ¿Y cuál es la novedad, Dana? - Le pregunta Mylene.
- No me lo van a creer, pero acabo de ganar un pase triple para el spa. Al fin podemos pasar un tiempo de calidad como hermanas. - Contesta Dana de manera emocionada; después, Dana pone sus ojos en el hermoso vestido de novia que lleva puesto Maia. - Y por cierto Maia, tu vestido se ve muy hermoso. -
- Muchas gracias, hermana. - Contesta Maia un poco sonrojada. - Estoy segura de que Marcus quedará encantado con este brillo resplandeciente. -
Mientras tanto, al otro lado de la galaxia, dos capitanes de la U.N. Spacy, en alianza con algunos invids humanizados, combaten codo a codo contra las temibles flotas haydonitas en el sistema planetario TRAPPIST-1.
- Habla Jeffrey Wilder, capitán del SDF-25. -
- Habla Ernest Johnson, capitán del SDF-108. -
- Capitán Wilder, Capitán Johnson, es momento de atacar a los haydonitas; solo es cuestión de que sincronicemos nuestros cañones hacia sus naves, atacando en el momento preciso. - Contesta un subregente invid de nombre desconocido.
Al otro bando, los haydonitas se encontraban en plena acción defensiva.
- Modo defensivo activado. - Exclama un comandante haydonita.
- ¿Que dirá Veidt sobre esto? - Cuestiona un soldado haydonita.
- No importa lo que Veidt diga; sólo sigan mis ordenes. - Responde el comandante.
- Entendido, jefe. - Responde el soldado.
Acto seguido, el SDF-25 y el SDF-108, junto con la nave nodriza de los invid, empiezan a lanzar sus rayos contra un enorme acorazado haydonita, cuatro veces más grande que el SDF más grande fabricado por la U.N. Spacy. En pleno calor de la batalla, las tropas locales fueron testigos también de la destrucción del acorazado enemigo, mismo que causó júbilo entre los residentes de TRAPPIST-1, quienes honraron a Wilder y Johnson por vencer nuevamente a los haydonitas y sus tropas metálicas.
Las estrellas brillan, parte de un planeta cercano hace que el grupo de Soles haga oscurecer un poco la estación espacial, en un área cercana del área médica hay lo que podríamos denominar un patio, las pocas luces del espacio ingresan a este patio y vestida con una bata medica de paciente, encontramos a una chica esencial que estuvo presente en las batalla de Pearl -This darkness on my mind... Always tries to bring me further down - canta Heidi, mientras se cruza de piernas y sigue mirando el cielo, emula la figura de un Veritech con su mano y "vuela" por sobre su cara - This darkness deep inside... Makes me lose myself time after time. -
- Cantas bien! - Es la frase que hace que Heidi pause su canción, se quite los audífonos y se gire a ver a la persona que le ha quitado la inspiración; Heidi mira que es la famosa cantante de viejas épocas, Janice Em, es recibida por un tronido de dientes. – Parece que... No te caigo bien, verdad? -
- En parte. - contesta la Zentraedi – Digamos que solo lo que cantas...-
- ¿Qué tiene de malo? -
- Es aburrido para mí. -
- Entiendo. - Comenta Janice, mientras toma un asiento cerca de donde se encuentra Heidi. –Por eso es que cantas y escuchas... ¿Cómo se llama este tipo de música? -
- Metal Sinfónico. - Contesta Heidi mientras deja su reproductor – Pero mi gusto musical no es algo que le traiga por aquí. -
- Tienes razón. - Contesta Janice. – Puedo hacerte unas preguntas... -
- ¿Tengo opción? - Responde pesadamente Heidi, mientras se deja caer sobre el sitio mirando a la diva pop.
Dejando esto de lado cambiemos los aires, nos encontramos en los hangares de la estación espacial; dentro del área se encuentra Aysel dando ordenes y de un salto llega hasta un grupo de soldados, cerca de sesenta de estos; entre ellos están Roy, su hermana y varios mas conocidos mirando a la mujer turca.
– Chicos... - Dice ésta mientras suspira y baja el cierre de su traje mostrando un poco de su fina fisionomía. – Bienvenidos a la nueva sección militar de asalto de Nueva Normandía.- dice esta mientras que Roy mira a todos lados.
Aysel suspira y les mira a todos: – Lo diré sin mas rodeos: La gran mayoría de ustedes son parte de equipos desbandados o sobrevivientes; y como saben, necesitamos saber con cuantos equipos contamos. - Comenta ésta, y esto hace reaccionar a Roy, este piensa que eso seria falso puesto que el pertenece al equipo Turquesa y su mirada choca con Claudia, quien mira su mirada hacia una lejana cordillera.
- Ahora bien... - sigue Aysel hablando, mientras el hangar no se detiene y continúan moviendo los vehículos, pertrechándolos y reparando lo más rápido posible, todo ante la batalla inminente – la sección Nueva Normandía se dividirá en pelotones variables en cantidad, siempre pensando en sus habilidades; la mayoría están preparados, pero solo unos necesitan un tratamiento más. Bueno, ustedes lo entienden...-
Un soldado da un paso al frente con un pad, revisa el mismo aparato y con voz de mando grita -¡Baker Claudia, Hunter Roy, Hunter Sarah!...- el trio se mira, camina de donde se encuentra y el soldado sigue la lista –Koopte Klaus, Murphy Daniel...-
Aysel se acerca al soldado y le dice: – Creo que Klaus aun sigue en el área medica... - El soldado responde con la cabeza afirmativamente y cuando mira a un técnico, es interceptada por Roy.
- Aysel... - le dice un poco preocupado – Claudia y yo pertenecemos al escuadrón Turquesa...y Sarah no es soldado. -
Aysel hace una expresión preocupada hacia Roy, esta extiende su mano a la mejilla de Roy y acaricia un poco – Todo a su momento cariño; todo será respondido en su momento, ahora espera ese momento. - dice esta mientras se separa de el y camina hacia los técnicos, esto es visto por el par de chicas que le van acompañando.
- ¡Shueppard Heidi y Uld!... Son todos. - exclama el soldado, que responde al nombre Wally Landry, y que no es otro más que el hijo de Mark Landy y de Becky Michaels.
- Uld no esta aquí, el está en... - Responde Claudia, pero es interrumpida por un par de manos que le toman desde la espalda y se afianzan con fuerza en su pecho, estas manos juegan con fuerza en su busto, esta jugarreta hace que Claudia grite y se mueva hasta soltarse del peculiar abrazo, la joven se toma su cuerpo adolorido mientras mira a la persona que le molesto y su expresión se vuelve mas de enfado - ¡Tu!... -
- Un gusto verte, pechitos mullidos... - Dice Heidi mientras mueve sus manos de la forma que tocó a Claudia, entonces un buen golpe en la cabeza hace que Heidi se siente en el suelo tomándose el sitio del impacto y mire al hombre que lo hizo - ¡Klaus!... - dice ésta con enfado.
- No molestes a nadie. - Dice el garudano mientras mira sonriente a Claudia – Baker, Roy y señorita Sarah. - dice amablemente Klaus a los presentes.
- Si, si, si... Típico de nuestro perro guardián! - Dice con molestia Heidi y fija su mirada e Roy, sin mediar nada se lanza sobre de el abrazándolo y ante la expresión atónita de todos le da un beso que incluye una mordida a este.
La expresión de todos, en especial de Claudia y Sarah es una mezcla de sentimientos y casi es como si se les fuere algo más que el aliento, aliento que pierde también Roy y solo atina a parpadear después de todo este peculiar espectáculo.
Heidi guiña hacia Roy – ¡Hola bandido! - Ésta se aleja unos pasos, mientras mira a las chicas de Roy – ¡Por ese rostro valió la pena, Big Boy!- Entonces antes de cualquier reacción ella sale corriendo dando saltos hacia Aysel, quien le da unos cuantos créditos y sigue su camino.
– Nunca apuestes contra mi androide. - Exclamó Heidi.
- Sí, si; lo que digas, perra.- Dice Aysel mientras sonríe –sigue así y le quitare el escudo a tu nave...- la respuesta de Heidi es levantar el dedo mientras se va riendo. Sin embargo, Wally regresa y fija su mirada a todos los presentes.
- Bueno, como todos ustedes saben, en un par de días, la comandante Maia Sterling y el teniente Marcus Rush se unirán en matrimonio. Quiero que todos ustedes estén presentes en el evento principal, ya que después de que acabe, tendremos que partir a la brevedad al espaciopuerto de Dumusque, en el planeta Alfa Centauri Bb. Esperaremos tanto fuego amigo como enemigo. - Dice Wally causando un poco de temor a los presentes. - Si, los haydonitas están más cerca de la Tierra de lo que creemos. Y dejando este momento, tenemos a Grant mientras hay que mirar los preparativos de la boda, en la cual todos estamos invitados.
Las palabras de Wally fueron tan claras y precisas que hacen que los ojos de Claudia se fijen directamente en él, causando una serie de sentimientos que Claudia no conoció en mucho tiempo.
- Me pregunto, ¿Quién es ese joven? - Dice Claudia dentro de su mente.
Inmediatamente aparecen Vince Grant junto con Janice Em, analizando los estados actuales de muchos vehículos alojados en la base.
– Entonces... ¿cuanto falta para terminar? - Dice Vince a la androide.
- No mucho, comandante.- contesta Janice, quien después mira un pad con algunos datos. –Aunque, ¿esta seguro de poder prescindir de este informe? -
Grant suspira, y continúa: – Aún si es un plan de ella, esta guerra se ganará con soldados. Además, solo porque ella lo diga, no es algo que debamos hacer. - Comenta Grant. – Aunque nos falta aun mas elementos que solo una persona. -
- Lo entiendo Grant; pero si la doctora dice... -
- Y creo que sigo siendo el capitán, ¿no Janice? -
- Si. - Janice se va dejando a Grant, quien deja el expediente de los hermanos Hunter y de Lindsay, tomando el expediente de Heidi y mirarlo fijamente las anotaciones de sus acciones durante el tiempo que estuvo en Atreyu.
Mientras tanto, al anochecer, las hermanas Sterling disfrutan de un baño en el spa, mientras que realizan unas cuantas charlas con respecto a sus situaciones amorosas.
- Oye Dana, ¿Alguna vez tuviste a alguien que fue especial en algún momento de tu vida? - Cuestiona Mylene.
- Si, así es. - Responde Dana.
- Cuéntanos, ¿Cómo era ese hombre al que alguna vez amaste? - Le pregunta Maia.
- Fue hace más de 20 años; yo formaba parte del Ejército de la Cruz del Sur, y en aquél entonces, la Tierra entró en guerra contra los Maestros de la Robotecnia. El joven se llamaba Zor. - Instantáneamente, Dana empieza a recordar los momentos en los que Zor sirvió al 15° escuadrón, sus conflictos personales, hasta el fatídico día en el que Zor sacrificó su vida al estrellar la nave de los Maestros de la Robotecnia bajo la creencia de que la destrucción de las Flores de la Vida evitarían la llegada de los Invid, aunque finalmente ocurrió lo contrario. Dana continuó: - Aún sigo pensando... ¿Si tuvo la oportunidad de salvarse, por qué no lo hizo? -
- Hermana, no te mortifiques por el pasado. - Dice Maia tratando de consolar a Dana. - Todos perdemos a un ser amado alguna vez en nuestras vidas. Mi prometido Marcus tuvo una hermana que fue asesinada por los invid. -
- Bueno, aunque no estén muertos, yo estuve enamorada de dos chicos, uno era una famosa estrella de rock, y el otro era militar. - Dice Mylene entre algunas risas.
De repente, alguien abre la puerta del baño, la persona no es otra más que Lindsay.
- ¿Comandante Maia Sterling? - Pregunta Lindsay.
- Soy yo. - Contesta Maia levantándose de la tina de baño ante la atónita mirada de sus hermanas.
- El almirante Sterling ha confirmado que el teniente Rush está en excelente estado de salud; espero que ustedes dos disfruten de su boda. - Dice Lindsay un poco sonrojada.
- Gracias. - Responde Maia.
La noche ha llegado. Los miembros de la Fuerza Expedicionaria se asentaron en Nueva Normandía, reponiéndose de la batalla contra los haydonitas y preparándose para un acontecimiento que en los próximos días volvería a elevar la decadente moral de las tropas. Viejos lazos se cortan para que los nuevos lazos se puedan unir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro