Capítulo 14.- Edén Bajo Fuego
Durante cinco años, los miembros de la Fuerza Expedicionaria Robotech han entablado una especie de guerra de desgaste contra un poderoso enemigo conocido como los Haydonitas. No se sabe mucho acerca de los Haydonitas; sólo se sabe que son una raza que data de tiempos ancestrales, cuando los Invid apenas florecían como una civilización y reconocieron el verdadero poder de la Protocultura y de la Flor de la Vida, una vez que fue descubierta por Zor y refinada en lo que se convertiría en la fuente de energía "universal" para una galaxia cuyos planetas estaban siendo abarcados por el Imperio de los Maestros de la Robotecnia.
- ¿Hay alguna novedad con respecto a la trayectoria del SDF-3? - Cuestionó la Conciencia.
- Sigue con su camino, y al parecer ya tiene parte de la fuente de Protocultura localizada en Atreyu. - Responde Veidt.
- Interesante. - Contesta la Conciencia. - ¿Y ahora, a dónde se dirigen? -
-Si mis cálculos no me fallan, se están dirigiendo hacia un planeta dentro de una zona habitable para humanos. Los humanos conocen este planeta con el nombre de Edén.- Veidt vuelve a responder.
- Este planeta me parece algo familiar. - Dijo la Conciencia al ver a Edén en el mapa.
- Si. Seguramente ahí se encuentren una antigua guarnición de Protocultura que fue dejada por el pueblo de los Ancestros. - Dijo Veidt al sentir que su memoria se estaba refrescando un poco.
- ¿El pueblo de los Ancestros? - Preguntó la Conciencia ante las palabras de Veidt.
- Sí. - Afirmó Veidt. - Así es como algunas especies conocen a aquella primera civilización surgida en la Antigüedad más remota, y que desapareció misteriosamente. No se sabe casi nada de ellos, sólo sabemos que sus grandes avances tecnológicos y científicos han permitido el desarrollo de numerosas especies; es más, se dice que los Humanos, los Zentraedis y los Tirolianos pueden ser descendientes directos de los Ancestros. -
- Impresionante. Quizás los Ancestros también usaban la Protocultura y la Flor de la Vida para cultivarlas en otros planetas. - Dice un haydonita que estaba al lado derecho de Veidt.
- Pues no se hable más. - Dijo Veidt. - Hay que alcanzar a los humanos y a sus aliados lo más pronto posible. -
Acto seguido, Haydon IV, el planeta artificial diseñado por el misterioso ser creador Haydon, empieza a moverse más rápido en dirección contraria a la de los demás planetas comunes; su dirección es ahora hacia el Sistema Solar.
Mientras tanto, la flota de la Fuerza Expedicionaria Robotech hace su aterrizaje en el planeta Eden, y la flota del Ark Angel y del SDF-3 hace una parada importante en la Base Aérea de New Edwards, un aeropuerto militar caracterizado por sus famosas pruebas de cazas transformables. En este lugar, se encuentran unidades especializadas encargadas de modernizar y reparar unidades móviles. El almirante Rick Hunter y compañía esperan poder recibir un trato digno mientras siguen en su insaciable lucha contra las fuerzas haydonitas.
- Esperemos poder recibir aliados y no enemigos. - Exclamó el almirante Hunter al bajarse del SDF-3.
- Yo también espero lo mismo. - Responde el doctor Emil Lang acompañando a Rick en la bajada.
- Saludos a todos. - Contesta una voz masculina a lo lejos.
- ¿De quién será esta voz? - Cuestiona Rick. - ¿Será acaso que...?
- Almirante Hunter, sabía que usted estaba vivo. - Exclama el misterioso hombre que no resultó ser otro más que el general Gunther Reinhardt, quien había liderado las Fuerzas de Reclamación de la Tierra en ausencia de Rick Hunter. Acto seguido, Reinhardt saluda al almirante como acto de respeto y reverencia.
- ¿Y qué le trae por aquí, Reinhardt? - Cuestiona Rick.
- Supongo que lo mismo que usted, almirante... - Respondió Reinhardt. - Tratábamos de establecer contacto con todas las embarcaciones perdidas de la Fuerza Expedicionaria. -
- Pues lo felicito, general; usted acaba de lograrlo.- Contestó Rick de manera casi sarcástica.
- Y por cierto, Rick, quisiera presentarte a mi más destacado subordinado. - Continúa Reinhardt mostrando a Rick a un hombre que recién acababa de ascender al título de comandante.
- Saludos, camaradas. Permítenme presentarme: yo soy el comandante Wilhelm Immelmann, se puede decir que soy como la mano derecha del general Reinhardt. -
- Es increíble ver que aún exista gente dispuesta a apoyarnos en esta noble causa. - Dijo Rick tras saludarlo.
- Ese no es el asunto. - Le respondió Reinhardt. - Lo que realmente importa es tenerlo a usted, almirante. -
-Sé que todos ustedes han estado muy preocupados por mi ausencia en todos estos años; pero más preocupante es que la Tierra ahora está desprotegida ante la amenaza haydonita.- Contesta Rick.
- Descuide, almirante; aquí en Edén tenemos el suficiente potencial militar para poder repeler a estos invasores mecánicos. - Dice Wilhelm mostrándole a Rick todo el arsenal presente.
Momentos más tarde, el almirante Hunter es llevado por Reinhardt y los demás al lugar donde se realizaban las pruebas de los aviones YF-19 y YF-21, los cuales se pretendían usar para la campaña de liberación de la Tierra durante la guerra contra los Invid. El almirante Sterling también fue llevado a conocer los lugares de pruebas.
- Este modelo que ven aquí es el YF-19, desarrollado por Shinsei Industries; el otro modelo que está a la derecha es el YF-21, desarrollado por General Galaxy. - Dice Reinhardt al mostrar los aviones a Rick y Max. - Ahora bien, aquí el propósito de esta visita es formar una nueva especie de caza con los componentes importantes de ambos modelos. Otro detalle importante es que se deja a un lado la peligrosa Tecnología Sombra que poseían los aviones Alpha. -
- Interesante, Reinhardt. - Le responde Rick - Cabe mencionar que mi amigo Max pilotea una versión derivada del YF-21. Espero que tu plan sea muy diferente. -
- Lo es, almirante. - Le responde Reinhardt con una sonrisa. - Estoy seguro que este nuevo proyecto nos dará la delantera. -
Después de varios minutos recorriendo las instalaciones de la pista, parecía que éste iba a ser un día normal; sin embargo, nadie esperaba que los haydonitas se aproximaban rápidamente a Edén.
- Estamos listos para lanzar un ataque sorpresa sobre el puerto espacial de Edén - Dice un comando Haydonita al detectar la base de New Edwards en su radar.
- Afirmativo. - Responde un general haydonita. - Muevan sus naves; lancen el ataque sorpresa al puerto espacial.-
Acto seguido, las naves haydonitas empiezan a lanzar algunos misiles en los alrededores de la base aérea, provocando que se encendieras las alarmas ante aquél ataque en la que los humanos se encontraban desprevenidos. Las bajas eran relativamente pocas, ya que la mayoría de las personas se encontraban adentro de la base. Inmediatamente llega una de las que apenas lograron escapar de la explosión, la cual resulta ser Aysel, quien avisa a Reinhardt y compañía.
- No se ustedes, pero los haydonitas acaban de atacarnos por sorpresa. De nuevo. - Exclama Aysel entre suspiros.
Reinhardt inmediatamente se dirige hacia Rick y Max con el fin de comunicarse con ellos.
- Almirante Hunter, Almirante Sterling, informa a todos los presentes que se preparen para la batalla. Los haydonitas nos atacan de nuevo. - Dice Reinhardt a Rick y Max en voz baja para que las personas se sintieran calmadas.
Inmediatamente, los haydonitas atacan otra base militar a 1500 kilómetros de New Edwards, ocasionando enormes bajas y desastrosos daños materiales, alarmando aún más a la flota de la REF.
- Almirante Hunter, la base militar de New Johannesburg fue bombardeada por una flota haydonita, parece que hubo varios muertos. - Comunica Scott a Rick.
- Bien, díganles a todos que la batalla acaba de comenzar. - Responde Rick.
Inmediatamente, todos los soldados de todas las unidades empiezan a salir de sus puestos de control y se dirigen a los lugares de los ataques. En una de estas unidades, aparece Roy Hunter junto a un grupo de soldados de diferentes especies humanoides.
- No lo olviden, camaradas. Los haydonitas tienen un punto débil, y deben de destruirlo. - Exclama Roy frente a sus soldados. - Cuando vean a uno de ellos, destrócenlo sin piedad. -
En pocos minutos, sale el caza de Roy sobrevolando el área y derribando a varios cazas enemigos; junto a Roy venía también Marcus Rush, quien bajo la dirección de Maia Sterling, protege a Roy en medio de la batalla.
- Habla la comandante Maia Sterling, les comunico que la nave nodriza de los haydonitas esta a tres millas de distancia. - Contesta Maia a los pilotos presentes desde un ordenador.
- Afirmativo, comandante. - Responde Marcus. - El teniente Hunter y yo nos dirigimos a la nave nodriza. -
- Teniente Hunter a Teniente Rush... - Comunica Roy a Marcus. - Tengo a seis naves enemigas a la vista. -
Roy dispara contra las seis naves haydonitas, y las derriba al instante. Acto seguido, Marcus localiza a otras cuatro naves que se dirigían hacia donde se encontraba Roy, y las derriba también.
- Nave nodriza a 666 pies. - Exclama un piloto zentraedi de la unidad, acelerando su caza hacia la nave, lanzando una versión perfeccionada de la bomba N en el centro de la nave nodriza, destruyéndola al instante. Inmediatamente, aparece un enjambre de cazas haydonitas, disparando también contra la flota de la REF.
- No importa que sean demasiados. Derríbenlos los más pronto que puedan. - Exclama una piloto praxiana al percatarse de la muchedumbre de naves enemigas.
Los disparos empezaron a escucharse a lo largo y ancho del espacio aéreo, generando numerosas bajas tanto en el bando haydonita como en el bando de la REF. Al otro lado de la zona, en tierra firme, se encontraba Scott Bernard y el general Gunther Reinhardt peleando codo a codo contra un grupo de soldados haydonitas.
- No pierdas de vista a esos robots. - Dice Reinhardt a Scott.
- Tranquilo, general. - Responde Scott, matando a siete haydonitas al instante. - Esto para mí ya es pan comido, solo hay que buscar su punto débil y... - Scott es interrumpido por el grito de Reinhardt, quien resultó herido gravemente por un haydonita.
- General! - Grita Scott al percatarse de que el haydonita perfora con sus garras al pecho de Reinhardt, haciendo que Scott logre destruir al haydonita con sus propias manos, ocasionándoles quemaduras de poca importancia.
El panorama empezó a resultar sombrío del lado de la flota al mando de los almirantes Hunter y Sterling; sin embargo, el panorama cambió con la llegada de unos refuerzos inesperados: Los Invid.
La flota invid empezó a dirigirse contra los puestos de combate de los haydonitas; inmediatamente uno de los tripulantes de la flota invid empieza a contactar telepáticamente con los comandantes y almirantes de la REF, comunicándoles lo siguiente:
- Humanos, no tengan miedo. Los Hijos de la Sombra podrán superarlos a ustedes en números, pero nosotros, los Hijos de la Luz, tenemos un arma que ellos no tienen. -
- ¿A cuál arma se está refiriendo? - Se cuestiona Roy.
- Posiblemente se trate de algo parecido a un "arma dimensional" - Responde Marcus.
En medio de la batalla, el cielo empezó a cubrirse de una luz tan potente, cuyo brillo casi deja ciegos a los combatientes presentes: Era el arma secreta de los invid, que empezaba a destruir otra de las naves nodrizas, una más grande que la nave nodriza derribada por las flotas zentraedis. Un minuto más tarde, los invid lanzaron otro rayo destruyendo otra nave nodriza haydonita. Para ese entonces, gran parte de la flota de la REF se había reducido considerablemente; sin embargo, la poderosa flota invid pudo hacer polvo a muchísimos aviones haydonitas así como a las naves nodriza que estos denían. La sorpresiva llegada de los invid hizo acorralar a los haydonitas, quienes finalmente abandonaron Eden. La batalla ha terminado, y aunque la flota de la REF había ganado, sufrió numerosos daños materiales que tardarán años en ser reparados.
- General Reinhardt, resiste un poco más. - Dice Scott al ver que el estado de salud de Reinhardt empeoraba debido a su grave herida en el pecho.
- No... Scott... Ya... No... - Responde Reinhardt, agonizando aún más. - Debes... Vengarme... Esos... Haydonitas... Deben... Ser... Eliminados... - Inmediatamente Reinhardt fallece como consecuencia de la pérdida de la mayor parte de su sangre producto de la herida provocada por los haydonitas. De repente, se escucha el timbre del comunicador de Scott, y éste inmediatamente contesta:
- Hola, habla el comandante Bernard. - Contesta Scott esperando la respuesta.
- Comandante Bernard, habla el Almirante Rick Hunter. -
- Almirante, ¿Está usted bien? -
- Totalmente ileso; mi esposa y mis hijos también están fuera de peligro. -
- ¿Y el almirante Sterling? -
- Max y su familia también están ilesos. ¿Algún problema, comandante? -
- Sí, almirante. Por desgracia le tengo una muy mala noticia. El general Gunther Reinhardt está muerto. -
- No puede ser. Deposité mi confianza en él, y lo lamento. ¿Qué pasó con él? -
- Los haydonitas. Fueron los haydonitas. - Dijo Scott casi al borde del colapso emocional.
Scott no estaba solo. Junto a él estaba su mujer, Ariel, así como también estaban Lancer y Sera, además de Maia y Marcus, así como también el subordinado de Reinhardt, Wilhelm Immelmann, quien apenas se enteró de la noticia. No obstante, Roy volvió a reunirse con sus padres, Rick y Lisa, presentándoles un informe de la batalla ocurrida, los cazas que derribó y el estado de salud en el que se encontraba antes, durante y después de la batalla. Después de los daños ocasionados en New Edwards y en New Johannesburg, los miembros de la Fuerza Expedicionaria Robotech decidieron tomar un breve descanso, algunos guardaron respeto ante la noticia de la muerte del general Reinhardt, mientras que otros optaron por disfrutar de unas merecidas vacaciones después de numerosas batallas que terminaron por desgastar a todos los militares de todas las razas y de todas las especies; esto mientras se encargan de reparar algunas naves dañadas.
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