Capítulo 11.- El Reencuentro
Después del increíble holocausto espacial que azotó a la Tierra en el año 2011, muchos humanos caminaron solos, condenados por el resultado de eventos que escaparon a su control, y que trataron de proteger a los pocos (pero también muchos) que quedaron. El dolor secreto que opaco los sueños de estas personas es inimaginable porque ellos son quienes han elegido ser defensores de la justicia en el orden cósmico de las cosas. Y uno de estos hombres fue el comandante Rick Hunter.
En el año 2022, el general Hunter lideró un Cuerpo Expedicionario que salió de la Tierra, en una misión par interceptar las amenazas alienígenas desde su origen en el espacio exterior. Después de dos décadas de luchas, tanto con los invid como con grupos rebeldes internos, la Expedición Pionera de Hunter finalmente había logrado una paz insegura en Tirol (el planeta de origen de los Amos Robotech) así como también en los planetas del llamado "Clúster Local de la Protocultura" (Optera, Garuda, Peryton, Karbarra, Spheris y Praxis).
Una vez emprendido el viaje de vuelta a la Tierra, un accidente de prueba hizo que la nave en la que estaba Hunter se extraviara por casi un lustro; y después de este tiempo en el que el SDF-3 estuvo siendo rescatado y ayudado por invids y zentraedis errantes, finalmente fue localizado por la heróica flota del Ark Angel liderada por el capitán Vincent Grant.
El capitán Vince Grant corrió directamente hacia donde está el radar, y grata fue la sorpresa al ver una nave con una forma que la parecí muy muy familiar. Al verla con más claridad, se dio cuenta de que se trataba del SDF-3, la nave en la que se encontraba el almirante Rick Hunter y compañía, y que hasta aquél momento se encontraba en calidad de desaparecida.
- Lo veo y no lo creo. - exclamó Vince con escepticismo al principio - Pero solo puedo tener una respuesta a esto: el almirante Rick Hunter ya está frente a nosotros. El SDF-3 finalmente ha sido localizado. - continuó el capitán Grant con gesto de gozo - ¡Celebremos esto! -
Las demás personas que estaban frente al capitán Grant empezaron a levantarse con entusiasmo y celebrando el hallazgo del SDF-3.
- Un momento... ¿Qué son todos estos coros? - exclamó Roy al ver a la gente celebrando.
Roy empieza a ver que la nave localizada resulta ser el SDF-3 y, sorprendido, fue a correr hacia donde estaban Scott Bernard y su "clan" (o sea, sus familiares y amigos muy cercanos), y le dijo Roy a Scott:
- ¡Es mi papá, repito, es mi papá! - gritó Roy de la emoción - ¡El SDF-3 ya fue localizado! -
- ¿En serio? - cuestionó Scott - Veamos a ver si lo que dices es cierto. -
Scott y los demás fueron a donde estaba el capitán Grant, y Scott empieza a ver en el radar la silueta del SDF-3, y exclamó: - ¡Pero si es el SDF-3! ¡La nave del almirante Hunter! -
- Si. Hunter está ahí. - dijo Lancer.
- ¿Es mi imaginación o es que realmente se trata de la nave que estábamos buscando? - cuestionó Marcus.
- Definitivamente, es la nave del papá de Roy. - dijo Drannin con certeza.
- Sin duda. Puedo sentir la presencia del almirante en esa nave. - dijo Ariel por medio de su uso de la telequinesia.
- Al parecer la Regis quiso ayudarle a abrir lo ojos y descubrir la verdad sobre los hijos de la Sombra. - dijo Sera, también utilizando la telequinesia.
En la parte más alejada del Ark Angel, se encontraban las hermanas Dana y Maia Sterlling, los antiguos miembros del 15vo escuadrón (Angelo, Sean, Dennis, Nova y Marie), Jack, Karen y Janice, quienes aún no tenían el conocimiento sobre aquellos gritos que se escuchaban en el mando principal. Todos ellos fueron a ver a Scott y los demás, y grata fue la sorpresa de todos al ver con ojos propios al SDF-3.
- No puede ser. Papá y Mamá están ahi. - exclamó Dana al ver al SDF-3 y con la esperanza de ver a Max y Miriya nuevamente. - Y mis otras hermanas también. -
- Mamá, papá, hermanas mayores, hermanita menor... nos volvimos a encontrar. - exclamó Maia en la mente.
- ¿De qué nos estamos perdiendo? - cuestionó Angelo sin conocer exactamente la situación.
- ¿Qué no ves? El SDF-3 ya fue encontrado. - le respondió Sean.
- Bueno. Hay que celebrar. - exclamaron Marie y Nova, quienes en acto seguido abrazaron a Dana, quien empezó a llorar de la emoción por la noticia.
En estos momentos, la pantalla empezó a recibir la señal, y quien empezó a comunicarse con el Ark Angel no era otro más que el almirante Rick Hunter, quien empezó a comunicarse con Vince Grante y los demás miembros del Ark Angel.
- ¡Saludos a todos, tripulantes del Ark Angel, les habla el almirante Hunter! - saluda Rick a los tripulantes - ¡Han sido casi cinco largos años de una larga búsqueda por localizar al SDF-3, y afortunadamente les vengo a decir que ya fuimos localizados por la honorable flota del Ark Angel! - continúa Rick - En todo este tiempo hemos sido ayudados por una flota conjunta de invids y de mujeres zentraedis, mismos que permitieron mantenernos con vida en todo este periodo. Pero ahora hay que agradecer al honorable capitán Vincent S. Grant, quien después de largos sacrificios, hizo todo lo posible para poder encontrarme a mi y a mis amigos, los cuales me apoyaron en todo momento. Ahora si nos lo permiten, hay que alojar nuestra nave dentro de su nave. - finaliza Rick su comunicado.
En seguida, el SDF-3 empieza a aterrizar en la parte superior del Ark Angel, el cual empieza a ser escoltado por una flota conjunta de invids y zentraedis. Mientras tanto, en el Ark Angel, las celebraciones por el hallazgo del SDF-3 no dejaban de parar. Rick y Lisa bajan para abrazar a sus hijos, Roy y Sarah; mientras que Max y Miriya procedieron a hacer lo mismo con Dana y Maia. Otras gentes que estaban en la tripulación del SDF-3 descendieron para conocer y saludar a los miembros del Ark Angel, luego descendieron los Centinelas, los miembros de las demás razas, las demás hijas de Max, quienes se llamaban Melania, Melissa, Theresa, Emilia y finalmente Mylene, quienes se reunieron nuevamente con Maia y Dana, a quienes no las han visto desde hace ya mucho tiempo.
- Me alegra tanto verte de nuevo, papá. - exclamó Roy abrazando a su padre Rick, quien le respondió: - A mí también hijo, a mi también. -
Lisa empieza a ver a su hija y corre hacia ella con unas cuantas lágrimas en los ojos diciendo: -Sarah, hija mía, por fin nos volvimos a ver. - Sarah, al ver a su mamá dirigirse hacia ella, la abraza y también con lágrimas le responde: - Yo también te he extrañado, mamá. -
Mientras la reunión de la familia Hunter se volvió emotiva; por otra parte, los Sterling fueron mucho más reservados en lo que se refiere a sentimientos, aunque no evitaron tampoco que se desarrollasen los abrazos de parte de los integrantes de esa misma familia, los cuales eran mucho más emotivos. Un poco más al rato, Maia lleva a Dana a ver a Mylene y a las demás hermanas.
- Dana, es momento de que reunirnos con el resto de la familia. - dijo Maia a Dana.
- Mucho gusto en conocerte; mi nombre es Mylene Sterling. - dijo Mylene saludando a Dana.
- Supongo que usted debe de ser mi hermana menor. - le contestó Dana.
- Si. Así es.- respondió Mylene.
- Y yo soy Emilia, la hermana favorita de Mylene. -
- Yo me llamo Melania, tal vez no se acuerden mucho de mi, pero soy la segunda en la lista. -
- Me llamo Melissa. -
- Y yo Theresa. -
- Cabe mencionar que tanto Melissa como Theresa son gemelas. -
- Esperemos aprovechar este tiempo todas juntas. Como una familia. - dijo Maia abrazando a sus hermanas, derramando varias lágrimas, pero también soltando algunas risas.
- Y por cierto, les quiero presentar a alguien muy especial. - respondió Dana a sus hermanas.
- Mucho gusto en conocerlas. Mi nombre es Angelo Dante. Soy el marido de Dana, y espero que nos llevemos bien. -
Las hermanas de Dana se dieron cuenta de que Dana era ya una persona casada, y como era de costumbre, saludaron a Angelo como si se tratara de alguien más de la familia. Más tarde, Dana llevaría a Angelo a presentarlo a sus padres.
Durante el encuentro entre los tripulantes de las dos naves, Drannin, el joven piloto zentraedi, empezó a ver una figura femenina muy peculiar, la cual resulta ser Heidi. Drannin se acerca a ella y empieza a hablar con ella:
- Hola preciosa, ¿Cómo estás? - pregunta Drannin.
- Muy bien. Mi nombre es Heidi, y no me gusta que me llamen preciosa. - responde Heidi.
- Ups... no importa. Mi nombre es Drannin, y espero que podamos ser amigos. - le contesta Drannin.
- De acuerdo, Drannin. Podemos ser amigos. - dice Heidi con un tono sarcástico.
Tanto en el SDF-3 como en el Ark Angel, conviven gentes de todas las especies pertenecientes a la REF: Humanos, Zentraedis, Tirolianos, Garudanos, Praxianos, Karbarranos, Perytonianos, Spherisianos e Invids. Muy lejos de donde estaban reunidos todos, se encontraba Claudia, quien aún no podía creer al ver a Roy y a Sarah abrazándose. Sarah, al percatarse de ello, acude a donde se encuentra Claudia, y decide platicar un rato con ella.
- Hola Claudia, ¿Quisiera saber por qué llorabas? - cuestiona Sarah.
- Porque pude darme cuenta de que eras la hermana de Roy. - responde Claudia y continúa -Sabes, siempre quise tener un hermano, pero el problema fue que mis padres muy pocas veces podían estar juntos; ya que tenían muchas misiones en diferentes lugares.
- Te entiendo. - dice Sarah abrazando a Claudia, y continúa - Mi hermano Roy y yo siempre hemos sido muy unidos a pesar de las adversidades. Hace algunos años, mi hermano y yo esperábamos tener otro hermano, pero cuando atacaron al SDF-3, mi madre quedó herida y perdió al bebé. -
- Cúanto lo siento. - contestó Claudia, esta vez es ella quien abraza a Sarah para tranquilizarla.
- No pasa nada. Lo más importante es salir adelante. Pase lo que pase. - respondió Sarah.
Mientras Claudia y Sarah inician una nueva amistad, al otro lado del SDF-3, con los demás presentes, Roy Hunter platicaba con su padre Rick y con el almirante Max Sterling sobre aquellas incursiones espaciales en las que Roy y sus compañeros se enfrentaron a las temibles y poderosas flotas haydonitas.
- Y entonces aceleré rápido y derribé a cuatro de ellos... - contaba Roy a su padre.
- Qué bien, te felicito. Algún día serás una persona muy destacada en el ámbito militar. - contestó Rick a su hijo.
- Bueno papá, me tengo que ir. Me están llamando mis compañeros. - dijo Roy - Espero que tú y el tío Max puedan tener todo el tiempo del mundo con el resto de los militares. -
- Si hijo, adelante. - le contesta el almirante Hunter.
Roy camina por el pasillo y empieza a ver a las hijas de Max y Miriya, y de entre ellas empieza a ver a Mylene, a quien no la ha visto desde que era niño.
Roy empieza a decir: - ¿Mylene? ¿eres tú? -
Mylene empieza a escuchar la voz de Roy, se voltea y de inmediato lo reconoce y empieza a decir en gesto casi melancólico: - Roy, eres tú. Volviste por mí. - Mylene empieza a llorar de la emoción y abraza a Roy y continúa: - Pensé que no te volvería a ver. Después de ya varios años; creí que estarías muerto. -
Roy le responde: - Mylene, sabes que estoy bien; nunca me he olvidado de tí y tampoco del hecho de que tu y yo fuimos grandes amigos cuando niños. -
- Roy, tengo mucho que contarte, y muchas preguntas qué hacerte .- dice Mylene.
- Sí Mylene; soy todo oídos. - contesta Roy.
Parecía que ambos recordaban todos los momentos en los que estuvieron juntos; desde la primera vez que se vieron. Tanto el hijo del almirante Hunter como la más joven de las hijas del almirante Sterling, tenían muchas historias que contarse entre ellos desde la última vez que se vieron.
Sin embargo, ésta no sería la única historia que se habría de contar; ya que a cientos de kilómetros del SDF-3, se encontraba el planeta artificial de Haydon IV, en el que los haydonitas se encontraban preparándose para un futuro combate contra la Fuerza Expedicionaria Robotech. En esta zona se encontraba Veidt, antiguo representante haydonita de los Centinelas, quien empezó a contactarse con la Conciencia, una especie de entidad misteriosa que se encarga de controlar la vida de los demás haydonitas, y quien afirma ser el mediador entre Haydon y el resto de los haydonitas.
- Su excelencia, todo va conforme el plan. - dijo Veidt.
- Excelente. - respondió la Conciencia. - Y por cierto, ¿Qué novedad tienes? -
- Si mis conocimientos no me fallan, el SDF-3 va en dirección hacia el Sistema Solar, puesto que en este lugar se encuentran los últimos rastros que quedan de Protocultura. - respondió Veidt.
- Perfecto; muy pronto caerán en nuestra trampa y con esto destruiremos todo rastro de la Flor de la Vida. - contestó la Conciencia.
- También tendré que informar las malas noticias, puesto que nuestra flota ha sido notablemente reducida en las últimas batallas transcurridas... - continúa Veidt - ... y tenemos que fabricar más maquinaria de combate con el propósito de aplastar a estos insignificantes engendros que tantas bajas nos causaron. - finaliza Veidt dando un golpe a la mesa con su mano derecha.
- Así es. Los humanos y todas las demás razas que los acompañan no son más que desechos inservibles que deben de ser borrados de la existencia. Hay que hacerlo por el bien de nuestro líder Haydon. Muy pronto obtendremos la victoria total de nuestra especie. - exclamó la Conciencia.
- Coincido con usted. Una vez que logremos alcanzar la victoria total, no habrá ningún humano, zentraedi, invid u otra especie ligada a la Flor de la Vida que quede con vida. - exclamó Veidt, confiado en que la victoria de los haydonitas estaría a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, mientras los haydonitas planeaban sus perversos planes para dar el golpe final a la Fuerza Expedicionaria, La flota del Ark Angel y la del SDF-3 se encontraban con mucho regocijo, celebrando uno de los hallazgos más importantes en la historia de la exploración espacial, y posiblemente de la humanidad.
La típica frase dicha por Neil Armstrong en 1969, al pisar por primera vez el suelo lunar: Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad; finalmente sería traducida, en una frase más contemporánea, de la siguiente forma: Es un gran paso para el hombre, pero también un gigantesco salto hacia la unidad interestelar.
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